Radio Victoria | Transcripción
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[Daniel Alarcón]: Esto es Radio Ambulante, desde NPR. Soy Daniel Alarcón.
La historia de hoy empieza en Santa Marta, una comunidad en el norte de El Salvador. Queda en el departamento de Cabañas, en la frontera con Honduras. Casi la mitad de la gente de ese departamento vive en condición de pobreza. Y la mayoría de las familias que viven en Santa Marta subsisten de la agricultura. Es un lugar donde las oportunidades son escasas. Pero algo que caracteriza a Santa Marta es que es un lugar muy unido, solidario. Y gran parte de esa cohesión se debe a la radio comunitaria.
[Locutor]: Radio Victoria, 92.1, presenta, a partir de esta hora, Comunidad al día, bienvenidos y bienvenidas…
[Daniel]: Radio Victoria es producto directo de la guerra civil que devastó a El Salvador en los años 80. Santa Marta era uno de los centros de la guerrilla de tendencia marxista que luchaba contra el ejército y los paramilitares, y el pueblo fue destruido en 1981… Sus habitantes, por lo menos aquellos que no murieron en los ataques, tuvieron que huir.
La gente empezó a regresar en pequeños grupos a finales de los 80 y comienzos de los 90, y fue ahí que nació la radio. Al principio era de uso interno, una manera de solventar las necesidades de una comunidad bastante aislada del resto del departamento. Se pasaban mensajes, avisaban si había algún problema o la hora de ir a la escuela. Pero pronto se dieron cuenta de que la radio podía servirles también para comunicarse con otros lugares, para llegar más allá de Santa Marta. No era algo menor: por su pasado apoyando a la guerrilla el pueblo tenía mala fama en los municipios cercanos:
[Óscar Beltrán]: Siempre se ha creído que a Santa Marta no se podía entrar, que no se podían relacionar con la gente allá, que si alguien entraba a Santa Marta no salía vivo. Nos comíamos a los niños… que hacíamos jabón, a las personas mayores, ya de 60 años.
[Daniel]: Este es Óscar Beltrán y forma parte del equipo de dirección de la radio. Ha trabajado ahí por más de 20 años.
Así que pocos meses después de crear la radio, los santamarteños decidieron subir los 7 kilómetros en la montaña que los separa del municipio de Victoria para instalarse allí y crear una radio para todo el departamento de Cabañas:
[Óscar]: Era tan difícil montar un proyecto de comunicación. Y cuando logramos montar la radio logramos hacer sonar la radio por primera vez. O sea, todo el mundo decía o sea ha sido una victoria, hemos logrado lo que soñamos. Entonces, a partir de eso nace el nombre de la radio y dijimos bueno, Radio Victoria y coincide… se instala en el municipio de Victoria.
[Daniel]: Desde entonces, Radio Victoria se dedica a informar y atender los problemas de Cabañas. Por eso, no fue del todo extraño cuando a inicios de los 2000 se empezaron a acercar campesinos de la zona pidiéndoles ayuda. Los pozos de agua se estaban secando y los animales se estaban muriendo en circunstancias extrañas.
[Óscar]: O sea, eran cantidades de ganado, no era solo que se moría una vaca y ya estuvo.
[Daniel]: Además, reportaban que habían llegado personas desconocidas y estaban sacando muestras de rocas… Y la gente estaba bastante preocupada.
[Óscar]: Llegaban a preguntar: “miren, ¿ustedes saben?, ¿pueden investigar qué está pasando?” Y nosotros decíamos, miren, deberían de ir a la unidad de medio ambiente, las alcaldías tienen una unidad, la policía también tiene una responsabilidad.
[Daniel]: Pero en esos lugares no les daban respuestas. Les decían que estos eventos eran normales…
[Óscar]: Tal vez alguien le echó veneno al agua….
[Daniel]: Nadie sabía nada…
Así que los de Radio Victoria se juntaron con sus vecinos y se propusieron buscar respuestas. Pero lo que encontraron era mucho más grande de lo que se hubieran podido imaginar.
Una breve pausa y volvemos…
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[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. La productora y escritora española Isabel Cadenas Cañón nos cuenta la historia.
Aquí Isabel.
[Isabel Cadenas Cañón]: Radio Victoria se unió a otras organizaciones que ya estaban buscando respuestas: una era ADES, la Asociación de Desarrollo Económico Social, que también había nacido en Santa Marta cuando su población regresó de Honduras. La otra era un grupo ecologista de la zona, ASIC: Asociación de Amigos de San Isidro Cabañas. ASIC y ADES ya habían trabajado juntas antes: habían detenido un proyecto de relleno sanitario que querían realizar a la orilla del río Titihuapa. Un día, realizaron un foro para hablar sobre ese tema, y el delegado del ministerio de medio ambiente les dijo que se preocupaban mucho por un relleno sanitario, pero que en realidad lo que iba a contaminar ese proyecto no se podía comparar, para nada, con lo que ocasionaría la industria minera. Y es que pronto se dieron cuenta de que desde 1993, varias empresas mineras habían estado haciendo exploraciones en Cabañas en busca de oro.
[Óscar]: Lo que pasa es que estaban haciendo perforaciones muy profundas y eso estaba ocasionando que algunas vertientes de agua se cortaran y ya la… esa agua ya no llegaba a los espacios donde la gente normalmente lo estaba recibiendo, la desviaba, y ya seguramente estaba saliendo por otro lado.
