El gobernador en su laberinto – Transcripción
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[Daniel Alarcon, host]: Muchas veces recibimos esta pregunta: ¿qué podemos hacer para apoyar al podcast? Bueno, tenemos un programa de membresías, tenemos un app para aprender español y, para los Ambulantes en los Estados Unidos, también pueden apoyar a NPR. Si les gusta lo que hacemos y si también disfrutan de los otros programas de NPR, por favor consideren apoyar a su emisora de radio pública local. Pueden hacerlo entrando a la página donate.npr.org/RadioAmbulante. Donate se deletrea: D-O-N-A-T-E. Donate, en inglés. Repito: donate.npr.org/Radio Ambulante.
Bienvenidos a Radio Ambulante desde NPR. Soy Daniel Alarcón. Hoy vamos a empezar con la historia de un grupo de periodistas puertorriqueños.
[Omaya Sosa Pascual]: Mi nombre es Omaya Sosa Pascual. Soy cofundadora del Centro de Periodismo Investigativo y periodista del Centro.
[Daniel]: En Puerto Rico, el Centro de Periodismo Investigativo es reconocido por sus reportajes de mucho impacto. Aquí en Radio Ambulante hemos colaborado de cerca con ellos en varias ocasiones. Es la organización que ayudó a revelar el verdadero número de muertes del huracán María, por ejemplo, comprobando que la cifra oficial del gobierno era falsa. Ha investigado temas de corrupción, de daños ecológicos y de la influencia de empresas multinacionales en la isla. O sea, se dedican a destapar lo que los políticos y empresarios por lo general tratan de esconder.
En el verano del 2019, Omaya ya había empezado una investigación de corrupción dentro de la administración de Ricardo Rosselló, el gobernador de Puerto Rico, cuando sucedió esto:
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Periodista 1]: El FBI madrugó para diligenciar una acusación emitida ayer por un gran jurado federal, por el que fueron imputadas la exsecretaria de educación Julia Kelleher, la exdirectora de ASES, Ángela Ávila.
[Periodista 2]: El fraude con fondos federales asciende a unos 15.5 millones de dólares.
[Daniel]: La exsecretaria de educación, la exdirectora del seguro de salud del gobierno y otras cuatro personas que trabajaban con ellas, todos con órdenes de arresto del FBI.
Las acusaciones coincidían con algunos temas de investigación del Centro y por eso, cuando Omaya y sus compañeros escucharon las noticias, lo primero que pensaron fue en sacar su propia investigación lo antes posible.
Las órdenes de arresto se emitieron el 10 de julio. Y justo en esa semana, una fuente que nunca se ha identificado públicamente se acercó a Omaya para decirle que tenía acceso a unos mensajes privados del gobernador. Un chat entre Rosselló y sus asesores más íntimos.
[Omaya]: La fuente es una fuente mía de muchísimos años, que nunca me ha fallado.
[Daniel]: Y esa fuente le dijo…
[Omaya]: “Yo se lo voy a entregar a cuatro periodistas en los cuales confío en Puerto Rico. Solamente esos cuatro, que me parecen que son periodistas íntegros. Tú eres una de ellas”. Y me dice que van a estar filtrando pedazos.
[Daniel]: O sea, que no iba a entregar el chat completo. Pero la fuente le adelantó que lo que salía en esos pocos mensajes era explosivo.
La fuente de Omaya también le dijo que tenía más de 800 páginas de mensajes. Pero por el momento, solo le había mostrado diez. Omaya y el Centro optaron por no publicar.
[Omaya]: Porque yo no sé qué está escondiendo el resto del chat que no me están entregando. Si este chat tiene 889 páginas y me estás entregando diez. Oye, ¿qué dicen las otras 879?
[Daniel]: Pero los otros periodistas sí publicaron. Salieron tres fragmentos del chat en tres días. Y tal como le había dicho la fuente, el impacto fue inmediato.
[SOUNDBITE DE ARCHIVO]
[Periodista 1]: Un chat en una aplicación de mensajes cobra un rol protagónico en la presente administración Rosselló.
[Periodista 2]: Una serie de mensajes donde vemos al gobernador insultando mujeres y sobre todo con comentarios que no podemos publicar a través de televisión.
[Daniel]: Eran mensajes llenos de insultos y burlas dirigidos a personas que se oponían a la agenda del gobierno de Rosselló.
La historia se complicó cuando empezaron a surgir rumores: nuevos pedazos del chat estaban a punto de salir y que iban a ser aún más gráficos que los otros. Omaya recuerda que escuchó rumores insistentes. Uno de los nuevos pedazos…
[Omaya]: Hablaba de… de que tenían… quisieran ver a una periodista televisiva muy conocida aquí en cuatro. O sea que se ponían, este, vamos a decir, ofensivos, irrespetuosos y asquerosos.
[Daniel]: Pero esos nuevos mensajes eran falsos. Omaya se enteró cuando habló con su fuente anónima.
[Omaya]: En una de esas llamadas que yo le hago me dice: “Eso no es parte del documento”.
[Daniel]: Era una campaña de desinformación. No se sabe quién la estaba llevando a cabo, pero queda claro que los pedazos falsos del chat tenían un propósito muy específico.
[Omaya]: Confundir a toda la ciudadanía y decir: “Esto… Nada de esto vale. Esto todo es basura”, ¿no?
[Daniel]: Querían sembrar la duda con mensajes falsos y desvirtuar los mensajes que sí eran reales para lograr que la gente perdiera interés en el escándalo. Y, claro, todo esto ayudaría a que el gobernador sobreviviera la crisis.
Por eso Omaya volvió a contactar a su fuente:
[Omaya]: Y ahí yo digo: “Me lo tienes que entregar completo”.
[Daniel]: Necesitaba todas las páginas del chat antes de que fuera demasiado tarde. Estuvo un día completo negociando con su fuente y al final…
[Omaya]: Logramos vernos… en horas de la noche y yo, eh, me voy con un… un pendrive pequeño, con todo lo que está ahí supuestamente metido.
