El Cascajo – Transcripción

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[Carolina Guerrero]: Hola, soy Carolina Guerrero, directora ejecutiva de Radio Ambulante y hoy en Giving Tuesday quiero recordarte que tienes la oportunidad de garantizar nuestra sostenibilidad.

 

El 2020 ha estado lleno de retos, pero no dejamos que nada nos pare. A pesar de todo, lanzamos El hilo, nuestro nuevo podcast noticioso, y hemos sumado en total cerca de 70 nuevos episodios. Pero no es el número de episodios lo que más me enorgullece, sino las historias que hemos reportado. Cubriendo política y las secuelas del covid con El hilo y las historias sorprendentes y humanas que nos hacen reír cada semana y pensar con Radio Ambulante. 

 

También estamos organizando por primera vez el Radio Ambulante Fest, un mini festival de lujo con cinco eventos que raramente están disponibles en español. Es que no paramos. No queremos parar. 

 

Y este Giving Tuesday, lo voy a decir de frente: el futuro de Radio Ambulante Estudios también está en tus manos. Apóyanos hoy, en este día global para donar a las causas que valoras. Tú tienes el poder de garantizar nuestro trabajo y asegurar que oyentes como tú tengan cada semana historias y noticias que nos conectan como región. Necesitamos recoger 70,000 dólares antes de diciembre 31, ya llevamos 60 por ciento de esa meta. Por favor, ayúdanos a recoger lo que falta sumándote a nuestro programa de membresías, Deambulantes. Para donar, ve a radioambulante.org/deambulantes. ¡Mil gracias!

 

[Daniel Alarcón]: Bienvenidos a Radio Ambulante desde NPR. Soy Daniel Alarcón.

 

[Marino Morikawa]: El humedal El Cascajo, se puede decir, fue mi colegio, mi universidad, mi posgrado y mi vida entera.

 

[Daniel]: Él es Marino Morikawa. Es un científico peruano de 43 años. Creció en la provincia de Huaral, al norte de la ciudad de Lima. Y el humedal del que habla, El Cascajo o Santa Rosa, su nombre oficialquedaba a unos veinte minutos en carro desde su casa y a más o menos cien metros del mar. 

 

Por ser un humedal costero, las aguas del río que baja de la montaña y las del mar se filtran por debajo del suelo y crean un cuerpo de agua, como una laguna.

 

[Marino]: Mi padre, hijo de inmigrantes, tenía la cultura japonesa bien marcada, le gustaba bastante la pesca. Y todos los fines de semana me acuerdo que íbamos a pescar y por ende también, ¿no?, eso sí era familiar, íbamos a hacer los picnics allá, ¿no?, a pasar un momento agradable. 

 

[Daniel]: También iban su mamá y sus dos hermanas mayores. 

 

[Marino]: Pasamos momentos fabulosos de amor familiar. Íbamos al humedal, nos metíamos, nos bañábamos. De vez en cuando, llevábamos nuestra… nuestros botes inflables. Y bueno, en ese tiempo era un recuerdo fabuloso porque había una biodiversidad inmensa, hartas aves.

 

[Daniel]: Era un ecosistema muy diverso, con muchas especies de animales y plantas. En cuanto a las aves había gallaretas andinas, patos colorados, garzas huaco, cormoranes, flamencos andinos o parihuanas, como les dicen en Perú—. El tamaño de El Cascajo ha cambiado a lo largo de los años, sobre todo por la intervención humana, pero en total llegó a medir más de 280 hectáreas, que son unas 339 canchas grandes de fútbol. 

 

Y ahí fue donde a Marino, de seis o siete años, se le empezó a despertar una gran curiosidad por la biología, los ecosistemas, la naturaleza. 

 

Pero llegó la época del terrorismo en el Perú, y Marino y su familia se llenaron de miedo. Dejaron de ir al humedal a finales de los ochenta cuando el conflicto armado en el país se hizo cada vez más fuerte. Y esas imágenes tan bellas del humedal se quedaron en su memoria y en historias familiares.

 

No volvieron en más de veinte años. Hasta que Marino, mientras hacía un doctorado en bioindustrias en Japón, recibió una llamada de su papá. 

 

[Marino]: Y me dice: «Oye, ¿te acuerdas de El Cascajo?». “Sí”, le digo. «Bueno, no vas a creer que me fui a pescar y está totalmente perdido». 

 

[Daniel]: Perdido. Su papá le contó que había visto una contaminación impresionante. Por culpa de la agricultura y la urbanización descontrolada el humedal fue perdiendo su tamaño y ahora tiene un área de menos de 45 hectáreas. 

 

Marino no lo podía creer, tenía los mejores recuerdos de El Cascajo. Entonces aprovechó unas vacaciones en Perú en 2010 y le pidió a su papá que lo llevara. Quería ver con sus propios ojos lo que le había contado. 

 

[Marino]: Llegué y totalmente irreconocible. Tal y cual lo que mi padre mencionó: había una acumulación de basura de casi 30 años.

 

[Daniel]: Se había convertido en un basurero ilegal y ahí terminaban los desperdicios de varios pueblos de la zona. 

 

[Marino]: Más o menos eran 800 metros de largo, por 80 de ancho y 4 a 5 metros de profundidad de pura basura.

 

[Daniel]: También había criaderos en la zona de cerdos, cabras y vacas, y los desechos de estos animales se acumulaban en el humedal. Pero además, habían puesto un alcantarillado alrededor de El Cascajo. 

 

[Marino]: Ese alcantarillado, esa tubería lo… lo drenaba en la orilla del mar. Cuando venía el oleaje todas las piedras tapaban esa… esa salida de la tubería y todos los buzones reventaban y salía toda el agua residual. Y toda esa agua residual se iba al humedal.

 

[Daniel]: Ya no había aves, ni peces. Ni siquiera se veía el agua, porque estaba totalmente cubierta por unas plantas invasoras que se llaman lechugas de agua y que suelen crecer en estos sitios contaminados. Ese tapete de lechugas impedía que el agua se oxigenara. Y el olor… 

 

[Marino]: Olía mal, o sea era un olor nausea…. nauseabundo, ¿ya?, porque era agua… agua residual en época de verano. Y todo ese vapor, eh, generaba un mal olor, ¿no?, a todo el lugar. 