[Isabel]: Hasta ese momento, las empresas habían cavado más de 200 agujeros. La exploración minera también explicaba que se muriera el ganado, porque para sacar el oro tenían que hacer una combinación de agua con varios químicos muy contaminantes, entre ellos el cianuro:
[Óscar]: Y todo eso se estaba tirando allá a la intemperie y cada vez que llovía, todo eso iba a parar al río. Entonces, era evidente que esa agua también estaba afectando al ganado de las comunidades.
[Isabel]: En El Salvador había habido minería durante la colonia, y también por un breve periodo en los años 50. Cabañas es una de las regiones con más oro y más plata del país, y entre 1948 y 1953, una empresa estadounidense, la Rosario Mining Company, explotó la mina El Dorado. Pero desde entonces, casi no había habido minería metálica en el país.
Cuando estuve en Santa Marta, en el 2018, me contaron que cuando se empezó a hablar de minería, la mayoría de la gente pensaba que se trataba de otro tipo de minas: de minas antipersona colocadas durante la guerra.
Pero en 1992, con la firma de los acuerdos de paz después del conflicto, en El Salvador se empezó a fomentar la extracción de metales a través de inversión extranjera para tratar de reactivar una economía que estaba devastada por la guerra.
Y dadas las condiciones económicas de Cabañas, a pesar de las señales de alerta de los pozos secos y los animales muertos, la gente de la zona recibió la noticia de que una empresa minera planeaba instalarse en la zona con mucho optimismo. Esta es Marixela Ramos.
[Marixela Ramos]: No sabíamos nada de minería, pero así, nada.
Otra periodista de Radio Victoria.
[Marixela]: Y decíamos: “¡uf! van a hacer no sé cuántos cientos de empleos, es la posibilidad para que Cabañas, uno de los Departamentos más pobres de El Salvador, que por eso es que le llaman el número 14 porque es el último en todo, va a salir, es la posibilidad de su vida para que salga adelante con esa minería”.
[Isabel]: Y es que en el año 2002, después del incidente del ganado, Pacific Rim, una empresa canadiense que había adquirido los permisos de exploración minera en la zona, llegó a la comunidad con una fuerte campaña… Hicieron anuncios, reuniones con los habitantes de la zona, y dieron muchos regalos a la gente: gallinas, cerdos, árboles, víveres…
En realidad, quizá la campaña de la empresa fue demasiado fuerte, porque ahí sí algunas personas empezaron a sospechar:
[Marixela]: Esto no huele tan bien porque algo tan fácil nunca ha sido para las comunidades, que se lo vengan a poner así.
[Isabel]: Así que en Santa Marta empezaron a informarse.
[Marixela]: Empezamos a ver, empezaron a ver… y empezaron a hacer grupos, como siempre, a juntarnos, a analizar el tema y miren: “¿y qué es una mina? ¿qué hacen?” O sea, de eso tan bonito que nos quieren dar, ¿qué es lo que nosotros vamos a dar? ¿Qué es lo que nos van a quitar?
[Isabel]: Fueron aprendiendo los aspectos más técnicos del proceso de explotación…
[Marixela]: Como cuántas toneladas de tierra equivale para que hagan un anillo de oro, ¡aja!
[Isabel]: Por si se lo están preguntando: son alrededor de 3 toneladas de roca. También investigaron sobre los químicos que se usan en el proceso, y se detuvieron en el principal: el cianuro… Tan interesados estaban en Santa Marta, que incluso varios vecinos fueron a estudiar más sobre el tema: una de ellas fue Marixela, que se fue a San Salvador, la capital, para estudiar un diplomado sobre minería. Además, una delegación de las organizaciones de Cabañas también visitó el Valle de Siria, en Honduras, donde hubo explotación minera entre los años 2000 y 2008. Ahí también estuvo Marixela. La delegación entrevistó a los residentes de la zona sobre cómo la minería estaba cambiando sus vidas. Y descubrieron algo que los sorprendió: la zona se estaba convirtiendo en desierto.
[Marixela]: La gente ahora está comprando el agua, porque le secaron su río. Vas al río y ahí no vas a encontrar vida, entonces, por el alto nivel de PH que hay, o sea, está inservible y la gente está comprando hasta las barriladas que son como dos metros de agua a dos dólares, un dólar. Y aquí, pues para conseguir un dólar, dos dólares, una familia que no tiene empleo, ¿cómo se las arregla para tomar el agua?
[Isabel]: También empezaron a ver cuáles eran los trabajos que estas mineras ofrecían a la gente local.
[Marixela]: Eran los empleos más riesgosos, era andar bajo la tierra ¿verdad? Estar enfrente a unas máquinas muy peligrosas.
[Isabel]: Y que los empleos de más alto nivel y con mejor salario iban a ser para gente de fuera:
[Marixela]: Porque aquí no hay gente experta en explotar mina, muchos de los ingenieros expertos en eso venían de Canadá, Estados Unidos, los iban a traer…
[Isabel]: Descubrieron también que, en realidad, iban a dejar muy pocas ganancias en el país y, sobre todo, en Cabañas:
[Marixela]: Del cien por ciento, el 98% iba para su país; el 1% iba a la alcaldía o al Departamento y el otro 1% al Estado ¿y a la comunidad qué le quedaba? El desastre.
[Isabel]: En Santa Marta sabían que tenían que organizarse. Así que en el año 2005, ASIC yADES, Radio Victoria y otras organizaciones se unieron para crear una alianza en contra de la minería. La llamaron Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica. En ella había organizaciones ambientalistas, centros de investigación, fundaciones y hasta organizaciones religiosas tanto a nivel local como nacional.
