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[Pre-Roll Hay Festival]

[Daniel Alarcón]: Esto es Radio Ambulante desde NPR. Soy Daniel Alarcón.

(SOUNDBITE DE ARCHIVO) 

[Locutor 1 Emisora HJCK]: El Primer Congreso Mundial de Brujería… 

[Locutor 2 Emisora HJCK]: Del 24 al 28 de agosto se reunirá en Bogotá el Primer Congreso Mundial de Brujería. 

[Locutor 1 Emisora HJCK]: A él concurrirán los más importantes conocedores de esta ciencia en el mundo entero. Y se estima que la afluencia de turistas por este motivo será bastante numerosa.

[Daniel]: Esto que acaban de escuchar es de un programa de la radio colombiana que salió al aire en 1975 y que, como oyeron, anunciaba este gran evento

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

[Locutor 2 Emisora HJCK]: Además de las conferencias que sobre el tema se dictarán, es segura la presencia de grupos de Brasil, Venezuela y Haití, que harán la parte práctica de este insólito congreso. 

[Locutor 1 Emisora HJCK]: Para informarnos acerca de los preparativos que se vienen realizando en la organización de este evento, hablamos con doña Josefina del Valle, gerente de la agencia de viajes La Rana y coordinadora del certamen. 

[Locutor 2 Emisora HJCK] : ¿Quiénes han confirmado del extranjero para venir a este congreso? 

[Josefina del Valle]: Eh… mira, dentro de la lista que tenemos de gente confirmada, tenemos a la doctora Thelma Moss. Ella es especialista en psicotrónica y va a traer a Colombia la máquina… eh… Kirlian, que es la que hace la fotografía del aurea. También tenemos a Clarice Lispector del Brasil, Libio Vinardi de la Argentina, Brenio Oneto de Chile, tenemos a una famosa vidente de los Estados Unidos, Mary Nesnick …

[Daniel]: Y la lista continuaba….

[Josefina]: Son bastantes… y en distintos campos de la parapsicología, la alquimia, la astrología, eh… la brujería en sí… en fin toda la gama…

[Daniel]: La coordinadora explicaba que el evento se dividiría en tres aspectos: el científico, a base de conferencias. Una feria de exposiciones, que incluía artes visuales relacionadas con magia y, por último, uno más vivencial…

[Josefina]: Ese lo vamos a cumplir con las presentaciones rituales con grupos auténticos del Brasil, presentando su macumba. El grupo de Haití presentando el vudú. Tendremos un grupo de Venezuela, de la María Lionza…

[Daniel]: María Lionza, Vudú, Macumba o Candomblé: todos sistemas espirituales y de creencias que nacieron  en América Latina y el Caribe, pero que tienen una parte de sus raíces en África.

[Gloria Valencia de Castaño]: La verdad es que nosotros nos preguntamos: ¿la gente está respondiendo a este llamado? ¿Qué dicen las gentes cuando les hablan del congreso de brujos, Simón?

[Simón González]: Es increíble. Al principio le tenía un poco de miedo a la sola palabra brujería…

[Daniel]: Este es Simón González, el impulsor del Congreso, en una entrevista que le hicieron en ese momento.  

[Simón]Entonces discutimos mucho. Esto va a traer reacciones. La gente no va a entender. Van a confundirnos con la magia negra, con la misa negra, con las brujas de las escobas. 

[Daniel]: Es que en una sociedad católica y conservadora como la colombiana de mediados de los 70s, que la capital del país fuera sede de los rituales brujos más importantes del mundo era casi una blasfemia. Pero en esa misma entrevista, Simón explicó que no se trataba de convocar a las brujas de las escobas, sino de abrir las puertas a distintas experiencias espirituales. 

Esta idea se sintetizaba en el slogan del Congreso: “A la sombra de lo diferente con amor y asombro”.

[Simón]: A la sombra de lo diferente con amor y asombro” es precisamente quitándole a la parte de magia negra y dándole a la magia negra un contenido espiritual. 

[Daniel]: Una magia para hacer el bien, nunca el mal, aclaraba Simón. Pero eso no iba a ser tan fácil de demostrar. Los organizadores del congreso sabían que estaban planteando una idea provocadora. 

Sin embargo, cualquier cosa que hubieran imaginado no fue nada comparado con lo que realmente sucedió: el Primer Congreso Mundial de Brujería se convertiría en el foco de la prensa nacional e internacional y sus repercusiones alcanzarían niveles insospechados, que llegarían a involucrar no solo a la Iglesia Católica, sino hasta al propio presidente de la Nación. 

