El penacho es nuestro | Transcripción

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[Daniel Alarcón]: Esto es Radio Ambulante, desde NPR. Soy Daniel Alarcón. Hoy empezamos en Austria. Específicamente en el Museo del Mundo de Viena. 

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

[Presentador]: Ein prominentes Beispiel für Feder arbeiten mit den Federn des Quetzalcoatl ist der Penacho, der alte mexikanische Federn Kopfschmuck

[Daniel]: El audio que escuchan es de un video producido por el museo. Se ve un hombre en una sala suavemente iluminada, con una vitrina detrás. En esa vitrina hay un objeto. 

Está levemente inclinado, para que se observe bien. Parece una diadema, una balaca. La tela es colorida –celeste, verde, rojo–, con mucho ornamento. Oro. Pero lo que más sobresale son unas hileras de plumas enormes. Multicolores. Todas paradas. Algunas de casi un metro de largo. Puestas a la luz, parece que las plumas pasan gradualmente del verde al azul. 

El presentador está hablando de uno de los objetos más importantes de la colección del museo. Y tal vez el más famoso: el penacho del México Antiguo. O bueno, así lo presenta el Museo actualmente. Es más conocido como el Penacho de Moctezuma, el emperador del imperio mexica.

[Presentador]: Früher gab es viele solcher Exemplare…

[Daniel]: Dice que solía haber muchos objetos como este, pero es el único que ha sido preservado. 

[Presentador]: Er ist über 500 Jahre…

[Daniel]: El penacho tiene más de 500 años de existir, explica el presentador, y está en Austria desde finales del siglo XVI. Y al final agrega: 

[Presentador]: … etwas das für große Debatten sorgt.

[Daniel]: “Un tema de fuertes debates”.

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

[Andrés Manuel López Obrador]: Nosotros estamos en una campaña para que nos devuelvan todo lo que se han robado de arte y de cultura que pertenece a México. 

[Daniel]: Este es el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador en febrero del 2022, reclamando el regreso del penacho y otras obras precoloniales a su país de origen. No es la primera vez que se hace esta petición. En 1991, el Instituto Nacional de Antropología e Historia de México hizo una solicitud formal a Austria para que devolviera el objeto. Se negaron. 

Luego, 20 años después, el gobierno trató de pedirlo prestado –sí, prestado, no pedirlo de vuelta– a cambio de que en el país europeo se exhibiera la carroza de Maximiliano, que está en México. Maximiliano era un archiduque austriaco que fue declarado emperador de México en el siglo XIX por Napoleón tercero. Y fue fusilado cuando el grupo de liberales liderado por Benito Juárez tomó el control. 

Esa propuesta tampoco prosperó. En el 2020 México hizo otra solicitud. Igual que las anteriores propuestas, llegó a nada. Y según López Obrador, desde entonces las relaciones con Austria se han enfriado… 

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

[Periodista]: ¿Pero está en contacto con los austriacos? 

[López Obrador]: Ya a partir de ahí… este…  hubo “sana distancia”.

[Daniel]: Sí. Como dijo el presentador austriaco, este es un tema de “fuertes debates” y las cosas no son nada sencillas. Ya nos adentraremos en todo esto, pero por ahora lo que tienen que saber es que no es solo el gobierno mexicano el que está pidiendo que devuelvan la pieza. También hay ciudadanos mexicanos que tienen el mismo objetivo. Esta es la historia de algunos de ellos. Y cómo se infiltraron en el Museo del Mundo de Viena para tratar de traer de vuelta el penacho a México.

Nuestro editor Luis Fernando Vargas nos cuenta después de la pausa. 

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[Daniel]: Los dejo con Luis Fernando. 

[Luis Fernando Vargas]: Son dos mejores amigos.

[Yosu Arangüena]: Mi nombre es Yosu Arangüena, soy mexicano de 49 años, publicista.

[Sebastián Arrachedera]: Yo soy Sebastián Arrachedera. Todo el mundo me dice el pana. Soy venezolano de nacimiento y mexicano de corazón.

[Luis Fernando]: Se conocieron en sus veintes, cuando comenzaban a trabajar en una agencia de publicidad.

[Sebastián]: Ahí nació una amistad, empezamos cada vez a viajar más, a ir a festivales de publicidad, etcétera, etcétera y nos hicimos como súper buenos amigos.

[Luis Fernando]: Después de unos  años cada uno tomó rumbos diferentes. Yosu formó su propia agencia de publicidad en México, Sebastián empezó a trabajar como documentalista en Los Ángeles. Pero el vínculo se mantiene estrecho. 

