El día de las buenas noticias | Transcripción

El día de las buenas noticias | Transcripción

COMPARTIR

[Daniel Alarcón]: Si escuchas Radio Ambulante o El Hilo, probablemente ya sabrás que una de nuestras obsesiones es la política. En Latinoamérica, pero también en Estados Unidos, donde la elección presidencial de este año no sólo es una de las más cruciales de la historia, pero también está reñidísima. Hay muchísimo en juego y el resultado lo decidirán unos cuantos estados. 

Esta vez hay más de 36 millones de latinos elegibles para votar, y para entenderlos mejor, junto a nuestros aliados de Noticias Telemundo, decidimos crear una nueva serie: El Péndulo. Acompañaremos al periodista Julio Vaqueiro a cinco estados decisivos: Pensilvania, Florida, Nevada, Arizona y Carolina del Norte. Escucha El Péndulo: Voto latino 2024, un podcast de Noticias Telemundo y Radio Ambulante Studios. Búscalo en nuestro canal de series Central, disponible en iHeart Radio o en tu aplicación de podcasts favorita.

Esto es Radio Ambulante, soy Daniel Alarcón.

[Dial up] 

Dependiendo de tu edad es posible que recuerdes este sonido:

[Sonido del módem]

[Daniel]: Hacia finales de los ‘90 el internet comenzaba a llegar, poco a poco, a miles de hogares en todo el mundo. Pero para navegar por esas primeras páginas, blogs y chats era necesario usar la línea telefónica. Y ese ruido tan particular salía del teléfono mientras los usuarios se conectaban a la red. 

Y conectarse en esa época era costoso. En Brasil, por ejemplo, además del tiempo que facturaban las compañías telefónicas por cada minuto, había que pagar un servicio de conexión, como una membresía. 

[Leão Serva]: Era una cosa muy cara y sólo los ricos podían tenerla, ¿no?

[Daniel]: Este es Leão Serva. Lleva unos 40 años trabajando de periodista. Actualmente vive en Londres y es director internacional de TV Cultura, un canal de televisión brasileño. También trabajó en varios periódicos de Brasil como editor, director y corresponsal.

[Leão]: En los años ‘90 trabajé como corresponsal de guerra en Europa. En Bosnia, Croacia y Serbia. 

[Daniel]: Pero en el cambio de milenio, Leão se involucró en otro tipo de proyecto. Uno que prometía revolucionar el uso de Internet en Brasil. Se llamaba iG. 

[Leão]: Internet gratis. iG. 

[Daniel]: O «igui», como se dice en Brasil.

El iG iba a ser, al mismo tiempo, un servicio de conexión gratuita y un portal. Es decir que los usuarios ya no necesitarían pagar una suscripción de internet.

[Leão]: La persona pagaba solamente su cuenta telefónica. 

[Daniel]: Las dueñas de iG eran dos compañías telefónicas. Así que lo que les importaba, realmente, era que las líneas estuvieran ocupadas. Cuanto más interesante fuera el contenido del sitio, más tiempo las personas se quedarían «enganchadas» en la línea y más dinero le entraría a iG.

Leão estuvo trabajando durante varios meses en el desarrollo del proyecto hasta que el 9 de enero de 2000 se lanzó oficialmente el sitio. 

[Leão]: Entonces, de pronto, un millón de personas empezó a usar algo que no utilizaban antes.

[Daniel]: Rápidamente iG se convirtió en uno de los mayores portales de Brasil. El fuerte era su página de noticias llamada «Último segundo», de la que Leão era el director. Él recuerda que en tan solo un año pasaron de ser 18 a 120 periodistas en el equipo. 

[Leão]: Empezamos a publicar 1.440 noticias por día, una por minuto. Y esto fue una cosa muy, muy poderosa, ¿no? Cuando mirabas la pantalla venían las noticias todo el tiempo. Era posible ver la entrada de una nueva noticia cada minuto. 

[Daniel]: Alrededor de un tercio de esas noticias las producían los periodistas de iG y el resto las tomaban de las agencias internacionales. Solo así podían asegurar semejante volumen de publicación. 