Una  pausa y volvemos… 

[MIDROLL]

[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. El historiador del arte Julián Sánchez González lleva años investigando esta historia. Aquí Julián: 

[Julián Sánchez González]: Simón y Josefina murieron hace unos años, pero hay alguien que recuerda muy bien cómo empezó todo.

[Claudia Restrepo]: Mi nombre es Claudia Restrepo. Sin embargo, en maya yo soy estrella solar amarilla.

[Julián]: Como pueden intuir, Claudia tiene una historia cercana al misticismo. De hecho, en su círculo corre el rumor de que ella podría haber sido, desde hace muchos años, un tipo de bruja. Pero de las buenas. Creció en una familia en la que su abuela y su tía abuela leían el tarot y usaban algunas plantas para fines curativos. 

Claudia trabajaba como asesora de comunicaciones de la presidencia de la Nación cuando conoció a Simón. Apenas lo vio quedó fascinada con él. Había algo en la expresión de su cara que le pareció muy interesante. Y pronto se volvieron novios. 

[Claudia]: Hacíamos deporte juntos, buceamos muchísimo, montábamos a caballo también muchísimo y pues hacíamos muchas cosas divertidas y simpáticas.

[Julián]: Aunque Simón le llevaba 12 años, la diferencia de edad no era un problema para Claudia, y decidieron casarse solo dos años después, a principios de los ‘70. 

[Claudia]: Fue una boda muy bonita, como muy espiritual y muy linda.

[Julián]: Compartían eso: el interés por lo espiritual. Al igual que Claudia, Simón también tenía una historia familiar cercana a lo místico. Había crecido en una casa artística, intelectual. Su padre era Fernando González, un reconocido escritor, al que muchos le decían “el brujo” y que fue el principal inspirador del nadaísmo, un movimiento literario y filosófico colombiano de los años 60s. El nadaísmo buscaba acabar con la cultura conservadora del país a través de escándalos, opinión y mucho arte. La Iglesia Católica fue un foco de sus críticas, y buscaban siempre vivir al límite, con experiencias místicas, inusuales, irracionales, banales e imposibles. 

El nadaísmo estaba conformado por muchos artistas, filósofos y escritores… y entre estos últimos estaba Jotamario Arbeláez, un caleño que hoy tiene 81 años.

[Jotamario Arbeláez]: Buscábamos hacernos conocer a través del escándalo, es decir, títulos de prensa: “Sorprendidos cuatro nadaístas a medianoche en el Cementerio Metropolitano haciendo el amor” o “Nadaístas sabotean Congreso de Escribanos Católicos”. Imagínate con esos títulos por entonces nos volvíamos así, como repudiados por la gente sensata de la comunidad. También nos volvíamos unos héroes para los muchachos rebeldes.

[Julián]: Y aunque había estudiado ingeniería y administración de negocios en Estados Unidos y Francia, a sus 44 años, Simón seguía siendo un excéntrico de corazón y un hombre de muchas facetas. Había trabajado en el sector privado. Por la época en que se casó con Claudia, estaba pronto a fundar la agencia de viajes “La Rana” y era el director del Instituto Colombiano de Administración, donde daba seminarios de gerencia. Ahí tenía una oficina que parecía sacada de una película.

Jotamario la visitó una vez.

[Jotamario]: Era una especie de jungla. Ahí tenía, en vez de matas, tenía prácticamente árboles. En vez de… de alfombras, tenía hierba. Incluso a veces llevaba un tigrillo que tenía en la finca y lo amarraba por ahí en un rincón mientras atendía a los gerentes. 

[Julián]: Esa oficina sería uno de los lugares donde se echaría a andar el plan para crear el Primer Congreso Mundial de Brujería. El caso es que Simón tenía un amigo colombo-alemán llamado Klaus Vollert, que también ya falleció. A mediados de 1974, Klaus estaba por recibir en Bogotá a un grupo de empresarios alemanes que querían invertir en Colombia y le pidió a Simón que le ayudara a pensar qué hacer con los alemanes. Simón recurrió a su esposa…  

[Claudia]: Simón me dijo: “Como tu eres una persona tan original y se te ocurren ideas raras y todo, ¿qué se te ocurre que le hagamos a los alemanes que vienen?” 

[Julián]: Claudia enseguida pensó en una amiga: Beatriz Caro. 

[Claudia]:  Y ella era clarividente. Ella echaba las cartas. Entonces a mí se me ocurrió: “Bueno, esto es algo divertido, raro para los alemanes. ¿Por qué no los llevamos allá a que le lean a cada uno sus cartas?