[Yosu]: Un día íbamos a hacer stand up, un día íbamos a hacer cualquier locura que le ocurría a mi gordi. Y aquí andamos, arriando, de arrieros en el camino.

[Luis Fernando]: Nota: Gordi es como Yosu le dice a Sebastián, de cariño. Entonces sí, siempre andan buscando qué hacer juntos, para eliminar la distancia geográfica que los separa. Hace poco más de dos años, Yosu fue a visitar a Sebastián a California. 

[Sebastián]: Y estábamos un día, una noche, después de haber manejado en una casa rodante por el desierto, tomándonos un par de whisky y de repente fue de… Oye… 

[Yosu] : Empezamos platicar del tema del penacho.

[Luis Fernando]: Yosu apenas se había enterado de la existencia del penacho en el 2010, cuando vio una réplica que hay en el Museo Nacional de Antropología, en México. 

[Yosu]: La verdad me da hasta pena decir que lo supe tan tarde en mi vida. 

[Luis Fernando]: Creyó que esa era la pieza original. Fue hasta poco después, gracias a una nota en un periódico, que se dio cuenta de que el verdadero penacho estaba en Viena. 

[Yosu]: Me entró la duda de por qué está en Austria, ¿no? Este… se me hacía muy random. Austria, ¿no?

[Luis Fernando]: Sebastián no sabía mucho más tampoco. Y en medio del desierto californiano, con whisky en mano, pensaron… 

[Sebastián]: Wow, imagínate si de pronto hiciéramos algo y lográramos traer de vuelta el penacho, ¿no?

[Yosu]: Un poquito como más un chiste que cualquier otra cosa. Pero se nos quedó con el gusanito de “oye aquí hay algo interesante”.

[Sebastián]: De repente fue de: esta idea sí tendríamos que hacerla, ¿verdad?, ¿vamos a hacerla?, vamos a hacerla.

[Yosu]: Hagamos algo mexicanísimo. Un poquito al… Hay más ingenio que presupuesto y más corazón que técnica.

[Luis Fernando]: Comenzaron a rebotar ideas en los días siguientes. Pensaron en una aplicación, pero no les parecía lo suficientemente transgresor. Pensaron en viajar a Viena, entrar al museo y pegar una postal con una versión diferente de los hechos, que el penacho fue saqueado y que la pieza pertenece a México… no lo llegaron a pensar demasiado, no les pareció llamativo… En su investigación tratando de idear algo, llegaron a este hombre… 

[Xokonoschtletl]: Xokonoschtletl Gómora.

[Sebastián]: Es un gran activista mexicano que llevaba toda su vida queriendo que el penacho volviera.

[Xokonoschtletl]: Bueno, mi lucha empezó hace 40 años. Muy largo tiempo en forma continua. Y he recorrido más de 2 millones de kilómetros.

[Luis Fernando]: Ya volveremos a Yosu y Sebastían pero quiero detenerme para explicar quién es Xokonoschtletl. Tiene 71 años, es danzante tradicional azteca y ha escrito 11 libros -3 en español y 8 en alemán-. La mayoría son sobre la importancia de que el penacho vuelva a México y sobre la necesidad de hacer memoria histórica sobre la conquista. 

Ha viajado a Viena múltiples veces para hacer plantones y conferencias sobre la importancia que el penacho tiene para su país, para su cultura. Ha llevado a danzantes mexicanos a Europa para protestar y hacer conciencia sobre su causa. Aprendió alemán para transmitir su mensaje en Austria.

Xokonoschtletl también viajó 90 kilómetros desde su casa a Tabasco para conseguir un lugar donde lo ayudaran a usar Zoom para hablar conmigo. 90 kilómetros de ida y 90 kilómetros de vuelta. Este tema no solo es importante para él, es su misión de vida.

Su lucha por traer el objeto de vuelta a su tierra comenzó cuando tenía 30 años y se dio cuenta que en las escuelas no contaban a los niños toda la historia… 

[Xokonoschtletl]: Es una historia oficial, dicha por los que ganaron, por los invasores, por los españoles. Fue una historia, entre comillas, escrita por ellos y hecha para ellos, no para los nuestros.

[Luis Fernando]: Para los que son descendientes de los pueblos originarios de América. 

[Xokonoschtletl]: Queremos parecernos a los gringos, queremos parecernos a los franceses, a los italianos, a los españoles y olvidamos el querer parecernos a lo que somos.