 

Cuando vi toda esa imagen desastrosa, salió algo… algo natural en mí de que me arrodillé, ¿ya?, y lo primero que hice fue pedir perdón por el mismo hecho de haberme descuidado de… de este hermoso recuerdo. 

 

[Daniel]: Luego vio a algunos niños de la zona caminar alejados del humedal.

 

[Marino]: Y dije: “No es justo que estos niños tengan que pasar por esto cuando yo pasé una infancia hermosa. No es justo que estos niños crezcan alrededor de un basural”. 

 

[Daniel]: Y en ese momento se le ocurrió algo que para cualquier otra persona quizás hubiese sido una locura. Que El Cascajo se podía revivir. Y que él mismo era el indicado para lograrlo.

 

Nuestro productor David Trujillo nos sigue contando.

 

[David Trujillo]: Para entender por qué esta idea de Marino no era completamente descabellada, debemos retroceder un poco y trazar su llegada a Japón.

 

Mucho antes de decidir que iba a salvar El Cascajo, y mucho antes de viajar a Japón, Marino estudió varias cosas en Perú, pero nada relacionado con el medioambiente. Luego se dedicó a asesorar industrias de alimentos y agrícolas en temas de control de calidad y ahí se dio cuenta de que muchas de estas empresas no trataban adecuadamente sus desechos. 

 

[Marino]: Estas industrias no contaban con una planta de tratamientos de agua residuales adecuadas, ¿no? Bueno, hasta el día de hoy muchas. Y drenaban todas sus aguas residuales ya sea a los ríos, acequias o… o directamente al mar.

 

[David]: Contaminaban y mucho. Con los residuos sólidos de la producción, que podían ser varias toneladas, lo que hacían era enterrarlos. 

 

[Marino]: Les decía: «Oye, ¿por qué lo entierras? ¿No lo puedes tratar?», «No, no, no, no te preocupes. Las bacterias o los bichos se los van a comer». Y obviamente generó mayor curiosidad de mi parte que comencé a investigar. Dije, no puede ser así, ¿no? ¿Por qué si se está contaminando?

 

[David]: Marino tenía claro que para ofrecer soluciones reales a estos problemas primero debía estudiar sobre el tema. Empezó a buscar opciones en Perú pero, según él, en esa época, a mediados de los 2000, las universidades del país no tenían alternativas tecnológicas. 

 

[Marino]: Era solamente teoría. Con teoría obviamente no iba a servir casi nada porque más que todo sirve para el conocimiento, pero para ejecutar una acción o solución, no te iba servir de nada. Dije entonces: “OK, vayamos a ver diversos países que te den esa alternativa tecnológica para brindar una solución al problema”. 

 

[David]: Así que se postuló a una beca que ofrecía el Ministerio de Educación de Japón. Se la ganó y así fue que terminó estudiando en la Universidad de Tsukuba en 2005. Tenía 28 años. 

 

[Marino]: Hice dos años de maestría, mi especialidad fue, eh, lo que es biosistemas, que en sí es la energía renovable. Luego, mi doctorado, me especialicé en lo que es bioindustrias: la especialidad fue, eh, lo que es tratamiento de aguas residuales de cualquier índole.

 

[David]: Como las que salen de las casas, las de los alcantarillados de las ciudades, las que están contaminadas con desechos mineros o hidrocarburos. Marino decidió que todo eso que aprendió en Japón, las tecnologías que conoció allá, las pondría en práctica en El Cascajo. 

 

Era un proyecto personal que lo motivaba mucho. Seguiría con sus estudios en Japón, pero quería empezar a demostrar que podía hacer algo por estos ecosistemas, así tuviera que estar viajando constantemente. Y bueno, también pensó que quizás, si le salía bien, por ahí podía ser el comienzo de una carrera. 

 

Pero no era tan fácil, tampoco. Para recuperar El Cascajo se necesitaban muchas cosas: mejorar la calidad del agua, recuperar la biodiversidad, convencer a la comunidad de la importancia de cuidarlo y lograr la voluntad política para garantizar su protección a futuro. Y, claro, cada factor tenía su grado de dificultad y sus metodologías propias. Si fallaba en uno, no podía seguir con el resto. 

 

En esas vacaciones de 2010, cuando viajó a Perú a ver lo que su papá le había contado, Marino empezó por hablar con el alcalde de Chancay, el distrito al que pertenece el humedal. 

 

[Marino]: Suerte nuestra de que el alcalde es amigo de la familia. Se llama Juan Álvarez Andrade. Bueno, de… de cariño le dicen “Juanelo”, entonces le digo: «Juanelo, ¿qué haces acá?», ¿no? Y felicitándolo, ¿no? «Mira, Juanelo”, le digo, “Este, quiero recuperar el humedal». Se sorprendió, ¿no?, abrió sus ojos grandes: «Pero no tenemos plata, por si acaso», me dice, ¿no?

 

[David]: Marino le dijo que no se preocupara por eso. Simplemente le pidió que lo dejara hacer su trabajo para demostrar que el humedal sí podía recuperarse. 

 

[Marino]: “Solamente dame un año nada más, Juanelo”, le digo, “dame un año. Si en ese año no logro hacer nada, me quedo callado, tomo mi avión y como que no pasó nada». «Ya, ya, no hay problema, pero está totalmente cochino». Le digo: «Yo voy a asumir con todos los gastos, si me pasa… gastos médicos si me pasa algo. Yo voy a cubrir con todos los equipo que voy a hacer. Pero solamente dame esta oportunidad». “Ya, no hay ningún problema”.

 

[David]: Con el permiso del alcalde, Marino empezó a planear un presupuesto. 

 

[Marino]: Gran parte ha sido por los pasajes. Un pasaje de Perú-Japón es caro. 

 

[David]: Y es que la idea que tenía Marino era estar viajando más o menos una vez al mes para estar unos días en el humedal y luego seguir con sus obligaciones en Japón. Eso significaba no menos de mil dólares al mes. Y claro, había otros gastos: 

 

[Marino]: Los alimentos, viáticos, el combustible. Y luego lo otro sí fue los materiales, eh, la tecnología en sí. 

 

[David]: La tecnología que planeaba usar para descontaminar el agua. Más adelante hablaremos en detalle sobre esto. Como fuera, Marino apenas tenía algunos cálculos en su cabeza de cuánto costaría su proyecto y la cifra era alta.