[Daniel]: Tenía 889 páginas de mensajes en la memoria portátil. Era mucho material y había que corroborarlo todo antes de publicarlo. Una buena parte de ese trabajo le tocó a Luis Valentín, un colega de Omaya que estaba investigando casos de corrupción junto a ella.
[Luis Valentín]: Y yo me empiezo a mover con una fuente, eh, mía, principal, que básicamente empieza a corroborar todo.
[Daniel]: Luis tenía una fuente distinta a la de Omaya.
[Luis Valentín]: Y son fuentes totalmente desligadas, que no comparten básicamente nada, excepto ser bien cercanos al… al grupo del gobernador y tener, eh, conocimiento personal del chat.
[Daniel]: También tenían que verificar fechas y datos de todo lo que se mencionaba en los mensajes. Era muchísimo. La editora del Centro y otros miembros del equipo los estaban apoyando. Corroborar cada detalle, hasta el más mínimo y la necesidad de publicar lo antes posible estaba creando un ambiente muy complicado en la redacción.
[Omaya]: Fueron unos días bien intensos.
[Luis Valentín]: Discutimos mucho.
[Omaya]: Peleamos (risas) a gritos en la oficina. Aquí viene el color de la historia (risas). Este… Pues, era un intenso debate, donde este individuo es mi mejor fuente de corroboración. O sea, hasta el último día era el abogado del diablo todo el tiempo, ¿no?
[Daniel]: Omaya tenía urgencia de publicar, antes de que los chats se perdieran en un mar de desinformación. Luis era un poco más cauteloso. Lo que publicaran tenía que estar “blindado” a prueba de balas de manera que el gobernador y su equipo no pudieran refutar una sola palabra. Y en ese sentido, tenían un arma secreta: la confiabilidad de sus fuentes anónimas.
[Luis Valentín]: Porque no estamos hablando de que nos llegó un paquete anónimo a la oficina y abrimos y publicamos. O sea, estamos hablando de que teníamos relaciones previas. Conocíamos a las personas con las que estábamos hablando.
[Daniel]: El sábado 13 de julio publicaron una nota corta, de unas 800 palabras, que presentaba algunos de los intercambios más controversiales en los mensajes. Lo más importante: colgaron el chat completo en la página web del centro. Omaya y Luis me contaron que eran las tres de la mañana cuando finalmente subieron la nota.
Y la noticia recorrió la isla como pólvora.
[SOUNDBITE DE ARCHIVO]
[Periodista 1]: El Centro de Periodismo Investigativo publicó hoy 889 páginas del controvertible chat de Telegram.
[Periodista 2]: Contiene lenguaje homofóbico sobre líderes de la oposición, también hay referencias despectivas contra miembros de la prensa.
[Periodista 3]: Uno de los temas discutidos y que toca una fibra en el país es la cifra de muertes como resultado del huracán María. Christian Sobrino, representante del gobierno, escribe: “Ahora que estamos en este tema, ¿no tenemos algún cadáver para alimentar a nuestros cuervos?”.
[Daniel]: Había muchísimas revelaciones nuevas. El gobernador y sus ayudantes se burlaban de los cadáveres acumulados luego del huracán María.
[Omaya]: Fue una cosa… una bomba. Fue como si prendiéramos un cerillo y de repente explotara todo, eh, a la vez.
[Daniel]: Los arrestos federales y las primeras filtraciones del chat, todo eso sucedió en la semana del 8 de julio. Hubo algunas manifestaciones, pero con la publicación del chat completo cinco días después, todo cambió.
A partir de ese momento, 13 de julio, las protestas ya eran diarias y se hacían cada vez más grandes.
Cuatro días después de publicar todos los mensajes, Omaya y Luis Valentín publicaron otra historia: había 12 participantes en el chat, todos hombres. Tres de ellos eran cabilderos y consultores privados, gente que no era parte del gobierno, que tenían conflictos de intereses porque representaban a empresas privadas y otros clientes, y que aun así se beneficiaban de la información confidencial que se compartía en el chat.
La investigación del Centro revelaba que ese grupo tenía un esquema para otorgar contratos de gobierno a cambio de dinero. Era una noticia gigantesca y salió justo cuando el descontento con Ricardo Rosselló estaba llegando a sus niveles más altos.
[Omaya]: Esta investigación la logramos amarrar y publicarla como estaba en ese momento en medio de una de las protestas más grandes que se estaba dando. Todo el mundo se paró en la protesta a leer los celulares.
(SOUNDBITE DE MANIFESTACIÓN)
[Voces]: ¡Ricky renuncia! ¡Ricky renuncia! ¡Ricky renuncia! ¡Ricky renuncia!
[Daniel]: Y es que fue ese mismo día que se dio la primera gran protesta para exigir la renuncia del gobernador. Todos los manifestantes tenían la misma consigna: “Ricky renuncia”.
Y no era solo por los insultos. También era la corrupción, las décadas de mal gobierno y los fracasos de la administración de Rosselló tras el huracán María.
Ese fue el comienzo de un movimiento masivo y espontáneo que siguió creciendo durante el verano. Nuestro productor Luis Trelles lo vio de cerca, y nos trae la historia de un levantamiento popular que nadie se esperaba y, una vez que llegó, dejó a muchos puertorriqueños preguntándose por qué tardó tanto en estallar.
Y vamos a comenzar con una anécdota, entre tantas, que demuestra algo importante de estas protestas puertorriqueñas: la creatividad, el humor, la audacia.
Desde San Juan, Luis nos trae la historia.
[Luis Trelles, productor]: Tres días después de que el Centro de Periodismo Investigativo publicara el chat completo, un trío de mujeres entraron a una oficina de gobierno. Las tres tenían más de sesenta años. Eran ciudadanas comunes y corrientes.
La oficina a la que entraron era un CESCO, el lugar donde se tramitan licencias de conducir y se pagan multas de tránsito, cosas así.