[Luis Fernando]: Lo que dijo Xokonoschtletl me recuerda a algo que leí ya hace varios años. Que todas las identidades nacionales tienen un enemigo para definirse. Y que los enemigos de los latinoamericanos somos nosotros mismos. No sé si será verdad. No soy nadie para decirlo, tampoco. No se lo pregunté en la ocasión que hablamos, pero creo que Xokonoschtletl estaría de acuerdo con esta idea. 

[Xokonoschtletl]: Después de 500 años, nos han lavado el cerebro. Nos han tratado de quitar todo lo relativo a nuestra cultura y nos han querido hacer españoles de segunda o de tercera categoría.

[Luis Fernando]: Su posición es muy rígida en cuanto a lo que de verdad es “latinoamericano” o “mexicano”. Para él, lo nuestro es solo aquello previo a la conquista, sin tomar en cuenta esos 500 años en que el continente se ha transformado por migraciones, por conflictos sociales y políticos, por la tecnología y por el inherente cambio que trae el paso del tiempo. Parte de su misión de vida es transmitir esto a la gente por medio de conferencias y charlas, pero es como chocar contra una pared. 

[Xokonoschtletl]: Trato de explicar a estos mexicanos nuestra historia y la mayoría no la comprende porque vive en ciudades en donde tiene muy poco 

contacto con la naturaleza, en donde ven solamente carros, asfalto, casas. 

[Luis Fernando]: Radical, sí. Y me pregunto si es un discurso que muchas personas de los pueblos indígenas mexicanos comparten. Las cosas, como sucede siempre, suelen ser mucho más complejas que las dicotomías de blanco y negro, de esto sí y lo otro no. Y me parece importante recalcar esto. Esta es la posición de Xokonoschtletl, y claro hay gente que la apoya, pero no representa a toda la diversidad cultural de México. 

Lo cierto es que entender esta posición de Xokonoschtletl ayuda a comprender lo importante que es el penacho para él. 

[Luis Fernando]: Lo primero: para él es más que un penacho, más que un montón de plumas en la cabeza para adornar. Es una corona. Y esa diferencia, dice, es importante.

[Xokonoschtletl]: Esta corona de la cual estamos hablando supera en mucho a cualquier corona europea, ya sea de algún rey o incluso de algún emperador. Porque esa corona solamente representa para ellos lo político, lo económico. Mientras que la corona nuestra representa lo espiritual, eso es lo que la hace sagrada.

[Luis Fernando]: Xokonoschtletl equipara la importancia de la corona con la que tiene la mitra papal, esa pieza que el papa utiliza en la cabeza durante las ceremonias, para los católicos. 

[Xokonoschtletl]: Para mí es tan sagrada que yo no me atrevería a tocarla.

[Luis Fernando]: Y lo que da ese carácter sagrado son sus plumas. 

[Xokonoschtletl]: Fue hecha de 400 plumas del pájaro quetzal. 400 plumas. Este pájaro es sagrado.

[Luis Fernando]: Para los mayas y los aztecas, el quetzal era el dios del aire. Las plumas de su cola eran una alegoría del crecimiento de las plantas.  

Ahora bien. Esa es la versión de Xokonoschtletl. Su verdad. La historia oficial es que no sabemos a quién perteneció la corona o el penacho. Y a medida que avanzan los años, los antropólogos que la estudian están más convencidos de que no perteneció a ningún emperador, sino que posiblemente era usada por sacerdotes, porque los gobernantes solían usar implementos de oro. 

Otra cosa que no se sabe con certeza es cómo llegó a Europa. Una de las teorías más difundidas es que fue un regalo de Moctezuma a Hernán Cortés, el líder de la expedición que conquistó México en 1521. Luego, los españoles llevaron la pieza de vuelta a Europa y se la obsequiaron a Carlos I de España y V del Sacro Imperio Romano Germánico.  Hay gente que cree que el que haya sido un regalo, vuelve el reclamo un poco injusto. 

Algo que sí se sabe, según los escritos históricos de la época, es que los españoles, después de obtener la pieza, capturaron a Moctezuma y que murió de causas poco esclarecidas. Y bueno, eso sí que podría decirse que también es injusto. 

Entonces, al parecer, el objeto se trasladó a Viena en la segunda mitad del siglo XVII, donde aparece en la colección de arte del archiduque Fernando II de Habsburgo, que era pariente de Carlos I. Luego, se mueve varias veces a causa de guerras y otras circunstancias hasta que en 1814 vuelve a Viena para ser exhibido en el Palacio de Belvedere Bajo.