[Julián]: La casa de su amiga Beatriz quedaba en un sitio muy particular, estaba cerca de un cementerio en Bogotá. Después de entrar, los visitantes pasaban a un pequeño estudio donde podían encontrar todo tipo de artefactos para lecturas y rituales, incluidos unos naipes y una bola de cristal.

[Claudia]: Y pues seguro hay fantasmas y todo… entonces de golpe traen información interesante… 

[Julián]: A Simón y a Klaus les pareció un buen plan. Así que cuando llegó la delegación de alemanes los llevaron a la casa de Beatriz y uno por uno fueron pasando a una sala donde estaba ella. 

[Claudia]: Bueno, el caso es que los alemanes salieron de ahí privados, les pareció lo máximo, lo máximo, lo máximo. 

[Julián]: Luego, cuando fueron todos juntos a comer a la casa de Simón y Claudia, los alemanes no paraban de hablar de la experiencia que acababan de tener.  

[Claudia]: “Qué delicia, qué delicia esta reunión. No… Esto fue algo único”. Nos dijo cosas maravillosas. Todos encantados. Entonces en ese momento a mí se me ocurrió: Y les dije: “¿Y por qué no, por qué no financian un evento, y que se traigan muchísimas personas de varias partes del mundo con propiedades y capacidades como las de Beatriz o de ese estilo o algo parecido?”

[Julián]:  A los alemanes les pareció una idea estupenda.

[Claudia]: Dijeron: “Bueno, perfecto. Hagámoslo”. Será el Primer Congreso de Brujos, que le pusieron ese nombre porque si pone uno Primer Congreso de Clarividentes, Primer Congreso de Yoguis, eso no llama la atención, pero si le ponen como la parte como misteriosa, miedosa, entonces ahí sí a la gente le llama la atención.

[Julián]:  El Primer Congreso Mundial de Brujería ya estaba en marcha. 

Simón montó su centro de operaciones en la sede de la agencia de viajes La Rana. Lo primero que necesitaba era definir la agenda del Congreso: quería traer a los mejores exponentes del mundo. Conexiones no le faltaban. Por un lado, siendo cercano a algunos miembros del Nadaísmo, conocía a varias personas que podían ayudarlo a emprender esta hazaña. Y además, era el nieto del expresidente Carlos Eugenio Restrepo. Esto hacía que sus influencias estuvieran por todos lados: desde artistas hasta políticos y empresarios. 

Simón contaba con la inversión de los alemanes pero también tenía pensado pedirles a sus amigos empresarios que lo apoyaran en su idea. Se los vendió como un evento único. Les decía que nunca antes en el mundo se había realizado un congreso de este tipo. Y que podía ser un buen negocio. Aquí otra vez Jotamario:

[Jotamario]: Tú sabes que siempre hay magas, brujas, señoras que atienden a una clientela desesperada por sus problemas personales. Pero en este caso también era como una búsqueda de… de saber en qué consistía la tal brujería, qué tan amplia era su influencia en el mundo y en los espíritus de la gente.

[Julián]: Pronto consiguió suficientes recursos para no escatimar en gastos: podía pagar viajes en avión para más de 20 expositores de Latinoamérica, el Caribe y Estados Unidos: brujos, clarividentes, psíquicos, parapsicólogos, astrólogos, tarotistas… Y, como oímos al principio, varias personalidades importantes: desde la escritora brasilera Clarice Lispector hasta el ilusionista israelí Uri Geller, pasando por antropólogos y artistas. Así de variado sería el asunto. 

Pero también habría presencia de personalidades de Colombia, por supuesto. Simón invitó a los hermanos Manuel y Delia Zapata Olivella, pioneros de los estudios afrocolombianos, y a Ronald Williams, también conocido como El Brujo Pepa. Pepa vivía en el archipiélago de San Andrés y Providencia y era una fuente de consulta para visitantes y residentes de las islas por sus conocimientos sobre botánica. 

[Jotamario]: Tenía un gran poder de manejo espiritual, digamos en el archipiélago. Con una sonrisa especial que hacía que la gente lo… le tuviera mayor credibilidad.

[Julián]: Pepa se presentaría en el Congreso junto a su banda de calipso y reggae llamada Black Dynamite. Y también habría exposiciones de arte, cine, teatro y una gran feria bruja con stands en los que se venderían distintos productos. 