[Lourdes Muriente]: Ahí había muchísima gente, que eso era algo que yo quería, que hubiera gente, que hubiera público.
[Luis]: Ella es Lourdes Muriente, la líder del grupo. Y digo líder, porque realmente esas tres mujeres no fueron a esa oficina a renovar una licencia, o algo parecido. Lourdes había reclutado a dos amigas para realizar un operativo que reflejara la indignación que sentían contra el gobernador. Tenían una misión. Una misión relacionada a la foto oficial de Ricardo Rosselló, las fotos que se encuentra en todas las oficinas de gobierno.
La misión comenzó bien, porque apenas entraron…
[Lourdes]: Vimos que el retrato de Rosselló estaba facilito.
[Luis]: En la puerta de la oficina no había ningún guardia. Pero, ya dentro, se dieron cuenta que sí había un guardia de seguridad en la sala de espera.
[Lourdes]: Cuando yo entro, el guardia lo primero que me pregunta es: “¿A qué usted viene?”. Y yo le digo: “No, a hacer una gestión de la licencia”.
[Luis]: A pesar de la presencia del guardia, Lourdes y las compañeras decidieron apresurarse, y cruzaron el salón para llegar hasta el retrato de Rosselló.
Las acompañaban dos personas más que las grabaron con sus celulares. Uno de los videos comienza justo después de que Lourdes ha bajado el retrato de la pared.
Se puede ver que las dos amigas de Lourdes están a cada lado, tratando de darle un poco de espacio, pero no logran evitar que el guardia de seguridad se le acerque para tratar de quitarle el retrato.
[Lourdes]: Me jalaba el retrato, pero sin mucha fuerza. Él… él no impidió realmente que yo bajara el cuadro.
[Luis]: Esa era la idea. Bajar el cuadro del gobernador y botarlo a la basura.
Y lo que se ve en los videos es a tres mujeres mayores, aferradas al cuadro y a un guardia haciendo un intento muy flojo de quitárselo de las manos. Realmente parece un forcejeo en cámara lenta. Y en medio de eso, Lourdes le habla al público.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Lourdes]: ¿Quién se siente representado por este sinvergüenza? ¿Quién está indignado?
Y entonces yo lo que hice fue que le pregunté a las personas que estaban allí: “¿Ustedes se sienten representadas por este bandido?”
[Luis]: Y los que están en la sala de espera responden.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Voces]: ¡Bótalo! ¡Bótalo!
[Luis]: En el video se nota que casi todos están a favor de Lourdes y sus compañeras, y que están hartos de Rosselló. Por eso el alboroto.
Pero también hubo algunos que se opusieron. En la primera fila de la sala de espera…
[Lourdes]: Estaba sentado un cura. Un cura de sotana. Y para mi sorpresa y desagrado, el cura empieza a regañarme, y a decirme que eso era una falta de respeto.
[Luis]: En el video, se ve al cura de espaldas, con su larga sotana negra. Lourdes me dijo que estaba sentado al lado de un señor que lo estaba acompañando. Y cuando Lourdes bajó el cuadro, ese señor se puso a discutir con ella. Aunque el audio no es muy bueno, aquí se escucha a Lourdes discutiendo con el señor, mientras su amiga forcejea con el guardia. Esta vez de verdad.
[Lourdes]: Realmente cuando vi la grabación posteriormente me di cuenta que… que yo grité allí muchísimo y le decía: “¡Este es un charlatán! Porque…” (risa). “¡Este no nos representa! ¡Este es un charlatán!”.
[Luis]: Más gente se estaba parando de sus sillas para apoyar a Lourdes. En el video parece como si estuvieran en una competencia de tira y jala. Y el equipo del cura y de los guardias tenía todas las de perder.
[Lourdes]: Y entonces ahí vino un hombre de adentro de las oficinas.
[Luis]: Uno de los pocos empleados de gobierno atendiendo al público ese día.
[Lourdes]: Y vino y cogió el retrato y se lo llevó.
[Luis]: Y apenas se llevaron la foto del gobernador, el público…
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Voces]: ¡Llévatelo! ¡Llévatelo! (aplausos)
[Lourdes]: “¡Llévatelo!”, le gritaban. “¡Llévatelo! ¡Llévatelo!”.
[Luis]: Y fue en ese momento que el bando del cura empezó a amenazar a Lourdes y a sus compañeras con llamar a la policía.
[Lourdes]: Y yo le dije: “Llamen a quien ustedes quieran”. Nosotras habíamos dejado el carro estacionado muy cerca. Así que fuimos, nos montamos en el carro y nos fuimos.
Y entonces ahí, la verdad es que… que la adrenalina se le va a uno a millón, porque yo… Sabes, esa primera vez, pues, uno está bien excitado, bien contento de lo que habíamos hecho.
[Luis]: Lourdes es una abogada de 64 años, una mujer muy elegante, que a primera vista proyecta una seriedad severa. Claro, solo hay que pasar cinco minutos con ella para entender que está muy comprometida con todo tipo de causas sociales, pero que aborda ese activismo con un sentido travieso de que las protestas también pueden ser divertidas.
Lo mismo pasa con sus dos compañeras de lucha. Una de ellas se llama Doris Acevedo y es una coronel retirada de la Guardia Nacional de Estados Unidos. La otra era Abigaíl Ramos, una maestra retirada. Esas eran las conspiradoras.
Todas se habían sentido obligadas a actuar por la cantidad de insultos y comentarios ofensivos que vieron en el chat.
[Lourdes]: Y yo creo que… que esa fue la gotita que colmó la copa para que las personas se sintieran personalmente ofendidas e indignadas, y necesitadas de dejar saber ese coraje, esa indignación.
[Luis]: En el caso de Lourdes, el chat la afectó de una manera aún más personal que a otras personas. Su exesposo, Carlos Gallisá, había sido objeto de una broma pesada en los mensajes, justo en el día de su muerte.