Mientras los periodistas trabajaban en la redacción, los jefes del departamento de marketing pensaban en cómo atraer aún a más visitantes. Y una de las ideas que tuvieron fue la de crear días temáticos en la página.

[Leão]: Un día para dar comida a los pobres. Entonces, recaudábamos comida o un día para esto, un día para aquello. Y el más famoso fue el día sin gerundio. 

[Daniel]: El día sin gerundio. Ningún texto de iG usaría esta conjugación gramatical. 

Pero el día temático más memorable para los periodistas de la redacción fue otro, que surgió un poco más tarde. Era una idea para intentar aliviar el ambiente… 

[Leão]: Porque Brasil estaba un poco, eh, pasaba por una situación extraña de crisis, devaluación del real aumento de precios, de todo. Había muchos crímenes de secuestros de personas, había como se dice en Brasil_ «Um baixo astral generalizado», ¿no?

[Daniel]: Un bajón de ánimo generalizado…

Por esto, los jefes del departamento de marketing de iG pensaron que era necesario darle vuelta al ambiente tenso que se vivía en esos momentos. Cambiar la narrativa. Mostrar a las personas que también había cosas buenas sucediendo en Brasil.

[Leão]: Entonces surgió esta idea del «Día de la Buena Noticia». «Vamos a hacer un día de las buenas noticias».

[Daniel]: Un día en que iG sólo publicaría noticias consideradas positivas: donaciones de empresas, personas que hacen el bien sin mirar a quién, historias de superación, algunos buenos números de economía o salud. Ese tipo de cosas. 

Pero sostener ese mundo color de rosa, aunque fuera tan solo por 24 horas, iba a ser mucho más difícil de lo que esperaban. 

Una pausa y volvemos.

[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. Los periodistas brasileños Vitor Hugo Brandalise y Bia Guimarães produjeron esta historia. Aquí Vitor.

[Vitor Hugo Brandalise]: Desde el comienzo, para Leão, el día de las buenas noticias no era una buena idea. De hecho, creía que la campaña iba en contra de la esencia misma del periodismo. Él tenía una frase grabada a fuego:

[Leão]: «Good news is no news». “Buenas noticias no son noticias”. 

[Vitor]: Como ya dijimos, Leão tenía una carrera como corresponsal de guerra y como editor en grandes periódicos. Toda su trayectoria se había construido para llevar noticias importantes y urgentes a la gente. Pensaba que si una noticia era buena para todos y no incomodaba a nadie, eso era una señal de que realmente no era una noticia. Así que intentó de todas las formas posibles, convencer a los jefes del departamento de marketing de que abandonaran la idea. Estuvo durante varias semanas dilatando el tema hasta que un día uno de los jefes llegó y le dijo: 

[Leão]: ‘Leão , vamos a hacer’. Y yo comprendí que era una orden, ¿no? Y ‘okay, vamos a hacerlo’.

[Vitor]: No le quedaba más que aceptar. Pero le dijo que lo haría con dos condiciones. La primera:

[Leão]: ‘Me da un mes para producir centenas de buenas noticias, porque en el día no, no habrá la cantidad necesaria para sostener el website. 

[Vitor]: Y la segunda:

[Leão]: También quiero un botón donde el usuario pueda clicar si quiere leer también malas noticias. 

[Vitor]: Los jefes de marketing aceptaron las condiciones de Leão. Era agosto de 2001, y el Día de la Buena Noticia quedó programado para dentro de un mes. 

De inmediato Leão reunió a todos los periodistas de la redacción para contarles sobre el proyecto.

[Carina Martins]: Puta que pariu.

[Vitor]: Esta es Carina Martins, una de las editoras del website de iG. Su trabajo era cuidar la portada del sitio por la mañana, a partir de las 7. 

[Carina]: Eu odiava esse dia desde o começo.

[Vitor]: Carina también odió la idea desde el comienzo. Y no estaba sola. La propuesta no fue bien recibida por ninguno de los periodistas de la redacción. Y es que todos pensaban igual que Leão: las buenas noticias no son noticias. Así que ahora Leão tenía un doble trabajo por hacer. 