Bajo ese nombre empezaron a asistir a las reuniones que convocaba la empresa y a organizar foros de discusión. Y en el año 2006, desde la Mesa presentaron un proyecto de ley pero no llegó muy lejos.
Pacific Rim no se quedó quieta, claro. Y por medio de una fundación, empezaron una serie de proyectos de bienestar social para las comunidades de Cabañas: eran, sobre todo, programas de capacitación y educación para que jóvenes y mujeres tuvieran las herramientas necesarias para comenzar un emprendimiento o conseguir un empleo. Y también lanzaron una fuertísima campaña en los medios de comunicación que hablaba de una minería responsable y ecológica. Lo que ellos llamaban el futuro de la minería.
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Locutor]: La minería antes era una industria sucia. Hoy gracias a la tecnología hay algo nuevo y limpio: la minería verde. La minería verde es ecológica y moderna…
[Isabel]: La “minería verde” es una denominación que se oye mucho: una narrativa para decir que la minería moderna es poco menos que ecológica, cuando en realidad está comprobado que toda actividad minera contamina, sin importar qué tipo de tecnología se utilice. Y así, poco a poco, aquel tema del que nadie había oído hablar invadió los medios de comunicación de El Salvador.
[Óscar]: Tenían inundados todos los medios de este país casi: la televisión, la radio, el internet, vallas publicitarias o sea… Los periódicos estaban inundados del tema de la minería verde.
[Isabel]: La campaña estaba en todas partes, excepto en Radio Victoria. La empresa minera los buscó en 2007.
[Marixela]: Habían monitoreado la radio en todo el Departamento donde se oía y dijeron: “queremos pautar”.
[Óscar]: Y dicen: Son unas cuñitas nada más, lo que queremos decir es cómo la industria desarrolla, cómo los metales aportan a la medicina, que a esto, que a lo otro…
[Marixela]: Nos ofrecían miles de plata mensual
[Óscar]: Les vamos a pagar 8.000 dólares mensuales. Y nosotros ni siquiera teníamos ingresos de 1.000 dólares en ese tiempo, o sea…
[Marixela]: En ese momento estábamos construyendo este edificio…
[Óscar]: Ellos decían: “mire, sabemos que no pueden terminar de construir ese edificio, se lo construimos, si ustedes quieren, de tres plantas si nos dan publicidad dentro de la radio”.
[Marixela]: Pensaron que iban a venir a la radio, nos íbamos a sentar y felices todos y acordábamos, pero no fue así.
[Óscar]: No vamos a cederles un espacio, o sea, no nos interesa.
[Marixela]: Es más, intensificamos la campaña, pero en contra de ellos ¿verdad?
[Isabel]: Al aire explicaron que Pacific Rim quería pautar en Radio Victoria y que ellos se habían negado. Pero querían hacer más, no querían conformarse con ser la única radio que no tenía publicidad de las mineras. Así que se reunieron con ARPAS, la red de radios comunitarias de El Salvador,
[Óscar]: Y el acuerdo que se sacó fue que todas las radios asociadas a ARPAS iban a cerrar los espacios a la empresa minera. Entonces, la empresa sintió que no solo le habíamos cerrado las puertas de la Radio Victoria, sino que además le cerramos las puertas de las otras radios.
[Isabel]: Además, crearon una red de corresponsales…
[Óscar]: Preparamos jóvenes en comunidades para que nos estén informando de lo que está pasando. Y cada cosa que estaba pasando, nosotros en el momento estábamos transmitiendo. Y ellos se sorprendían la capacidad que tenía la radio de reaccionar, de estar en el lugar, cada cosa que estaban haciendo.
[Isabel]: Añadieron una nueva sección en su noticiero que estaba especialmente enfocada en la minería. Se llamó La otra cara de la minería.
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Locutora]: Sabías que la minería consume entre el 7 y el 10 por ciento de la energía mundial?
[Locutor 1]: Yo con eso de la minería se lo digo con toda seguridad y con toda franqueza: no y no y no tres veces.
[Locutor 2]: Si lo que quieren es lo mismo, hombre, llevarse el oro y dejarnos mire, jodidos, contaminados, sin agua…
[Isabel]: En las comunidades de Cabañas se empezó a crear una división muy fuerte entre los que se oponían a la explotación de metales y las personas que, o ya trabajaban para la empresa, o esperaban hacerlo algún día.
Muchos llamaban a Radio Victoria para apoyarlos…
[Marixela]: Y la gente decía no queremos minería, aquí, ¿nos están oyendo los de la Pacific Rim? Si nos están oyendo, queremos que se vayan de Cabañas, no lo queremos aquí.
[Isabel]: Pero otros, llamaban para intentar silenciarlos.
[Marixela]: “Ustedes qué saben de minería, cállense, ustedes no saben, déjenos que nos den empleo”. Porque esa era la idea que la empresa había vendido, tienen un medio allá que nos está haciendo, como nosotros decimos popularmente, estorbo.
[Daniel]: Es decir que Radio Victoria era un estorbo para traer desarrollo y bienestar a Cabañas. Y eso tendría consecuencias.
Después de la pausa, qué pasa cuando te opones a un gigante.
Ya volvemos.
[Dynamic MidRoll]
[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. Antes de la pausa escuchábamos cómo la empresa minera canadiense Pacific Rim llegó al departamento de Cabañas en El Salvador con la promesa de empleo y prosperidad. Inicialmente la noticia fue recibida con entusiasmo por una comunidad donde muchos apenas tenían para comer. Pero una radio local no estaba tan segura de que todo fuese positivo y empezó a investigar… Se dieron cuenta de que las cosas no eran tan sencillas: la mayor parte de la riqueza se iría del país, y lo que quedaría sería un desastre ambiental.