 

Así que empezó a buscar dinero.

 

[Marino]: Toqué más de diez puertas para pedir financiamiento, todas me las cerraron porque en ese tiempo decían: «Oye, ¿y qué ganamos con esto? Recuperamos, ¿pero yo qué voy a ganar?». «No, pues un marketing, reconocimiento de que cuidas el humedal». «No, no. No estamos interesados». 

 

[David]: Marino tuvo que recurrir a una última opción para salvar su plan. 

 

[Marino]: Y la cosa es que ya, pues no me quedaba de otra. Regresé a Japón, saqué todos mis ahorros, pedí préstamos bancarios y regresé al Perú. 

 

[David]: Ya en el humedal, Marino empezó a medir los comportamientos del viento y la cantidad de personas que pasaban por ahí.

 

[Marino]: Pasaban aproximadamente un tráfico de cien personas por día.

 

[David]: Era gente que vivía ahí y Marino sabía que eventualmente tenía que convencerla de que El Cascajo no tenía por qué seguir siendo una cloaca.

 

[Marino]: Necesitaba de que estas personas sean los guardianes del lugar. 

 

[David]: Trabajaba solo, desde las seis de la mañana hasta las ocho de la noche. Luego volvía a la casa de sus papás y a partir de esa hora se dedicaba a analizar los reportes que hacía y las muestras que iba recogiendo. 

 

Para focalizar su trabajo, Marino decidió dividir el humedal por sectores. 

 

[Marino]: Lo había divido en sector A1, A2, B1, B2, hasta la D1, D2: ocho sectores. Y le puse separaciones con… con bambú.

 

[David]: Luego empezó a sacar todas las lechugas de agua. Esa labor era completamente manual: llegaba al humedal, se ponía uno de esos trajes enterizos de pescador, botas de caucho…

 

[Marino]: Me metía al humedal, ¿ya? Llegaba hasta el lugar donde… donde me cubra el traje, ¿ya?, con guantes a acumular las lechugas y a empujarlas. 

 

[David]: Para llevarlas hasta la orilla. Marino llegaba hasta donde había más o menos un metro y medio de profundidad. Como en el fondo del agua hay lodo y sedimentos, el esfuerzo físico era grande: levantar el pie, dar un paso, sacar el otro, empujar las lechugas, avanzar con fuerza. 

 

[Marino]: Más o menos yo podía empujar aproximadamente, sin exagerarte, casi cien kilos de lechuga y empujar esos cien kilos. Claro… claro está que en el agua pesa menos, pero después, cuando ya llegaba a la orilla, diez lechugas pesarán como dos kilos, algo así. Agacharme, recoger la lechuga, pararme y tirarla. 

 

[David]: Tirarla fuera del agua. Luego con esa lechuga la idea era hacer abono orgánico y esparcirlo por las zonas áridas de la zona para que reverdecieran. Pero aunque sacaba y sacaba lechugas, parecían infinitas. Y todo esto lo hacía solo. Sin ayuda de nadie.

 

Pero además de las lechugas, Marino tenía que sacar basura sólida que ya se había sumergido. A veces encontraba cosas realmente asquerosas.

 

[Marino]: Había muchos criaderos y estos criadores, sobre todo de cerdos, cuando el cerdo se enfermaba lo metían en una bolsa de yute, ¿ya?, con una piedra y lo tiraban al humedal. Habré sacado más de 30 sacos de cerdos muertos del humedal. 

 

[David]: Cuando terminaba, se echaba alcohol en todo el cuerpo para desinfectarse. Y al otro día volvía a hacer lo mismo. 

 

OK, aquí hay que decir algo obvio. Lo que estaba haciendo Marino era extraño. Para los que vivían cerca de El Cascajo, era rarísimo. Nadie se metía así al humedal. Estaba sucio, contaminado y apestaba. Por supuesto que la gente que pasaba empezó a notar su presencia. 

 

[Marino]: Varias personas que llegaban aquí en Perú, bueno a todos los orientales les dicen chinos, ¿ya?«Oye, chino, sal de ahí. Te vas a enfermar».

 

[David]: Que si estaba loco, que no perdiera el tiempo. A Marino no le preocupaba eso, de hecho quería que a la gente le diera curiosidad lo que estaba haciendo. 

 

[Marino]: Esa era la reacción que yo esperaba, porque salía del humedal y les decía: «No, mira, esto del humedal es hermoso. Tenemos que trabajar en esto juntos, ¿qué te parece?». Me agarraban el hombro, me decían “suerte” y se iban, ¿no?

 

[David]: Se acuerda bien que al cuarto día de estar trabajando, pasó una señora con una bolsa. 

 

[Marino]: Y me dice: «Chinito, ven. Sal un ratito. Ven, te traje esto, un emoliente». 

 

[David]: El emoliente es una bebida a base de cebada con hierbas medicinales, limón y azúcar. 

 

[Marino]: Me dijo esto, ¿ah?: «Tú desde la mañana hasta la noche veo que no tomas ni comes nada». O sea, ah mira, ya hay personas que me están viendo y están viendo cómo trabajo.

 

[David]: Y que se estaban preocupando por él. Y así empezaron a llegar más personas a ofrecerle comida.

 

[Marino]: «Ven, vamos a comer juntos». Ah, mira, ya no… no… ya no dicen: “ten come”, “comamos juntos”, ¿no? Ya se están integrando a esto. Y así cuando nos sentábamos, claro, aceptaba la comida y les explicaba, ¿no?: “Oye, este en verdad es un humedal bonito”. Ya hubo una integración, ya todos sentados, me acuerdo. Ya yo después yo llevaba las bebidas, ¿no?

 

[David]: Al séptimo día de estar trabajando, Marino se quedó dormido, por todo el cansancio físico que venía acumulando, y llegó al humedal un poco más tarde de lo normal. 

 

[Marino]: Y me encuentro con la sorpresa de que cuando llego, todas las personas que saludaba, todas las personas que les hablaba, estaban metidos en el humedal sacando las lechugas. 