[Leão]: En un mes yo tenía que producir las buenas noticias y convencer a las personas de que iba a ser OK y que sin dolor, todo esto.

[Vitor]: Rápidamente se puso a trabajar en ello y designó a un equipo de unos diez reporteros para buscar y producir buenas noticias a lo largo de ese mes. 

[Leão]: Reportajes sobre, eh, entidades de caridad que ayudaban a las personas. Una descubierta científica que faría bien al pueblo. Una buena noticia de economía subió la producción de pasta en en Milano. 

[Vitor]: Carina recuerda particularmente una de esas historias, una a la que más tiempo de producción le habían dedicado. 

[Carina]: Eu lembro que acho que tinha um cara, que tinha uma grande coleção de VHS e que fazia um cineclube na casa dele para as crianças do bairro. 

[Vitor]: Era la de un señor con una gran colección de películas en cassettes VHS y que hacía un cineclub en su casa para los niños del barrio.

Los periodistas estuvieron todo el mes en busca de ese tipo de noticias y llegaron a producir unos 150 artículos. Una mujer que repartía naranjas a los niños de la calle, un buen indicador de salud, o una empresa que decidió hacer donaciones por caridad.

[Leão]: Iba a ser un website más pobre de lo que los otros días. 

[Vitor]: Porque de antemano sabían que sería imposible mantener el volumen de noticias que iG tenía diariamente sólo con buenas noticias. 

[Leão]: Sería un día de “menos noticias, buenas noticias”.

[Vitor]: En la noche del 10 de septiembre de 2001, ya estaba todo listo. Lanzarían “El Día de la Buena Noticia” a la medianoche. Leão se fue de la redacción a una cena con amigos.

[Leão]: Me recuerdo bien que era exactamente 11:45, me llamó un periodista que a este a este tiempo era un joven editor de la noche. Y dijo ‘Leão, hay una mala noticia aquí. En 15 minutos empieza el Día de la Buena Noticia y fue asesinado el alcalde de Campinas, Toninho, del PT. ¿Y qué debo hacer?’

[Vitor]: Campinas es una ciudad de un poco más de un millón de habitantes. Queda a una hora de São Paulo, la ciudad más grande de Brasil. El alcalde de Campinas era Antônio da Costa Santos, a quien todos conocían como Toninho do PT. PT es la sigla del Partido de los Trabajadores, uno de los más grandes de Brasil, al cual pertenece Lula, el actual presidente. Es un partido considerado de izquierda o centro-izquierda y en ese momento era la oposición del gobierno. Toninho estaba destacándose en el PT durante esa época. Era arquitecto y profesor universitario. Tenía 49 años y estaba en el octavo mes de su mandato. 

Ese día, Toninho salió de su trabajo, en la alcaldía, y fue al gimnasio. Después, se fue a un centro comercial para recoger un traje que había comprado. Ya eran cerca de las diez y veinte de la noche cuando se dirigía a su casa. Mientras conducía por una avenida, comenzaron los disparos. Fueron tres que salieron de otro automóvil. Una de las balas alcanzó la arteria aorta de Toninho. Murió al instante.

Una joven promesa de la política brasileña acababa de ser asesinada. Era un evento demasiado importante. 

Apenas trascendió la noticia, los medios locales y nacionales comenzaron a prepararse para cubrir el caso.

[Amauri Soares]: Nossa primeira ideia foi nos encontrarmos na redação de manhã, na manhã seguinte, para irmos para Campinas. 

[Vitor]: Este es Amauri Soares. En ese momento, era director de periodismo de Globo en São Paulo, la mayor cadena de televisión de Brasil.

Cuando los jefes de periodismo de Globo se enteraron del asesinato de Toninho, tomaron una decisión: llevarían parte del equipo de São Paulo a Campinas para no solo cubrir el caso de cerca, sino también para presentar el noticiero del mediodía, Jornal Hoje, directamente desde Campinas. Se transmite a la una de la tarde y es el noticiero que mucha gente en Brasil ve mientras almuerza.