Hasta ese momento la idea de que el penacho era del mismísimo Moctezuma no existía. Es más, durante muchos años los europeos no pudieron descifrar exactamente qué era. Fue hasta finales del siglo XIX que una antropóloga estadounidense, Zelia Nuttall, concluyó que una pieza tan hermosa solamente pudo haber sido usada por el emperador. Así de arbitrario. En los medios de comunicación y la academia se reprodujo esta idea y los museos de Viena se anunciaban como poseedores de una pieza del gran líder. Así fue durante muchos años. 

Xokonoschtletl está seguro de que el penacho es la corona de Moctezuma y esto la hace muy importante para él. Hace eco de la teoría de Nuttal, que una pieza así no la usaba cualquiera. Xokonoschtletl es una persona que ha escuchado toda su vida que el objeto perteneció a un personaje muy relevante para su cultura, un personaje sagrado, y hace que su misión de vida sea que la pieza vuelva donde pertenece. 

Pero bueno, tal vez se estén preguntando, ¿por qué Austria no quiere devolver la pieza a México? 

Traté de conseguir una entrevista con un representante del museo, pero hasta el momento no he podido lograr que me la den. Sin embargo, en el video del penacho que escuchamos al inicio se explica. Este es Christian Schicklgruber, el director adjunto del Museo del Mundo de Viena. 

[Christian Shicklgruber]: Sind Federn, die mehrere 100 Jahre alt sind und in der Zwischenzeit…

[Luis Fernando]: Dice que debido a que las plumas del penacho datan de varios siglos atrás, están tan secas y frágiles que la más mínima vibración las destruiría. 

[Christian Shicklgruber]: Es hat umfangreiche Untersuchungen gegeben, einerseits…

[Luis Fernando]: Y explica que durante dos años se hicieron estudios compartidos entre restauradores del museo de Viena y conservadores mexicanos que dejaron claro que el penacho es demasiado frágil para ser transportado. Xokonoschtletl no se lo cree. 

[Xokonoschtletl]: Es una falacia, una mentira, o mejor dicho, un pretexto para no devolver aquello que es nuestro.

[Luis Fernando]: Pero volvamos a Sebastian y Yosu. Ambos piensan que la justificación que da el museo para no mover la pieza más bien son excusas.

[Yosu]: Nosotros pensamos que sí se puede mover, carajo, se puede… Acaban de mandar un satélite a 50 millones de kilómetros. Creo que se puede mover un pedazo… o sea, la tecnología ha cambiado, pero de todos modos no importa, porque los mexicanos no merecen tenerla porque está muy cañón moverlo. 

[Luis Fernando]: Para Yosu es un gesto paternalista. Para él es como si el museo estuviese diciendo:

[Yosu]: “Está mejor en nuestras manos que en las suyas”. Es muy arrogante decirle a una cultura que están mejor sus cosas allá que acá, y aunque no las estuvieran, no son de ellos. No es decisión de ellos. Si yo quemo mi casa, es mi casa.

[Luis Fernando]: Una vez que llegaron al nombre de Xokonoschtletl, algo se despertó en ellos. Una idea: transportar la voz de esta persona dentro del museo, pero discretamente. No con altoparlantes sino hablándoles a los asistentes al oído. Es decir, por medio de las audioguías. Esos aparatos que cada persona puede utilizar para recibir una visita guiada sin necesidad de ir acompañado por un guía del museo. 

[Yosu]: Cuando llegamos a la audioguía es cuando dijimos “hijo aquí hay algo, aquí hay algo porque el medio nadie lo ha tocado”. A mí la parte que más me emocionó fue eso. 

[Luis Fernando]: Decidieron que esa era la manera: insertar un audio de Xokonoschtletl en las audioguías del museo. El cómo podría dejarse para después. En ese momento lo importante era saber si Xokonoschtletl estaba dispuesto a participar. Lo contactaron a través de Facebook. Fue Sebastián quien le escribió. Tenían miedo de parecer unos locos. Él no tenía idea de quiénes eran ellos. Y no sabían si desconfiaría. Pero Xokonoschtletl estuvo a bordo desde el inicio.  

[Xokonoschtletl]: Me pareció muy bien desde el principio porque fue una idea excelente.

[Daniel]: Ahora tocaba pensar la logística. Pero de algo estaban seguros: iban a hacer saber su posición al Museo del Mundo de Viena. 

Una pausa y volvemos. 

[MIDROLL]

[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. Antes de la pausa escuchábamos los planes de dos mexicanos y un mexicano de corazón, nacido en Venezuela, para infiltrarse en el Museo del Mundo de Viena y reclamar su pieza más valiosa: el Penacho de México Antiguo, mejor conocido como el penacho de Moctezuma. Aunque la versión oficial dice ahora que no era de él, sino de un sacerdote. Más allá de a quién perteneció, Yosu, Sebastián y Xokonoschtletl creen que la versión del museo no cuenta toda la historia. 