Apenas confirmó la agenda, Simón empezó a promocionar el evento con toda. Diseñaron un afiche. Era amarillo, morado y negro. Tenía el slogan y dos escenas: una de una mujer volando con un cabro en una noche de luna llena, y otra, de una mujer embarazada, con velo, sosteniendo unos cuernos frente a un toro. 

Simón empezó a confirmar conferencias y fue creando un programa con títulos como “Visiones de Satanás”, “Hipnosis y autohipnosis” y “Medicina y brujería”, entre otros. Comenzó a dar entrevistas en la televisión y la radio y fue justamente en un canal de televisión, mientras promocionaba el evento, cuando se encontró con la artista brasileña Aurea Oliveira Santos. Ahí mismo se le ocurrió invitarla al Congreso para que expusiera sus obras, una serie de joyas en resina. 

Hablé con Aurea y se acuerda bien de lo que pensó de Simón cuando le contó de su plan:

[Aurea Oliveira Santos]: Fue un innovador… Mucho atrevimiento hacer un Congreso Mundial de Brujería. 

[Julián]: Aurea había visto los rituales de Candomblé de Salvador de Bahía… personas vestidas de blanco cantándole a Yemanyá, la diosa del agua, el amor y la feminidad. Y aunque no creía en esas cosas, le había parecido algo impactante, por lo que la invitación de Simón le dio cierta curiosidad y dijo que sí, con todo gusto. 

Simón le explicó por qué lo hacía…

[Aurea]: Que él, que él quería romper ese paradigma de esta Colombia católica, apostólica, romana, y mostrar que había otras corrientes espirituales y religiosas y mostrar esa diversidad que tiene Colombia, ¿no? 

[Julián]: Aurea estaba impresionada con lo que se había propuesto Simón, y al parecer lo estaba logrando: la prensa en Colombia, de pronto, no dejaba de hablar de brujería, magia y parapsicología. Jotamario lo recuerda muy bien:  

[Jotamario]: Para los periódicos era una noticia fulgurante, mucho mejor que los despliegues políticos o económicos. 

[Julián]: Y no exagera. Es como si el congreso les hubiera dado permiso a los periodistas de tratar un tema antes tabú. Periódicos importantes como El Espectador y El Tiempo de pronto estaban publicando textos sobre brujos y cultos. Y bueno, otros fueron más allá… La Revista Cromos publicó historias como “La hermandad de las sombras halló el esqueleto de Satanás” y “¡Este es el altar de la misa negra!”

La prensa quería saber las opiniones sobre el Congreso de algunas de las personas más influyentes del país. Uno de los primeros críticos en hablar fue Alberto Lleras Camargo, el que había sido presidente de Colombia años antes. En una carta publicada en el periódico El Tiempo, no tuvo reparos en decir que el congreso era, y cito: “una forma de exaltar la estupidez humana”. Tan llamativa fue esta frase que hasta la replicó una cadena radial de Washington.   

Pronto la noticia llegó a otros medios del mundo:

Revista Planeta, Brasil: “Congresso de Bruxas: Entramos na era do poder mental” 

The New York Times, Estados Unidos:  “Moonlight Dance Opens a Congress of Sorcery”  

Le Monde, Francia:  “La première assemblée mondiale des ‘sorciers’”

[Julián]: Pero, como era de esperar, la oposición más grande que tuvo que enfrentar Simón fue la de la Iglesia Católica. 

[Jotamario]:  Llegaron a considerar el… el evento como un sacrilegio o como un irrespeto general a la Iglesia y a la espiritualidad de las gentes porque pensaba que se le estaba, se estaba haciendo una apología del enemigo del cristianismo como era Satanás, que se supone que los brujos o las brujas eran sus devotos adoradores de su trasero.

[Julián]: Distintos curas salieron a publicar sus mensajes en la prensa. Calificaban al congreso como “blasfemia” e “infantilismo religioso”. Un cardenal dijo que los organizadores eran “empresarios de la superstición”, y la Conferencia Episcopal de Colombia habló de que la Iglesia se “opone a la hechicería” y de que el Congreso era “un retroceso en la vida religiosa y civilizada”

Pero no solo eso. La Iglesia le pidió a Simón que al menos cambiara el nombre del congreso, que le sacaran la palabra “brujería” y la reemplazara por un término menos escandaloso. Pero él respondió que no, pues consideraba que era necesario transformar el uso de la palabra “brujo” para reconocer a los líderes espirituales de diferentes comunidades. Esto dijo en una entrevista: 

(SOUNDBITE ARCHIVO)

[Simón]: El brujo es un enamorado. Es la imagen de la fuerza de todo aquello que no es materialista sino del espíritu. 