El asesinato del alcalde Toninho sería la noticia más relevante del día siguiente en todo el país, y quizás de la semana o del mes entero. En condiciones normales, Leão sabía exactamente qué hacer con una noticia como esa. Algo muy parecido a lo que estaban planeando sus colegas de Globo: una cobertura especial del caso con toda la página principal del sitio destinada a artículos relacionados con el crimen.

[Leão]: Y de pronto se preguntaban ¿ey, hay política por tras del asesinato? ¿No? Entonces era una noticia importantísima.

[Vitor]: Toninho iba en contra de las grandes constructoras y la especulación inmobiliaria. Antes de ser alcalde, ya había denunciado presuntos fraudes en obras de Campinas. ¿Estaban frente a un crimen de venganza? ¿Un asesinato político? ¿O el alcalde había sido solo otra víctima de la ola de violencia que se extendía por el país?

En todo esto pensaba Leão mientras seguía al teléfono con el editor de la noche que le preguntaba qué debía hacer. La complicación, claramente, era que justo esa noche la redacción estaba en cuenta regresiva para el “Día de la Buena Noticia”.

Los periodistas de iG no podían creer lo que estaba pasando.

[Leão]: Indignados, indignados, creían: ”Qué absurdo que que estamos hablando de rosas cuando hay un crimen gravísimo en Campinas” y todo eso. 

[Vitor]: Leão no podía romper las reglas acordadas con el equipo de marketing. Pero decidió usar la segunda condición que había pedido: el botón de malas noticias, que había quedado ubicado en un rincón, casi escondido en el décimo y último espacio disponible de la página principal. Así que al otro lado del teléfono le dijo al periodista:

[Leão]: La última, la décima, sería titular: «Má notícia: assassinado ou prefeito de Campinas, Toninho do PT». Este será una mala noticia todo el día en la homepage, y será siempre este único link ‘mala noticia en la en la tapa, ¿no? “Ok, ok”. Y fuimos a dormir. 

[Vitor]: Definitivamente no era lo que hubiera querido, pero en ese contexto era lo único que podía hacer. 

A la mañana siguiente, Carina llegó a la redacción de iG a tomar su turno de las 7 y relevar al editor nocturno.

[Carina]: Eu entrava às 7h para ficar na home e eu ficava na home sozinha.

[Vitor]: Para esa hora ya todos los medios hablaban del asesinato del alcalde de Campinas y se tejían especulaciones e hipótesis en torno al móvil del crimen. La orden de Leão había sido seguir adelante con el Día de la Buena Noticia, aunque para Carina era una muy mala idea. 

Los periodistas de la redacción estaban de acuerdo. Se le acercaban a Carina y le decían que había que cubrir el crimen de Toninho… 

[Carina]: Repórteres já reclamando, já pedindo falando «Tem que furar». Já tinha desde o minuto uno esse questionamento tipo «vocês vão manter isso mesmo”.

[Vitor]: Le decían: “¿En serio vamos a seguir adelante con las buenas noticias?” Y sí, era en serio. Esa había sido la orden del equipo de marketing. 

[Carina]: Já tava esse mal estar, esse puta mau humor de tipo «porra, eu vou ter que passar esse dia…» Era um dia que a gente não queria passar.

[Vitor]: Todos estaban de mal humor, había malestar. Lo que querían era que ese día, que apenas comenzaba, se terminara de una vez por todas. Pero, por el contrario, esas primeras horas de la mañana se estaban pasando muy lento, demasiado lento. Llevaban un mes trabajando en esto y todo estaba listo. Si a lo largo del día aparecían buenas noticias para cubrir, genial, pero en general no había mucho trabajo por hacer. 

[Carina]: É o contrário do jornalismo de hard news, que é o que a gente fazia todos os dias, né.

[Vitor]: Era lo opuesto al periodismo de noticias duras y de último minuto que hacían todos los días. 