[Sebastián]: Hay una versión de la historia que se cuenta en el museo, que es algo mucho más superficial y exótico para un público con un desde un punto de vista totalmente, casi, casi patriarcal de quién tiene la corona y evitando a toda costa hablar de la realidad. Y es que fue producto del saqueo, ¿no?

[Daniel]: No es que el museo se niegue a hablar de la conquista. De hecho, está ahí en la página web y en la descripción de la pieza. Pero es cierto que no se habla del baño de sangre que dejó. Se deja la información vaga, nebulosa. Lo que sí dice explícitamente es que el penacho es propiedad de la República de Austria.

Pero bueno, Yosu y Sebastián idearon un plan para introducir un discurso de Xokonoschtletl en el museo sin que las autoridades se dieran cuenta: por medio de las audioguías. 

Luis Fernando nos sigue contando. 

[Luis Fernando]: Una vez que Xokonoschtletl se unió a la operación, el siguiente paso era crear el audio que escucharían los visitantes del museo. Xokonoschtletl escribió un texto explicando lo que significa la pieza para los descendientes de los aztecas. Lo llevaron a un estudio para que lo grabara. Casualmente me dijeron que estuvieron en el estudio el 13 de agosto de 2021. El día que se cumplieron 500 años de la caída de Tenochtitlán, la capital de la civilización Mexica. Luego lo editaron, con música. 

[Xokonoschtletl guía]: Este símbolo azteca se llama realmente Copilli Quetzaly en la lengua náhuatl, que quiere decir corona real preciosa. Y es para nosotros, muy importante….

[Sebastián]: Habla de cómo está hecha, de cuáles son las plumas que la que lo conforman. El simbolismo de cada una de esas plumas para una cultura. 

[Xokonoschtletl guía]: La corona tiene 400 plumas largas, símbolo de sabiduría, poder, eternidad e infinito.

[Sebastián]: Era básicamente impregnar a un objeto con todo un significado que quizás hoy en día los visitantes ni siquiera estaban poniéndose a pensar que eso tuviera esa importancia, ¿no?

[Xokonoschtletl guía]: Para los europeos, el penacho es bonito, antiguo y principalmente exótico. Pero para nosotros, los aztecas, esta corona es portadora de fuerza, poder y sabiduría del soberano Moctezuma, Xocoyotzin. 

[Luis Fernando]: Y lo más importante: hacen el reclamo directamente. 

[Xokonoschtletl guía]: Por eso lo queremos de vuelta. Debe de regresar a México, a donde pertenece. 

[Yosu]: Nosotros no editamos lo que él dijo, o sea, le dijimos mira, creemos que tienes que presentar las audioguías para que entienda la gente lo que está pasando, porque allá en el museo van a decir qué pasa aquí, ¿no?

[Luis Fernando]: Luego tradujeron el audio al inglés y al alemán. Ahora seguía conseguir los archivos de las audioguías del Museo del Mundo de Viena, para crear unas réplicas. Una amiga ucraniana los puso en contacto con alguien en Viena, que, a escondidas, tomó una audioguía del museo y traspasó los contenidos a una computadora. Es fácil, la audioguía funciona como un disco duro: es cuestión de conectar a la computadora y copiar y pegar. Con los archivos ya en su posesión, devolvió el aparato.  

[Sebastián]: Y obviamente le tomamos una foto para saber cuál era la audioguía que tenía el museo. 

[Luis Fernando Vargas]: O sea, el modelo del aparato, para conseguir unos iguales. Buscaron en internet a la productora de las audioguías. Era una compañía rusa. Compraron 50 aparatos exactamente iguales a los que había en el museo de Viena. Era un número arbitrario. Lo que cabía en el presupuesto que tenían. Y es que esto fue una operación totalmente financiada por Yosu y Sebastián, o sea todo venía de sus ahorros. 

La idea era importar los 50 aparatos a México, pero por temas de aduanas, no se podía. Así que las enviaron a Austria. Ya para ese momento varias personas en Viena, amigas de la amiga ucraniana de Yosu y Sebastián, estaban involucradas en la operación, ayudando a que los aparatos de las audioguías llegaran bien a Austria. Con todo esto listo, Yosu y Sebastián tomaron un avión a Viena. 