[Lourdes]: Y fue como que me… me revolvió el corazón, ¿tú sabes? Porque digo, uno sabe que algo ha pasado, que estos bandidos habían hecho chiste con la muerte de Carlos.
[Luis]: Carlos Gallisá fue representante del Partido Independentista Puertorriqueño y luego también fue parte del Partido Socialista. Era un líder de izquierda muy respetado que trabajó de cerca con miembros de todo el espectro político en la isla. Por eso Lourdes se sintió tan indignada cuando vio la broma en el chat.
[Lourdes]: Lo que más impresiona es que ellos comenzaron el relajo como al minuto de que se supiera públicamente de que Carlos había muerto.
[Luis]: El relajo comenzó cuando un consultor de comunicaciones del gobernador envió un mensaje donde compartió la noticia de la muerte de Gallisá.
Luego sigue un intercambio intenso entre los asesores para comentar y bromear con la posibilidad de poner la bandera a media asta. Uno de ellos insinúa que se pegaría un tiro si bajan la bandera por Gallisá. Otro menciona que sí deberían poner la bandera a media asta, pero solo por 15 minutos.
El asesor en asuntos legales del gobernador tiene la última palabra:
[Voz]: “A un 1/4 de asta por 6 horas”.
[Luis]: El próximo mensaje es de un asesor en comunicaciones, que contesta:
[Voz]: “Ja-Ja-Ja”.
[Luis]: Quizás otras personas hubieran hecho una protesta más tradicional. Pero Lourdes pensó en otras posibilidades.
[Lourdes]: Ese mismo día sábado, yo…. yo me puse a pensar de qué manera uno puede hacer algo. Y… y yo vengo de la FUPI, la Federación de Universitarios Pro Independencia y nosotros éramos bien creativos.
[Luis]: Y es que Lourdes pertenece a una generación de “baby boomers” boricuas que quemaban banderas y brasieres y exigían la independencia de Puerto Rico.
[Lourdes]: Ahí fue que empezó, por lo menos de mi parte, el empujón ese bien grande que… que es como vivir lo que vivíamos en los setenta, cuando yo estaba en la universidad. ¡Que hicimos cantidad de cosas!
[Luis]: Lourdes se inspiró en un incidente que había pasado unos meses antes, de una mujer que había tirado una foto de Rosselló al piso en una oficina de gobierno.
Luego de cumplir su primera misión, con la adrenalina al máximo, Lourdes y sus dos compañeras se dirigieron a la próxima parada, una oficina del Departamento de la Familia.
[Lourdes]: Pero no había público. Y yo decía: “Caramba, ¿valdrá la pena hacerlo sin público?”. Había una mujer de seguridad sentada almorzando en un escritorio. Porque te digo, todo esto sucedió como al medio día.
[Luis]: Lourdes y sus compañeras decidieron entrar como quiera.
[Lourdes]: Y la guardia esa de seguridad ni se levantó.
[Luis]: También hay video de esta otra misión. Se ve a las tres conspiradoras entrar al vestíbulo del edificio y van directamente a la pared donde está el retrato del gobernador.
Y aunque casi no había público, Lourdes decidió hacer un mensaje breve.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Lourdes]: Nosotros creemos que esto hay que bajarlo de aquí. En todas las agencias de gobierno sacar esto y botarlo.
[Luis]: Y dijo que ella creía que había que bajar ese cuadro de todas las agencias de gobierno.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Lourdes]: O él renuncia o se va.
[Luis]: O renuncia, o se va.
[Lourdes]: Yo agarré el cuadro y lo puse en el piso, y ahí nadie se inmutó.
[Luis]: Y mientras salían, las otras dos compañeras empezaron a gritar el coro de una canción de trap. Un remix de una canción que había sido todo un éxito el verano anterior:
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Mujeres]: De mi vida lo saqué, ¡te boté!, ¡te boté!
(SOUNDBITE DE CANCIÓN “TE BOTÉ” DE OZUNA)
[Ozuna]: Te di banda y te solté…
[Luis]: Todo esto pasó tres días después de que el chat completo se hiciera público. Los videos de lo que pasó en esas dos oficinas de gobierno llegaron a las redes sociales y docenas de personas se inspiraron y fueron a su oficina de gobierno más cercana para hacer lo mismo.
[Lourdes]: Y fue increíble la cantidad de personas que posteriormente hizo eso. Y empezaron a postearlo, en Facebook, en distintos puntos de la isla.
[Luis]: En esa semana, ver una foto oficial de Ricky Rosselló en el suelo se convirtió en una imagen bastante común. Pero no todos los cuadros terminaron así. Lourdes me contó que algunos se llevaron esas fotos a las manifestaciones, para utilizarlas como pancartas en las protestas.
[Lourdes]: Yo me lamento no haberme llevado uno. Porque me encantaría tener uno como un trofeo de guerra.
[Luis]: Un día después de haber tirado las fotos a la basura, Lourdes fue a la primera gran manifestación en el Viejo San Juan para exigir la renuncia del gobernador. Fue durante esa manifestación que salió el segundo artículo del Centro de Periodismo Investigativo, el que Omaya mencionó al comienzo.
Se esperaba que llegaran cientos de manifestantes. Al final llegaron cientos de miles.
[Lourdes]: Y yo llego con un grupo de amigas a San Juan y las jóvenes me… me… nos reconocían.
[Luis]: Lourdes y sus amigas se habían convertido en las primeras celebridades virales de las manifestaciones. La gente se quería tomar selfies con ella.
[Lourdes]: En una, cuando ya nos estábamos yendo, entramos al estacionamiento donde habíamos dejado el carro y había que tomar un ascensor. Y había mucha gente tratando de entrar el ascensor. Hasta que alguien nos reconoce y dice: “Mira, hagan espacio, que esas son las doñitas”. Y nos dejaron entrar al ascensor.