[Julián]: Sus labores como médicos, curanderos y líderes sociales y políticos eran también muy importantes para Simón. Y, lejos de intimidarse, aprovechó la embestida de la Iglesia para insistir ante la prensa que el diablo no estaba invitado al Congreso. Más bien todo lo contrario. Aquí, otra vez, Claudia:

[Claudia]: No fue que la hubieran puesto como decir: “Vamos a traer a los hechiceros más malos y perversos”. No, no, no, no era esa la idea.

[Julián]: La idea de Simón, por el contrario, era vincular a la brujería con el amor y unir diferentes espiritualidades. Pero no lograba convencer a los representantes de la Iglesia, que estaban muy indignados con él. Jotamario lo recuerda: 

[Jotamario]: Pues desde luego hubo una… una gran controversia y una gran oposición eclesiástica. Incluso llegué a escuchar que Simón González había sido excomulgado por la Iglesia.

[Julián]: Se decía eso, que la Iglesia iba a excomulgarlo. Le pregunté a Claudia si recordaba algo de esto, pero me dijo que no. Para esa época ya se había separado de Simón y, pese a que fue su idea, no formó parte de la organización del Congreso. Como haya sido, a la par de las críticas, el Congreso también empezaba a recibir apoyo. Decenas de cartas de personas fascinadas con la iniciativa. 

Hasta que llegó el día esperado. El 24 de agosto de 1975 se juntaron miles de personas—entre ellos políticos, embajadores, empresarios, publicistas y artistas—frente a un monumento de diez metros de una figura precolombina en la Feria Internacional de Bogotá, un espacio para eventos masivos. Hubo palabras de Simón y de un Mamo, un líder espiritual indígena de la Sierra Nevada de Santa Marta, y después convocaron a un “abrazo brujo” para unir a todos los participantes.

[Daniel]: Y así en medio de  las críticas y el apoyo, entre humo, luces, música y cócteles tropicales arrancó el Primer Congreso Mundial de Brujería.

Una pausa y volvemos. 

[MIDROLL]

[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. Julián nos sigue contando…

[Julián]: Más de 160 corresponsales de medios de comunicación nacionales y 138 de medios internacionales se reunieron para cubrir el Primer Congreso Mundial de Brujería. Uno de ellos era Fernando Cano, en ese momento un novato fotógrafo del periódico El Espectador. Aquí Fernando:

[Fernando Cano]: Yo creo que era como una doble emoción, por lo que era casi que mis primeras salidas como fotógrafo, y segundo, por el tema.

[Julián]: Por esa época Fernando estudiaba Filosofía en la universidad y le parecía fascinante ir a ver de qué se trataba todo esto de los brujos. 

[Fernando]: Y este fenómeno de la parapsicología, pues me tenía así como rondando en la cabeza…

[Julián]: Los horarios de trabajo eran una locura y se la pasaba en el Congreso hasta bien entrada la noche.

[Fernando]: Pero yo pues en esa época estaba muy afiebrado, entonces…. no, no, no importaba nada.

[Julián]: Pero no era solo él el afiebrado. A medida que empezó el congreso, que duraría cinco días, la voz se iba corriendo:

[Fernando]: La gente no se quería perder de lo que ya habían visto otros. “Oye,  en Bogotá está pasando esto, ¿ya fuiste?” Yo creo que fue… la curiosidad nos sacó a todos de la cama y del arrunche y de la aburrición. 

[Julián]: Se calcula, según estimados de la prensa, que alrededor de unas 5 mil personas llegaron el día de la inauguración del Congreso. Fernando estaba fascinado con todo lo que veía: 

[Fernando]: Había oído hablar del vudú y había visto cosas publicadas en National Geographic. O cosas así, pero verlo… Entonces ellos entraban en un, no sé cómo decirte, un paroxismo, una… Estaban como transportados. 

[Julián]: Y también vio otra cosa que lo dejó alucinado:

[Fernando]: Y me acuerdo un señor cogía un vaso y empezaba a morderlo y a comerse y a comerse el vidrio sin que le pasara absolutamente nada. 

[Julián]: El que tuvo más éxito fue el ilusionista israelí Uri Geller, un tipo de “brujo” que, aseguraba, era capaz de doblar metales con el poder de su mente. Esta presentación fue tan pero tan popular que la radio y la televisión la transmitieron en vivo para todo el país. 

Pero quien tuvo un lugar privilegiado para verla fue ella:

[Mary Josephine Smith]: Bueno, yo me llamo Mary Josephine Smith. Así me bautizaron. 