[Sebastián]: Ya estaban las audioguía listas y preparadas para poder entrar al museo con toda la información exactamente igual, pero en el audio 68, el audio de Xokonoschtletl Gómora diciendo su verdad.

[Yosu]: Cada quien agarró una, una audioguía, nos la guardamos en la ropa, entramos a diferentes momentos del museo y diferentes días, pedíamos una audioguía, ¿no? La pagábamos, ¿no?, nunca dijimos que éramos mexicanos.

[Luis Fernando]: La verdad es que, por lo menos Yosu, estaba bien asustado de que los agarraran.

[Yosu]: Daba pánico. Yo soy muy, muy paniqueado, este Sebastián es mucho más valiente que yo,

[Luis Fernando]: Entraban. Paseaban un rato, tranquilos. 

[Yosu]: Hicimos pasar como que estábamos viendo las cosas, grabamos con cámaras escondidas y luego íbamos al baño.

[Luis Fernando]: En el baño sacaban las audioguías que ellos habían comprado, las que tenían el audio modificado. 

[Yosu]: Y afortunadamente para nosotros y desafortunadamente para el museo, tienen un sistema muy europeo donde nomás uno deja el audioguía en una canasta, ¿no? pues jugamos un poco al… al desorden.

[Luis Fernando]: Depositaban las dos audioguías, la del museo y la de ellos, en la canasta de salida. Y se iban. Rápido. La idea era crear confusión, pero no tanta sospecha.  

[Yosu]: Que dijeran ¿qué está pasando? ¿por qué hay más audioguías? Ah seguramente alguien trajo unas nuevas. Porque si faltan audioguías es muy rápido que suene alarma, ¿no? Se están chingando las audioguías, ¿no?

[Luis Fernando]: Pero si dejaban más, no solo desconcertaban sino que, además, pues técnicamente no se estaban robando nada. Era la opción menos riesgosa legalmente. La que menos probabilidades daba de ir a la cárcel. Y así lo hicieron, por varios días. Unos día dejaban una, otro día no iban. Y así. Poco a poco, llenando el museo de audioguías. Los austriacos que les estaban ayudando también ingresaban audioguías. Los nervios del primer día se fueron pronto. Al ver que en realidad, era bien fácil ingresar los aparatos nuevos. Mientras estaban en Viena, Xokonoschtletl sacó una cita para Sebastián y Yosu con dos congresistas austriacas. Una de ellas es Petra Bayr. 

[Petra Bayr]: I’m dealing with the issue not very intensive, but for 12 years or so…

[Luis Fernando]: Dice que desde hace 12 años ha estado trabajando el tema del penacho. Aunque admite que no de manera demasiado intensa. En ese primer momento, el entonces presidente de la comisión de relaciones exteriores había solicitado revisar la posibilidad de devolver el penacho a México, así que se discutieron las vías legales para hacerlo. Pero la revisión técnica concluyó que la corona no se podía mover. Petra cree que es hora de hacer una nueva investigación. 

[Petra]: During this 12 years, a lot of technical development happened. So I simply ask to have another another investigation of whether…

[Luis Fernando]: Que en estos 12 años la tecnología ha avanzado bastante y pide que simplemente se evalúe de nuevo para ver si es posible transportarla a México. 

Sebastián y Yosu sacaron una cita con Bayr y le hicieron escuchar el audio de Xokonoschtletl. Bayr me contó que su visión de la situación no cambió mucho porque ella ya pensaba que la pieza debería estar en México.  

[Petra]: That was another proof that there are really people demanding for it and that there are people whom this piece is very has a lot of values for them.

[Luis Fernando]: Que el audio era otra prueba de que hay gente que está reclamando que la pieza vuelva a su país de origen y para la cual tiene un gran valor. Era otra capa en su argumento de que la pieza estaría mejor en México que en Austria. 

Para el momento de la reunión, Bayr ya tenía una moción preparada para presentar en el parlamento. Abriría la posibilidad de discutir que la pieza sea transportada a México y les dijo que la iba a presentar. Sebastián y Yosu estaban emocionados, pero no esperanzados. 

[Yosu]: Lo primero que pienso o yo pensé, dije “ay esto como todos los políticos de mi país, nunca va a pasar nada”.

[Luis Fernando]: Pero a pocos días, Bayr presentó la moción. Y fue discutida en abril del 2022.  

[Petra]: It was a very, very intensive and very serious debate about it. But I didn’t expect to be honest. 

[Luis Fernando]: Fue un debate intenso, dice, y muy serio. Ella no lo esperaba, si es honesta. 