 

[David]: Estaban haciendo lo mismo que lo habían visto hacer durante esos días. No seguían los protocolos de seguridad necesarios, pero eso se solucionaba fácilmente. Ya Marino había logrado lo más difícil: convencerlos de lo importante que era limpiar el humedal. 

 

[Marino]: Fue emocionante. O sea, todos eran: «¡Eeeh, estamos contigo! ¡Vamos a recuperar todo juntos!». No soy de las personas que sacan lágrimas, pero sí fue emocionante ver todos y abrazarlos todos, ¿no? Y con fuerza.

 

[David]: En una semana, con esta ayuda, limpiaron una octava parte del humedal. O sea, el sector A1. 

 

Marino empezó preguntar en redes sociales si alguien quería ayudarlo a recuperar el humedal y ahí se les unieron cuatro amigos. El número de ayudantes variaba dependiendo del día. A veces eran decenas, otras veces eran solo esos cuatro amigos. Aun así, Marino les ofrecía alimentación y equipo de trabajo como botas, guantes y rastrillos. Bautizó al grupo como “Cascajo Team”.

 

[David]: Pero quitar las lechugas y la basura era solo una parte del proceso, quizás la más simple. 

 

[Marino]: Limpiar lo que uno ve es sencillo. Pero qué pasa con los componentes que no ves, ya sea componentes orgánicos, inorgánicos, bacterias. Eso tú no lo puedes limpiar con la mano. 

 

[David]: El agua de El Cascajo tenía la misma calidad de las aguas residuales. Y el tratamiento de esas aguas era lo que Marino estaba estudiando en Japón. Así que decidió que implementaría la tecnología que había conocido allá para estos procesos.

 

La tecnología se llama y yo sé que este nombre es complicadosistema de micronanoburbujas.

 

[Marino]: La mayoría de las herramientas lo conseguía en una ferretería, ¿ya? Porque allí utilicé, por ejemplo, una compresora de aire, una bomba de agua, eh, un generador eléctrico…

 

[David]: Y varias mangueras. Lo que hace este sistema es tomar el agua del lugar y el aire de la atmósfera, llenar el agua de burbujas y luego enviarla de vuelta al humedal. Pero no son cualquier tipo de burbujas.

 

[Marino]: El dispositivo sacaba hasta cuatro tipos de burbujas: las burbujas normales, las burbujas finas, las microburbujas y las nanoburbujas. 

 

[David]: Vamos por partes. Las burbujas normales son las que se ven en cualquier líquido, casi siempre en la superficie. Las finas son más pequeñas, como las de una gaseosa, y su tamaño es de aproximadamente 0,01 milímetros.

 

[Marino]: Y la microburbuja, ¿ya?, es seis veces más pequeña que la burbuja de la gaseosa. 

 

[David]: Y la nano es aún más pequeña. Microscópica. Eso en milímetros es cero, coma, muchísimos ceros, uno. Solo tienen que entender que son burbujas tan pequeñas que ni se ven. Y esto del tamaño es importante porque determina el tiempo que duran en el agua. Las burbujas normales y las finas, por ejemplo, suben más rápido a la superficie y ahí se estallan. 

 

[Marino]: La microburbuja, por ser de un tamaño microscópico, puede estar en el cuerpo líquido entre treinta a cuarenta minutos. La nanoburbuja puede estar entre tres a ocho horas en el cuerpo líquido. 

 

[David]: Pero además del tiempo en el agua, el tamaño de las nanoburbujas hace que generen un sistema electroestático que atrae microorganismos de su mismo tamaño. En pocas palabras, son imanes que atraen bacterias. 

 

Esto puede producir tres cosas. Primero, que las bacterias queden atrapadas como en una telaraña y terminen muriendo por falta de alimento o movilidad. Segundo, si las nanoburbujas estallan dentro del agua también estallan las bacterias, es decir, como una especie de bombitas microscópicas. Y tercero… 

 

[Marino]: ¿Qué pasa si esta na… nanoburbuja se suspende? 

 

[David]: Es decir, si sube a la superficie.

 

[Marino]: Como son… hay muchas bacterias allí, cuando llega… llega a la superficie, por interacción de la radiación solar, el viento u otros componentes, la bacteria se gasifica. 

 

[David]: Los otros tipos de burbujas que produce el sistema también tienen sus roles. 

 

[Marino]: La micro y las burbujas finas, aparte de que ayudan a una oxigenación del agua, ayudan también, gracias a esa oxigenación, a hacer… cambiar el comportamiento de las bacterias o componentes orgánicos. Las burbujas normales eran simplemente un tema de oxigenación. 

 

[David]: Pero el problema con este sistema de micronanoburbujas es que puede generar un efecto negativo en el cuerpo de agua. 

 

[Marino]: En pocas palabras, estamos eliminando también las bacterias buenas del lugar. Por eso es que todo esto se tiene que basar con estudios científicos y con las pruebas que uno tiene que ir realizando. 

 

[David]: Para así saber por cuánto tiempo se puede aplicar la tecnología y cómo puede evitarse cualquier tipo de daño colateral. Por eso, gracias a las pruebas que hizo Marino en la primera semana, decidió poner el sistema durante diez horas al día en varios puntos.

 

Además de eso, diseñó unos biofiltros en cerámica que también instalaba en cada sector. Con ellos capturaba bacterias buenas y las protegía de las nanoburbujas para luego devolverlas al humedal. Estos dispositivos también absorbían componentes inorgánicos que el sistema no podía tratar. 

 

[Marino]: Habíamos diseñado unos flotadores, a… a partir de los tubos de PVC. Instalamos allí los dispositivos, en el tubo de PVC. Nos metíamos al humedal hasta donde llegaba la manguera, ¿no? Porque había que tener la entrada de agua y de aire. Llegamos al punto y dejamos un ancla para que esté estático, y nos retirábamos. Prendíamos el… el generador de corriente para que pueda funcionar la bomba de agua y la compresora de aire. 

 

[David]: Ahora se utilizan otro tipo de tecnologías para limpiar los cuerpos de agua naturales, pero en ese momento, según Marino, a principios de la década del 2010.

 

[Marino]: Me consideraron que fui el primer… la primera persona que utiliza la nanotecnología para recuperar los cuerpos de agua en el mundo. 