[Julián]: Aunque todos le dicen Mary Jo. Mary Jo tenía 16 años cuando se celebró el Congreso. Por recomendación de su mamá, otra escritora nadaísta apodada Rosa Girasol, la asignaron como la guía bilingüe del ilusionista durante los días del evento. Era parte de un grupo de 116 guías que, vestidos con túnicas de colores, se encargarían de recibir a las oleadas de participantes que llegaban del exterior.

[Mary Josephine]: A mí me daba muchísima curiosidad. ¡A todo el mundo le daba muchísima curiosidad! 

[Julián]: Mientras Uri hacía su presentación, Mary Jo no le podía sacar la mirada de encima…

[Mary Josephine]: Cogía la… digamos la cuchara desde la parte pues de abajo, ¿no cierto? Y como en la mitad del cuello empezaba a sobarla con los dedos y después quitaba los dedos y esa cuchara ‘wuaaa’, se iba para abajo. Impresionante. Es como si… es como si hubiera derretido el metal. 

[Julián]: Mary Jo le pidió tocar la cuchara…  

[Mary Josephine]: No estaba caliente. 

[Julián]: Ni Mary Jo ni nadie podían explicar cómo lo hacía.  

[Julián]: Mary Jo también participó de otra de las actividades más exitosas del Congreso. Se tomó una fotografía del aura junto a su mamá y su hermano Michael. Se trataba de algo que estaba muy en boga en ese momento. Se llamaba el método Kirlian. Era una máquina con grandes tubos conductores conectados a un pequeño sensor que se utilizaba para fotografiar la energía electromagnética de los seres vivos.

[Mary Josephine]: Eso fue espectacular ver eso porque era como una Polaroid en el sentido que salía, la foto salía. Y nos tomamos una foto, y el aura de ellos era como anaranjada y estaban juntos. Y la mía era morada y estaba al lado de ellos. 

[Julián]: Para Mary Jo, eso demostraba algo muy claro.

[Mary Josephine]: Había más compatibilidad entre ellos que la que había entre mi mamá y yo. 

[Julián]: Esta máquina era tan cotizada que hasta el mismísimo presidente pidió que se la llevaran a la casa presidencial, unos días antes de que el Congreso iniciara. Una delegación del Congreso Mundial de Brujería llegó con la máquina a cuestas. Allí, Simón y su comitiva visitaron al entonces presidente Alfonso López Michelsen, y a su esposa Cecilia Caballero Blanco. En un salón del Palacio prepararon todo para tomarle una fotografía Kirlian a la primera dama, quien estaba ansiosa por saber qué le depararía su aura.  

Al otro día, un periódico reportó que Cecilia había sido sometida a una descarga de, y abro comillas, “medio millón de voltios” en “alta frecuencia”, dando como resultado una lectura de “gran energía”. Y la Revista Cromos reveló que la lectura había notado problemas circulatorios y gastrointestinales, así como otros temas personales, y cito, que no sería “ético darlos a conocimiento público”. 

En la delegación que fue de visita al Palacio también estaba otra de las invitadas de lujo del Congreso, Clarice Lispector. Ella, al ser una de las invitadas más prominentes, recibió el mayor interés y atención del grupo por parte de la pareja presidencial y la prensa. Su participación en el Congreso estaba programada para que leyera uno de sus últimos cuentos cortos, una historia mística y misteriosa titulada “El huevo y la gallina”. 

La bienvenida del presidente López Michelsen a la delegación era un reflejo de la curiosidad y asombro que suscitó el Congreso de Brujería. El lugar donde se tomaban las decisiones políticas más importantes del país le daba cabida, desde el principio, a la presencia de Simón y sus “brujos”. 

El Congreso siguió convocando a muchas personas y el penúltimo día pasó algo insospechado. En medio de la multitud y de las sesiones de hipnosis, telepatía y rituales, entró por la puerta principal el Monseñor Rafael Gómez Hoyos, una de las mayores autoridades de la curia de Colombia. Vestido de civil, con un abrigo y pantalón negros para evitar llamar mucho la atención, Monseñor empezó a caminar por el lugar.  

Apenas lo reconoció, Fernando, el fotógrafo de El Espectador, prendió las señales de alerta. Empezó a darse codazos con el resto de sus colegas para no perder de vista al cura. Sin duda su presencia era noticia: ¿a qué vendría luego de que la Iglesia le declarara una guerra al Congreso? 