Así que ahí estaban los periodistas de iG. Charlando, tomando café, mirando las noticias en un viejo televisor que siempre estaba prendido en la redacción… Esperando que pasaran las horas, publicando notas inofensivas. Hasta que, poco antes de las 10 de la mañana…

[Soundbite de archivo]

[Periodista]: Você está vendo aí imagens ao vivo de Nova York, das chamadas Torres Gêmeas do World Trade Center, no sul da ilha de Manhattan. A informação é de que um jato comercial, não se sabe ainda se de passageiros ou de carga, se chocou com as torres. 

[Vitor]: La imagen de un avión atravesando una de las torres gemelas del World Trade Center en Nueva York.

[Carina]: Um avião atravessa uma das torres gêmeas do World Trade Center. 

[Soundbite de archivo]

[Periodista]: What’s happening? here it comes, i’m getting behind the car… It’s incredible…

[Vitor]: Y, un rato después, uno de los edificios más emblemáticos de Nueva York comenzaba a derrumbarse. 

[Soundbite de archivo]

[Vitor]: Eran imágenes inverosímiles, parecían salidas de una película. Carina jamás había visto algo así. En medio del shock, solo podía pensar en una cosa: 

[Carina]: E agora? Fudeu. Que que a gente vai fazer?

[Vitor]: ¿Y ahora qué? ¿Qué vamos a hacer?

[Carina]: Por mais que a gente achasse que não é uma boa ideia o Dia da Boa Notícia, jamais ia imaginar que era tão má ideia.

[Vitor]: Los periodistas de iG nunca se imaginaron que el Día de la Buena Noticia iba a ser TAN mala idea. Y que iban a tener TAN mala suerte de que coincidiera con el día, ya histórico, del atentado a las Torres Gemelas. 

[Daniel]: Una pausa y volvemos.

[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante, Vitor nos sigue contando.

[Vitor]: En la redacción de iG todos estaban shockeados con la noticia que venía de Nueva York. Las imágenes que replicaban todos los canales del mundo eran realmente impactantes. Todos los ojos de los periodistas se volvieron otra vez hacia Carina. Ella era la encargada de actualizar la página inicial. ¿No iba a hacer nada? ¿Iba a poner el avión chocando contra el World Trade Center allí abajo, en la sección improvisada de «mala noticia», junto con la muerte de Toninho?

[Carina]: Aí eu liguei pra Leão, fale a Leão.

[Vitor]: Entonces llamó por teléfono a Leão, que estaba en medio del tráfico camino a la redacción y no tenía idea de lo que había pasado.

[Leão]: Y ella me dice: “Leão, hubo un accidente en Nueva York, un avión bateó en World Trade Center”.

[Vitor]: Con la noticia, Leão se acordó de lo que pasó en 1945, cuando un avión perdió el control y se estrelló contra el piso 79 del Empire State Building.

[Soundbite de archivo]

[Periodista]: The Empire State Building’s 79th floor was hardest hit by the crash…

[Vitor]: Fue un avión pequeño que no causó grandes daños al edificio.

[Leão]: Entonces pensé, ups, de nuevo, qué lástima. 

[Carina]: E ele falou «Não dá.” Pode ser um acidente. 

[Vitor]: Leão le dijo a Carina que estaba convencido de que se trataba de un accidente menor y continúo diciendo:

[Leão]: “Okay, Carina, hoy es el día de la buena noticia. Entonces pon esta noticia en el website de malas noticias y vamos en frente.”

[Vitor]: No sería un accidente como ese, tan lejos de Brasil, lo que pondría en riesgo el plan del día en iG. Pero antes de colgar el teléfono le dijo algo más:

[Leão]: “Y por favor no me llame a cada mala noticia, porque hoy es el Día de la Buena Noticia”.

[Vitor]: Carina no podía creerlo, ni los demás tampoco. 

[Carina]: Começam a chegar as pessoas, as pessoas começam a chegar e começam a cobrar e começam a ligar de outros setores da empresa na minha orelha. «E aí, gente? Que boa notícia, o mundo acabou, vocês tão dando boa notícia? Vamos tirar isso, vamos tirar isso.» 

