Transcripción: Boom / Colapso
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[Daniel Alarcón, host]: Gracias por escuchar Radio Ambulante. Mañana, empieza tu día con “Up First”, el podcast de noticias matutino de NPR. En una reseña de Apple Podcast, Eve Bethel escribió: “Conciso y completo. Escucho ‘Up First’ todas las mañanas en el camino al trabajo. Me da un resumen de las noticias más importantes del día y lo que se viene de la semana”. Arranca el día con “Up First”, mañana en NPR ONE o en cualquier app de podcasts.
¿Ya conoces la Escuela Radio Ambulante? Es nuestro nuevo proyecto educativo en el que estamos compartiendo recursos para aprender a producir crónicas de audio al estilo Radio Ambulante.
Si quieres aprender cómo identificar una buena historia, técnicas de entrevista, cómo escribir un guión contundente, o simplemente por dónde empezar a producir tu podcast narrativo, visítanos en www.escuelaradioambulante.org, escuela radio ambulante punto o ere ge.
Bienvenidos a Radio Ambulante, desde NPR. Soy Daniel Alarcón. Y este es Sinar Alvarado.
[Sinar Alvarado, reportero]: Me cuesta identificar mi origen, si soy de allá o de acá. Eso como que… como que varía: como que a veces me siento más de allá, a veces más de acá. Probablemente sea una especie de 60/40, 60% venezolano y 40% colombiano, algo así.
[Daniel]: Colombiano porque nació en Valledupar. Venezolano porque se crió allá, en una ciudad llamada Maracaibo. Era solo un bebé de meses cuando su familia se cambió de país. Y ahí viviría por casi 3 décadas.
Pero como miles de venezolanos, Sinar se fue…
[Sinar]: El que está allá adentro —supongo que debe ser casi como un mecanismo de defensa psicológico— ve la situación como: «Bueno, esto está muy mal, pero todavía se puede». Porque si no lo asumes así pues te vuelves loco o te vas.
[Daniel]: En el 2004, cuando Hugo Chávez apenas llevaba 5 años en el poder y Sinar tenía 27 años, decidió mudarse a Colombia. Pero seguía yendo a Venezuela con frecuencia…
[Sinar]: Ahora, una vez que sales y vuelves, al volver te das de verdad cuenta, es decir: «Esto está realmente mal ¿Cómo… cómo aguanté yo? ¿Cómo viví en este sitio?».
[Daniel]: Inseguridad, inflación, represión… Lo veía en cada visita, cada vez de manera más pronunciada.
Esta es la complicada realidad de Venezuela ahora. Uno de los países más prósperos de América Latina se ha convertido en uno de los más caóticos, más miserables, más violentos. Un país que antes atraía inmigrantes de toda la región, ahora expulsa gente…
[Sinar]: Con mucha gente con la que yo hablo, que ha emigrado de Venezuela, mucha gente, casi todo el mundo dice: «No, yo me fui en el momento justo, porque ya después de que yo me fui, ya eso sí se jodió «.
[Daniel]: Entonces, ¿cuál es el momento justo para dejar un país?
[Sinar]: Claro, una situación que empeora cada día, sí, hoy es mejor que mañana, y mañana es peor, y así…
[Daniel]: Esta es una historia de ir y volver. De salidas apresuradas, y retornos inesperados. Comenzamos con el papá de Sinar. Es un poco confuso, porque también se llama Sinar.
[Sinar Alvarado padre]: Mi nombre es Sinar Alvarado Royero. Nací en Chiriguaná el 18 de octubre de 1940…
[Daniel]: Y en Colombia…
[Sinar]: Tenía trabajo, era profesional, tenía contactos, conocía gente, tenía un programa de radio, escribía en el periódico…
[Daniel]: Tenía una carrera establecida. Era veterinario y le iba bien. Pero a finales de los 70 se le complicó un poco la cosa. En parte, por su propia personalidad…
[Sinar]: Siempre ha sido como muy beligerante. No se calla nada. Puede llegar a ser explosivo. Nada diplomático.
