Transcripción – No soy tu chiste
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[Daniel Alarcón, host]: Bienvenidos a Radio Ambulante, desde NPR. Soy Daniel Alarcón.
Hoy empezamos en Cali, Colombia. Es 30 de Octubre del 2015 y estamos en un teatro.
[Roberto Lozano]: No, yo estaba pero “toteado” del susto. Yo pensé que me iban a… a linchar allá en el teatro…
[Daniel]: Y este es Roberto Lozano, un humorista colombiano…
(SOUNDBITE DE VIDEO DE PROTESTA)
[Roberto]: La dueña del teatro cerró puertas, y se vino y se puso a llorar al lado mío y me dijo: “Roberto, yo le pido por el amor de Dios que no vaya a salir. Si usted sale de aquí y a usted le pasa algo, y a mí me cierran el teatro, se acaba el teatro, Roberto”. Era delicado.
[Daniel]: Habían organizado un show de Halloween. Se iban a presentar varios humoristas que salen en Sábados Felices, un popular programa de la televisión colombiana que lleva más de 45 años al aire. Pero ese día, tuvieron que cancelar el show.
[Roberto]: Salí del teatro a la 1 de la mañana porque esa señora me abrió las puertas a la 1 de la mañana, cuando ya no había nadie en la calle. Me sentí secuestrado.
[Daniel]: Camila Segura, nuestra editora principal, nos cuenta.
[Camila Segura, editora principal]: El personaje que iba a presentar Roberto Lozano llama el Soldado Micolta. Y es muy conocido por los colombianos.
(SOUNDBITE DE PROGRAMA DE TELEVISIÓN SÁBADOS FELICES)
[Teniente]: Aquí el Ejército Nacional, defendiendo el territorio. ¡Soldado Micolta! Mire que estamos en combate, ¿qué hacemos? Pida apoyo.
[Soldado Micolta]: ¿Y por qué no mejor pedimos arroz chino?
[Risas]
[Teniente]: ¡No llore hombre!
[Camila]: En ese momento, Micolta casi siempre salía acompañado de un teniente…
(SOUNDBITE DE PROGRAMA DE TELEVISIÓN SÁBADOS FELICES)
[Teniente]: Deje de ser cobarde. ¡Saque algo de valor!
[Soldado Micolta]: Bueno, mi teniente. Como usted ordene, mi teniente.
[Teniente]: Rapidito. ¿Y para qué saca ese reloj?
[Soldado Micolta]: Es que tiene mucho valor sentimental.
[Risas]
[Camila]: Puede que no entiendan bien lo que dice Micolta. Y es que aquí hay que explicar algo: el personaje tiene un acento que, en teoría, remeda al de los afrocolombianos del Pacífico. Pero hay algo más: Lozano es un hombre mestizo que se pinta la cara y el cuerpo de negro y los labios de rojo.
La personalidad del soldado se ve en la dinámica que tiene con su superior. El teniente es la parte seria. Este es Roberto…
[Roberto]: El teniente es el que siempre llega a poner las órdenes: “Bueno, soldado Micolta, ¿usted a qué compañía pertenece?”. “Eh, pertenezco a la compañía Lobo”. “¿Desde hace cuánto?”. “¡Auuuuuuuuuuu!”.
¿Si me entiende? Siempre es… le intenta contestar bien, y cuando cree que la respuesta va bien: ¡tenga! Le sale con la otra, con la payasada.
[Camila]: Se supone que el soldado le toma del pelo al teniente, se burla de él.
[Roberto]: El Soldado Micolta hace lo que todo el mundo quiere hacer, que a veces es burlarse un poquito de la autoridad.
[Camila]: Pero, a veces, esa burla a la autoridad que representa el teniente puede confundirse con falta de inteligencia. Por ejemplo:
(SOUNDBITE DE PROGRAMA DE TELEVISIÓN SÁBADOS FELICES)
[Teniente]: Usted no aspira a tener nada. Tener sus propias cosas.
[Soldado Micolta]: ¿Cómo que no? Si ya me compré mi primer carrito, mano.
[Teniente]: ¿Y dónde lo dejó?
[Soldado Micolta]: Lo dejé allá afuera en la calle.
[Teniente]: No, pero… ¡No sea bruto, hombre, ¿no ve que allá se lo roban?!
[Soldado Micolta]: Más bruto usted, porque es que yo le quité una llanta.
[Risas]
Teniente: ¿Y qué llanta le quitó?
Micolta: La de repuesto.
[Risas]
[Camila]: Para Roberto, Micolta es infantil.
[Roberto]: Es un niño grande, un niño en un estuche gigante. Es tierno. Micolta es muy tierno. Es ingenuo, pero, ay, ¡es muy pícaro! ¡Ay, yo a ratos… a ratos lo veo muy pícaro! [Risa] Es pillo. Micolta es pillo, es pillo.
[Camila]: Y perezoso.
[Roberto]: A Micolta le gusta hacer locha a toda hora, le gusta no hacer nada [risa].
[Camila]: Le gusta reírse
[Roberto]: Le encanta estar toteado de la risa a toda hora. A Micolta le gusta decir palabras mal dichas.
[Camila]: Por ejemplo:
(SOUNDBITE DE PROGRAMA DE TELEVISIÓN SÁBADOS FELICES)
[Teniente]: ¿Dónde está la honestidad de este país?
[Soldado Micolta]: Yo no sabo, Yo no sabo.
[Risas]
[Teniente]: No se dice sabo.
[Soldado Micolta]: ¿Entonces cómo se dice?
[Teniente]: “No sé”.
[Soldado Micolta]: Entonces quédese callado.
[Risas]
[Camila]: Roberto y Alexander Rincón —el que hace del teniente — se conocieron en Bachillerato y se volvieron los payasos del colegio. Hacían presentaciones e imitaciones y eran muy populares. Así que en el 2003 participaron en el concurso de Sábados Felices. Viajaron en bus desde Palmira hasta Bogotá, y se presentaron varias veces como cuentachistes. Cada uno por separado. A veces les iba bien, otras no tanto. Hasta que un día decidieron que se iban a inventarse un show que los incluyera a ambos.
[Roberto]: Nos sentamos en la oficina de nosotros, que en esa época era el andén de la casa —yo me acuerdo—, y ahí dijimos: “Bueno, vamos a hacer dos botones de hotel”.
[Camila]: Pero empezaron a pensar que no todo el mundo sabe qué es un botones.
[Roberto]: Una persona humilde no va a un hotel con botones, lo mandan pa’… pa’ la pieza con la llave [risa]. Entonces, “no, algo que haya en todas las casas”. “¿Qué hay en todas las casas?”. Un soldado.
[Camila]: Al principio eran el soldado Lozano y el teniente. Y Roberto salía simplemente uniformado. Pero después decidieron que era mejor que el soldado se pintara de negro y que se llamara Micolta.