[Luis]: “Doñita”, como se pueden imaginar, es una manera de referirse a una mujer mayor en Puerto Rico. Y claro, así no es como Lourdes se ve a sí misma.
[Lourdes]: Yo tengo 64 años, debo aclarar. Eh, yo… Yo personalmente no me siento una doñita. Pero entonces para los jóvenes que han estado tan activos en… en toda esta lucha nos ven como doñitas.
[Luis]: Y esto era una señal muy clara de que estas protestas eran distintas. No se trataba de un solo grupo o de una sola generación. Todo tipo de puertorriqueño estaba tirándose a la calle y todos tenían el mismo propósito
[Daniel]: Pero Ricardo Rosselló se negaba a renunciar.
Luego de la pausa, vamos a las calles del Viejo San Juan. Donde el futuro político de la isla estaba en juego.
Ya volvemos.
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[Jorge Caraballo, editor de crecimiento]: Hola, soy Jorge Caraballo, editor de crecimiento en Radio Ambulante y te queremos recordar que hay muchas formas de apoyarnos. Ya sea a través del programa de membresías o a través de Lupa, la app para quienes están aprendiendo español. Y si estás en Estados Unidos, queremos invitarte a que apoyes a tu estación de radio pública local. Para hacerlo solamente tienes que ir a donate.npr.org/RadioAmbulante. Donate se deletrea: D-O-N-A-T-E. Donate, en inglés. Repito: donate.npr.org/Radio Ambulante. ¡Muchas gracias!
[Daniel]: En la primera semana después de que se publicara el chat completo, las protestas para exigir la renuncia de Rosselló se hicieron cada vez más grandes. El 22 de julio, hubo un paro nacional, el más grande en la historia de Puerto Rico.
Y la estrategia de Rosselló fue desaparecer del ojo público. En las muy pocas apariciones oficiales que tuvo en esos días, siempre repetía el mismo mensaje. Una versión de esto:
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Ricardo Rosselló]: No voy a renunciar. Estoy trabajando por Puerto Rico. Continuaré trabajando.
[Daniel]: Nuestro productor Luis Trelles pasó doce días seguidos documentando las protestas y nos trae esta historia desde la barricada que se convirtió en un símbolo de la resistencia en Puerto Rico.
Aquí Luis.
[Luis]: El jueves 24 de julio, dos días después del paro nacional, la isla entera se despertó con un frenesí de especulaciones. Las protestas habían paralizado el país. Ricky era un gobernador asediado en su propia isla y los rumores de que su renuncia era inminente estaban en todos lados.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Periodista 1]: Continúan las protestas en Puerto Rico en medio de fuertes rumores de que el gobernador Ricardo Rosselló renunciará de forma inminente.
[Periodista 2]: Y lo que están diciendo los medios locales, los periodistas puertorriqueños, es que él ya está planeando su sucesión.
[Periodista 3]: Y se dice más o menos que la información estaría saliendo alrededor del mediodía. Por supuesto muy pendientes de lo que pase en Puerto Rico…
[Luis]: Los gobernadores de Puerto Rico viven y trabajan en La Fortaleza un palacio del tiempo de los españoles que queda en una esquina del Viejo San Juan. Es una mansión hecha para defender una ciudad colonial, de muros intimidantes que se alzan sobre la bahía con un color azul pastel que se mezcla con el cielo y el verdeazul del mar.
La intersección de las dos calles que llevan al portón principal se convirtió en el kilómetro cero de las protestas. Era allí donde se congregaba la gente para pedir que Ricky se fuera y que se fuera ya. Y ese día, los manifestantes comenzaron a llegar desde temprano.
La administración de Rosselló había convocado una conferencia de prensa muy esperada para las cinco de la tarde. Cuando llegó la hora, varios medios locales y de Estados Unidos, incluso medios internacionales, empezaron a transmitir en vivo:
Y la escena que se veía en los televisores y las transmisiones para redes sociales era caótica. Varias docenas de reporteros y camarógrafos estaban amontonados en un salón que evidentemente era demasiado pequeño para tanta gente. Y mientras transmitían en vivo, se podía escuchar el cansancio en sus voces.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Periodista 1]: Saben que el país está en una gran expectativa sobre la posible renuncia del gobernador Ricardo Rosselló Nevares.
[Periodista 2]: Se esperaba que esa renuncia fuera el día de hoy. Hasta el momento eso no se ha dado.
[Periodista 3]: Sin embargo todavía no tenemos ningún detalle sobre lo que sucederá aquí.
[Luis]: Yo también estaba viendo las transmisiones desde mi celular. Había llegado hasta las protestas frente a La Fortaleza. Todavía no había caído la noche y ya había miles de personas allí.
Era la misma escena que se había repetido en los últimos once días. Un mar de familias, jóvenes, banderas, tambores. Todo concentrado en una estrechísima intersección de dos calles que fueron construidas en el siglo XVI.
Lo que separaba a los manifestantes de La Fortaleza eran 400 metros y una barricada hecha con unos 15 bloques de cemento que llegaban hasta la cintura de los manifestantes. Solo eso. Y muchos policías.
Desde adentro de La Fortaleza, algunos periodistas estaban reportando que…
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Periodista 1]: Desde acá se puede observar mayor movimiento de Fuerza de Choque dirigiéndose a la Calle Fortaleza donde están los manifestantes.
[Luis]: La Fuerza de Choque, así es como se conoce a la policía antimotines en Puerto Rico. Ese día había más oficiales que en días anteriores. Y frente a los policías, con los bloques de cemento de por medio, estaban los manifestantes de primera fila: los que habían recibido golpes y varias rondas de gases lacrimógenos en las protestas recientes.
Decidí ver las manifestaciones desde donde estaban ellos. Todo apuntaba a que ese día sería histórico y la barricada, con su energía rabiosa y rebelde, parecía ser el mejor lugar para documentarlo.