[Daniel]: Llegó hasta recibir amenazas por lo que escribía, y en medio de esta crisis…
[Sinar]: Surgió una oferta en Maracaibo y dijo: «Vámonos».
(SOUNDBITE DE ANUNCIO PUBLICITARIO)
[Canción]: Cuando voy a Maracaibo y empiezo a cruzar el puente siento una emoción tan grande que se me nubla la mente…
[Daniel]: Era una oferta para trabajar en una compañía de productos veterinarios.
[Sinar Alvarado padre]: No lo pensé dos veces, y creí que era el momento de irme. Con mi mujer y mis dos hijos, y a explorar lo desconocido.
[Sinar]: En el momento en que uno decide irse, no sabe cuando vuelve. Digo, uno se va por tiempo indefinido, es un contrato que no tiene… no tiene fecha de término. ¿Ustedes, o tú, pensaste en algún momento en volver a Colombia?
[Sinar Alvarado padre]: Cuando me fui sí.
[Daniel]: Y muchos amigos le decían:
[Sinar Alvarado padre]: «Tú eres muy parrandero», «Tú eres muy criollo», «Tú… tú no vas a aguantar».
[Daniel]: Pero se acostumbró. Y para Sinar y su hermana Martha, Maracaibo sería el lugar de su infancia.
[Sinar]: Maracaibo tiene un puerto, está frente a un lago que está comunicado con el mar, entonces es una ciudad abierta.
[Daniel]: Históricamente, esta ciudad siempre ha tenido una fuerte relación con el Caribe: las Antillas, Aruba, Curaçao, Trinidad…
[Sinar]: Tuvimos un vecino trinitario, recuerdo, Puerto Rico, Cuba…
[Daniel]: O sea, una ciudad internacional. Muchos colombianos también. Una ciudad próspera.
[Sinar]: Maracaibo no sólo produjo dinero para sí misma en cantidad, produjo dinero para toda Venezuela… y más.
[Daniel]: La explotación petrolera empezó en esta región…
[Sinar]: Allí reventó el primer pozo a principios del siglo 20, y durante 100 años no han dejado de sacar petróleo de ahí.
[Daniel]: Ese petróleo sería el ingreso principal de Venezuela durante décadas. Y este fue el país al que llegó la familia de Sinar.
[Sinar]: Llegamos a un país donde habían muchas oportunidades, una gran bonanza.
[Sinar Alvarado padre]: Pensé que iba a volver, pero cuando estuve 6 meses allá, y ya tuve acceso al primer carro, y ya me los llevé a ustedes, entonces ya yo estaba completo.
[Daniel]: Es que estamos hablando de un boom económico en serio. De lo que no se veía en el resto de la región…
[Sinar Alvarado padre]: En agosto de los años 78… 80 y pico…, salían de Maracaibo 4 aviones diarios repletos de personas que iban a sus vacaciones a Disneyworld a Estados Unidos.
(SOUNDBITE DEL DOCUMENTAL “MAYAMI NUESTRO”)
[Papá venezolano]: Bueno, porque Disneyworld representa para ella algo nuevo, ¿no? Es un mundo infantil maravilloso…
[Daniel]: Y no solo a Disney. Miami se llenó de Venezolanos durante esos años…
(SOUNDBITE DEL DOCUMENTAL “MAYAMI NUESTRO”)
[Venezolanos en documental]: Miami…/ Miami…/ Hacia Miami…/ Ahorita voy a ir Miami…/ Para Miami…/ Pienso ir de compras…/ Bueno, pues mi papá acaba de comprar un departamento entonces que lo vamos a estrenar este año…
[Daniel]: Y la familia de Sinar claro, también se beneficiaba de este boom petrolero. Para entender lo atractivo que era todo esto para ellos, hay que saber bien cómo vivían en Colombia.
[Sinar Alvarado padre]: No teníamos nosotros un televisor, no teníamos un aire acondicionado. Muchas cosas. Un carro: jamás.