 

[David]: Todos los días Marino tomaba muestras del agua para saber cómo evolucionaba. Sabía que su sistema funcionaba, ya lo había puesto a prueba en el laboratorio, pero de lo que no estaba seguro era del tiempo que tardaría en mostrar resultados. El día 15…

 

[Marino]: Saqué unas muestras, ¿ya?, y las llevé… llevé al laboratorio. Y el resultado fue fenomenal. Había… había reducido más del cincuenta por ciento de la carga contaminante. 

 

[David]: El hecho de que estuviera funcionando, no significaba que los cambios se fueran a ver a simple vista. Y eso era un reto, sobre todo pensando en los residentes. Sentía la necesidad de mostrarles algún progreso tangible. 

 

[Marino]: Lo que sí pensaba era: ¿qué tengo que hacer para avanzar más rápido?, ¿de qué manera puedo impulsar o contagiar a las personas ese apoyo para poder seguir avanzado? Para que se recupere más rápido o pueda tener conciencia ambiental hacia las demás personas. 

 

[David]: Porque más allá de descontaminar el humedal, una de las cosas más importantes era persuadir a la gente de cuidarlo. Este es uno de los factores que garantiza que el trabajo no va a ser en vano. Afortunadamente la noticia de la recuperación de El Cascajo empezó a aparecer en los medios locales. 

 

(SOUNDBITE DE NOTICIERO)

 

[Periodista]: El doctor Marino Morikawa, especialista en medioambiente y con posgrado en Japón, está realizando el trabajo de restauración y purificación del agua en los humedales de Santa Rosa. 

 

[David]: También empezaron a entrevistarlo.

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA)

 

[Periodista]: Y el trabajo que vienen realizando sin duda va a emplear mucha gente.

 

[Marino]: Se necesita mucha gente, ¿no? Ahora solamente, como usted ve, solamente somos cinco personas y con cinco personas ya se ha avanzado lo que usted ve allí. Obviamente necesitamos personal, ¿no? Y si hay gente voluntaria que nos quiere apoyar son bienvenidos.

 

[David]: Y este llamado funcionó. Empezaron a llegar personas. Muchas. Ahora el número de ayudantes podía llegar a cien por día y eso aceleraba muchísimo el trabajo.

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA)

 

[Periodista]: Estamos apreciando que Marino Morikawa ha logrado convocar a jóvenes de universidades, y así mismo también de la localidad. 

 

[David]: Pero también de otras zonas. Esta es una de las ayudantes que entrevistaron durante una jornada de limpieza.

 

(SOUNDBITE NOTICIERO)

 

[Periodista]: ¿De qué parte viene usted?

 

[Mujer]: De Lima.

 

[Periodista]: Y viene con los niños, ¿no?

 

[Mujer]: Sí, ellos participan. Somos de Comando Ecológico y ellos participan también. 

 

[Periodista]: ¿Cómo así usted se enteró usted del llamado?

 

[Mujer]: Por el Face.

 

[David]: También se enteraban por medios nacionales.

 

(SOUNDBITE DE NOTICIERO)

 

[Hombre]: Nos enteramos por el periódico el… ayer, ¿no?

 

[Niño]: Publimetro, sí.

 

[Hombre]: …el viernes, y no esperamos nada y… y nos vinimos temprano hoy día. 

 

[Periodista]: ¿Desde qué hora están acá?

 

[Hombre]: Desde las nueve.

 

[Periodista]: ¿Conocían a Marino Morikawa?

 

[Hombre]: Eh, no. Solamente por el Publimetro, así que a ayudar ¿no?

 

[David]: Marino vivía entre Perú y Japón. Cada mes viajaba al humedal a trabajar durante algunos días, y luego volvía a Tsukuba en Japón, para seguir con sus obligaciones en la universidad. El Cascajo Team cada vez se consolidaba más. Eran varias personas que se turnaban para seguir limpiando mientras él estaba lejos. 

 

El humedal progresaba lentamente. 

 

Pero un día de enero del 2013 recibió una llamada de uno de sus ayudantes. 

 

[Marino]: Y me dice: «Te cuento una noticia”, me dice. “Te cuento que el humedal se ha vuelto blanco». 

 

[David]: Blanco. Marino no entendía bien. 

 

[Marino]: Pero me asusté. 

 

[David]: Blanco no era el color que debía tener el humedal. El agua, cuando se recogía, debía tener un poco de sedimentos, pero nunca debería ser blanca. Pensó que algo de su sistema tenía que estar fallando. Él llevaba algunos días sin ir y tal vez alguien, con buenas intenciones, pero sin conocimiento del tema, le había echado lejía o cloro o desinfectante. Eso dañaría el agua. 

 

Se preocupó. Pensaba en todo el tiempo, el esfuerzo físico y mental que le había invertido al proyecto. En todas las ganas que había despertado en la gente para recuperar el humedal. En los daños a la biodiversidad que podría desencadenar algo así.

 

Pero también pensaba en la plata. 

 

[Marino]: Yo pasaba obviamente por un estrés, ¿no? Porque obviamente sacaba… había… había sacado un monto fuerte de… de dinero. Un préstamo. Cómo pagarlo pues, ¿no?

 

[David]: Con esa noticia, todo terminaría yéndose a la basura. 

 

La llamada fue muy breve. Marino no pidió explicaciones, su reacción fue inmediata.

 

[Marino]: Colgué el teléfono, compré el pasaje y al día… al día siguiente volé a Perú.

 

[Daniel]: Quería ver con sus propios ojos la magnitud del daño y saber si tenía solución. 

 

Una pausa y volvemos. 

 

[Up First]: Mientras dormías, un montón de noticias estaban pasando alrededor del mundo. Up First es el podcast de NPR que te mantiene informado sobre los grandes acontecimientos en un corto tiempo. Comparte 10 minutos de tu día con Up First, desde NPR, de lunes a viernes. 

 

[Daniel]: Hola ambulantes, ¿ya se registraron para el Radio Ambulante Fest? La serie de conversaciones con pioneros del podcast empezará este jueves con Nadia Reiman, productora del episodio de This American Life que ganó el primer Pulitzer en audio. Hay bastantes eventos chéveres como parte del Fest, incluyendo talleres, clubes de escucha y más conversaciones. Puedes ver todo el cronograma en radioambulante.org/fest. 

 

Bienvenidos de vuelta a Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón.