Empecé a abrirme paso entre la gente al atardecer. No fue fácil. Las calles del Viejo San Juan son irregulares, están llenas de adoquines resbalozos. Es difícil caminarlas en un día normal. Avanzar entre miles de manifestantes protestando hombro a hombro —en medio del calor caribeño y el ruido ensordecedor de las consignas y los tambores— era casi imposible.
Fui a paso de hormiga, pero finalmente llegué. Encima de la barricada había unos 20 manifestantes que se alzaban sobre la gente. Me acerqué a una señora que tenía una bandera de Puerto Rico sin color, en blanco y negro. En la isla se le conoce como la bandera de luto.
La señora se llamaba Yomari y, cuando hablé con ella, pude ver que la poca paciencia que le quedaba a los manifestantes se estaba acabando.
[Yomari]: Primero estamos esperando que aunque no renuncie, que por lo menos nos dé la cara, pero que no se esconda. Que hable claro.
[Luis]: ¿Y hasta cuándo piensas estar aquí?
[Yomari]: ¿Yo? Hasta que ese cabrón se vaya de allá adentro. Yo voté por él y lo puse ahí. O sea, yo me siento con la responsabilidad de bajar a ese hijueputa de allá arriba.
[Luis]: Mientras tanto, la conferencia de prensa dentro de La Fortaleza se estaba demorando. Mucho. Los periodistas llevaban dos horas encerrados esperando a que comenzara y se estaban desesperando.
En una movida de último segundo los mandaron a un patio afuera del edificio principal. Y los periodistas no estaban contentos.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Periodista 1]: Atropellada la manera en que se está trabajando con los miembros de la prensa.
[Periodista 2]: Estamos esperando tal vez al gobernador, y tal vez no.
[Periodista 3]: Como pueden escuchar los miembros de la prensa bastante molestos con la situación que se está dando aquí.
[Periodista 4]: Improvisaciones, nada va a quedar bien…
[Luis]: A eso de las siete de la noche salió uno de los asesores principales de Ricardo Rosselló y tan pronto lo vieron, los periodistas explotaron.
(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)
[Periodista 1]: Ni siquiera el gobernador Ricardo Rosselló, sino el secretario de asuntos públicos.
[Periodista 2]: Más fuerte, tiene que hablar duro, porque nos están maltratando aquí.
[Periodista 3]: ¡No escuchamos! ¡No escuchamos!
[Periodista 4]: Esto es una falta de respeto a la prensa.
[Periodista 3]: ¡No escuchamos!
[Luis]: Y lo que dijo el funcionario…
(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)
[Anthony Maceira]: Hoy, el señor gobernador Ricardo Rosselló se estará dirigiendo hacia el pueblo de Puerto Rico directamente.
[Periodista 1]: ¿A qué hora?
[Anthony Maceira]: En un mensaje que… que se encuentra trabajando al momento. La hora, no la tengo al momento. Les pido…
[Luis]: Provocó más preguntas que respuestas. Pero en vez de contestar las preguntas de los medios, el funcionario volvió a entrar a La Fortaleza lo más rápido que pudo.
(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)
[Anthony Maceira]: Muchas gracias y buenas tardes.
[Periodista 1]: What is he saying? Say it in English!
[Periodista 2]: ¿Es en serio?
[Periodista 3]: ¡Esto es irresponsable!
[Luis]: Afuera también estaban siguiendo el caos que había adentro de La Fortaleza.
[Ivette]: Son las 7:40 de la noche y el gobernador dizque está escribiendo algo para decirle al pueblo.
[Luis]: Esta es Ivette, una estudiante universitaria que conocí en la barricada y que estaba siguiendo las transmisiones en vivo desde su celular.
[Ivette]: Oye y mi pregunta es: ¿tan difícil es hablarle genuinamente al pueblo del corazón? ¿Y no puedes dar la renuncia y ya? Sabes qué, ¿tienes millones de personas en la calle protestando para que te vayas y no te quieres ir?
[Luis]: La renuncia ya no se veía como algo seguro. Y los manifestantes como Ivette anticipaban lo peor.
[Ivette]: Si el anuncia aquí que no va a renunciar, la gente va a estar bien molesta. Y todo lo que ocurra aquí luego de que él dé ese anuncio es culpa de él, no es culpa del pueblo.
[Luis]: Con el paso de las horas, la energía de los manifestantes se hacía mucho más intensa el ritmo de los tambores era más insistente y las consignas, mucho más cargadas. Ya no le estaban pidiendo que renuncie, le estaban dando un ultimátum.
[Voces]: ¡Arriba! ¡Abajo! ¡Ricky p’al carajo! ¡Arriba! ¡Abajo! ¡Ricky p’al carajo! ¡Arriba! ¡Abajo! ¡Ricky p’al carajo!
[Luis]: A las ocho de la noche, los reportes que salían de La Fortaleza comenzaron a cambiar y las noticias ahora eran muy distintas.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Periodista 1]: Ha cambiado dramáticamente el ambiente durante las últimas horas. Aquí en La Fortaleza la tensión es todavía mayor ante lo que parece ser un tranque o una intención del gobernador de realmente no presentar su renuncia.
[Luis]: Luego de prometer un anuncio importantísimo, el gobernador y sus funcionarios desaparecieron de nuevo. Y ante el vacío absoluto de información, los rumores y las especulaciones empezaron a reinar de nuevo Esta vez sobre el estado de ánimo del gobernador.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Periodista 1]: La información que nos ha llegado en esta noche es que hay muchas personas al interior aquí de la mansión ejecutiva preocupados por su estado de salud mental, por su estabilidad. Y que ahora, cuando ya se entendía que estaban a punto de poner un punto final a toda esta controversia, el gobernador ha —aparentemente— decidido que eso no será así.
[Luis]: Y si adentro de La Fortaleza todo era incertidumbre y parálisis, justo afuera en la barricada todo era movimiento. De un lado llegaban más agentes de la fuerza de choque, armados con gases lacrimógenos y palos de plástico reforzado, en Puerto Rico se conocen como macanas.