[Daniel]: Mientras que en Venezuela…
[Sinar Alvarado padre]: Ustedes estaban en colegios privados, que… Teníamos dos carros: la Brasilia Volkswagen y el Malibú Chevrolet. Fuimos a Estados Unidos, a Disney, fuimos a Nueva York. Entonces, era un estándar de vida que por eso se llamaba la Venezuela Saudita.
[Daniel]: Tampoco es que estemos hablando de gente exageradamente pudiente. No…
[Sinar]: Era un estilo de vida accesible para la clase media profesional que tenía un trabajo común y corriente.
[Daniel]: Los ganaderos a veces dicen que cuando huele a animales —ese olor a monte, un olor salvaje—, pues dicen que huele a dinero. Para un veterinario de animales grandes, es igual. El papá de Sinar olía a ganado. Y ese olor a vaca, es, según Sinar, el olor que definió esos años de prosperidad.
[Sinar]: Todo sobraba, todo abundaba: el alimento, el dinero, había espacio para todos.
[Sinar Alvarado Padre]: Entonces al tener acceso a todo ese bienestar te va… te va haciendo que tú comiences a echar raíces, y que cada día se vayan profundizando.
Y eso fue lo que ocurrió…
[Daniel]: Pero detrás de esta bonanza, se estaba incubando una crisis.
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Herrera Campíns, presidente]: Hoy, en cambio, me toca recibir una economía desajustada y con signos de graves desequilibrios estructurales, que han erosionado alarmantemente la capacidad adquisitiva de las clases medias. Recibo una Venezuela hipotecada.
[Sinar]: Este es el presidente Herrera Campíns, el día que asume la presidencia en 1979. Solo 2 años después de que llegamos a Venezuela.
Era un sistema que agonizaba. Pero como hubo tanto dinero en su momento, tardó años en estallar. Lo que mi padre recuerda como los buenos tiempos, eran en realidad los últimos años de la Venezuela Saudita.
Si hubiéramos sido más avispados, nos hubiéramos dado cuenta del sistema que se estaba cayendo.
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Asambleísta]: Señor presidente, aquí está flotando en el ambiente una palabra que parece que todo el mundo tiene miedo de mencionar, y es devaluación.
[Sinar]: Esto fue el viernes 18 de febrero de 1983…
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Asambleísta]: La BBC, el Financial Times, se han dedicado las últimas 24 horas a mencionar la situación de Venezuela…
[Sinar]: Para los venezolanos, el famoso “Viernes Negro”…
El presidente Herrera Campíns trataba de calmar los ánimos…
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Herrera Campíns, presidente]: Vea, hay una serie de rumores y de… desinformaciones, internas, en relación con algunas instituciones bancarias, que parecen tender a hacer perder credibilidad en el sistema bancario.
[Sinar]: Pero ese viernes el bolívar, la moneda venezolana y la más fuerte de Latinoamérica, perdió más de la mitad de su valor.
El Gobierno prohibió la venta de dólares y otra monedas extranjeras…
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Periodista]: Un convenio cambiario suspendiendo las ventas de divisas extranjeras…
[Sinar]: Pero no fue suficiente…
Se podría decir que este evento partió en dos la historia reciente del país. El bolívar nunca volvió a tener el mismo valor, y la inmensa mayoría nos empobrecimos de la noche a la mañana.
Hay que notar algo que a veces se olvida: la Venezuela Saudita nunca fue de todos. Si bien una clase media, incluyendo familias como la mía, vivieron años de boom, de bienestar, muchos nunca tuvieron acceso a esas oportunidades.
Podría decirse que con el “Viernes Negro”, comienza una nueva etapa en la historia reciente de Venezuela. Una etapa de crisis constante. Si se compara con lo que pasa hoy, pues no es nada. Pero también hay que ponerlo en contexto, comparar lo que pasaba en Venezuela con la realidad de otros países en la región. El bolívar de esa época siempre valía más que otras monedas sudamericanas. Colombia vivía los peores años del narcotráfico. Perú estaba en medio de un conflicto sanguinario con el grupo terrorista más violento de Sudamérica. Argentina acaba de salir de la Guerra de las Malvinas. Chile, Brasil y Uruguay seguían en dictadura.