Había tensión entre la gente del departamento: algunos querían el trabajo que ofrecía la minera y otros estaban dispuestos a luchar por que la empresa no se instalara. Y las cosas solo seguirían escalando.
Isabel Cadenas Cañón nos sigue contando.
[Isabel]: En el 2007, después de que la empresa visitó Radio Victoria ofreciendo dinero, se realizó la primera marcha contra la minería en Cabañas. La llamaron “La caminata verde”.
[Marixela]: Ese fue uno de los resultados más bonitos, la gente estaba volcada toda en la calle; vestida de verde, con su pancarta, diciendo qué querían y frente a la oficina de la Pacific Rim…
[Isabel]: Además de eso, miembros de la mesa nacional contra la minería metálica, llevaron televisores a las comunidades para mostrar lo que habían visto en sus visitas a proyectos mineros, entre otras cosas…
La presión desde Cabañas parece que funcionó. En el año 2008, el gobierno de ARENA aseguró que no iba a conceder permisos de extracción sin estudios de impacto ambiental y sin una normativa para regular la industria. Era una traba más para Pacific Rim.
Y es que a las acciones de los grupos ambientalistas se sumaba el hecho de que un año después, a principios de 2009, iba a haber elecciones presidenciales y ARENA podría perder el poder. En ese momento todo apuntaba a que, por primera vez desde el fin de la guerra, las elecciones las iba a ganar el FMLN, el partido de izquierda que se oponía a la minería. Los grupos ambientalistas incluso consiguieron la firma del candidato de la oposición, Mauricio Funes, prometiendo que en su gobierno no habría explotación de metales.
Pacific Rim sabía que si no conseguía un permiso de explotación con el gobierno de derecha, iba a ser casi imposible conseguirlo si gobernaba la izquierda.
Para presionar, la minera planteó demandar al Estado salvadoreño frente al Banco Mundial. Quizá suene raro que una empresa pueda denunciar a un país, pero en realidad es algo bastante común. El Banco Mundial considera a las empresas un motor de desarrollo, y creó un tribunal de arbitraje independiente, que no depende de la jurisdicción nacional de ningún país. En ese tribunal, las empresas pueden denunciar a los Estados que ponen en riesgo sus inversiones dentro de su territorio nacional. Su nombre es el Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones. Para sencillez lo llamaremos con sus siglas: el CIADI.
Para entender mejor la amenaza de demanda, le pedí ayuda a Saúl Baños, un abogado que trabaja en FESPAD, que es una fundación jurídica que también formó parte de la Mesa Nacional contra la Minería metálica.
[Saúl Baños]: Eso se explica más o menos así: una empresa que hace una inversión en El Salvador supone que tiene las condiciones o seguridad jurídica como lo denominan ellos, para que El Salvador les permita hacer inversión.
[Isabel]: O sea…
[Saúl]: La empresa Pacific Rim entendía, desde su lógica, que el gobierno al permitirles la licencia de exploración, de manera automática le iba también a otorgar el permiso de explotación.
[Isabel]: Así que la empresa, con la posible denuncia, lo que pretendía era reclamar dinero al estado por detener el proceso. Pero se trataba de un dinero que, en realidad, nunca tuvo, sino que, más bien, pensó que iba a tener con la explotación minera.
[Saúl]: Dice la empresa: mire, nosotros hemos invertido dinero, ya lo contabilizaban en varios millones, en las actividades de exploración, pero usted ha jugado conmigo y yo como empresa, voy a perder esa inversión que he hecho. Y, por lo tanto, al negarme la licencia de explotación, está impidiendo que yo tenga un lucro, una ganancia o un excedente de una inversión que yo ya había hecho.
[Isabel]: Y así, el 15 de marzo de 2009, llegaron las elecciones presidenciales.
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Manifestantes]: ¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo! ¡Sí se pudo!
[Isabel]: Y el FMLN ganó las elecciones.
Pacific Rim estaba en problemas. Y entonces cumplió lo prometido: en abril, un mes después de las elecciones, interpuso la demanda ante el CIADI. Argumentaban que El Salvador estaba retrasando y entorpeciendo el proceso de concesión de explotación de la mina. Y que estaban perdiendo mucho, mucho dinero.
[Marixela]: En aquel momento, acá en El Salvador, se miraba como que la minería era un problema de allá de Cabañas, que no era un problema nacional, no se estaba viendo así.
[Isabel]: Pero la demanda cambió esa percepción. Al principio la empresa dijo que esa ganancia que estaban perdiendo era de 77 millones de dólares. Pero, después, esa suma fue aumentando y la demanda final reclamaba al Estado salvadoreño 250 millones de dólares. Esa cifra parecía tan exagerada que fue una especie de toma de conciencia para el resto del país.
Y mientras el futuro de la minería de El Salvador se decidía en despachos de Washington, en Radio Victoria la tensión se transformó en amenazas.
[Óscar]: Empezamos a recibir correos electrónicos, llamadas telefónicas, mensajes de texto.
[Marixela]: “Les vamos a cortar la lengua” y todo tipo de cosas que nos iban a hacer.
[Óscar]: “Tienen tanto tiempo para que se callen”.
