Transcripción: El coyote

Transcripción: El coyote

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Daniel Alarcón: Soy Daniel Alarcón, productor ejecutivo de Radio Ambulante. Antes de comenzar quiero agradecer a dos fundaciones cuyo apoyo ha sido fundamental: Fundación de Sara y Evan Williams y de la fundación Panta Rhea.

Y a nuestro patrocinador, MailChimp. Más de 7 millones de personas y negocios a nivel mundial usan MailChimp para enviar sus correos electrónicos y anuncios publicitarios. Radio Ambulante, por cierto, es uno de ellos. Para saber más, visiten mailchimp.com. Aquí el episodio.

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Carlos: De Corinto para la capital de Guatemala, de Guatemala para Tecún Umán, en Tecún Umán descansas. Luego brincas para México. Ahí es donde empieza el juego. Chiapas. De Chiapas…

Daniel Alarcón: Este es Carlos. O bueno… llamémoslo Carlos. Y este periplo que describe es su ruta de trabajo.

Carlos: …Y Monterrey, la frontera. Ya luego empieza la otra parte del juego, lo que es la frontera americana, esperar tu viaje y tu turno. Pacientemente hasta que llegue el momento.

Daniel Alarcón: Nos interesó su testimonio, por una simple razón. En EEUU se habla mucho de la migración latinoamericana, pero no se habla tanto del guía, al que se le conoce como coyote. El que vive de cruzar inmigrantes por la frontera con México. Hombres como Carlos, que en este caso trabaja la ruta desde Honduras hasta Arizona.

Bienvenidos a Radio Ambulante, soy Daniel Alarcón. Hoy, El Coyote.

Para este episodio, estamos estrenando un nuevo estilo narrativo, un estilo que no hemos usado antes en Radio Ambulante. Van a escuchar una sola voz en este podcast, la del mismo coyote. Este es su testimonio. En Honduras Carlos habló con las periodistas Iolany Pérez y Jennifer Avila.

Aquí, Carlos.

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Carlos: En este negocio inicié hace aproximadamente unos 15 años.

Yo fui migrante. Yo viajé para EEUU de indocumentado. Cuando tomo la decisión de irme de ilegal yo estaba estudiando. Yo me voy de una forma inocente con unos amigos, buscando el sueño americano.

Me impulsa el alto grado de criminalidad que hay en mi país, obviamente, que esto ha existido de tiempos.

Llego a los Estados Unidos y radico más de 10 años en Estados Unidos. Trabajando honestamente un tiempo y luego, pues, como nosotros decimos, de coyote.

Trabajando en EEUU como migrante, uno va por un sueldo de 400, 500, 600 dólares cuando mucho. Bien trabajados, bien sudados en la construcción. Ya jalando indocumentados, ya migrantes, ya eran 10 mil dólares. o sea que automáticamente hay un cambio en tu vida. Tu miras que es un dinero rápido. Pero es un dinero bien arriesgado.

Se me presenta la oportunidad a través de unos amigos, que ellos ya hacían esto. Me dicen que si quiero ir a traer gente a la frontera en una camioneta. Inocentemente, tomo aquella camioneta y llego a la orilla del Río Bravo a traer gente. De Houston, a Laredo Texas, de Laredo Texas a Houston. Así fue como me fui involucrando poco a poco en esto, lo único que ahora lo hago de Centro América a Houston. Pero el comienzo mío así fue.

Pues es arriesgado, es una moneda en el aire, que uno no sabe qué va a pasar. Pasan momentos bonitos y momentos feos. Momentos en que te para un sheriff, tienes que chocar esa camioneta y salir corriendo porque ellos no quieren a los indocumentados, quieren al chofer. Nos paran y te quitan la gente. Gente que viene deportada nuevamente y pues hay que volverla a llevar. O mucha gente pues no llega.

Las mismas autoridades dizque te siguen porque eres coyote, pero la realidad de las cosas es que ellos reciben una parte del pastel también.

Tienes que sobornar policías, federales, migración, hasta llegar a un gran cartel que quiere también su parte. Este es un negocio lucrativo. De ambas partes se ha vuelto lucrativo.

Pero del 100% de lo que tu cobras como coyote, solo te queda el 25%. Si tu cobras 7 mil dólares lo que te va a quedar… 1800 dólares.

En este trabajo tu mismo te formas tu currículo. Tu mismo te forjas tu destino. Si eres un mal coyote y llevas aguantando hambre a la gente, aguantando sueño, blindado en un tren, caminando días y noches, –cuestión que pasan coyotes, muchos coyotes pasan eso–menos te van a ir recomendando, porque ellos están expuestos a pagar la cantidad que uno dice, pero tu les aseguras seguridad a ellos y un bienestar.