Le pregunté cómo llegó a esta decisión y me dio varias respuestas…
Por un lado, me contó que a pesar de que él vivía con su mamá y sus hermanos en Palmira, durante toda su infancia su papá trabajó como motorista en el puerto de Buenaventura, el más importante del Pacífico colombiano.
[Roberto]: En esa época la gente blanca en Buenaventura no se veía y todos, todos los amigos, toda la gente conocida era pura gente afrocolombiana.
[Camila]: Él iba a visitar a su papá cada vez que podía, y allá lo acompañaba a trabajar.
[Roberto]: Y pues, la verdad muy… muy pegado a esa cultura, muy… muy pegado a esa gente, muy unidos a ellos desde niños, desde infante.
[Camila]: Pero Roberto también me contó que estudió locución para radio y televisión en Cali. Y en esa clase tuvo un compañero afro de apellido Micolta.
[Roberto]: Y era el más cómico del salón, era… era muy chistoso porque no hablaba bien. Para nada, y él… y él decía: “Lo que pasa es que yo quiero ser locutor”. Y pues todo el mundo hablaba bien, hablaba “cha”. Y él decía: “No, yo quiero ser locutor”, y todos los días iba y no estudiaba, pero nos hacía reír a todos. Era una recocha.
Entonces, pues, por eso creo que fue la motivación para hacer ese personaje en algún momento, ¿no?
[Camila]: Y además…
[Roberto]: Bueno, indiscutiblemente, yo tengo unos ojitos grandes y tengo una boquita grande. Entonces no puedo negar que con el maquillaje negro me veía muy cómico.
[Camila]: El Soldado Micolta se convirtió en un personaje bastante exitoso. Junto con el teniente —en un show que llamaron “Los Siameses”— ganaron varias finales del concurso anual de Sábados Felices, y rápidamente se volvieron parte del elenco del programa. Llevaban 12 años al aire cuando un día de octubre del 2015…
[Roberto]: Estaba yo en la casa cuando me llaman y me dicen: “Roberto, aquí en el canal Caracol, en la puerta, hay una cantidad de gente afro, con carteles y con… y con vainas de que fuera el Soldado Micolta de la televisión”.
(SOUNDBITE DE VIDEO DE PROTESTA)
[Manifestantes]: ¡Abajo el Soldado Micolta!. ¡Abajo, abajo, abajo! Fuera el racismo de los medios de comunicación. ¡Fuera, fuera, fuera!
Los medios masivos de comunicación fomentan el racismo y la discriminación. Los medios masivos de comunicación fomentan el racismo y la discriminación.
[Darwin Balanta]: Claro, yo veo ese espectáculo así, pues, aberrante, y lo que hace es afirmar todos los estereotipos por los cuales uno ha peleado toda la vida.
[Camila]: Este es Darwin Balanta, uno de los que participó ese día en la protesta.
[Darwin]: Esos estereotipos de que el negro no sabe hablar, de que el negro es bruto, pero, o sea, solo sirve para la viveza, de la malicia, pero de su cabeza no sale nada, nada positivo.
[Camila]: Darwin nació en Cali y tiene 37 años. Estudia ciencias sociales en la Universidad del Valle y ha estudiado mucho la historia afro. Me dijo que a él, personalmente, a estas alturas de su vida, el personaje del soldado Micolta no lo afecta realmente.
[Darwin]: Porque yo sé… yo sé quién soy y de a dónde vengo. Yo sé que vengo de un imperio glorioso en África, de que mis descendientes eran reyes, ingenieros, arquitectos, X, Y, Z.
[Camila]: Pero Darwin también da clase a niños de colegio. La mayoría de ellos afrocolombianos. Y por eso, para él, un personaje como Micolta…
[Darwin]: Yo sí sé lo que les deja a los niños. Yo que fui niño afro, racializado, sí sé lo que afecta eso. Y como docente, sé cómo los niños afros siempre sienten ese miedo para hablar porque, a cómo habla y un acento raro, todo el mundo se le ríe. “Ay el negrito. Es que así habla Micolta”. Y como que usted nada más sirve para el fútbol, para hacer fuerza, para el sexo y para tocar el tambor.
[Camila]: Para entender un poco mejor lo que dice Darwin, tal vez vale la pena saber de dónde viene, cómo creció. Eso también es parte de esta historia.
Se crió en una familia de madre soltera y 3 hijos.
[Darwin]: Mi mamá hacía lo que hacen las mujeres que vienen del Pacífico a la ciudad, imagínate: servicio doméstico.
[Camila]: En Cali, Darwin creció en Prados del Sur, un barrio que él describe como hostil.
[Darwin]: Un barrio con problemas de seguridad fuertes, con un entorno pesado, en todos los aspectos. Y también el aspecto también del racismo, que es en Colombia cultural.
[Camila]: Él y su familia fueron los únicos afrocolombianos del barrio durante muchos años. Y el racismo se sentía. Uno de los primeros recuerdos que tiene de cuando se sintió discriminado es de cuando tenía más o menos 4 años. Estaba con su mamá y sus dos hermanos frente al jardín infantil, esperando el bus.
[Darwin]: Y nos sentamos, era como una fondita, y salió un señor así, pinta paisa, a decir que eso no era para negros, que por favor nos paráramos de ahí. Mi mamá, una mujer sola con 3… 3 niños, dijo: “No pues parémonos”. Y yo: “¿Este man por qué dice eso?”
[Camila]: En ese momento no entendió bien de qué hablaba ese señor y su mamá tampoco entró en detalles. Pero esa frase, “esto no es para negros”, se le quedó grabada.
Ya después, cuando entró al colegio grande, se encontró con un ambiente, como dice él, más explícitamente racializado.
[Darwin]: Eh, los profesores cargados de sesgos racistas, donde a los afros… Nosotros los afros no éramos seres humanos prácticamente, o sea, éramos adjetivos: entonces era el niche, el negrito, cuando era con cariño. Pero para ofender es: “Mate un negro reclame un yoyo”. “Mate un negro y haga alquitrán para carreteras”. “Niche baña niche peina”. “Todo negro huele feo”. O sea cosas así y era lo típico, lo normal.
[Camila]: Cuando entró al colegio, a Darwin no lo conocían por su nombre.
[Darwin]: Todo el mundo me decía, era por “niche”, “negro”, “gorilita”, “miquito”…
[Camila]: Y él todo el tiempo los corregía.
[Darwin]: “Yo me llamo Darwin, Darwin, Darwin”. Un día me cansé de eso…
[Camila]: Y a un niño específico que siempre lo molestaba…
[Darwin]: Tomé el lapicero y le hice una herida, una herida en el tórax. Le dañé la camisa y fue un rayón profundo. O sea, actué de cansado, de… con mucha ira, pero claro uno se asusta cuando empieza a ver la sangre.