Ese mismo año, 1983, mis padres se separaron, y a la crisis de la economía nacional, se sumó una nueva crisis, una crisis doméstica.
La verdad es que no tengo recuerdos del día en en que se fue mi papá. No recuerdo que me hayan dicho nada.
Mi hermana Martha, que me lleva un par de años, tampoco.
[Martha Alvarado]: Esa conversación, eh, definitivamente pues no la hubo. Solamente, pues, recuerdo el momento —aproximadamente tenía como, sí, como 9 años— que nuestro padre, pues, o sea el taita, pues, salió de la casa, pues, considerablemente, pues, alterado, con su maleta, y a estas alturas, pues, no sé pues cual tomó esa decisión.
[Sinar]: Lo que sí recuerdo con claridad es que de ahí en adelante éramos los 3. Mi mamá, mi hermana y yo. Ahí empezaron los tiempos duros.
La ironía es que en los siguientes 10 años sobrevivimos gracias al país que habíamos abandonado: Colombia.
Aunque Venezuela estaba entrando en crisis, el cambio de la moneda todavía nos favorecía. De todas formas, para que la balanza se invirtiera tendrían que pasar muchos años.
Entonces muchos venezolanos seguían comprando cosas en Colombia. Mi mamá también. Un par de veces al mes, me acuerdo, viajaba en su Chevrolet Malibú Classic de 1983 —que fue su última gran compra antes de la devaluación— a Maicao, un pueblo colombiano a un par de horas de Maracaibo. Allá compraba ropa, zapatos, perfumes, joyas, esmeraldas, aretes, anillos de oro… Todo para revender.
Y cuando mi mamá volvía de estos viajes…
[Martha]: Cuando ella venía, o sea, la típica pregunta, o sea, ¿qué nos trajiste, o qué me trajiste, no?
[Sinar]: Cuando llegaba ponía todas esas cosas sobre su cama. Ahí sacaba un cuadernito y empezaba a ponerle precio a todo. «Esto costó tanto, se va a vender en tanto”. Y anotaba cuánta ganancia le dejaría cada cosa.
De esa inventario salía nuestra comida. Nada menos…
[Daniel]: Cuando volvamos, la crisis de Venezuela se agudiza…
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[Sinar]: En mi familia siempre nos preguntamos quiénes somos, o qué somos: si somos venezolanos, si somos colombianos…
[Martha]: Bueno, yo creo que siempre ha sido como 50 y 50, ¿no? Creo que 50 primeramente maracucha de corazón, y pues vallenata de… la tierra natal. Pero desde pequeña 50 y 50.
[Sinar]: Yo me siento un poco más venezolano. Será porque soy un poco más joven, y nunca viví en Colombia de niño. También podría ser por mi trabajo. El periodismo siempre te mete en temas de política, temas coyunturales, que te ligan de una manera u otra a la situación del país donde estás viviendo.
Bueno, y lo que tengo muy claro es que durante mi niñez y adolescencia, las cosas se ponían cada vez más complicadas.
A comienzos del 89, el presidente Carlos Andrés Pérez empezó a implementar una serie de reformas neoliberales: cortes en el presupuesto nacional, aumento del precio de la gasolina, aumento de los pasajes en transporte público… Ahí empezó el lío.
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Carlos Andrés Pérez, presidente]: Las medidas que anuncio al país en materia económica, no pueden estar desligadas de decisiones dirigidas a fortalecer la calidad de la vida y a preservar…
[Sinar]: Yo estaba a punto de cumplir 12 años. Fue la época más dura para mi mamá y para nosotros. Mi abuelo acababa de morir, después de vivir con nosotros por 3 años. Mi mamá lo extrañaba tanto, que no aguantaba vivir en la casa sin él. Nos mudamos a una casa vieja, entonces. No sé quién la bautizó así, pero por mucho tiempo la llamamos “El Ranchón.”
En esa casa vivíamos cuando estalló en febrero de ese año, todo el lío y las protestas contra el paquete de reformas de Carlos Andrés Pérez.