 

Antes de la pausa, Marino Morikawa había invertido todos sus ahorros y gran parte de su tiempo en recuperar El Cascajo. Pero en 2013, mientras estaba en Japón, uno de sus ayudantes lo llamó para decirle que el humedal estaba blanco. 

 

Marino no sabía qué tan grande podía ser el problema y mucho menos cuánto tiempo le iba a tomar arreglarlo. Tal vez, incluso, tendría que cambiar su estrategia de recuperación y eso no entraba en su presupuesto. No lo pensó dos veces y viajó a Perú. 

 

Pero la sorpresa que se llevó fue más grande de lo que esperaba.

 

David Trujillo nos sigue contando. 

 

[David]: Marino llegó a Perú y casi de inmediato se fue para El Cascajo. Durante todo el viaje se había imaginado lo peor.

 

[Marino]: Hubiera sido inteligente de mi parte pedir explicaciones. 

 

[David]: Porque cuando llegó ese color blanco que estaba viendo no era por el cloro.

 

[Marino]: Nada que ver. El humedal estaba blanco porque más del sesenta, sesenta y cinco por ciento del humedal estaba cubierto de aves migratorias. Era una sábana blanca. 

 

[David]: Aves migratorias. Una especie que se llama gaviota de Franklin. Pasaron volando en su ruta desde Canadá y Estados Unidos hacia el sur del continente, vieron el espejo de agua del humedal recuperado y les pareció un buen punto de descanso.

 

Era un gran indicio.

 

[Marino]: Dije guau, este esfuerzo sí está valiendo la pena. La flora y fauna son indicadores de la calidad que debe tener un humedal. 

 

[David]: No se había recuperado completamente, pero era evidente que iba por buen camino. 

 

[Marino]: Cuando comenzaba a ver cómo volaban y se forman esas… esas bandadas de aves y forman unas… un… Hacen un espectáculo fabuloso, ¿no?

 

[David]: Y, claro, se sintió aliviado.

 

[Marino]: Cada ave que está acá es el importe monetario que he podido invertir. O sea, lo to… lo hice como una analogía para no sentir ese estrés que me estaba afectando bastante. Y con mucha más fuerza decidí dedicarme.

 

[David]: Al ver tan buenos resultados, se unieron organizaciones al proyecto. Incluso Coca-Cola decidió apoyar la iniciativa, y con NatGeo hicieron un programa contando el proceso de recuperación de El Cascajo. 

 

Para ese año, 2013, Marino y el Cascajo Team, según él, lograron recuperar alrededor del 95 por ciento del humedal. 

 

[Marino]: Y el otro… el segundo regalo de la vida fue que llegaron los flamencos. 

 

[David]: En Perú le dicen pitucas a las personas de clase alta, que siempre buscan las condiciones más cómodas y privilegiadas. 

 

[Marino]: Y yo les digo a los flamingos, flamencos, aves pitucas porque no… Estas aves no se posan en lugares que están sucios o están con una temperatura alta. Y han estado allí, hasta su lomo, nadando. O sea, es un indicador de que la calidad del agua del humedal ha sido apta para estos… estas aves pitucas. 

 

[David]: La recuperación casi total de El Cascajo llevó a que desde 2012 el Congreso de la República del Perú le hiciera varios reconocimientos. Después vendrían otros por parte de diferentes instituciones. Luego, el Consejo Nacional de Ciencia Tecnología e Innovación Tecnológica escogió a Marino como uno de los tres mejores científicos del país en 2014. 

 

Gracias a todo lo que aprendió allí sobre el comportamiento de la naturaleza y la aplicación de la tecnología, Marino empezó a trabajar desde su universidad en Japón en proyectos similares en varias partes del mundo. 

 

[Marino]: Pudimos aportar en la recuperación de más de treinta hábitats naturales. Ya sea en China, Corea, África del Norte, ¿no? Aportar también investigaciones en Estados Unidos.

 

[David]: O sea, el éxito. 

 

Bueno, no exactamente. Si bien se había recuperado El Cascajo casi por completo, faltaba un detalle que garantizaría que el trabajo haya valido la pena: que las autoridades políticas de la zona se comprometieran a proteger ese progreso. 

 

[Marino]: Hice un manual de ello y ese manual se lo entregué a la municipalidad para que se haga cargo. 

 

[David]: Sin embargo, no todo el mundo estaba de acuerdo con la gestión de la alcaldía de Juan Álvarez, la misma que le dio el permiso a Marino, con respecto a El Cascajo. 

 

Por esa misma época, en el 2013, se creó el Comité de Vigilancia Ambiental del humedal. Empezó como una iniciativa ciudadana, porque según su coordinador, William Jurado, no confiaban en la administración de Álvarez. 

 

William ha estado involucrado con temas ambientales y el humedal desde hace varios años. Para él, esa zona llegó a tales niveles de contaminación, por el descuido del alcalde Álvarez antes de que llegara Marino. 

 

Este es William. 

 

[William Jurado]: Él fue el que abandonó el humedal, no hizo nada. Los vecinos del pueblo solicitaron justamente al gobierno regional, que es un gobierno superior, para que participe en la conservación. 

 

[David]: En la conservación del humedal. El gobierno regional decidió unirse a la iniciativa y empezó a hacer reuniones con la gente y talleres al respecto. De ahí resultó el Comité: serían los mismos ciudadanos quienes se encargarían de vigilar esa conservación. 

 

El Comité empezó con más o menos quince voluntarios. Lo primero que hicieron fue enfocarse en el cuidado del entorno del humedal, en las partes secas: recogían la basura que botaban en esas zonas, vigilaban que la gente no arrojara escombros y otros materiales de construcción.

 

En ese momento, Marino llevaba tres años trabajando en la recuperación de la laguna.

 

[William]: Y él comenzó a trabajar este tema justamente, antes que nosotros. Cuando nosotros nos formamos ya él estaba ahí. Y conversamos con él, yo personalmente conversé con él para tener una reunión y hacer un trabajo concertado. Es decir, apoyar lo que él hacía, ¿no?, y hacer un trabajo conjunto.

 

[David]: Pero, según William, Marino no aceptó. 

 

[William]: Nunca pudimos tener una reunión con él. El alcalde de ese tiempo tenía algunos problemas con nosotros.