[Vitor]: Empezaron a llegar cada vez más personas a reclamarle. Ya no solo los periodistas, sino los empleados de diferentes sectores de la empresa cuestionaban que siguieran adelante con el día de las buenas noticias en ese contexto. Primero el asesinato del alcalde, ahora un avión estrellado en Nueva York. “El mundo se acabó y ¿estás dando buenas noticias?”, le decían. Pero Carina les trataba de explicar que ella no tenía el poder para tomar esa decisión. 

[Carina]: E, no meio desse fervo, desse stress. 

[Vitor]: Y en medio de ese fervor y de ese estrés…

[Carina]: Bate o segundo. 

[Vitor]: Un segundo avión se estrelló en la otra torre del World Trade Center. 

[Soundbite de archivo]

[Medio]: Oh my god…

[Vitor]: Las actualizaciones de la tragedia no dejaban de aparecer en todos los medios del mundo.

[Soundbite de archivo]

[Periodista]: Another one, another plane just hit on my god. Another plane has hit another building flew right into the middle of it explosion.

[Soundbite de archivo]

[Periodista]: Olha, realmente, foi um avião que bateu ali. É isso, houve um segundo, um segundo acidente… É impressionante isso. 

[Soundbite de archivo]

[Periodista]: Ha impactado en la otra torre y además en una zona más baja aún. Dios santo es otro avión parece el que se ha estrellado en la otra torre. 

[Vitor]: Habían pasado tan solo 17 minutos desde el primer impacto. Ahora sí ya no quedaba lugar a dudas. Bajo ningún punto de vista esto podría ser un mero accidente. Se trataba de un acto terrorista. 

Ya con esto, a Carina no le importó lo que le había dicho Leão y lo llamó de nuevo. Él seguía detenido en el tráfico.

[Leão]: Dijo ‘Leão, hay aquí Carina’.

[Carina]: Falei, ‘Leão, seguinte, bateu outro avião, é terrorismo’ 

[Leão]: Otro avión bateó bateo en la en el World Trade Center. Es un atentado terrorista. 

[Vitor]: Pero para este punto ya Carina tenía una decisión tomada.

[Carina]: ‘Eu vou dar. Acabou o Dia da Boa Notícia. Acabou o Dia da Boa Notícia. Esquece, acabou o Dia da Boa Notícia. Chegando aqui, você me manda embora, você me demite, porque eu vou tomar essa decisão’.

[Vitor]: Le dijo a Leão que ya no importaba lo que él dijera, que iba a poner la noticia de las Torres Gemelas en la portada del sitio. Así esto le costara su despido.

[Leão]: ‘Estoy poniendo en la machete y cuando llegas aquí me dimite. ¿Eh? Y hasta luego’ Y ¡pum! Y desconectó. 

[Vitor]: Tenía solo minutos para rehacer la página principal de iG si es que quería hacerlo antes de que llegara Leão, su jefe. 

[Carina]: E tomei essa decisão, derrubei o Dia da Boa Notícia, acabou o Dia da Boa Notícia.

[Vitor]: Cambió esa página color de rosa – que ya había sido manchada por el asesinato del acalde – y puso en primera plana el atentado terrorista. Lo hizo convencida pero, de todas maneras, con miedo a que Leão la despidiera. 

[Carina]: Porque estava muito nervosa. Eu estava, meu, tive que bater o telefone na cara do Leão.

[Vitor]: Le había colgado el teléfono a su jefe y desobedecido sus órdenes, pero ya no había nada que hacer. En todos los medios –no solo en el que se había plantado la ahora ridícula idea de resaltar solo noticias buenas– la agenda había cambiado. 

[Amauri]: E aí o nosso dia tomou um rumo completamente diferente. 

[Vitor]: Aquí está de nuevo Amauri, el que era director de periodismo de Globo. Dice que ese día, para ellos, también tomó un rumbo completamente diferente al planeado. 

[Amauri]: Nosso plano de ir a Campinas ancorar o jornal foi absolutamente descartado.

[Vitor]: Descartaron por completo ir a Campinas a cubrir el asesinato del alcalde. Los periódicos locales siguieron hablando del caso, pero no los medios de alcance nacional. Todos los reflectores se enfocaron en Nueva York.