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Periodista]: Y esta semana, el mundo entero volvió los ojos hacia Venezuela. Sorprendió por un enorme y repentino estallido social que causó varios centenares de muertos.
[Sinar]: Lo que se conoce como el “Caracazo”…
(SOUNDBITES DE NOTICIEROS)
[Periodista]: La protesta que un principio era pacífica, se tornó violenta hasta el punto en que la policía no pudo controlar la cantidad de focos de desorden que se producían en toda la localidad de Guarenas.
[Protestante]: Los estudiantes en este momento tienen la razón de protestar públicamente en la calle porque el pasaje lo están cobrando hasta el 200%, y no están reconociendo el pasaje estudiantil.
[Periodista]: Este local que está totalmente destruido, incendiado, arrasado, era un gran almacén donde había una gran cantidad de productos alimenticios. Todo esto se ha derrumbado a raíz del incendio que provocaron los saqueadores.
[Sinar]: Según cifras oficiales hubo más 300 muertos, y más de 3.000 desaparecidos.
Desde la capital, el presidente se pronunció…
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Carlos Andrés Pérez, presidente]: Ahora se abre la posibilidad plena para que podamos tomar el resto de las medidas y para que todos los venezolanos, todos los que participan en el proceso económico, sepan a qué atenerse. Eso lo debo hacer…
[Sinar]: Anunció un toque de queda. Durante días nos quedábamos en la casa hablando de política con mi familia.
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Periodista]: En el sector de del valle las cosas se han complicado a medida que la mañana ha transcurrido…
[Sinar]: Ahora, el “Caracazo” ahora lo veo como un síntoma de lo que vendría- Esa supuesta prosperidad escondía un descontento masivo…
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Periodista]: … los efectivos militares también se han hecho presentes…
[Sinar]: El sistema político que ya llevaba 30 años en el poder, alternándose entre 2 partidos, se acercaba, ahora sí, a su final…
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Oficial del gobierno venezolano]: Nosotros cuando salimos a la calle no salimos a reprimir. Salimos a reestablecer un orden que está alterado.
[Sinar]: Todavía faltaba un década para que muriera por completo. Pero ya había mucha crisis, demasiada corrupción y desgaste.
Los mismos viejos de los partidos pretendían ser los líderes para siempre… Y la gente estaba harta.
(SOUNDBITES DE NOTICIEROS)
[Periodista]: Doctora, ¿cuál es la situación del hospital hasta este momento?
[Doctora]: El hospital está en emergencia, señor. Bueno, pues, los heridos que han habido, debido a que están heridos de bala. Disturbios con la policía.
[Sinar]: El “Caracazo” demostró que la gente estaba lista, que las condiciones estaban dadas para la aparición de alguien como Hugo Chávez.
Su primer intento de asumir el poder fue 3 años después, en el golpe fallido de 1992.
Cuando decidí irme del país, no fue por la crisis. Eso es algo que le cuesta entender a muchos. Es casi incomprensible si ves la situación actual, pero hasta hace relativamente poco, uno podía vivir bien en Caracas, incluso siendo periodista. Yo no me fui por necesidad, sino por ambición profesional. Quería hacer crónica, periodismo de largo aliento, y en Venezuela no había muchos medios que publicaran este tipo de trabajos. Había más oportunidades en Bogotá. Entonces me fui en julio del 2004.
Casi 2 años después, de visita en Caracas, conocí a Gaby. Pasaron 4 años antes de que nos hiciéramos novios. Gaby también es periodista. Y en 2010, volví a Caracas por unos meses, y empezamos a salir. Y nos enamoramos. Poco después ella se ganó una beca para irse a estudiar a Italia, y decidimos irnos juntos.
Y allá, en Roma, fue donde empezamos a pensar en qué hacer…
[Gabriela Méndez]: Lo que más recuerdo es como cierta incertidumbre. Incertidumbre por un lado, y certeza por el otro lado. Por un lado sabía que no nos íbamos a quedar en Roma como inmigrantes ilegales, entonces Italia estaba descartada.