 

[David]: Por las críticas constantes que le hacían a su administración y el descuido del humedal.

 

[William]: Cuando salimos nosotros como institución ya reconocida, el alcalde de ese tiempo lo vio mal, ¿no?, y lo apoyó justamente a… a Marino Morikawa y sus actividades, ¿no? 

 

[David]: Y eso, según William, hizo que no pudieran trabajar juntos.

 

La discusión de Marino con el Comité empezó por algo que parece insignificante: el nombre del humedal. William insiste en que el nombre oficial es Santa Rosa.

 

[William]: Porque todos los documentos de gestión, las ordenanzas municipales, regionales, las más antiguas, las más recientes, los libros, vas a encontrar como humedal Santa Rosa. Y fue un debate tremendo, y nosotros tuvimos que debatir en consejos municipales, ¿no?, para que no se cambie el nombre porque él lo pedía. 

 

[David]: Marino lo pedía porque nunca estuvo de acuerdo con que lo llamaran Santa Rosa.

 

[Marino]: Aquí en Perú, bueno, existe cierta, este, amor hacia los santos. Le llamo el humedal El Cascajo, ¿por qué? Me baso por su historia y su geografía. Es la playa de El Cascajo, al costado hay un cerro de El Cascajo y para llegar le llaman bajada de El Cascajo, ¿cómo se tiene que llamar el humedal? Bueno, Cascajo, ¿no? (risas).

 

[David]: Pero para William, el nombre El Cascajo forma parte de una estrategia de mercadeo. Como Marino le decía así desde que era niño y la historia familiar fue tan importante para promocionar su actividad de recuperación, quería asegurarse de que ese fuera su nombre oficial. 

 

[William]: El tema de Morikawa para nosotros es una persona que ha contado un cuento, que promociona y es un… marketea muy bien. Y que a partir de eso obtuvo una serie de premios y financiamientos. 

 

[David]: Y sí, William acepta que Marino puede hacer lo que quiera con su trabajo y buscar dinero por eso. Eso no lo critican.

 

[William]: Cuando ya habló de ciertas cosas que no eran correctas del humedal, ahí nosotros dijimos no. 

 

[David]: William se refiere a que cuando Marino, desde 2012, empezó a recibir reconocimientos por su trabajo en el humedal, hablaba de la recuperación casi total del ecosistema. Pero, según el Comité, eso no es cierto, así que decidieron criticar públicamente lo que había hecho.

 

Dijeron, por ejemplo, que el humedal no era una cloaca cuando Marino llegó y que, según estudios de expertos, ya había varias especies de aves. La contaminación por las aguas residuales era clarísima, pero fue algo que el sistema de micronanoburbujas de Marino no solucionó. 

 

Según las muestras que tomaron, el agua seguía contaminada y las lechugas no paraban de crecer. Además, como Marino no ha hecho ninguna publicación científica al respecto, no se ha podido confirmar la efectividad de la tecnología. 

 

Marino nunca los ha desmentido públicamente y tampoco los ha denunciado penalmente por difamación. Le preguntamos sobre estas acusaciones, pero nos dijo que prefiere no hablar al respecto y menos cuando se trata de personas que han venido atacándolo. 

 

Pero como sea, Marino nos dijo que desde el principio vio la creación del Comité como una estrategia política.

 

[Marino]: Fue, me acuerdo que… elecciones de alcaldías y de gobierno regional. Todos metían… Cuando ya vieron de que mediáticamente es rentable, todos comenzaron a decir: «Tenemos que recuperar», «Yo sí voy a recuperar el humedal», todas esas cosas. 

 

[David]: Y por eso se negó a reunirse con ellos.

 

[Marino]: Porque obviamente no iba a permitir de que politicen el lugar. No iba a permitir de que gente extraña sin preparación quiera meter, como decimos en Perú, quieran meter su cuchara sin saber nada. Y comenzaron a… a meterse, ¿no? (risa) y politizar el lugar. Bueno, yo estuve en contra de eso. Bueno, ge… generé cierta antipatía.

 

[David]: Prefirió no darle importancia a una discusión que, para él, solo tenía intenciones políticas. Lo que ha hecho en sus conferencias y entrevistas es mostrar fotos del humedal cuando llegó: se ve cubierto completamente de lechugas, hay cerdos dentro de la laguna y mucha basura alrededor. 

 

En cuanto a las aves, ha asegurado que efectivamente hay estudios previos sobre eso. Que cuando él llegó había aproximadamente cinco especies. Pero eso tampoco niega el hecho de que las gaviotas de Franklin hayan querido descansar ahí al ver el espejo de agua. 

 

Y, bueno, con respecto al sistema de micronanoburbujeo ha recibido premios por eso y comentarios positivos de algunos científicos e ingenieros.

 

Solo en 2014, cuando el Comité lo acusó de apoyar los intereses de un megapuerto que planean construir en la zona, decidió dar declaraciones públicas al respecto. 

 

Este es Marino en una rueda de prensa que dio para hablar sobre ese tema. 

 

(SOUNDBITE DE RUEDA DE PRENSA)

 

[Marino]: Han estado diciendo que hay una correlación o una identidad de Marino Morikawa que está con el TPCH.

 

[David]: TPCH, Terminales Portuarios Chancay, la empresa operadora del megapuerto que involucra a una de las mineras más grandes del Perú y una empresa naviera china. Según el Comité, Marino seguía los intereses del TPCH y se negaba a tomar acciones para proteger legalmente el humedal y evitar el daño ambiental que el megapuerto tendría sobre el lugar.

 

(SOUNDBITE DE RUEDA DE PRENSA)

 

[Marino]: Se está diciendo mucho eso, lo cual, sinceramente les voy a decir que eso lo voy a negar, ¿ya? Porque son… son apreciaciones de otras personas que no conocen el trabajo y me quieren ligar a una empresa que no conozco. 

 

[David]: En esa misma rueda de prensa también fue enfático en aclarar cuál había sido su posición frente al proyecto que se había planteado. 

 

(SOUNDBITE DE RUEDA DE PRENSA)

 

[Marino]: El primer, eh, perfil que sacó el TPCH fue pasar una carretera por la playa El Cascajo, no sé si recuerdan ustedes. ¿Quién fue la persona que dijo “no” e invalidó esa idea? La persona que está sentada en frente de ustedes. 