[Petra]: The chair of the Committee for Culture made the suggestion that we should, on the one hand, invite people who are engaged in this case, and have a meeting at the museum…

[Luis Fernando]: La presidencia del comité de cultura propuso que el caso se discutiera involucrando a diferentes partes en una reunión en el Museo del Mundo de Viena. La reunión ocurrirá, seguramente, después del verano europeo, o sea después de septiembre del 2022. 

Luego de tres semanas en Viena, Yosu, Sebastián y los otros colaboradores lograron meter 47 audioguías al museo. Después de ingresarlas, todo estuvo fuera de sus manos. 

[Yosu]: No sabemos si lo oyeron dos o diez mil.

[Luis Fernando]: Volvieron a México y a Los Ángeles y de inmediato se prepararon para sacar una campaña: un comunicado, una página web y una petición en Change.org para pedir que el penacho vuelva a México. La noticia empezó a circular el 10 de febrero del 2022. 

Pero tres días antes… el 7 de febrero…

[Sebastián]: Casualmente, justo cuando estamos por lanzar o lanzando el vídeo a la prensa, sale Andrés Manuel López Obrador, el presidente de México, a decir que tienen que devolver el penacho y se arma todo un revuelo.

[López Obrador]: Porque los que tienen el penacho también de manera ilegal… este… argumentan que no lo pueden mover, que han hecho estudios y que se dañaría… 

[Yosu]: O sea, llevamos dos años en esto y el mal timing siempre es eso

[Luis Fernando]: Pero siguieron con sus planes. Lanzaron el comunicado y sí, hubo medios que se interesaron por la intervención, pero que se echaron para atrás al sospechar de la relación entre ellos y el gobierno. 

[Sebastián]: Entonces mucha gente nos empezó a decir que nosotros estamos pagados por el gobierno, que éramos parte de una campaña. Bueno… 

[Luis Fernando]: Pero siempre aclaraban a los periodistas que no, que nada que ver. 

[Yosu]: Que es más, las únicas personas que no nos han contactado en toda esta aventura es el gobierno de México.

[Luis Fernando]: Lo dice porque, a pesar de que algunos medios no sacaron una nota al respecto, la noticia de la intervención se esparció rápidamente por México y el mundo. 

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

[Periodista]: En información internacional: dos mexicanos hackearon audios del museo de Viena en protesta para pedir a Austria que devuelva el penacho de Moctezuma. 

[Periodista]: Hace algunas semanas se dieron a la tarea de hacer algo inédito, una intervención y poner unas audioguías de la verdad en el Museo de Viena…

[Luis Fernando]:  Por su parte el Museo del Mundo de Viena, que hasta ese momento había guardado silencio, tal vez porque ni sabía de la infiltración, respondió muy diplomáticamente. 

[Sebastián]: La verdad que lo hicieron muy bien. Dijeron que les había parecido una acción increíble porque estaban totalmente a favor de la polifonía.

[Luis Fernando]: La intervención se hizo tan viral que hasta López Obrador siguió insistiendo con el tema. 

[López Obrador]: No hay que cerrar el expediente. Hay que seguir insistiendo que nos devuelvan el penacho y que nos devuelvan todo lo que se han robado, que pertenece a los mexicanos.  

[Luis Fernando]: Las respuestas del público fueron variadas. Si te metes, por ejemplo, a los comentarios del post de Facebook en el diario La Jornada –la primera nota que apareció– hay desde apoyo y admiración a Yosu y a Sebastián, comentarios que dicen que lo pueden cuidar mejor en Viena, hasta reclamos de que hay temas más importantes. En Twitter leí uno que decía: “A nadie le importa el penacho de Moctezuma”. He conversado algunas veces con Xokonoschtletl, y siento que esa indiferencia es algo que él ha experimentado durante sus años de lucha. 

[Xokonoschtletl]: Al no comprender estos mexicanos lo que realizo no apoyan, no ayudan y sí tratan de detener. Muchas veces tratan de humillar, tratan de burlarse de algo que realmente no comprenden. Y eso me entristece y me frustra.

[Luis Fernando]: Sebastián visitó a Xokonoschtletl en su casa en Tabasco antes de la infiltración al museo. Dice que su situación es muy precaria. Y esto es síntoma de un mal en Latinoamérica, no solo en México. La exclusión de poblaciones indígenas. 

[Sebastián]: O sea el tema del clasismo, casi las castas y racismo en México… Pues queda muy claro, ¿no?, que ven a Xokonoschtletl hablar y dicen “ah, ya, este guey, que es un loco danzante ahí”…

[Yosu]: A mí lo que me molesta es cuando dicen “ah vete al Zócalo y ponte ahí tus caracoles en las patas y danza”. Eso es un comentario muy clasista. Eso es lo que está atrás de esto es… “eso es de pinche indios”, eso es lo que están diciendo.