[Isabel]: El ambiente en las calles de Cabañas era parecido: varias personas que se oponían a la minería recibieron amenazas: notas anónimas, gente que los seguía…
Y entonces ocurrió algo que conmocionó a todos en la comunidad:
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Presentador]: El pasado 18 de junio oficialmente fue dado a conocer como desaparecido Gustavo Marcelo Rivera, activista contra la minería en la zona de San Isidro, Cabañas…
[Marixela]: Marcelo fue uno de los primeros ambientalistas, es más, fue el primero que alertó que esto no era cualquier cosa. Él estuvo al frente con su organización ADES y Radio Victoria cubriendo, cubriendo cualquier acción que se hacía.
[Isabel]: Después de 13 días de búsqueda, el cuerpo de Marcelo apareció en el fondo de un pozo. Era claro que lo habían torturado.
La policía detuvo a cuatro pandilleros por el crimen de Marcelo. La Fiscalía dijo que un amigo pandillero lo invitó a beber, y que a la medianoche fue asesinado en ese encuentro. Las autoridades también dijeron que no había encontrado evidencias de ninguna relación entre el asesinato de Marcelo y Pacific Rim. Pero muchas personas de la comunidad creen que esos pandilleros actuaron como sicarios y que a Marcelo lo mataron por ser una de las caras más visibles en contra de la minería. Organizaciones como Human Rights Watch también pidieron al Estado salvadoreño una investigación exhaustiva sobre el crimen de Marcelo.
Después del asesinato de Marcelo, las amenazas contra la radio se volvieron cada vez más constantes.
[Óscar]: A los corresponsales de esa zona, tuvimos que sacarlos de sus casas, porque empezaron a irles a dejar anónimos debajo de la puerta de su casa diciendo que si no se callaban les iban a pasar lo mismo que a Marcelo, que no sabían lo que estaban haciendo, que nadie iba a responder por ellos, que vieran Marcelo cómo había terminado y eso así iba a quedar…
[Isabel]: Algunos de los periodistas de la radio empezaron a darse cuenta de que los seguían, que los vigilaban:
[Óscar]: Cuando andaban por el mercado, cuando sentían, iban dos trabajadores, o sea, identificados de la empresa minera caminando a la par de ellos.
[Isabel]: Fueron a la Procuraduría de la Defensa de los Derechos Humanos de El Salvador. Y ahí, el director de la institución actuó de inmediato.
[Óscar]: Solicita medidas cautelares para el equipo de la radio, que protegiera las instalaciones de la radio y que en 72 horas le dieran un informe de lo que estaba pasando en Cabañas.
[Isabel]: Pocos días después, el 30 de julio de 2009, Isabel Gámez, que entonces era la encargada de prensa de la emisora, estaba sola en la radio, cuando llamaron directamente a su teléfono. Le empezaron a dar un itinerario de todo lo que había hecho durante ese día.
[Óscar]: A las ocho de la mañana saliste a Sensuntepeque. Fuiste a esta oficina, te reuniste con esta gente. A las dos de la tarde estuviste aquí con esta gente y a esta hora estás en la radio sola. Todos tus compañeros ya no están, así que te estamos esperando acá afuera.
[Isabel]: Todos los de la radio se habían ido a jugar fútbol, para liberar estrés.
[Marixela]: Y le llamaron a ella, le dijeron: “mira, estamos aquí afuera, venimos a matarte”. Y me acuerdo que ella nos llamó y llamamos a la policía, que si podían venir.
[Óscar]: Y la policía dice: “Miren, nosotros no estamos para estar cuidando instalaciones, nuestro trabajo no es ese”. Y yo le digo: “pero, el Procurador les ha pedido que protejan al equipo de la radio y las instalaciones porque hay un peligro inminente en la radio”. “Sí, pero nosotros no estamos para eso”.
[Isabel]: Los policías terminaron accediendo, y los trabajadores de la radio volvieron inmediatamente a donde estaba Isabel. Cuando llegaron, vieron que mucha gente de la comunidad había rodeado la radio.
[Marixela]: Y dijeron, si le hacen algo a la radio, antes nos van a hacer a nosotros. Entonces, eso fue como… pues como que nos dio fuerza, pues dijimos púchica, de verdad que no estamos solos. Y vimos Santa Marta y los señores con sus machetes, con sus colchonetas aquí, dijimos: “hemos hecho bien”. Es ver a señores que ya de la tercera edad y mujeres que estaban ahí en la puerta y llegamos y nos recibieron y dijeron: “no tengan miedo, no les va a pasar nada”.
[Isabel]: A Isabel Gámez se la llevaron por su seguridad, y alguien cercano a los funcionarios del gobierno de Cabañas llamó a Óscar. Era una fuente de él, se tenían confianza. Le dijo a Óscar que esa noche podrían quemar la radio. Pero la gente de la comunidad no lo iba a permitir. Entonces, como un acto de solidaridad con la radio, se armó un grupo entre trabajadores de la estación y gente del pueblo de Santa Marta que se quedaron ahí a vigilar…
[Óscar]: A partir de esa noche, pasamos desde el 30 de julio hasta todo diciembre, cada noche venía un grupo de… de quince a veinte personas a cuidar la radio.
[Isabel]: Pero algo es cierto. La amenaza a Isabel Gámez significó un antes y un después para Radio Victoria.
[Marixela]: Nos preguntamos ¿qué hacemos?, ¿apagamos la radio como lo están pidiendo ellos?
[Isabel]: En la radio, todos estaban sufriendo problemas de salud a causa del estrés y las amenazas.
[Marixela]: Había muchos nervios, había muchas zozobra, o sea la gente decía, yo voy para tal lugar, no sé si voy a regresar. Mira, hay que estar bien comunicado, cualquier cosa, hay que alertar. Entonces, eso no es vivir bien ¿verdad? Eso es estar con miedo todo el tiempo.