 

[David]: Explicó que él mismo había ido a las autoridades ambientales para alertarlas sobre el daño ecológico que causaría esa carretera. Y que, finalmente, la empresa desistió por temas de inestabilidad del suelo. 

 

Aclaró que le había solicitado al TPCH su Expediente de Impacto Ambiental para saber exactamente si afectaría o no a El Cascajo, pero que hasta ese momento no habían querido entregárselo ni a él ni a la entidad que se encarga de dar las certificaciones ambientales en el Perú. 

 

(SOUNDBITE DE RUEDA DE PRENSA)

 

[Marino]: Si me presentan ese proyecto, no duden que voy a leer hasta la última coma. Incluso tengo en el grupo… tenemos tres abogados ambientalistas

 

[David]: Y que si encontraban algo que pudiera afectar el humedal él sería el primero en exigir todos los procedimientos adecuados para evitar que se contamine nuevamente. Hasta ese momento, basándose solamente en los planos que había publicado TPCH en Internet…

 

(SOUNDBITE DE RUEDA DE PRENSA)

 

[Marino]: Hasta donde yo tengo visto, no va a afectar para nada en lo que a mí me corresponde: en la contaminación del agua y la biodiversidad. ¿Se va a perder El Cascajo? No se va a perder nunca porque yo soy el primero que va a estar parado ahí. 

 

[David]: En 2015, Marino hizo una donación a Chancay de indumentaria y herramientas de trabajo necesarias, no solo para el mantenimiento de El Cascajo, sino de otros humedales en la zona. Pero por esa misma época decidió alejarse de todas las discusiones relacionadas con el humedal y seguir con otros proyectos. 

 

Según el Comité, ahora son ellos quienes se encargan voluntariamente del cuidado del humedal. Hasta el momento no hay pruebas que involucren a Marino con el megapuerto. El coordinador, William Jurado, acepta que fue Marino el primero que empezó la limpieza del humedal, y que gracias a esa limpieza, después de varios años de tener una laguna verde por la lechuga, pudieron ver el espejo de agua. 

 

En este momento aun falta solucionar los problemas de la contaminación, de aguas residuales que siguen llegando a la laguna, de basura que todavía botan alrededor del humedal. Problemas que han hecho que la lechuga vuelva a crecer y a tapar el agua.

 

Marino sabe eso.

 

[Marino]: Solamente que ahorita no nos conviene entrar a recuperarlo porque está un poco político y cualquier cosa que haga lo pueden tomar a mal. Prefiero de que… tener una conversación con el… con la nueva autoridad y decirles, “¿quieren nuestro apoyo?” O recibir una carta de invitación por parte de ellos.

 

[David]: No cierra del todo la posibilidad.

 

[Marino]: Obviamente que nos causa cierta indignación, pero tratamos de no ser tan negativos, ¿no? Porque si nos llaman nuevamente a recuperar el humedal, ahora el humedal con toda la tecnología que tenemos, así esté lleno totalmente de lechugas, lo podemos recuperar en menos de tres meses. 

 

[David]: Y es que, como ya lo mencionamos, su experiencia en recuperación de hábitats naturales ha aumentado muchísimo desde entonces.

 

Ese mismo año, 2015, terminó sus estudios en Japón y volvió de manera permanente al Perú para poner en práctica lo que había aprendido. En 2017 creó la empresa TTT Grupo Morikawa, para dedicarse a proyectos de descontaminación de cuerpos líquidos, del aire y de suelos. 

 

Como tantas cosas en Perú, y como tantos casos de daño ecológico, el caso de El Cascajo, o el humedal de Santa Rosa, es complicado. O sea, se recuperó y volvió a contaminarse, o quizás nunca se recuperó del todo, dependiendo de a quién le creas. Lo que sí es cierto es que las lechugas han vuelto a tapar la mayoría de la laguna. 

 

Sin embargo, desde hace un tiempo varias organizaciones ambientalistas buscaban que lo declararan Área de Conservación Ambiental. Eso haría que tuviera una protección estricta y especial a nivel nacional. Además, obligaría al gobierno local a recuperarlo con recursos públicos.

 

La buena noticia es que en septiembre de 2020 se logró. Ahora que es un Área de Conservación Ambiental va ser mucho más difícil que cualquier persona o empresa, ya sea un megapuerto, un acueducto o un criadero, acabe con el humedal. 

 

[Daniel]: Entre los proyectos de Marino en Perú está la recuperación del humedal Pacucha en Andahuaylas y el oasis de la Huacachina en Ica. En 2017, junto a su equipo, hizo el Reto Quince Titicaca, un proyecto para recuperar la zona más contaminada de la bahía interior de Puno en el lago Titicaca. En quince días mostraron resultados positivos y su intención fue comprobarle a las autoridades que sí es posible lograr la recuperación completa del lago. 

 

Aparte de eso tiene proyectos en México y en Paraguay, donde planea descontaminar el lago Ypacaraí. 

 

David Trujillo es productor de Radio Ambulante. Vive en Bogotá.

 

Esta historia fue editada por Camila Segura y por mí. El diseño de sonido es de Andres Azpiri y Remy Lozano, con música de Remy. Andrea López Cruzado hizo el fact-checking

 

Queremos agradecer a Joseph Zárate por su gran ayuda en esta historia. 

 

El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Paola Alean, Lisette Arévalo, Jorge Caraballo, Aneris Casassus, Victoria Estrada, Xochitl Fabián, Miranda Mazariegos, Barbara Sawhill, Elsa Liliana Ulloa y Desirée Yépez. 

 

Fernanda Guzmán es nuestra pasante editorial. 

 

Carolina Guerrero es la CEO.

 

Radio Ambulante es un podcast de Radio Ambulante Estudios, y se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO. 

 

Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.

 

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Créditos

PRODUCCIÓN 
David Trujillo


EDICIÓN
Camila Segura y Daniel Alarcón


DISEÑO DE SONIDO 
Andrés Azpiri y Rémy Lozano


MÚSICA
Rémy Lozano


VERIFICACIÓN DE DATOS Y HECHOS
Andrea López-Cruzado


ILUSTRACIÓN
Yael Frankel


PAÍS
Perú


PUBLICADO EN
11/30/2020

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