A partir de ese momento, los noticieros pasaron en loop las escenas de los aviones estrellándose contra las torres gemelas, hablaron del ataque simultáneo al Pentágono y de las hipótesis sobre el atentado terrorista… Comenzaba allí el repertorio que nos acompañaría durante años: los talibanes, Bin Laden, el Eje del Mal, la Guerra contra el Terror. Era como si todos los medios no tuvieran más que un solo botón, el de las malas noticias. 

Bueno, hay malas noticias, y muy malas noticias. Y la mala noticia de Nueva York enterró a la mala noticia de Toninho. Toninho tuvo la mala suerte de morir justo antes de un eclipse que no nos dejó ver prácticamente más nada.

Ok, estamos hablando de una muerte versus miles de muertes… Pero, ¿es una cuestión de cantidad de víctimas? Si fuera un atentado terrorista con el mismo número de muertes, no sé, en Irak, en Mozambique, en Costa Rica… ¿los medios le darían la misma importancia?

Me pregunto cómo hubiera sido todo si estos dos eventos no se hubieran cruzado entre sí. ¿Será que si el cubrimiento del asesinato de Toninho hubiera sido mucho mayor habría habido más presión para investigar quién mató a Toninho, y por qué? Porque el crimen quedó en la impunidad. En 2021, el caso prescribió. Y en 2022, la investigación fue archivada. 

La tesis de la Policía y del Ministerio Público es que Toninho habría sido víctima de la violencia urbana. Estaba en el lugar equivocado en el momento equivocado. Pero su familia y algunos de sus aliados políticos creen que la investigación tuvo fallas y fue conducida con descuido. Aún creen que fue un crimen premeditado. Como sea, la muerte de Toninho, la primera mala noticia del 11 de septiembre 2001, quedó en el olvido, igual que todas las buenas noticias que los reporteros de iG habían preparado para ese día.

[Vitor]: Pero volvamos a la mañana del 11 de septiembre. Cuando Leão finalmente llegó a la oficina de iG…

[Leão]: Entré en la redacción y todos estaban paralizados y yo me quedé paralizado delante de la pantalla de la televisión.

Podía ver el avión, el enorme grande avión batiendo, explotando. Eso era una escena apocalíptica, no?

[Vitor]: Veía en la pantalla gente corriendo por las calles, gritando y pidiendo ayuda, totalmente en pánico… Nubes de humo que se hacían cada vez más grandes… Ya ahí, viendo las imágenes, no tardó mucho en darse cuenta de la gravedad del asunto. Enseguida fue a buscar a Carina…

[Leão]: Inmediatamente fui a ella y dice: «Muchas gracias, congratulaciones. Tomaste la decisión correcta». 

Y yo creo que fue la insubordinación más eficiente de la historia del periodismo.

[Vitor]: A partir de ese momento, iG siguió dedicando todo su portal al atentado. El día de las buenas noticias oficialmente se había acabado. 

Leão recuerda que a esta altura, ni los jefes de marketing se animaron a cuestionar la decisión. Es más, ya nadie quería hacerse cargo de la idea. 

[Leão]: Después de la tragedia se tornó una cosa que nadie quiere ser el dueño de la mala idea, ¿no?

[Vitor]: Y aunque el motivo era más que evidente, Leão me contó que con sus jefes decidieron publicar una columna editorial donde explicaban por qué no iban a hacer el Día de la Buena Noticia. 

[Leão]: Algo como: «Queríamos hacer un día de buenas noticias. Pero la historia no permitió”. 

[Vitor]: “Lo intentamos pero no pudimos”.

Las más de 150 buenas noticias que habían producido durante un mes quedarían ahí guardadas, en los archivos de iG. Y lo más probable, según Leão, es que las tantas historias, imaginen artículos como un perfil de una profesora querida, una madre que adoptó varios niños, una ONG ayudando a salvar un bosque, jamás hayan sido publicadas. Las buenas noticias se quedaron en un limbo, perdidas en un mar de tantas malas. 