[Isabel]: Pocos meses después, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgó medidas cautelares para varios periodistas de la radio y para los familiares de Marcelo Rivera. También solicitó al Estado de El Salvador que adoptara las medidas necesarias para garantizar su vida y su integridad. Fue entonces cuando a varios de ellos les pusieron seguridad.
Pero ni aun así pararon las amenazas…
[Marixela]: Cuando vieron que no caló, buscaron la última estrategia que es la que fue más fuerte, cuando nos empezaron a mencionar a nuestra familia. Nos dijeron, ah, bueno, no quieren hacer caso, ya sabemos cuántos hermanos tenés, quién es tu papá, quién es tu mamá y quién es tu hijo. Y cuando nos tocaron a nuestra familia, fue que muchos se fueron.
[Isabel]: Isabel Gámez se exilió en Alemania. En aquel momento, además del de Marcelo, habían ocurrido otros cuatro asesinatos en el cantón Trinidad, en Sensuntepeque, un municipio cercano a la mina. La policía resolvió aquellos crímenes como rencillas entre familias, cuestiones de celos “pasionales”, según dijo la Fiscalía. Pero las personas que murieron eran personas visibles de ambos lados del conflicto minero: Horacio Menjívar y Esperanza Velasco, ambos a favor de la minería, y Ramiro Rivera y Dora Sorto, activistas en contra, parte del Comité Ambiental de Cabañas. Dora iba con su hijo pequeño a buscar agua cuando la asesinaron a tiros. Estaba embarazada.
[Marixela]: Yo decía, “yo no creo que sean capaz de matar a un niño” y cuando asesinaron a Dora y le dispararon a la panza e hirieron a su hijo que iba en brazos, dije “no, sí son capaces y nos están mandando un mensaje bien clarito”, porque eso era lo que querían. Y entonces fue que me fui.
[Isabel]: Marixela tenía una hija de 2 años en aquel momento: y el asesinato de Dora fue lo que la empujó a tomar la decisión…
[Marixela Ramos]: Porque yo fui una de las personas que amenazaron a mi hija y mi familia me dijo: “bueno, vos decidís, te vamos a apoyar lo que decidas”. Estuve moviéndome con la niña por mucho tiempo, salí del país tres meses.
[Isabel]: Marixela pasó 3 meses en Ecuador, trabajando para una radio comunitaria allí, pero no quiso pedir asilo…
[Marixela]: Según la radio me iba a sacar como un asilo y yo estando allá dije que no, que no, que yo me venía, que qué hacía yo fuera de mi país, que yo no había hecho nada y que no tenía porque estar allá. Y me regresé y lo que me dio fuerza para volver fue eso, decir, hay una comunidad que no me va a dejar sola.
[Isabel]: Las amenazas siguieron hasta el año 2012, pero muchos años después, Marixela se seguía manteniendo cauta, porque nunca encontraron a los culpables.
[Marixela]: Que todavía, créeme, yo durante no vea este capítulo cerrado, para mí, la alerta siempre va a estar, sobre todo, porque no hay un resultado del avance de la investigación. A nosotros la Fiscalía no nos ha entregado nada.
[Isabel]: Ni un informe escrito, ni digital. Ni siquiera una reunión en la que explican el estatus de la investigación. Nada.
Óscar me envió un documento de 19 páginas en el que me dijo que habían recogido todas las amenazas que sufrieron entre el año 2006 y 2012. La mayoría de mensajes están firmados por un grupo que se llamaba a sí mismo “Grupo de exterminio”. Pero a pesar de todo, en esos años oscuros hubo momentos de esperanza. Primero, en el 2009, la Mesa Nacional Frente a la Minería Metálica recibió el premio Letellier Moffit de Derechos Humanos, uno de los más importantes del mundo.
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Presentador]: As I present you with the 2009 Letellier-Moffit Human Rights Award Please come up and accept this award…
[Isabel]: Lo recibió Vidalina Morales, una campesina de Santa Marta, parte de ADES, que se volvió otra de las caras más visibles de la lucha antiminera.
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Vidalina Morales]: La lucha por la justicia social en nombre de nuestros seres queridos caídos en la lucha nos une.
[Isabel]: Esto le dio al movimiento antiminero del país notoriedad internacional. También se hicieron manifestaciones en solidaridad con ellos en varias partes del continente. Por ejemplo, en Toronto:
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Manifestante]: It’s “No justice, no peace, with mining companies”…
[Isabel]: O en Vancouver, frente a la sede de Pacific Rim
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Manifestantes]: Pacific Rim out of El Salvador now!
[Isabel]: O en Washington D.C, frente al Banco Mundial.
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Manifestante]: Compañeros, no… no están solos, estamos aquí con ustedes…
[Isabel]: Y justo cuando estaba ocurriendo todo esto, surgió un aliado inesperado: el arzobispo de San Salvador, Monseñor Escobar Alas, empezó a hacer apariciones públicas pronunciándose en contra de la minería.
El apoyo de la iglesia se hizo más fuerte después de que, en el 2015, el Papa Francisco criticara al actual sistema de consumo y desarrollo en el que vivimos. Pidió “cuidar la casa común”, es decir, luchar contra la degradación ambiental y el cambio climático transformando el modelo productivo al no basarlo en actividades con secuelas tan negativas como la minería.
Este es Monseñor Escobar Alas en las fiestas patronales de San Salvador, en agosto de 2016.