[Camila]: Darwin tenía 8 años. Obviamente se le armó un problema con los profesores y con los papás del niño. Pero no lo expulsaron. Le pregunté si después se había arrepentido.
[Darwin]: No. No. No me arrepentí. Hasta ahora no me he arrepentido porque sirvió. Sirvió.
[Camila]: Y sirvió porque al otro día en el colegio todo el mundo sabía su nombre.
[Darwin]: Magia, magia: “Darwin Balanta”. Decían: “Ese tipo es agresivísimo y es un peligro, díganle su nombre”.
Es que el medio nos vuelve mestizos, o sea, este es un país que es 100% andinocentrista.
[Camila]: Un país donde la mayoría de decisiones se toman desde la capital. Pero además un país donde las zonas con población afro tienen las peores condiciones de vida. Los 10 municipios más pobres están poblados en su mayoría por afros. Y hay lugares como Río Quito, en el departamento del Chocó, donde la miseria alcanza el 98%.
Según el último censo del 2005, casi el 11% de la población es afrocolombiana. Aunque muchos expertos dudan de esa cifra, y aseguran que es más grande. Pero digamos que sí es así, entonces, como mínimo estamos hablando de más de 4 millones de colombianos. Pero su visibilidad en cargos públicos es muy, muy poca. Y si esto es en el 2018, imagínense lo que era la representación de los afrocolombianos en los años 80, mientras Darwin crecía.
[Darwin]: Uno prende el televisor y nunca se ve representado como hombre negro o como… como indígena. Y además llega la educación, llega la casa, la iglesia y todo eso te lo reafirma.
Cuando te dice: “Lo negro es malo, tú como hombre negro eres feo, tus rasgos son feos, tu pelo… tu pelo malo —que se llama—, tu pelo es malo”.
Entonces ese chip se mete en el ADN de la gente donde dice: “No”. Y por eso el problema de autoestima y de poca identidad de las comunidades afro. Es porque llevamos un chip de muchos siglos donde todo es negativo.
[Camila]: Entonces crecer en un ambiente mestizo también es difícil porque…
[Darwin]: Cuando quiero sacar mi identidad soy ridiculizado. Entonces es más fácil adaptarse al otro que uno asumirse a ser lo que es.
[Camila]: Como a los 16 años, Darwin empezó a trabajar como caddy de golf en un prestigioso club de Cali. Allá conoció muchachos de la clase dirigente caleña y empezó a andar con ellos. Y a vestirse y a hablar como ellos. Se trataba de un tema de clase, pero también de raza.
[Darwin]: Entonces ya cuando andabas con un grupo de 5 afros como que: “Qué boleta, yo no puedo estar con ese poco de negros porque no… ¿qué creerán de mí? Entonces mejor ando con 5 mestizos, blanco-mestizos, ojalá de estratos superiores, para que crean que yo soy de ese… de esa ola”.
[Camila]: Pero en los 90s, tuvo un cambio. En la manera en que Darwin empezó a ver el mundo y a sí mismo.
Un día estaba yendo con sus amigos mestizos a una fiesta, y pasó por enfrente de una discoteca. Una por la que siempre pasaba.
[Darwin]: Y siempre había un poco de negros ahí con ropa rara: picado norteamericanos con rastas. Y yo pasaba por ahí como que: “Ush, ¿esos negros… negros qué?”. Qué pena, o sea, pero es que la gente hablaba de los negros solamente haciendo bulla. Claro, porque uno se va volviendo racista.
[Camila]: Y un amigo del colegio que estaba en ese grupo lo llamó y le dijo:
[Darwin]: “¿Vos para dónde vas todo gomelo?”. Yo iba todo apretadito, con la ropa una talla menos. Para ser sexy [risa]. Y él me llama: “Ven, entrá”. Y le digo: “No, qué voy a entrar ahí. Qué tal”.
[Camila]: Pero le dio curiosidad y terminó entrando. Era una “reggeteca”, como le decían: puro reggae, hip hop y dancehall. Casi todos los que estaban en esa discoteca eran afrocolombianos y lo miraban rarísimo por cómo estaba vestido.
[Darwin]: Como: “Este negro perdido. Tiene más identidad un perro de cuadras que este man”. [Risa]
[Camila]: Pero le encantó. A la media hora se dijo:
[Darwin]: “Por favor, esa es mi gente”. Entonces claro, el… para mí el despertar fue la música. La música fue lo primero.
[Camila]: Empezó a escuchar hip-hop, rap, reggae…
Y cuando empezó a ver los vídeos se sorprendió.
[Darwin]: ¿Esta gente qué está hablando? ¿Cómo así que el negro es bonito? Me dije: “Pero eso es… ¿Cómo así? ¿Y por qué con unos trajes tan africanos y por qué ese puño arriba? ¿Y por qué hasta tienen orgullo de su… de su cabello?”.
[Camila]: Empezó a leer a Mandela.
(SOUNDBITE DE VIDEO)
[Nelson Mandela]: I have fought against white domination.
[Camila]: A Martin Luther King.
(SOUNDBITE DE VIDEO)
[Martin Luther King]: I look over and I have seen the promise land. I may not get there with you…
[Camila]: A Malcolm X.
(SOUNDBITE DE VIDEO)
[Malcom X]: Who taught you to hate the texture of your hair? Who taught you to hate the color of your skin to such extent that you bleach to get like the white man?
[Camila]: Y las panteras negras.
[Darwin]: Y ya claro, eso va cambiando mi cerebro y todo mi entorno.
[Camila]: También empezó a dejarse las rastas, a vestirse con ropa más ancha, algunas prendas africanas… Pero eso a su familia no le gustó. Y es que para Darwin, un gran porcentaje de la población afro de Colombia…
[Darwin]: En algún momento de su vida, sobre todo en la infancia, somos endoracistas, es la palabra.
[Camila]: Es decir, racistas hacia su mismo grupo. Entonces…
[Darwin]: Cuando dice uno: “No, es que yo soy afro, pero a mí las mujeres afro sí no, ¿qué tal yo con una negra? Necesito una blanca para mejorar la raza porque eso fue… eso fue lo que nos enseñaron”. Es que eso es lo que nos enseñaron. Entonces digo que la mayoría de los afros en algún momento de su vida, son endoracistas. Somos, me incluyo. ¡Fui!
[Camila]: Pero el salto completo, como dice él, lo dió hacia el 2004, cuando encontró a CADHUBEV: un colectivo afro de la Universidad del Valle. CADHUBEV quiere decir Colectivo Afrodescendiente Pro Derechos Humanos Benkos Vive. Este colectivo trabaja el tema afro…
[Darwin]: Desde la academia, pero con mucha calle. No son académicos de escritorio. Hacen trabajo social.
[Camila]: Y fueron los de CADHUBEV unos de los que en octubre del 2015 convocaron las protestas por el personaje del soldado Micolta. Llevaban 6 años intentándolo, pero no tenían la plata para trasladarse a Bogotá.
