Los objetos que salvaríamos de la catástrofe
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¿Ya escucharon Welcome to the Jungle? Nuestro episodio de esta semana cuenta la historia de Alexis Figueroa, un coleccionista extremo, capaz de hacer lo impensable por conseguir el autógrafo de una celebridad. Pues bien, así como Alexis atesora miles de firmas, muchos de nosotros tenemos al menos un objeto significativo que guardamos con cariño. Al final del episodio les pedimos que nos mandaran una historia corta sobre ese objeto que atesoran, el primero que correrían a salvar en caso de una catástrofe. Compartimos con ustedes algunas de ellas.
1 – Roberto – La Gibson especial
2. Tania – Un pedazo de camiseta de Morrisey (y tiquetes de conciertos)
De la primera relación amorosa que tuve, guardé cada ticket de eventos a los que asistimos, fueran conciertos, cines, museos; también guardaba cada nota de consumo, todo me decía algo.
Esto fue lo que encontré, pero no necesariamente tienen que ver con la relación que menciono, son más bien una colección de tickets de eventos a los que asistí. Dejé de nutrirla con los años. El boleto solo que se ve a la derecha -el de Morrissey-, tiene encima un pedazo de la camisa que él usaba en ese día.
3. Natalia – La mochila azul
4. Álvaro – El autógrafo de Chomsky
5. Marita – La colección de CDs de jazz y música latina
Mi esposo es coleccionista de CDs de música latina y Jazz. Se molesta cuando escucho Spotify.?
6. Yuly – La púa que usaba mi papá
7. Isaac – La colección de Lego de mi infancia
8. Cristian – Una boleta firmada por Frank Black, de Pixies
9. Ale – Las libretas en blanco
10. Eva Vargas – Las fotos que perdimos en la inundación
Sé con certeza que lo más me dolería perder son las fotografías familiares. Y lo sé por experiencia. Hace cinco años la casa de mi madre fue afectada por inundaciones severas en Veracruz, México, la ciudad donde crecí. Mi madre, en frenesí, se abocó a rescatar su lavadora y secadora, nuevecitas en aquel entonces. Olvidó por completo las fotos de la familia, alojadas en la parte más baja de su librero. Cuando por fin abrió el aeropuerto y pude llegar a ayudarle, fue lo primero que busqué. Todo estaba perdido. No existen fotos de mis abuelos, ni de mi hermano, de nuestra infancia, de la juventud de mi propia madre. Nada. Todo se perdió –o quedó con marco de agua como en esa foto de mi boda– y me dejó un hueco enorme en el corazón. Ahora cuido con recelo las fotos de mi familia, las imprimo y hago backups de discos duros cuasi-neuróticamente.
11. Laura García – Las diapositivas de mi infancia
12. Edu – Una piedra dormida
13. Luis – El primer libro que amé
14. Édgar – Un CD de Ricardo Andrade
Bonus. Daniel Alarcón – La carta que me mandó Kapuściński
El primer objeto que salvaría de la catástrofe sería esta carta que me mandó Ryszard Kapuściński en 2005. Dos o tres autores me han cambiado la vida, él es uno de ellos.