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Monseñor Escobar Alas]: Pido también muy respetuosamente a la honorable Asamblea Legislativa emita una ley que prohíba la explotación minera en nuestro país usando cianuro, por ser un veneno sumamente letal.
[Isabel]: Pero el arzobispo no solo se dirigía a los políticos del país: también empezó a hablarle al Banco Mundial y al CIADI, ese órgano que estaba valorando si el Estado debía indemnizar a Pacific Rim por haber suspendido los permisos de exploración y explotación :
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Monseñor Escobar Alas]: Y en nombre de Dios, y de nuestro sufrido pueblo salvadoreño, alzo la voz para pedir a el CIADI que no castigue este país por no permitir la explotación minera.
[Isabel]: También dijo que obligar a un país pobre como El Salvador, a pagar 250 millones de dólares en reparaciones a una empresa sería muy injusto.
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Monseñor Escobar Alas]: Pues, literalmente sería quitarle el pan a un pueblo pobre y a la vez permitir que le contaminen su agua que bebe…
[Isabel]: Con el apoyo de la iglesia salvadoreña, muchos supieron que ya no habría marcha atrás. Y poco después ocurrió algo bastante parecido a un milagro…
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Periodista]: El gobierno de El Salvador ganó la demanda impuesta por la minera canadiense PacIfic Rim… ahora propiedad de la australiana Oceana Gold…
[Isabel]: El 11 de octubre del 2016, el CIADI determinó que El Salvador no solo no tendría que pagar 250 millones de dólares a la empresa por no haber podido explotar la mina… sino que, más bien, el gobierno salvadoreño debería recibir 8 millones de dólares para compensar los gastos legales del proceso.
Pero para Saúl Baños, el abogado del FESPAD al que escuchamos antes, la victoria le salió muy cara al país.
[Saúl]: Si bien es cierto, El Salvador ganó, entre comillas, esa demanda, no se ganó tan ciertamente, fue como una gane pírrico ¿verdad? Que la ganancia es muy poca… Porque el Tribunal ordena a la empresa que devuelva 8.5 millones a El Salvador, cuando El Salvador solo en la defensa gastó más de 13.5.
[Isabel]: Es decir, que El Salvador había invertido en su defensa 5 millones y medio más de lo que recibió al ganar la demanda
[Saúl]: Con esos 5.5. millones se pudieron haber construido aquí un sinfín de casas populares para la gente sin techo, o dotar a los hospitales de camas hospitalarias, medicamentos, introducir alcantarillas de agua, etc. ¿Qué no se puede hacer acá en el país con 5 millones de dólares?
[Isabel]: Y, por supuesto, el dinero no fue lo único que se perdió en esa lucha contra la minería
[Saúl]: Hubo personas asesinadas, hubo personas amenazadas, hubo rompimiento de tejido social en las comunidades, separación de las comunidades, daño ambiental porque también lo ha habido con la actividad de la exploración.
[Isabel]: Después de la victoria contra la empresa, los ambientalistas veían la ley de la prohibición cada vez más cerca: se sucedieron las marchas a la Asamblea Nacional, ahora con la Iglesia católica al frente, las recogidas de firmas y también los borradores de ley. La propuesta de ley se presentó a la Asamblea el 6 de febrero de 2017. Pero como no había respuesta, se organizó una marcha: el 9 de marzo, miles de personas, convocadas por la Iglesia, por la Universidad Centroamericana y por la Mesa Nacional contra la Minería Metálica, marcharon desde el Parque Bolívar de San Salvador hasta la Asamblea Nacional, para entregar allí las más 30.000 firmas que habían recolectado. Salió a recibirlos el presidente de la Asamblea, que dijo esto, refiriéndose a la propuesta de ley:
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Presidente Asamblea]: Teniendo voluntad, pensando en el país, pensando en los pobres, la podemos sacar antes de dos semanas. Yo esperaría y le pediría a la comisión y a su presidente que sería un buen regalo de Semana Santa, si antes de la Semana Santa nosotros tenemos aprobada la ley.
[Isabel]: Y ahí todo se precipitó: aquel era un año en el que los partidos ya estaban iniciando sus estrategias electorales para las elecciones legislativas y municipales del año siguiente, de 2018. Ningún partido quiso posicionarse en contra de un tema que llevaba más de una década de lucha, con mucha movilización en la calle y, que ahora, además, tenía el respaldo de la Iglesia católica. Apenas dos semanas después de aquella marcha, el 29 de marzo de 2017, la ley se debatió en la Asamblea Legislativa.
Allí, en la asamblea, en las mesas de los diputados había banderas amarillas en contra de la minería. El presidente de la asamblea detuvo la sesión y miró hacia el público invitado. Los saludó, les dio las gracias, y el público, detrás del cristal, agitó unas banderas iguales a las que estaban en las mesas. En ellas se lee “No a la minería, sí a la vida”.
La sesión se reanudó. Los portavoces de diferentes partidos se turnaron para decir más o menos lo mismo: que era un momento histórico….
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Congresista]: Este es un día histórico y ustedes son parte medular de lo que vamos a aprobar esta mañana.
[Isabel]: Y que esta ley era necesaria
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Congresista]: Es necesario tomar medidas a fin de prohibir dicha actividad.
[Isabel]: Porque era una ley a favor de la vida…
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Congresista]: En defensa de la vida, de la vida de los salvadoreños
[Isabel]: Después se hizo un silencio y los diputados votaron.
(SOUNDBITE ARCHIVO)
[Congresista]: Cerramos la votación con 69 votos y se aprueba en términos generales…
[Isabel]: 69 votos a favor de prohibir la minería metálica y ninguno en contra. El público lloró, gritó, se abrazó.
