Deambular

Todos vuelven, la historia del regreso de mi amiga Micaela al Perú, grabada para Radio Ambulante, es el relato de un fracaso. El fracaso, claro, no es de mi amiga Micaela, sino del Estado del bienestar, del capitalismo globalizado, del cacareado primer mundo. Forzada a volver a su país, tras intentar durante años establecerse en una España en crisis, la Micaela de Todos vuelven está de tránsito hacia otra vida posible. De mudanza en mudanza, de insatisfacción a insatisfacción, la pieza narraba su retorno y meses después, tras nuestro reencuentro en Lima, sus primeros y duros meses de lucha por instalarse en un lugar que creía perdido, para empezar de cero con todo en contra. Tres años después, los años que lleva Radio Ambulante en el aire, las cosas han cambiado mucho para Mica. Si ya al final de la historia me desconcertaba que Micaela estuviera pensando en mudarse otra vez, fuera de Lima, aunque dentro del Perú, volvería a sorprenderme y vencer mi escepticismo con su traslado a Arequipa, la segunda ciudad más importante del país. Después de mucho buscar, un empresario textil especializado en tejido de alpaca le ofreció trabajar en su equipo como diseñadora de su propia colección. Aunque no se estaba cumpliendo su sueño de fundar su compañía, la oportunidad era fantástica: tendría libertad creativa total. Le dieron todas las facilidades y pronto Micaela, Sergi y Maiku estaban viviendo en una bonita casa de la serranía peruana, desde su ventana podían ver las montañas y el verde de los campos, como Mica tanto quería. Y algo más, una vez al año dejaría atrás la provincia para pasearse por algunas de las ferias más importantes del sector, en París y Milán. Aunque el trabajo es duro, le absorbe muchísimo y a veces le quita tiempo para pasar con la familia, está feliz de poder realizarse como diseñadora. Yo también cambié mucho en esos tres años. Me mudé de ciudad, me cambié de trabajo. Y hoy estoy en una nueva metaformosis. No dejamos de movernos, no dejamos de cambiar, de deambular.

La voz. Me recuerdo en el estudio de grabación, con Daniel en la pantalla de Skype, recomendándome cambiar de tono, endulzar la voz, imprimiéndole entusiasmo en ciertos pasajes o tristeza en otros. Fue como actuar. El tiempo fue otro tema importante del proceso. Yo nunca había hecho una crónica sonora y lo de que el tiempo en la radio es escaso era para mí solo una frase hecha hasta que Daniel aterrizó en Barcelona y se dedicó a borrar las decenas de líneas demás que había escrito en el guión. Debía ser breve, esencial. Algo que me resultaba dificilísimo. Yo hasta entonces no había escrito ninguna crónica con menos de dos mil palabras. Fue un parto hacer un guión para apenas siete minutos de historia. La buena noticia es que no desperdicié todo ese material. Con él escribí la crónica que luego se publicó en la revista Anfibia con el título “Micaela volvió al Perú”. También las historias se mueven, mudan en diversas formas, se transforman en otra cosa. Pero aún me esperaba otra sorpresa. “Todos vuelven” se convirtió poco después en un cómic ilustrado por la artista Natacha Bustos y guionizado por mí, primero en la revista Cometa, en un número especial maravilloso de enorme formato dedicado al cómic periodístico. Gracias a esa oportunidad, la gente de la increíble revista francesa de periodismo narrativo XXI nos encargó ampliar a 30 páginas el cómic para su especial anual de cómic periodístico. Y ahora planeamos su transformación en libro, como una novela gráfica. Todos vuelven sigue en progreso y movimiento imparable.

Para escuchar la historia original de Todos vuelven haga clic aquí.

Texto por Gabriela Wiener

*Ilustraciones por Revista XXI, Natacha Bustos y Gabriela Wiener.