Del lado de los manifestantes llegaba más gente joven para treparse en la barricada. Algunos se cubrían la cara con bandanas son conocidos como “los encapuchados” suelen ser los manifestantes más intensos, los que se ponen en la primera fila para aguantar balas de goma y gas pimienta de la policía.
Los que se treparon al lado mío vinieron preparados. Eran dos chicos y una chica de no más de 22 o 23 años. Uno de ellos sacó una máscara de gas de su mochila y se la pasó al otro.
[Encapuchado]: Leo, la máscara que tú querías.
[Luis]: Contrario a sus dos compañeros, la chica no llevaba la cara cubierta. La escuché hablando de las rutas de escape que iban a utilizar cuando la policía empezara a tirar gases. Me contó que ya lo había tenido que hacer antes.
[Chica]: Cuando la última vez, yo corrí para el Parque de las Palomas, que yo puedo seguir corriendo vertical porque el aire viene del… del mar y, al ellos tirar los gases, me van a caer.
[Luis]: Sabía exáctamente qué calles tomar para evitar la dirección del viento y así evitar los gases lacrimógenos.
Pero los manifestantes como ella no iban a correr para escapar.
[Chica]: Y nos vamos a encontrar otra vez más al frente en esta… en esto mismo.
[Luis]: Porque ahí… la idea es volver a reunir…
[Chica]: ¡Volver, volver! Porque esto se trata de resistencia y aquí no vamos a parar hasta que él se vaya.
[Luis]: Me hablaba como si la confrontación fuera inevitable, como si estuviera segura de que Ricky no iba a renunciar, y que la policía iba a desalojar a los manifestantes a la fuerza.
Esa posibilidad me asustaba. Era imposible saber cuántas personas había en esa intersección. ¿Tres mil? ¿Cinco mil? ¿Más? Eran muchísimos y no parecían estar preparados para enfrentar a la Fuerza de Choque.
La chica de la barricada lo podía ver también. Era jueves y el público era distinto al de unos días atrás, cuando se enfrentó a la policía antimotines.
[Chica]: Ahora mismo yo veo más gente mayor y niños que el mismo lunes. So, yo pienso que sería tan irresponsable de ellos empezar a tirar gases porque ahora mismo aquí… Actually, está más calmado que el mismo lunes.
[Luis]: Lo peor que podía pasar era que alguien finalmente perdiera la paciencia. Podría ser un manifestante que le tirara una botella a la Fuerza de Choque o quizás un policía nervioso que tirara una granada de gases sin provocación. Cualquier movida en falso podría resultar en una estampida violenta y eso podía dejar heridos, o algo mucho más grave.
A eso de las diez de la noche, el público le abrió paso a un grupo que estaba tratando de llegar a la barricada. Los chicos que estaban al lado mío los reconocieron enseguida.
[Hombre]: Nicky Jam, PJ Sinsuela, Calle 13. Todo el mundo.
[Luis]: Eran raperos, estrellas muy conocidas y queridas en Puerto Rico. Y al frente del grupo iba René Pérez, mejor conocido como Residente. Estaban tratando de llegar hasta la primera línea para hablarle al público.
Y aquí hay que mencionar que artistas como ellos habían tenido un rol muy importante en las protestas. Junto a Bad Bunny, la cantante iLe, Ricky Martin y varios otros, Residente había sido esencial para regar la voz de las manifestaciones y ayudar a que se hicieran masivas. Todos ellos habían hecho llamados a través de las redes sociales y luego se unieron a las protestas.
Ahora que parecía que el gobernador no iba a renunciar, Residente reapareció. Fue una intervención que evidentemente no estaba planificada. No tenía micrófono o parlantes, ni siquiera un altavoz. Aún así le habló a los manifestantes como pudo. Yo lo grabé desde mi esquina de la barricada.
[Residente]: Nosotros no queremos guerra, queremos paz. Pero si esos cabrones joden con nosotros… (público grita).
[Luis]: Era un mensaje para pedir que las protestas se mantuvieran pacíficas.
[Residente]: Nos vamos a manifestar pacíficamente, pacíficamente. El pueblo habló. El gobernador tiene que renunciar. Nos hizo esperar como diez horas el cabrón. Está jodiendo con nosotros.
[Luis]: Y también le pedía a los manifestantes que no bajaran la guardia.
[Manifestantes]: ¡Somos más y no tenemos miedo! ¡Somos más y no tenemos miedo! ¡Somos más y no tenemos miedo! ¡Somos más y no tenemos miedo!
[Luis]: Mientras los manifestantes retomaban las consignas, Residente se dio la vuelta para hablar con los policías que estaban del otro lado.
[Residente]: Piensen que hay niños ahí. Yo acabo de retratarme como con 400 niños. Aunque Ricardo Rosselló —que no le importa— les diga que tiren, ustedes no tienen que tirar
[Luis]: Y les pidió que piensen en los niños que estaban en el público antes de tirar gases lacrimógenos.
Unos minutos antes de que dieran las once de la noche, Residente se fue. Su participación había sido estratégica, una manera de atraer con su fama a las cámaras de televisión y de esa manera poner el foco en lo que estaba pasando frente a La Fortaleza. Y es que en ese momento la isla entera estaba pegada a las noticias en vivo, siguiendo cada acontecimiento de una noche que no parecía tener fin. Con su acercamiento a la barricada, Residente ponía las acciones de la policía bajo la lupa de la opinión pública.
Las once de la noche se había convertido en la mala hora de las protestas. En días anteriores, más o menos a esa hora comenzaban las movidas de la Fuerza de Choque contra los manifestantes. Los organizadores que estaban en la barricada lo sabían,y trataron de poner en marcha una nueva estrategia.
Una chica joven, otra manifestante de primera línea, le pidió a los demás que se sentaran, para convertir las protestas en un acto de desobediencia civil.
[Organizadora]: Los que estén conmigo y se quieran sentar conmigo en el piso para demostrar que venimos en paz y no en guerra.