Así, el 29 de marzo de 2017, El Salvador se convirtió en el primer país del mundo en prohibir la minería metálica. Como dijeron tantos políticos, era un día histórico. La ley prohíbe cualquier tipo de minería metálica, ya sean actividades de exploración, de extracción, de explotación y procesamiento de metales a cielo abierto o de manera subterránea, así como la extracción industrial o artesanal. También se prohibió el uso de químicos tóxicos como el cianuro y el mercurio en cualquier proceso de minería metálica. Y la ley también dejó sin efecto los procesos para obtener permisos de exploración y explotación que ya se habían iniciado, como el de Pacific Rim.
Esto era un triunfo para la defensa del medio ambiente no solo en el país, sino en todo el mundo. Un respaldo gubernamental en una región como Latinoamérica, donde la violencia contra los defensores del medio ambiente es constante y donde los modelos de desarrollo basados en la extracción de materias primas para la exportación son practicados por gobiernos de derecha y de izquierda.
En la Asamblea Legislativa estaban varias personas de Santa Marta que habían impulsado la Mesa contra la Minería… pero no había nadie de Radio Victoria. Esto no les impidió celebrar a la distancia.
[Marixela]: Yo estaba aquí. Cuando la ley se aprobó estaba siguiéndolo porque había una lectura en Canal 9, estábamos enlazados a Canal 9, que es el canal legislativo […] y pues sí lloramos… lloramos de emoción y dijimos, púchica, al fin.
[Isabel]: Alguien que sí estaba allí era Saúl Baños… Y lo recuerda como una fiesta.
[Saúl]: Estábamos vitoreando, golpeando el vidrio, con banderas. Yo soy de poco reír, yo tengo un rictus en mi rostro que me cuesta reír, pero la gente que vio esas fotos me decía que estaba bastante contento, porque me veían la sonrisa en el rostro de oreja a oreja.
[Isabel]: En ese momento, en Radio Victoria decidieron que tenían que hacer una celebración que no estuviera encerrada en la Asamblea Nacional, sino que fuera para las personas que lucharon desde las calles y las comunidades durante esos 12 años.
[Marixela]: Sabemos que aquí han habido otros protagonistas, sabemos que aquí ha habido otros líderes que no están allá y que los grandes medios no los van a ver y necesitamos proyectar eso. Y entonces programamos un foro que se llamó: “Más allá de la aprobación de la Ley”.
[Isabel]: Allí estuvieron muchas de las personas que desde la comunidad había luchado contra Pacific Rim.
[Marixela]: Y ahí yo me sentí muy feliz. Se lo dedicamos a Marcelo, a Dora y a toda la gente que estuvo… esto es de cada gente de cada señora que salió cuando le dijo, cuando le dijimos vamos a marchar, cuando abordamos, cuando preguntamos, que llamaron… Esto es para la gente que vino y nos dijo: “Aquí estamos y los vamos a proteger para todo”, que la gente viera. Entonces, todo eso fue al aire y… y lo celebramos así
[Isabel]: Pero no se quedaron solo en la celebración: el día después de la aprobación de la ley, se pusieron a pensar en lo que podría pasar a partir de ese momento, en los nuevos peligros que podrían venir:
[Marixela]: Muy fácilmente esta ley se puede volver inconstitucional, porque aquí la Asamblea a cada rato vuelve inconstitucional cualquier cosa. Entonces, que también se aproximaban las elecciones, y dijimos, miren, esto, puede cambiar el panorama.
[Isabel]: Esto que dice Marixela es verdad… las leyes son una cosa y el cumplimiento de las leyes es otra. Si bien a día de hoy no hay actividad minera en El Salvador, el panorama político y social del país hoy es muy diferente al de hace unos años. El gobierno de Nayib Bukele no ha puesto mucho interés en los temas ambientales durante su administración, y ha promovido un Foro Intergubernamental sobre Minería, Metales y Desarrollo Sostenible, buscando darle nuevos aires a la actividad minera.
Además, en el año 2021 se aprobó la Ley de Creación de la Dirección General de Energía, Hidrocarburos y Minas. Esta dirección no distingue entre minería metálica y no metálica, y puede permitir la exploración de áreas con potencial económico y establecer relaciones con organismos extranjeros vinculados al sector minero.
Queda esperar para ver si todo esto permite que se mantenga lo logrado.
[Daniel Alarcón]: Isabel Cadenas Cañón es escritora, creadora del podcast “De eso no se habla” y productora ejecutiva de El País Audio. Vive en Madrid.
Esta historia fue editada por Luis Fernando Vargas, Camila Segura y por mí. Desirée Yépez hizo el fact checking. La mezcla y el diseño de sonido son de Andrés Azpiri y Rémy Lozano.
Esta historia es producto de una colaboración entre Isabel Cadenas Cañón y Ainhoa Montoya, del Center for Latin American and Caribbean Studies, School of Advanced Study, University of London. Y fue financiada por el Economic and Social Research Council del Reino Unido.
Muchas gracias a Paula Morais, Laura Casielles y Vanessa Rousselot, del podcast “De eso no se habla”, por su colaboración en este episodio.
El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Paola Alean, Nicolás Alonso, Lisette Arévalo, Aneris Casassus, Emilia Erbetta, Fernanda Guzmán, Camilo Jiménez Santofimio, Ana Pais, Laura Rojas Aponte, Barbara Sawhill, Elsa Liliana Ulloa, y David Trujillo.
Carolina Guerrero es la CEO.
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Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.