Hoy, 23 años después, los periodistas que trabajaban en iG en aquel momento siguen en contacto. Cuando se reúnen recuerdan el “Día de la buena noticia” y vuelven a hacerse la misma pregunta que en 2001, “las buenas noticias, ¿son noticias?”. Para Carina, si una noticia es algo completamente inofensivo y es buena para todo el mundo, tal vez no sea, de hecho, una noticia.

[Carina]: A boa notícia tem que ser boa para todo mundo? Porque se for boa para todo mundo, talvez ela não seja nada, né, talvez não esteja acontecendo nada aqui. 

[Vitor]: En cambio, Leão ya no cree tan tajantemente en esa frase de «good news, no news». Hoy en día enseña ética en una universidad de periodismo y habla de esto con sus alumnos.

[Leão]: Hoy estoy convencido de que maximizamos las malas noticias en el periodismo Y esto hay que cambiar.

[Vitor]: Piensa que, de algún modo, los medios sobredimensionan las malas noticias y que esto termina en una visión distorsionada de la realidad. Por ejemplo, dice Leão, en todas las grandes ciudades del planeta:

[Leão]: Nueva York, Tokio, Los Ángeles, Sao Paulo, Buenos Aires, Londres, París. 

[Vitor]: Los índices de violencia en todos esos lugares son más bajos respecto a 20 o 30 años atrás…

[Leão]: Pero la prensa aún pública los crímenes como si no, no hubiera cambiado la estadística. Entonces creamos la percepción en la populación de que la criminalidad está creciendo o igual.

[Vitor]: Y, para Leão, esta forma de presentar el mundo tiene un impacto muy grande y profundo.

[Leão]: Con este, la populación vota por Trump, por Bolsonaro, por Milei o otros de Europa, extremistas que tienen la idea de un estado policialesco, dedicado a combatir la el crimen y todos se sienten amenazados por por un crimen que en verdad cae.

[Vitor]: Por eso Leão cree que los medios deberían lograr un mayor equilibrio.

[Leão]: Hoy considero que una buena noticia debe ser considerada una noticia y que hay que que dar más atención y más impacto a buenas noticias. 

[Vitor]: A pesar de esto, de algo está muy seguro. Definitivamente, no volvería a hacer un Día de la Buena Noticia. 

[Daniel]: Una versión en portugués de esta historia fue publicada por Vitor Hugo Brandalise y Bia Guimarães en el podcast brasileño Rádio Novelo Apresenta, donde ambos trabajan como productores. 

Esta historia fue editada por Camila Segura, Aneris Casassus y por mí. Bruno Scelza hizo el fact checking. El diseño de sonido es de Andrés Azpiri y Rémy Lozano, con música de Rémy. 

El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Paola Alean, Lisette Arévalo, Pablo Argüelles, Lucía Auerbach, Adriana Bernal, Diego Corzo, Emilia Erbetta, Selene Mazón, Juan David Naranjo, Melisa Rabanales, Natalia Ramírez, Barbara Sawhill, David Trujillo, Ana Tuirán, Elsa Liliana Ulloa, Luis Fernando Vargas y Desirée Yépez.

Carolina Guerrero es la CEO. 

Radio Ambulante es un podcast de Radio Ambulante Estudios, se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO.

Si te gustó este episodio y quieres que sigamos haciendo periodismo independiente sobre América Latina, apóyanos a través de Deambulantes, nuestro programa de membresías. Visita radioambulante.org/donar y ayúdanos a seguir narrando la región.

Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.

 

Créditos

PRODUCCIÓN
Vitor Hugo Brandalise y Bia Guimarães


EDICIÓN
Camila Segura, Aneris Casassus y Daniel Alarcón


VERIFICACIÓN DE DATOS 
Bruno Scelza


DISEÑO DE SONIDO 
Andrés Azpiri y Rémy Lozano


MÚSICA
Rémy Lozano


ILUSTRACIÓN
Julia Tovar


PAÍS
Brasil


TEMPORADA 14
Episodio 04


PUBLICADO EL
10/15/2024

Comments