Entonces, por fin, después de tanto tiempo, decidieron ponerlo oficialmente en el plan de trabajo. Crearon una página de Facebook que se llama “No más Soldado Micolta”. Llegó a tener más de 2.000 seguidores. Y ahí empezaron a poner imágenes del personaje, y explicaciones sobre por qué es ofensivo.
Una de las razones es el uso de lo que se conoce como el “blackface”. Ellos explicaron el concepto en uno de los primeros textos que publicaron en Facebook. Dice:
[Darwin]: “El ‘blackface’ es un práctica que surgió en los Estados Unidos, alrededor de 1848, donde actores blancos subían a escenarios con los rostros pintados de negros, proliferando así los estereotipos racistas. Esta práctica terminó en los años 60 con el movimiento de los derechos de los negros en los Estados Unidos. El ‘blackface’ no solo estigmatiza al negro, también lo excluye, ya que niega de cierta forma personajes para actores negros”.
[Camila]: Después dice:“¡Inviten a sus amigos a seguir la protesta #NoMasSoldadoMicolta!”
Durante 3 meses estuvieron recolectando plata a través de presentaciones musicales y bonos solidarios. Y también pusieron de su propio bolsillo. Alquilaron un bus y el 8 de octubre llegaron a Bogotá, al Canal Caracol. Eran más o menos 120 personas.
(SOUNDBITE DE VIDEO DE PROTESTAS)
[Manifestantes]: Fomentan el racismo y la discriminación. Los medios masivos de comunicación fomentan el racismo y la discriminación.
[Camila]: Y al día siguiente protestaron en frente del MINTIC, el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones. Porque ese Ministerio es la entidad que regula las políticas de comunicación.
(SOUNDBITE DE VIDEO DE PROTESTAS)
[Manifestantes]: ¡Chiste! ¡Yo no soy su chiste! ¡Yo no soy su chiste! ¡Yo no soy su chiste! ¡Yo no soy su chiste! ¡Yo no soy su chiste!
[Roberto]: Me llaman y me dicen: “Roberto, aquí hay una manifestación de gente que está diciendo que fuera el Soldado Micolta”. Y yo… Yo no lo podía creer. Me mandaron vídeos con pancartas, no dejaban entrar a la gente a Caracol…
[Camila]: ¿Y qué pensaste cuando te llaman y te dicen eso? ¿Qué pasó por tu cerebro?
[Roberto]: No, pues, la verdad me sorprende mucho. Porque es que yo soy un humorista. Soy… El trabajo mío es hacer reír. O sea, yo creo que hay maneras de decir las cosas, y me sorprendió mucho esa… eso… esa manera como tan agresiva. Claro, una protesta, yo…
O sea, yo entiendo que hagan una protesta por… por alguien malo o que hagan una protesta porque está… porque alguien está sufriendo o porque hay hambre o… ¿Pero una protesta por un humorista? Eso me pareció absurdo.
[Camila]: Pero esta no era la primera vez que Roberto se enteraba de que había quejas contra su personaje.
[Roberto]: Primero alguien del grupo Cimarrón, supuestamente que quiso hablar conmigo. Pero pues nunca me filtraron la conversación con la persona, entonces nunca pude reunirme con él.
[Camila]: El movimiento Cimarrón es una organización que lleva más de 35 años luchando por los derechos humanos de los afrocolombianos. Y de ahí es que salen colectivos como el CADHUVE.
Desde más o menos principios de los años 80 y de forma constante, Cimarrón ha presentado denuncias y convocado protestas por diferentes actos de racismo. Varias de estas han sido a diferentes medios de comunicación por representaciones consideradas racistas. Quejas sobre personajes como El Negro Palomino, por ejemplo, un personaje que también salió en Sábados Felices.
Oígamos…
(SOUNDBITE DE SHOW DE TELEVISIÓN SÁBADOS FELICES)
[El Negro Palomino]: Si la negramenta se diera cuenta, ay Dios mío. Pero cómo les parece que ha llegado un negrito de pelo quieto —color caoba tono 46, aguado, pasado de melanina— entró al apartamento, llevaba al sobrino del brazo, al gorilita pequeño…
[Camila]: Pero también quejas sobre otros, como La Negra Nieves, Memín Pinguín, o Taolamba.
Pero además, ya en 1997, Cimarrón y otras organizaciones afro convocaron al Relator Especial de la ONU, el encargado de examinar las diferentes formas de racismo y xenofobia.
El relator después de su visita dio varias recomendaciones. Una de ellas era que Sábados Felices saliera del aire por la ridiculización de la comunidad afro.
Pero nunca hubo cambios por parte de Caracol.
Traté varias veces de hablar con alguien de Caracol sobre este tema del soldado Micolta, pero no me dieron la entrevista.
Así que las quejas que llegaban al programa de Sábados Felices por el soldado Micolta no eran nada nuevas. Roberto Lozano, en concreto, con la de Cimarrón…
[Roberto]: La pasé por alto, porque es que le llegan quejas a todo el mundo. En algún momento el doctor… un doctor escribió que porque no le gustaba que hicieran de doctores y los ridiculizaran, o… o… o bueno, algún día alguien que no le gustaba que se pintara. De todo el mundo llegan críticas, entonces por eso muchas veces se pasa por alto.
[Camila]: Pero además Roberto opina que…
[Roberto]: Si yo estoy viendo un programa y a mí me parece agresivo algo, lo cambio. Hoy tenemos tantas opciones, que la gente se metió en la cabeza que la televisión es para llevar cultura, y eso es falso: la televisión es para entretener, pa’ eso la inventaron.
[Camila]: Entonces, además de las múltiples quejas del movimiento Cimarrón, hubo otras personas que también le reclamaron al Canal específicamente por el Soldado Micolta.
Uno de ellos fue Alí Bantú, un estudiante de derecho que también llevaba años cansado de este personaje. Este es Alí.
[Alí Bantú]: Hasta que llegó el punto en que dije: “No, yo tengo que hacer algo”.
[Camila]: En marzo del 2014 mandó un derecho de petición al Canal Caracol. Pedía que sacaran del aire varios personajes, entre ellos Micolta.
[Alí]: Me tomé toda la… la… el tiempo necesario para formular un derecho de petición con mucho más argumentos, aunque con solo un argumento bastaba, pero pues entendemos que estamos en un país bastante leguleyo.
[Camila]: Fueron 5 páginas argumentando por qué personajes como el del soldado Micolta profundizan los estereotipos raciales de los afrodescendientes.
Menos de un mes después recibió una respuesta oficial del canal donde decían que —y cito—“la discriminación racial contra la población afrodescendiente no se practica en el programa”.