Como sea, Fernando necesitaba tener la foto del cura asistiendo a este evento. Así que estaba súper concentrado siguiendo cada movimiento del Monseñor. Es que recordemos una cosa: estamos hablando de una época en que las cámaras eran análogas y había rollos de 24 o 36 fotografías. Fernando no podía disparar, como haría ahora, unas 800 veces para después borrar 799 imágenes y quedarse solo con una. 

[Fernando]: Ahí tú tomabas dos o tres y si estaba enfocado… bendito sea el Señor… como decía, porque lo había logrado, si no era era un desastre. 

[Julián]: Si no conseguía la foto, pero al otro día aparecía en los periódicos de la competencia, iba a tener un gran problema. 

El cura estuvo recorriendo las muestras de arte y conociendo a algunos de los expositores que estaban programados para ese día. Hasta que de pronto, sucedió lo impensado: de la multitud apareció Simón, y Monseñor Gómez Hoyos se acercó y le extendió la mano en un gesto cordial. Simón dió un paso al frente, se inclinó y recibió el saludo con evidente interés. Fernando capturó ese preciso instante. 

Ya la Iglesia Católica venía pensando desde hace más de una década cómo ser más relevante frente a las diferencias sociales, y el Congreso estaba poniendo a prueba en Colombia ese mandato reciente que venía desde Roma. Por esto, Monseñor, así como una parte más liberal del clero colombiano, se había dejado cautivar por el llamado de Simón ante la prensa. Él había insistido sobre la benevolencia de las prácticas espirituales del Congreso y Monseñor Gómez Hoyos quiso ir a ver con sus propios ojos de qué se trataba la reunión de brujos.

[Fernando]: Digamos como que a la Iglesia trataron de aproximarse para que se fuera, viste, al Congreso y no lo viera como con tanto misterio, como que no era un sacrilegio lo que estaban haciendo, sino que era la posibilidad como de… de que la gente ampliara un poquito los espectros de su mente y de y de ver otras posibilidades de entender la vida, ¿no?

[Julián]: Al día siguiente la foto de Fernando salió en la primera página del periódico El Espectador con el título “Encuentro mágico”. Ese apretón de manos simbolizaba, de alguna manera, el acercamiento de dos mundos que hasta ese momento parecían ser irreconciliables. Que una alta autoridad de la Iglesia Católica llegara al Congreso a darle la mano al organizador era algo impensable solo una semana antes.

Y aunque la idea de unir espiritualidades había sido un éxito, el plan era que el Congreso también fuera un buen negocio. Y eso… no resultó tan así. Cuando estaba culminando, se  desató un nuevo escándalo. 

El último día, un grupo de manifestantes mexicanos hizo una protesta frente a la sede del Congreso. Llevaban carteles gigantes que decían “Fraude de Simón”, con la S escrita con el signo del dólar. Se quejaban porque no se habían cumplido con todas las presentaciones anunciadas en el programa. La policía tuvo que intervenir para retirar los carteles y terminar con la manifestación.

La prensa empezó a reportar, además, el desastre financiero del evento. Decían que habían perdido el equivalente a unos 300.000 dólares de hoy, y no se entendía qué había pasado. Aquí, Claudia.

[Claudia]: Yo no entiendo por qué les fue mal económicamente. Sinceramente no entiendo, porque tuvo mucho éxito. Fueron muchos, muchas personas, muchos participantes. Entonces no comprendo por qué manejaron mal esa parte. 

[Julián]: Tal vez haya sido, en parte, porque los precios de las entradas no eran nada accesibles. El Congreso fue, sin duda, un asunto pensado por y para un sector privilegiado: mientras que el salario mínimo en Colombia para esa época se aproximaba a los 115 dólares de hoy, los precios para participar en las charlas formales llegaban hasta los 1500.

Lo que sí era más accesible para el público general era la feria bruja. Se podía ingresar por unos 4 dólares de hoy. Eso explica, de alguna forma, los desorbitantes números de asistencia que tuvo el Congreso. En la feria había stands que vendían cosas que poco y nada tenían que ver con la temática del evento. Esta es Aurea, la artista brasilera que ya escuchamos antes: 

[Aurea]: Quizás el Congreso quiso abarcar muchas cosas, entonces lo único que no me cuadró fue cómo como que en aquella época que yo vi unos electrodomésticos y yo digo: “pues, eso parece venta de contrabando”.

[Julián]: Venta de neveras, estufas, licores, tapetes, artículos de limpieza y hasta carros en medio de un evento que promovía la conexión con la naturaleza, la mística, la magia y la diferencia de creencias. No parecía ser demasiado coherente. 