Te queda dinero. Siento que vale la pena el riesgo. Yo te puedo decir que a diario mueren indocumentados. A diario. No son uno, son millones de personas.

Al menos yo tengo las experiencias que sí me han agarrado gente, pero pues gracias a Dios nunca se me ha muerto gente. Todavía no y espero que no me vaya a pasar eso, porque ha pasado en muchos casos, ¿verdad? Por manos de personas sin escrúpulos que son coyotes. Que llegan a Tapachula, contratan un trailer, te meten en un trailer, 40, 50, 60. Para ellos es lo de menos –y a parar a la frontera. Ellos no saben qué va pasando dentro de ese trailer. Pero siempre míralo del lado humano, po. Trata bien tu gente, que no te vaya a pasar algo así.

Tienes que tratar de hacerlo con más corazón. No es lo mismo decirle que vas a ir en un autobús, en una camioneta a que te lleve 15, 17 días guindado en un tren. Por eso es que se cobra  lo que se cobra. Por tu seguridad.

Este negocio es una mina en plena explotación. El último recurso que agota el inmigrante ya es el tren, porque es el verdadero inmigrante que ya no lleva un peso para pagarlo; más le toca ir guindado en la bestia aguantando frío, sol, hambre, sueño.

Corres el riesgo que te cortes un pie, que te caigas del tren, que te deshidrates, que mueras de frío, que mueras de calor. Porque ya es el último medio que hay; el verdadero indocumentado, la bestia, el tren, de una frontera a otra frontera.

Después que terminas un trabajo, un viaje, te quedas con el sentimiento de que hiciste buenos amigos, porque vas en el camino y les empiezas a tomar afecto a aquellas personas. Van buscando el sueño americano, van confiando en ti, vas ganando dinero y se siente bien.

Lo que hubo fue como una avalancha de jóvenes, niños, huyendo de nuestros países. Te podríamos decir que fue un tiempo maravilloso. Agarrabas los niños centroamericanos, los cruzabas el Río Bravo y que los agarrara migración. Migración te tiene que extender un documento, un permiso que aún existe, esa ley siempre ha existido, porque eres un menor de edad.

Es menos dinero pero es un dinero seguro, porque el padre quiere que se lo entregues a migración el niño; o sea que vas a lo seguro.

Ahora pregúntame: ¿Qué hacen los gobiernos de nuestros países para eso? Nada. Ese es el problema que hay en la frontera: cualquier  cantidad de niños huyendo de aquí.

Según las autoridades de nuestro país somos unos delincuentes, todo el que es coyote. Es mal visto ante los ojos del hombre pero no ante los ojos de Dios. Muchas veces también ayudamos a muchos indocumentados. Todo depende con el morbo que tu lo quieras ver; si lo quieres ver con morbo y si lo quieres ver del lado humanitario.

Hay muchos coyotes que han ayudado a mucha gente. Hay mucha gente que ha sobresalido con familias grandes cuando están uno o dos padres de familia trabajando en los exteriores de nuestro país, que tu sabes que son cosas que no se logran acá: graduar un hijo, darle la universidad a un hijo, comprarse una casa. Gracias a un coyote llegaron ellos.

Sí existe el sueño americano. Yo viví el sueño americano.

¿Tu crees que van a tapar esa frontera así los gringos? No la tapan, hombre. Eso no lo paran, eso es imposible que paren eso. Si la tapan hacemos un hoyo y los metemos por bajo la tierra –pero tenemos que llegar.

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Daniel Alarcón: Carlos fue entrevistado por Iolany Pérez y Jenifer Avila, ambas periodistas hondureñas. La edición, mezcla y diseño de sonido es de Camila Segura, con la ayuda de Martina Castro.

El equipo de Radio Ambulante incluye a Silvia Viñas, Luis Trelles, Claire Mullen, Diana Buendía, David Pastor, Constanza Gallardo, Caro Rolando, Claudia Giribaldi, Dennis Maxwell, y Clara González Sueyro. Carolina Guerrero es la Directora Ejecutiva.

Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Para escuchar más, visita nuestra página web, radioambulante.org. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.

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Créditos

PRODUCCIÓN
Iolany Pérez, Jennifer Avila y Camila Segura


PAÍS
Honduras


PUBLICADO EN
05/29/2015


ILUSTRACIÓN
Rocío Urtecho

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