Caracol también decía que Sábados Felices ha tenido una alta aceptación entre los colombianos, justamente porque interpreta a través del humor las diversas expresiones culturales y raciales del país. Y que si quitaran las representaciones afro, también tendrían que quitar las de los paisas, los boyacenses, los costeños, los santandereanos, los pastusos y etcétera…
Uno de los argumentos era que si en el programa no aparecieran estos grupos, ahí sí sería una discriminación.
Y terminan diciendo —y cito textualmente—, que “acceder a su petición implicaría la violación de derechos fundamentales tales como a la igualdad, al trabajo y a la libertad de expresión, entre otros”.
Pero Alí no se conformó con la respuesta, y empezó a trabajar en una tutela, otro recurso legal.
[Alí]: Para seguir dando la pelea, porque no iba a terminar allí.
[Camila]: Porque Alí piensa que…
[Alí]: El racismo es una forma de violencia. Y ese programa era una forma de violencia.
[Camila]: Y que el tema de la libertad de expresión, pues, también es algo complejo.
[Alí]: Si alguien se le ocurre apuntarme con un arma, ¿eso es una libertad de expresión? ¿Qué es la libertad de expresión entonces?
[Camila]: Pero mientras Alí escribía la tutela, las protestas empezaron.
Roberto, que vivía en esa época en Palmira, volvió a Bogotá a grabar una semana después de esa primera protesta.
[Roberto]: Cuando entré, en esto todo el mundo: “¿Quiubo, Micolta? ¡Hola! Oí, lo vinieron a visitar, Micolta”. Y no, todo el mundo, claro, todo el mundo se dio cuenta de esa vaina. Y de ahí pa’ allá ya fue la locura.
[Camila]: Empezaron a nombrarlo en las redes sociales.
[Roberto]: Recibía mensajes en Facebook, recibía Twitter, recibía cualquier cantidad de amenazas, de cosas feas, de… de gente tirándome, de otros… de otros muchos más defendiéndome, entonces, ¡argh! Eso enloquece.
[Camila]: Y los medios empezaron a llamarlo.
[Roberto]: Y yo soy alguien muy… muy mío: a mí me encanta que no me reconozcan. Me encanta estar muy solo, me encanta estar muy calmado, cuando empieza todo el mundo a hablar, a comentar, a tirar.
[Camila]: Se acuerda bien que un día de esos lo llamó un periodista.
[Roberto]: Y yo… yo todo bravo le dije, o todo perdido en el momento, le dije: “Pues, si pa’ tanto es el problema yo dejo de hacer esto”. ¿Sí me entiendes? Porque yo no me voy a ganar un enemigo por esto.
[Camila]: A los 15 minutos había un titular ya publicado. Decía:
[Roberto]: “El soldado Micolta sale de la televisión colombiana”.
[Risa] Cuando… Cuando sale eso el jefe me llama inmediatamente, a los 5 minutos que se dio cuenta me llamó, y me dijo: “Hermano, ¿usted qué está haciendo? ¿Cómo así que Micolta se acaba?”. Yo le dije: “Jefe, entiéndame que me está llamando todo el mundo”.
[Camila]: Pero el jefe le dijo:
[Roberto]: “¿Cómo así? Micolta no se acaba, ¿cómo se va a acabar Milcota?, —me dice— ¿cómo es posible que querramos… la gente querramos defender más al personaje que vos mismo, que fuiste el que lo creaste?”. Entonces me metió como una bofetada y… y como que hombre, ¿qué pasa?
[Camila]: Le aconsejó que se desconectara por completo de Facebook, de Twitter, que no contestara el teléfono.
[Roberto]: “Apartate una semana, dos semanas porque es que eso es veneno”.
[Camila]: Roberto le hizo caso a su jefe y se desconectó durante un tiempo. Pero como 20 días después, el viernes 30 de octubre del 2015, Roberto y su compañero Alexander ya tenían planeada una presentación en Cali junto con otros dos humoristas. Esa de la que hablamos al principio de esta historia.
Cuando Darwin y los demás que habían protestado en Bogotá se enteraron de que Micolta iba para Cali…
[Darwin]: La ciudad con el movimiento afro yo creo que más fuerte en Colombia, ¿va a venir acá, a nuestro feudo, a hacer su show? No, eso no lo podemos permitir, y hay que marcar precedentes. Si Cali no marca precedentes, no lo va a hacer nadie.
[Camila]: Se organizaron otra vez. Convocaron por Facebook y WhatsApp. Y la consigna era:
[Darwin]: “No permitir que el show se haga”. Vamos a hacer un plantón pacífico, pero si se va a formar, que se forme. Pero el show no se va a hacer.
[Camila]: El show era a las 8 de la noche. La gente empezó a llegar como a las 5 de la tarde, cuando Roberto y los otros humoristas ya estaban dentro del teatro.
[Darwin]: Ya llegó el primer bus, llegó un poco de gente y gente y gente. Afro y no afro. Gente también mestiza, también cansada de esto, y también mucha gente de la comunidad LGTBI, tengo que decirlo.
[Camila]: Porque también uno de los personajes que se presentaba es uno que se llama Mariconsuelo, que representa a un hombre gay.
Ya como a las 6, había más de 100 personas frente al teatro.
(SOUNDBITE DE VIDEO DE PROTESTA)
[Manifestantes]: ¡No soy tu chiste! ¡No soy tu chiste! ¡No soy tu chiste!
[Darwin]: Y cuando el señor se asoma por el balcón, ya ahí ya se asustó.
[Roberto]: Yo lo veía desde la ventana, yo me asomaba, y cuando me asomaba, se… se enfurecían más, entonces me escondía y luego miraba detrás de la ventana.
[Camila]: Cuando empezó a llegar la gente que venía para el show, que ya tenían boleta o que iban a comprar una…
[Darwin]: Le hacíamos un coro y le decíamos:
(SOUNDBITE DE VIDEO DE PROTESTA)
[Manifestantes]: ¡Si compras la boleta, también eres racista! ¡Si compras la boleta, también eres racista!
[Camila]: “Si compras la boleta, también eres racista”.
[Darwin]: La gente se indignaba: “¡Yo no soy ningún racista!”. “Sí eres un racista”. Mucha gente se enojó. De hecho una chica a mí me atacó.
[Camila]: Le pegó una cachetada a Darwin cuando él se puso al lado de ella a gritarle “racista” mientras ella estaba tratando de comprar la boleta.
[Darwin]: Yo no le respondí. Si le respondo, pues, se daña toda la marcha.
[Camila]: Porque, según Darwin, la idea era tomarse el teatro de forma pacífica.
[Darwin]: Vamos a lo Gandhi. No va a haber agresión, porque a como hay agresión, de una eso es lo que va a salir en los medios.
[Camila]: Pero sí hubo confrontaciones físicas. Por ejemplo:
[Darwin]: Un señor sí estaba con una sombrilla que quería matarnos a todos. Yo le dije: “Esa sombrilla hay que quitársela. Nosotros somos más”. Lo cogemos y le quitamos la sombrilla. Pero sin golpearlo.