En su momento, Simón justificó la quiebra con la mala publicidad que recibió el Congreso en la prensa. Para él, fueron las posiciones reaccionarias de la Iglesia y de algunos políticos colombianos las que explicaban que el Congreso no cumpliera con unas metas incluso más altas de asistencia. 

El escándalo económico haría frenar el interés que tenían las delegaciones de México, Puerto Rico, Brasil y Estados Unidos de hacer una segunda versión del Congreso en sus países. El de Bogotá ha sido, hasta el momento, el primer y único evento de su especie. 

Y tan atractivo fue que hasta en el Chavo del 8 se habló de este tema:

(SOUNDBITE DE ARCHIVO]

[Chavo]: Pero de todos modos no está en su casa la bruja del setenta y…

[Don Ramón]: ¿Qué no ha regresado de Bogotá? […] Por cierto que hace poco hubo un congreso de brujos ahí. Bueno, no por eso quiero decir que la señorita Clotilde sea bruja ni mucho menos. 

[Julián]: Hacer esto hace casi cinco décadas fue un riesgo. Y es que si bien en ese entonces mucha gente practicaba este tipo de cosas, la mayoría lo hacía a puerta cerrada, por miedo a ser juzgada. Las consecuencias podían, en su momento, ser nefastas, yendo desde chismes malintencionados al rechazo social. 

Y quizás, en palabras un tanto optimistas de Jotamario, el mayor legado del Congreso haya tenido que ver con eso.

[Jotamario]: Porque desde entonces no volvió a haber ninguna agresión ante ese tipo de prácticas. El espectáculo verdaderamente era soberbio, era una maravilla tanto los personajes que participaban en ello, sino el público que se volvía también como parte del… del espectáculo. 

[Julián]: Hippies. Obreros. Empresarios. Afrodescendientes. Señoras burguesas. Indígenas. Adolescentes. Campesinos. El Congreso fue un experimento que unió bajo un mismo techo a un caleidoscopio de culturas.

Y para mí, el solo hecho de que se juntara gente tan diversa, en un evento que sucedió hace casi cincuenta años y en Colombia, un país tan conservador que ha sido hasta llamado “el país del Sagrado Corazón”… Eso ya fue un logro.

[Daniel]: En los años 80s y 90s, Simón fue designado como Intendente y después elegido como Gobernador del archipiélago San Andrés y Providencia. Su trabajo como político, muy similar a lo que sucedió con el Congreso, fue amado y odiado. Su huella, sin embargo, es indeleble. La figura del Brujo Simón es recordada aún por muchos en Colombia.

Julián Sánchez González es candidato doctoral en historia del arte de la Universidad de Columbia e investigador del Museo de Arte Moderno de Nueva York. El Primer Congreso Mundial de Brujería hace parte de su tesis doctoral sobre arte y espiritualidades del siglo XX en las Américas y el Caribe. Coprodujo esta historia con Aneris Casassus. Aneris es productora de Radio Ambulante y vive en Buenos Aires. 

Este episodio fue editado por Camila Segura, Nicolás Alonso y por mí. Bruno Scelza hizo el factchecking.  El diseño de sonido es de Ana Tuirán con música original de Remy Lozano y Ana.

Gracias a Jonathan Rivera, Roberto de Zubiria, Daniela Cepeda, Gustavo Bush, María Teresa Guerrero e Irma Bermúdez Davis por su ayuda con esta historia. 

El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Paola Alean, Lisette Arévalo, Andrés Azpiri, Pablo Argüelles, Diego Corzo, José Díaz, Emilia Erbetta, Camilo Jiménez Santofimio, Juan David Naranjo, Ana Pais, Laura Rojas Aponte, Barbara Sawhill, David Trujillo, Elsa Liliana Ulloa y Luis Fernando Vargas. 

Natalia Sánchez Loayza es nuestra pasante editorial.

Selene Mazón es nuestra pasante de producción.

Carolina Guerrero es la CEO.

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Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.

 

Créditos

PRODUCCIÓN
Julián Sánchez González y Aneris Casassus


EDICIÓN
Camila Segura, Nicolás Alonso y Daniel Alarcón


VERIFICACIÓN DE DATOS
Bruno Scelza


DISEÑO DE SONIDO
Ana Tuirán


MÚSICA
Ana Tuirán y Rémy Lozano


ILUSTRACIÓN
Laura Pérez


PAÍS
Colombia


TEMPORADA 12
Episodio 7


PUBLICADO EL
11/01/2022

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