[Sinar]: Y a pesar de que era el 2011 y Venezuela no estaba tan mal como ahora, igual…
[Gabriela]: Ya había muchos signos, muchas señales de que eso no iba… no iba bien. Y…
[Sinar]: Entonces empezamos a considerar un plan C…
[Gabriela]: Que era Colombia, porque desde que vine la primera vez a Colombia, en el año 2001, me encantó, y estaba enamorada de este país, o sea, era como, “wow: ¿qué tengo que hacer para… para vivir acá?”.
[Sinar]: Casarte con un colombiano.
[Gabriela]: [Risa] Exacto.
[Sinar]: Pero toda la familia de Gaby estaba en Caracas, y era difícil pensar en no volver. Lo que fue decisivo, de algún modo, fue nuestro trabajo. Para 2 periodistas como nosotros, volver a Venezuela y trabajar bajo el chavismo se veía cada vez menos atractivo.
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Hugo Chávez, President]: ¡Ipsofacto sale del aire! ¡De inmediato sale del aire y se le quita la concesión que tienen para estar transmitiendo! ¡Televisión o radio que viole la ley se le quitará la concesión! ¡Yo no estoy mamando gallo!
[Sinar]: Nuestros amigos, nuestros colegas, nos contaban todos los días cómo seguían las cosas. Muchos periodistas independientes estaban perdiendo sus trabajos. Nos contaban los malabares que tenían que hacer para poder vivir.
Varios testaferros del chavismo ya estaban comprando medios de comunicación.
Con nuestros ahorros, decidimos que la mejor opción era probar suerte en Colombia.
Desde que tomamos esa decisión han pasado 6 años. Y es curioso. Han sido años increíbles, provechosos, enriquecedores. Años de mucho trabajo, años duros, pero lindos. Hemos construido una familia. Nuestro hijo, nacido en Bogotá, tiene casi 4 años.
Y desde lejos hemos visto cómo en Venezuela todo se ha ido a un barranco…
Quizás la situación de Venezuela ha golpeado a Gaby más duro que a mí.
[Gabriela]: Lo que sí no sabía, o lo que sí no llegué a sospechar nunca, es que… por lo menos por ahora no quiero volver a Venezuela.
[Sinar]: ¿Por qué?
[Gabriela]: Porque pienso que me dolería mucho ver el país en el estado en el que está. O sea, de alguna forma, vivir lejos es como un escudo o como una protección a lo que tú sabes que está pasando allá.
(SOUNDBITES DE NOTICIEROS)
[Periodista]: El desabastecimiento y la escasez son unos de los graves problemas que hoy por hoy enfrentan los venezolanos. A la falta de harina, a la falta de leche…
[Ciudadana venezolana]: No se encuentra nada. Entonces ellos tienen que traer la seguridad porque uno anda desesperado buscando a ver qué consigue para comer…
[Periodista]: A la falta también de productos básicos se suma también la escasez de productos farmacéuticos…
[Ciudadana venezolana]: Yo no me siento protegida ni con la guardia ni con la policía en la calle. Porque son los primeros que roban y los primeros que atracan.
[Gabriela]: Aunque estemos enterados las 24 horas y por todos los medios de lo que pasa, obviamente no lo vivimos en carne propia, y eso es una forma de protegernos porque yo creo que yo hubiera soportado vivir todo lo que están viviendo en Venezuela…
(SOUNDBITES DE NOTICIEROS)
[Periodista]: Movilizaciones y enfrentamientos en varias partes del país se registran todos los días desde el 1 de abril cuando la Corte Suprema intentó usurpar las funciones del Congreso, de la Asamblea Nacional. La oposición exige la salida de Nicolás Maduro. La oposición exige nuevas elecciones. La oposición exige la liberación de los precios… presos políticos.
[Nicolás Maduro, presidente]: Si Venezuela fuera sumida en el caos y la violencia, y fuera destruída la revolución bolivariana, nosotros iríamos al combate. Y lo que no se pudo con los votos, lo haríamos con las armas.
[Gabriela]: No sé, creo que ya hubiera enloquecido o me hubiera deprimido o no sé, no sé qué hubiera pasado.