(SOUNDBITE DE VIDEO DE PROTESTA)
[Manifestantes]: ¡No somos violentos! ¡No somos violentos! ¡No somos violentos!
[Camila]: Según Darwin no hubo golpes, pero sí empujones, y a veces fuertes.
[Darwin]: Hubo demasiadas provocaciones que mucha gente no… no aguantó esa efervescencia y, claro, también reaccionaron. Y la gente estuvo muy violenta, hubo gente que hubo muy violenta, como ser humanos que son. Fue un error.
[Camila]: Mientras tanto, Roberto y los demás…
[Roberto]: Todos allá arriba en el tercer piso, la verdad nos mirábamos y decíamos, “¿pero qué es esta vaina?, ¿pero qué es esa locura?”. O sea… O sea, hay mucho desocupado en la vida a la final, hermano.
[Camila]: Según Darwin, como a las 8 y media de la noche, la directora del teatro salió y anunció que se cancelaba el show. La mayoría se quedaron ahí hasta pasadas las 9 o 10 de la noche…
Roberto, como ya dijimos, se quedó en el teatro hasta como la 1 de la mañana, cuando ya no había nadie en la calle.
Y aquí hay que mencionar otra cosa que pasó en el teatro:
[Roberto]: Yo estaba en el teatro Jorge Isaacs, todo nervioso, muy asustado, cuando me llaman al teléfono. Y me dice: “Hola, ¿Roberto? “. Y yo: “¿Con quién hablo?”. “Con el señor Ray Charrupí”.
[Camila]: Bueno, y tengo que explicar quién es él. Ray Charrupí es un abogado y director de Chao Racismo, una iniciativa que se creó a finales del 2011 para luchar contra el racismo. Y es que esta organización no era un colectivo de estudiantes, sino una con visibilidad, con poder de convocatoria, que tenía acceso a gente de la farándula, a los medios, a políticos y que podía organizar congresos y eventos masivos con gente de la élite colombiana.
Unos meses antes de las manifestaciones, Chao Racismo también había hecho un derecho de petición al canal para que sacaran al Soldado Micolta.
Para Darwin fue clave que Chao racismo se involucrara…
[Darwin]: Usar su influencia mediática, porque la tiene, como para hacer esto… esto más… más visible, porque cuando Alí Bantú, como abogado, lleva esto, como que, “pfff, ¿quién es este negrito?”. Pero si la lleva Ray Charrupí, es el hombre negro en Colombia a mostrar: tiene más trascendencia. Y ahí él usó esa trascendencia que los medios le usaron… le dieron para atacarlos.
[Camila]: Así que cuando Roberto recibió esa llamada de Charrupí en el teatro, ya él había oído su nombre. Para Roberto, Charrupí era la persona que estaba al frente de las protestas.
[Roberto]: Me dijo: “Yo en estos momentos estoy en Bogotá —ya estaba toda esa bullarangada afuera—, y en este momento voy viajando para allá para que solucionemos esto”.
[Camila]: Y Roberto se acuerda que le dijo:
[Roberto]: “Señor, yo no voy a hablar con alguien que me está dando en la cara. Porque usted no está viniendo a hablar conmigo, usted primero está dando en la cara y después está viniendo a hablar conmigo. Entonces yo no tengo absolutamente nada que hablar con usted”. Y le colgué. Ese fue el primer contacto que tuve con él.
[Camila]: Hablé con Ray Charrupí varias veces, pero no quiso darme una entrevista formal si no accedía a ciertas condiciones. Y pues, esas condiciones significaban —en conjunto— darle algo de control editorial. Cosa que no podía, ni podíamos en Radio Ambulante, aceptar.
Obviamente, nos hubiera gustado tener su testimonio, pero entonces cumplo con citarlo aquí. Lo que me pidió que dijera es que consideraba que la entrevista era —y aquí cito—: “Contraproducente para la lucha contra el racismo y el mejoramiento de Colombia en esta materia.”
En todo caso, Roberto me dijo que después de lo del teatro…
[Roberto]: Ya uno veía a alguien afro y uno decía: “Dios mío, ¿viene a agredirme?”. Hubo un momento donde yo decía: “Dios mío, qué… ¿qué pasa? Más seguridad o más algo”, porque se siente uno indefenso.
[Camila]: Pero no todo eran ataques ni rechazos. Una de las cosas que más se acuerda fue que, en medio de todo esto, estaba un día en su casa en Palmira con su compañero Alex. Estaban en la terraza…
[Roberto]: Escribiendo libretos para Sábados Felices y, pues, bajo la presión de todo lo que estaba sucediendo. Y me… me hice, en algún momento, yo amigo de moteros del… del Valle del Cauca. Y no me vas a creer que han hecho una caravana de más de 500. Y llegaron a mi casa a apoyarme. [Llora]
Ufff… Eso fue muy bonito, sentir ese apoyo. Estábamos escribiendo cuando empezaron esas motos a pitar. Se taparon por ahí 3, 4 cuadras de motos. Y todo el mundo pitando: “¡Micolta te queremos! ¡Micolta!”.
Y lo que más me hizo estallar es que cuando… cuando abro la puerta, el primer personaje que había era un negro gigante con la pañoleta y me dice: “¡Mompa, todos somos Micolta!”. Ufff…
Eso me dio mucha emoción. Fue muy bonito sentir al público defendiéndolo, ¿no?
[Camila]: En esos días, Roberto habló con los jefes de canal Caracol.
[Roberto]: Y ellos 3 me dijeron: “Micolta, el canal está para apoyarlo a usted. Tome la decisión que tome. La decisión es suya”.
Yo decidí hacer lo que se hizo.
[Daniel]: Cuando volvamos, ¿qué pasa con el soldado Micolta?
[Linda Holmes, host de Pop Culture Happy Hour]: Es hora del Pop Culture Happy Hour Summer Movie Preview. Vamos a predecir cuáles serán los éxitos y los fracasos, te diremos en lo que estamos interesados y te ayudaremos a invertir ese dinero del tiquete inteligentemente. Escúchalo ya mismo en Pop Culture Happy Hour.
[Guy Raz, host de TED Radio Hour]: ¿Qué hace única la experiencia humana? ¿Y qué tenemos todos en común? Soy Guy Raz. Todas las semanas en TED Radio Hour, vamos en una aventura a través de las grandes ideas, cambios y descubrimientos que nos maravillan. Encuéntralo en el app de NPR One o donde escuches tus podcasts.
[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón.
Entonces, el fin de semana después de las protestas en Cali, algunos medios empezaron a sacar titulares como:
“Tumbaron a Micolta de Sábados Felices”.
O “El soldado Micolta no saldrá más en Sábados Felices”.
O “Desaparece el polémico Soldado Micolta del humor colombiano”.