[Luis]: Y entonces ocurrió lo que muchos se temían.
[Organizadora]: Que se sienten en el piso conmigo… (sonido de petardo).
[Luis]: Alguien —no se sabe si los manifestantes o la policía—, encendió un petardo, justo el tipo de incidente que había provocado un avance violento de la policía en días anteriores. Esta vez el público reaccionó de manera inmediata.
[Manifestantes]: ¡P’al piso! ¡P’al piso! ¡P’al piso! ¡P’al piso!
[Luis]: Y empezaron a pedir a coro que todos se sentaran. De momento, miles de manifestantes se agacharon. Era una oleada tras otra de personas sentándose.
[Manifestantes]: ¡Sién-ta-te! ¡Sién-ta-te!
[Organizadora]: Queremos hacer un minuto de silencio…
[Luis]: Pero era imposible que la escucharan. En un movimiento espontáneo como este, los organizadores no eran profesionales. Eran jóvenes que intentaban evitar lo peor. Ni siquiera contaban con un sistema de sonido.
[Voces]: ¡Shhhhhh!
[Organizadora]: Pasen el mensaje…
[Luis]: Unos minutos después finalmente apareció un altavoz.
[Organizadora]: Buenas noches, ¿me escuchan?
[Voces]: ¡Sí!
[Luis]: Y la organizadora siguió…
[Organizadora]: Estamos tratando de hacer un minuto de silencio por las víctimas de María. El minuto comienza ahora.
[Luis]: Hasta ese momento las protestas se habían definido por el sonido: de las consignas, del ritmo, de la música. El volumen era cada vez más alto, se sentía como una manera de lograr que se escuchara la furia y la indignación.
Este silencio era distinto. Se alimentaba de la tristeza y del dolor de pensar que miles de puertorriqueños murieron luego del huracán María, y que un mejor gobierno los hubiera podido ayudar.
Poco después se comenzó a regar la voz: la transmisión del mensaje del gobernador comenzaría en cualquier momento.
Y claro, el manejo de las comunicaciones oficiales había sido tan desastroso, que dudé de si realmente habría un mensaje.
Cuando vi a un grupo de manifestantes colocando parlantes gigantes entre la gente pensé que esta vez sí habría, finalmente, algún tipo de anuncio. Y entonces me entró otra duda: ¿y si no renunciaba?
¿Qué iba a pasar con tanta rabia concentrada frente a La Fortaleza?
A las 11:30 de la noche Ricky Rosselló finalmente dio la cara. Los manifestantes lo vieron aparecer en las pantallas de sus celulares, en los monitores que algunas cadenas de televisión habían puesto en la calle.
Se veía flaco y pálido, disminuído en una silla que le quedaba demasiado grande.
[Ricardo Rosselló]: Durante los pasados días, muchos de ustedes han estado ejerciendo su derecho a la libertad de expresión. El reclamo ha sido contundente y lo he recibido con el más alto grado de humildad.
[Luis]: Fue un mensaje extraño, que comenzó con un repaso del trabajo que había hecho en poco más de dos años como gobernador.
[Ricardo Rosselló]: Así, y contra todo pronóstico, logramos aprobar el primer plan fiscal y la política pública del plan para Puerto Rico.
[Luis]: Y así siguió por varios minutos.
Pensé lo peor. De momento se me ocurrió que estaba ofreciendo una lista de logros para luego anunciar que se quedaría como gobernador.
Hasta el final…
[Ricardo Rosselló]: Luego de escuchar el reclamo, hablar con mi familia, pensar en mis hijos y en oración, he tomado la siguiente decisión. Con desprendimiento, hoy les anuncio que estaré renunciando al puesto del gobernador, efectivo el viernes 2 de agosto… (gritos).
[Luis]: Renunció. Eso era lo único que la gente quería escuchar.
Nunca había visto una celebración como esa en Puerto Rico. La barricada estuvo a punto de caerse, no por la policía, sino por el peso de docenas y docenas de manifestantes que se trepaban para bailar y brincar.
Al lado mío, la chica que unas horas antes hablaba de rutas de escape y estrategias para seguir protestando, celebraba sin parar.
[Luis]: Oye, ¿qué tal?
[Chica]: ¿Qué?
[Luis]: ¿Cómo te sientes?
[Chica]: ¡Estoy tan y tan feliz que no es ni normal!
[Luis]: Lo que dice es: “Estoy tan feliz, que no es normal”.
Tenía razón. Los puertorriqueños llevamos tanto tiempo derrotados por la corrupción y la negligencia de nuestros gobernantes, que exigir un cambio parecía una causa perdida. Pero por lo menos en esa noche de verano algo grande se había logrado. Y finalmente había algo que celebrar en Puerto Rico.
[Daniel]: Ricardo Rosselló dejó La Fortaleza el 2 de agosto. Hubo una crisis constitucional después de su salida, y Puerto Rico tuvo tres gobernadores en menos de una semana.
Desde la renuncia ha surgido un movimiento de asambleas de pueblo, con gente que se reúne en toda la isla para discutir enmiendas a la Constitución.
Esta historia fue producida por Luis Trelles. Vive en San Juan. Gracias a Carla Minet, Directora Ejecutiva del Centro de Periodismo Investigativo de Puerto Rico, y a Laura Moscoso, Rígel Lugo, Sofía Gallisá y Yarimar Bonilla.
Este episodio fue editado por Camila Segura y por mí. El diseño de sonido es de Andrés Azpiri con música de Remy Lozano. Andrea López Cruzado hizo el fact checking.
El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Lisette Arévalo, Gabriela Brenes, Jorge Caraballo, Victoria Estrada, Miranda Mazariegos, Patrick Moseley, Laura Rojas Aponte, Barbara Sawhill, David Trujillo, Elsa Liliana Ulloa, Luis Fernando Vargas y Joseph Zárate. Carolina Guerrero es la CEO.
Radio Ambulante se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO.
Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.
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