[Sinar]: Yo a veces siento lo mismo.
(SOUNDBITE DE NOTICIERO)
[Periodista]: Las cosas van de mal en peor en Venezuela. Su capital, Caracas, ocupó el primer lugar en la lista de las ciudades más violentas del mundo…
[Sinar]: Y también siento culpa. Siento impotencia.
[Gabriela]: Nosotros tenemos 2 años y medio que no vamos, y yo no sé qué vamos a encontrar. Entonces, digamos que trato de no pensar en eso porque para mí ahora mi país es… Por ahora es Colombia.
[Sinar]: Y digamos que yo tengo más experiencia como inmigrante que mi esposa. Yo crecí lejos del país donde nací, lejos de mis primos, mis tíos… En una especie de limbo. Ni de allá, ni de acá. Pero para Gaby… para ella todo esto es nuevo. Y lo conversamos a cada rato. Yo sé que no es fácil para ella.
¿Qué extrañas de tu ciudad, de Caracas, y de tu país, Venezuela?
[Gabriela]: No sentirme extranjera… No sentirme extranjera. Aunque en Colombia me siento muy a gusto y muy en casa, y tenemos culturas muy afines, muy similares: compartimos, no sé, la gastronomía, algunas expresiones, miles de cosas —música—… Yo aquí siempre voy a ser extranjera.
[Sinar]: ¿Cómo le explico que uno se acostumbra a eso, o que en algún momento eso cambia? Que uno puede llegar a sentir una suerte de pertenencia.
Y esta es otra verdad: un migrante nunca descarta la posibilidad de volver.
En enero de este año, 2017, después de 41 años de vivir en Venezuela, mi papá volvió a Colombia. A Valledupar, que es su ciudad.
Y con su regreso y el de mi hermana, que viene ahora en unas semanas, se cierra un ciclo de la familia Alvarado en Venezuela. Mi mamá murió en Maracaibo, pero estoy seguro que si estuviera viva, estaría planeando su retorno también.
Sí pienso en vivir otra vez en Caracas. La idea de volver me entusiasma. El clima, la comida, la gente. Yo fui muy feliz en esa ciudad. Es la ciudad donde me hice adulto, donde viví solo por primera vez.
Entonces no es un final. La misma vida de mi padre lo demuestra. Uno nunca sabe lo que va a pasar. Algún día, le digo a Gaby a veces, algún día podríamos volver.
¿Hay palabras? ¿Podrías enumerar algunas palabras que te vienen así, rápidamente a la mente, cuando piensas en… en Venezuela? Palabras que se asocian a tus recuerdos del país…
[Gabriela]: Comodidad. Belleza. Lo que pasa es que… creo que el país que yo recuerdo ya no existe… Entonces…
[Sinar]: Ahí a Gaby se le quebró la voz y dejó de hablar. Yo me imaginaba que algo así iba a ocurrir. En ese instante, tomé la decisión de dejar de grabar.
Mi reacción instintiva fue protegerla, tal vez cambiar de tema o distraela, porque sé que hablar de Venezuela, para ella, como para muchos que viven afuera, es abrir una herida. Y duele.
Venezuela duele, y duele mucho…
[Daniel]: Sinar Alvarado es periodista, escribe para el New York Times en español y otros medios latinoamericanos. Gabriela Méndez también es periodista y editora de la revista “Bienestar”. Ambos viven en Bogotá.
Esta historia fue producida por Silvia Viñas y por mí, con la ayuda de David Trujillo. Fue editada por Camila Segura. La mezcla y el diseño de sonido son de Ryan Sweikert.
El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Désirée Bayonet, Jorge Caraballo, Barbara Sawhill, Luis Trelles, Elsa Liliana Ulloa y Luis Fernando Vargas. Maytik Avirama es nuestra pasante editorial, y Andrea Betanzos es la coordinadora de programas. Carolina Guerrero es la CEO.
Radio Ambulante se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO.
Conoce más sobre Radio Ambulante y sobre esta historia en nuestra página web: radioambulante.org. Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.