También hubo mucha discusión en redes sociales. Algunos aplaudían y otros condenaban la salida del personaje.
Camila nos sigue contando.
[Camila]: Dentro de estos que criticaban que se acabara había todo tipo de tonos. Desde los moderados:
[Mujer]: Me perdonan, pero lo del Soldado Micolta me parece una pendejada.
[Hombre]: Se equivocan sacando al Soldado Micolta de Sábados Felices. Era el mejor personaje de todo el programa.
[Hombre]: ¿Y por qué no denunciar a Chao Racismo por racismo contra el personaje de Micolta?
[Camila]: Hasta unos mucho más agresivos. Y sí, racistas.
[Hombre]: El Soldado Micolta de Sábados Felices ya no volverá a salir en Televisión porque no falta el negro hp diciendo que es racismo.
[Hombre]: Los negros son los más racistas del mundo. Con ese cuento del racismo van ofendiendo y tratando mal a los demás. Ejemplo, Micolta.
[Hombre]: ¿Por qué no se van para África y dejan tanto drama?
[Camila]: Ese lunes, después de que todo el fin de semana se había anunciado que el personaje se iba a acabar, una emisora muy importante, La W radio, entrevistó a Ray Charrupí sobre este tema.
Y debo aclarar que la periodista que hace la entrevista se llama Camila Zuluaga, no soy yo.
(SOUNDBITE DE ENTREVISTA DE LA W RADIO)
[Ray Charrupí]: Bueno, lo primero es que, Camila, tenemos que, eh, este debate ha sido, digamos, en el que más grande en el que Chao Racismo se ha visto involucrado. Pero estamos seguros que esto está ayudando, abrir el debate está ayudando. ¿Por qué? Porque, hoy, esto verifica —y es lo que pretendo que esta entrevista demuestre— que somos un país conscientemente excluyente e inconscientemente racista.
[Camila]: Después incluyó a Roberto en la conversación.
(SOUNDBITE DE ENTREVISTA DE LA W RADIO)
[Camila Zuluaga]: Roberto, se ha conocido este fin de semana que el Soldado Micolta no saldrá más en Sábados Felices. ¿Eso es cierto?, ¿usted va a acabar el personaje?
[Roberto]: Eso es mentira, Camila. Como… Como te… Como… Yo tuve una reunión especial con los directivos del canal. Pues dado todo lo que se viene sucediendo, ellos me preguntaron que yo qué decidía hacer,. Entonces la decisión mía fue dejar de maquillar al personaje con el maquillaje que lo vengo maquillando.
[Camila]: O sea, la decisión fue abandonar el “blackface”. Y desde ese momento en adelante pintarse la cara de varios colores. A veces con la bandera de Colombia; a veces de diferentes colores como azul, negro, verde, rojo.
Cuando hablamos meses después, Roberto me explicó cómo llegó a esto.
[Roberto]: Entonces yo dije: “Listo, Micolta tiene un cambio: a partir de ahora Micolta no es negro. Es un soldado que habla como un payaso y… y mantiene a toda hora mimetizado. ¿Sí me entiendes? Entonces ese es Micolta hoy día. Hoy Micolta para mí no tiene color. Pero… Pero el personaje es el mismo, para mí es la misma magia.
[Camila]: Pero cuando Roberto explicó esto ese día de la entrevista en la radio, Ray Charrupí dejó claro que para él, eso no era suficiente.
(SOUNDBITE DE ENTREVISTA DE LA W RADIO)
[Ray]: Sin embargo, Roberto, usted que me está escuchando, esto va más allá. No es simplemente el hecho del ”blackface”, cosa que le agradezco y si usted ha tenido hacer esto a bien. Como… como aporte, la comunidad le agradece que cancele del personaje el tema del ”blackface”. Pero no crea que somos bobos, de pronto, si usted continúa con la cara que sea diciendo: «Nosotros somos negritos, que no sé qué, que no cuánto, esto y aquello, entonces ahí estamos incurriendo, y seguimos con la pendejada de seguir incurriendo en un acto de discriminación». Porque no nos gusta.
[Camila]: Y bueno, yo hablé con Roberto mucho tiempo después de que pasó todo esto, y parece que con lo que se quedó fue con lo ofensivo que es el “blackface”.
[Roberto]: Lo que entiendo es que toda persona que se maquille de negro totalmente en una tarima está practicando el racismo. Entonces, la verdad, yo era ignorante del tema hasta el… hasta el año del problema me vine a dar cuenta del término. Y fue lo que más me… me… me dio, pues, me dio pena y no pena porque, bueno, el que ignorantemente peca, ignorantemente se condena también, igual dicen.
[Camila]: Pero para Darwin, como dijo Charrupí en esa entrevista, el problema va más allá del “blackface”. Porque realmente el personaje no se acabó.
[Darwin]: Ahora se pinta con otros colores, pero la actitud, el acento, el tipo con malicia, los ademanes, el tipo… bruto.
[Camila]: Y esto tiene que ver con todo el conjunto de cómo se representa a los afrocolombianos en los medios. Porque casi siempre que sale un afro en televisión…
[Darwin]: Es mostrar de que somos… solo somos empleados domésticos o jardineros, ladrones, y las mujeres prostitutas.
[Camila]: Y eso viene de una tradición larga de Occidente.
[Darwin]: Eso lo vemos desde… desde Disney. Nos hemos criado con toda esa iconografía negativa. Y en Disney sale siempre, cuando sale el afro, sale con la boca grandísima y con el hueso en la cabeza y tapa rabos, y lo mismo con el indígena. Y sale el europeo en el castillo… culturas. Y acá… acá somos incivilizados y acá somos aborígenes.
[Camila]: Pero, claramente, no solo se trata de las representaciones, sino del lugar que han tenido en la sociedad. A pesar de que en la constitución del 91 Colombia se declara como una nación multicultural, solo es hasta el 93 que se reconoce a esta población como grupo étnico y se establece que tienen que haber mecanismos para proteger los derechos de esta comunidad.
[Darwin]: Colombia era un país andino, lo negro no existía. No es de gratis que el Pacífico esté tan atrasado. ¿Hay corrupción actual? Claro, hay corrupción como en todo lado. Pero históricamente hay una deuda con el Pacífico. Una deuda histórica, económica y humana.
[Camila]: Entonces esta discriminación es sistemática.
[Darwin]: El cerebro ya estaba programado para eso. ¿Por qué no ponés un afro vestido de doctor? “Uy, sí, verdad”. ¿Sí ves tu racismo inconsciente?
[Camila]: Por eso también parte de la lucha de estos colectivos de Cali es reclamar más representación afro en lugares de trabajo.
[Darwin]: “Hey, aquí en Cali también hay negros profesionales, formados en el área de las ciencias exactas. ¿Y por qué no hay ni uno, ni un negro sentado en un banco?”. Así se forme, no le vamos a dar la oportunidad.