[Luis Fernando]: Y por eso, el regreso del penacho a México sería una especie de reparación. 

[Sebastián]: Por eso es que queremos que esto vuelva. Es que el simbolismo es muy importante, ¿no?

[Luis Fernando]: No solo para Xokonoschtletl, sino para muchos mexicanos que se identifican como indígenas que han sido marginados por siglos. Y que les importa su patrimonio cultural, y que ven en este objeto algo importante de sus antepasados. Como dije antes, no logré conseguir una entrevista con el museo cuando cerré esta historia, pero sí logré que me dieran un statement oficial por correo electrónico. Lo traduzco del inglés. Dice: 

“Vemos la intervención artística que reemplazó las audioguías del museo y dio una grabación alternativa acerca del penacho antiguo de México como una interesante contribución a la discusión actual acerca del legado poscolonial en los museos etnográficos”. Y sí, es una discusión muy importante actualmente. Cada día que pasa la crítica a la historia de las colonizaciones, llena de violencia, está pesando más y más en los museos, generando presiones. Tanto que en mayo del 2021 pasó esto: 

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

[Presentadora]: It is been called a game changer and the start of a new era. Germany has promise to begin returning the artifacts known as the benin bronzes to Nigeria next year, making it the first country to do so. 

[Luis Fernando]: “Ha sido llamado un cambio en las reglas y el inicio de una nueva era”, dice la periodista. Y aclara que Alemania anunció que el próximo año devolvería los bronces de benin a Nigeria. Es el primer país en hacer algo así. 

Después, siguieron Escocia, Inglaterra y Francia. Todos anunciaron que también devolverán los bronces de benin en su posesión. Estas piezas están esparcidas en más de 160 museos y muchas colecciones privadas. El Museo de Brooklyn devolvió más de mil piezas al Museo Nacional de Costa Rica. Y así hay otros casos, especialmente relacionados a coleccionistas privados. Los tiempos están cambiando, y esto les da esperanza a Yosu, Sebastián y, especialmente a Xokonoschtletl, que tiene la certeza de que la pieza va a regresar a su país de origen. 

[Xokonoschtletl]: Cuando esta corona regrese a nuestra patria, regrese a México, tengo la certeza que ahora van a luchar la gente de Guatemala, las personas de Perú, la gente de Bolivia, la gente de Chile. Y van a decir: los mexicanos lo lograron. Ahora vamos nosotros a rescatar nuestras tierras sagradas, a rescatar nuestros orígenes.

[Luis Fernando]: Y tal vez en esos hipotéticos casos no haga falta intervenciones artísticas que te puedan meter en problemas. Solo diplomacia y revisión de la historia. 

[Daniel]: Yosu y Sebastián están preparando un documental sobre la intervención al Museo del Mundo en Viena. Luis Fernando Vargas, es editor de Radio Ambulante y vive en San José, Costa Rica.

Este episodio fue editado por Camila Segura y por mí. Desirée Yépez hizo el fact-checking.

El diseño de sonido y la música son de Andrés Azpiri. 

El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Paola Alean, Nicolás Alonso, Lisette Arévalo, Pablo Argüelles, Aneris Casassus, Diego Corzo, Emilia Erbetta, Fernanda Guzmán, Camilo Jiménez Santofimio, Rémy Lozano, Juan David Naranjo, Ana Pais, Laura Rojas Aponte, Barbara Sawhill, Bruno Scelza,  David Trujillo, Ana Tuirán y Elsa Liliana Ulloa. 

Natalia Sánchez es nuestra pasante editorial.

Selene Mazón es nuestra pasante de producción.

Carolina Guerrero es la CEO.

Radio Ambulante se edita en Hindenburg Pro. Si eres creador de podcast y te interesa Hindenburg Pro, entra a hindenburg.com/radioambulante y haz una prueba gratuita de 90 días.

Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.

 

 

Créditos

PRODUCCIÓN
Luis Fernando Vargas


EDICIÓN
Camila Segura y Daniel Alarcón


VERIFICACIÓN DE DATOS
Desirée Yépez 


DISEÑO DE SONIDO
Andrés Azpiri 


MÚSICA
Andrés Azpiri


ILUSTRACIÓN
Franco Zacha


PAÍS
México / Austria


TEMPORADA 12
Episodio 4


PUBLICADO EL
10/11/2022

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