[Camila]: ¿Por qué crees que Roberto Lozano creó a Micolta?
[Darwin]: Pues yo… Yo creo que… Yo no creo que dentro de su corazón esté ofender a la gente, no creo, no creo que sea tan… tan pésimo ser humano. No creo que salga eso de su cabeza porque, pues, él está dentro de su privilegio como hombre heterosexual católico. Entonces desde… desde ese privilegio tú no puedes ver nada, no puedes ver nada.
[Camila]: Entonces, para Darwin, el problema no solo es Micolta, sino una cultura que celebra un personaje tan claramente racista. No es cuestión de malicia, sino de ignorancia, de ceguera, de un privilegio que no le permite a la gente ver más allá del contexto en el que se crió, y menos solidarizarse con problemas y traumas que ellos mismos no han vivido.
Esto, obviamente, es un reto no solo para Roberto. Sino para todos. Le pregunté a Roberto si él cree que hay racismo en Colombia. Y me dijo que sí.
[Roberto]: Sí, hay mucho racismo. Indiscutiblemente. Y no es… Y ojo: no es racismo solamente del blanco hacia el negro. Es racismo del negro hacia el blanco, del negro hacia el negro, y del blanco hacia el blanco. Es un racismo general.
[Camila]: No sé qué será el racismo del blanco hacia el blanco. Pero en todo caso, no es igual. Porque la historia no es igual.
[Darwin]: No fueron desterrados de su tierra natal África, no fueron traídos como… como animales, en barcos negreros. Y tampoco las mujeres fueron violadas por más de 6 siglos y tampoco estuvieron fuera de la producción de capital hasta entrado el siglo 20.
[Camila]: Le pregunté a Darwin si cree que toda esta polémica con Micolta ayudó en algo para hablar abiertamente sobre el racismo en Colombia.
[Darwin]: Uf, claro. Ese episodio fue… A raíz de eso fue que, por fin, el racismo en el país se tornó un tema, un tema a abordar. Porque era un tabú: siempre se hablaba de los Estados Unidos, que allá sí hay racismo, pero que aquí no. Aquí queremos a nuestros negritos.
[Camila]: Y le pregunté exactamente lo mismo a Roberto. Y me dijo…
[Roberto]: No. No, porque lo que hicieron fue hacerme… hacerme el daño y ya. Que hubiese sido una causa bonita, una causa para decir: “Vamos contra el racismo, hagamos una campaña, hagamos algo tan, somos hermanos”. Eso hubiese sido bonito, pero no.
[Camila]: Es decir, en todo esto, según Roberto, la víctima es él.
Con todo este asunto del soldado Micolta se abrieron además varios temas que pocas veces son discusión en Colombia. Uno de ellos es la forma en que hacemos y consumimos humor. Pero también se habló de los límites del humor, de la libertad de expresión, de la censura. En fin, de la relación entre lo políticamente correcto y el humor.
Carlos Gallego es uno de los humoristas que creó a los personajes de Tola y Maruja. Son dos ancianas paisas que se burlan de la sociedad colombiana. Para él, en términos de lo que la corrección política hace con el humor…
[Carlos Gallego]: Pues yo creo que lo cerca un poco, pero… pero, pues, a mí no me parece mal. Como se dice por ahí: el poder de las palabras que se van convirtiendo en ideas. Eso sí puede ocurrir: que el humor refuerce esos estereotipos que a ellos los ofenden.
[Camila]: Y es que para Carlos, una de las grandes ventajas de lo políticamente correcto es que le exige al humorista…
[Carlos]: Que trate de hacer un humor más fino, más… digamos más difícil, que no sea… que no sea fácil.
[Camila]: Porque es perezoso burlarse de alguien por el color de su piel, por sus características físicas o por sus preferencias sexuales. Ese es el camino más fácil.
El reto es reírse con el otro, más que del otro.
Desde que pasó lo del Soldado Micolta, Roberto me dijo que las políticas de Sábados Felices se volvieron más estrictas con respecto a los temas de los que se pueden hacer chistes. Hay límites donde antes no los había. Tienen prohibidos temas políticos, religiosos, y ahora raciales.
Y pues, Roberto tiene sentimientos encontrados al respecto.
[Roberto]: Lo del político, lo político, me parece muy triste que no se pueda hacer humor sobre la política. Porque me parece que es lo más comediante que hay, lo más cómico que hay aquí en Colombia.
Bueno, sobre lo religioso sí me gusta, porque pues a mí me gusta el respeto. Me gusta el respeto hacia papá Dios y todos creemos en Dios de una u otra manera. Sí es importante respetar lo que creemos, ¿no? Entonces en algún momento sí me di cuenta de que la comedia religiosa no es muy agradable que digamos.
[Camila]: Mucha gente que se interesó en la polémica de Micolta dijo que, para la comunidad afro, había problemas infinitamente más importantes que un mestizo imitando a un afro para hacer reír en televisión.
Y sí, esos problemas existen, claramente. Y muchos afrocolombianos claro que están peleando por acabar con la pobreza o por la falta de acceso a educación o por la corrupción de los políticos que los representa.
[Darwin]: Es que nosotros estamos tan… tan llevados en este país que hace 12 años peléabamos por ingreso a la universidad, peleábamos por que nos dieran trabajos, para que no nos mataran en Cali.
[Camila]: Pero también no hay por qué pensar que las luchas sean excluyentes.
No porque uno protesta por el soldado Micolta quiere decir que está dejando de reclamar otros derechos u otros cambios.
Pero es que además las luchas sociales evolucionan.
[Darwin]: Entonces las luchas van mutando. Ya cada vez peleamos cosas que para la gente son más superficiales. Yo hago la analogía con la gente en Estados Unidos, que antes —en el tiempo de Rosa Parks—, se peleaba por dejáme sentar al bus adonde yo quiera. No me matés en un árbol, no me quemés porque… porque soy negro. Ya eso, bien o mal, se ha ido… se ha ido avanzando. Es como que, “hey, también quiero ser presidente”. Entonces la gente puede decir, “ah, es superficial”.
¿Qué les argumento? Que vayan a un… a un… a una escuela, y ver cómo esos niños se crían con ese problema de autoestima, ese problema de identidad hacia lo suyo porque lo suyo es el chiste de todo el mundo.
[Daniel]: Camila Segura es nuestra editora principal. Vive en Bogotá. Esta historia fue editada por Silvia Viñas, Luis Fernando Vargas y por mí. El diseño de sonido es de Andrés Azpiri. Daniel Villatoro hizo el fact-checking.
El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Jorge Caraballo, Patrick Mosley, Laura Pérez, Barbara Sawhill, Luis Trelles, David Trujillo y Elsa Liliana Ulloa. Carolina Guerrero es la CEO.
Radio Ambulante se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO.
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