Ese no soy yo | Transcripción
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[Daniel Alarcón]: Esto es Radio Ambulante, desde NPR. Soy Daniel Alarcón.
Hace unos meses me senté a hablar con un colombiano llamado David Godoy. Tiene 25 años y vive en Bogotá. Es periodista, y llegamos a él por algo muy particular. Y muy colombiano. Algo que se conoce como la libreta militar.
[David Godoy]: Tiene principalmente la foto de la persona con su nombre, además tiene la fecha en que se tramitó el documento y además hay un número de verificación.
[Daniel]: Para entender la importancia de este documento, se necesita contexto: en Colombia, el servicio militar es obligatorio para los hombres. Ha ido cambiando con el tiempo, pero en general, a partir de los 18 años deben presentarse en el distrito militar de la zona donde viven y registrarse. Antes, esto se hacía solamente en persona, pero desde 2014 parte del proceso es en línea. Luego deben pasar por una serie de exámenes psicológicos y físicos para saber si son aptos o no para prestar el servicio.
[Daniel]: Si son aptos, según el caso, cumplen 12 o 18 meses de servicio obligatorio. Al terminar, como prueba de que cumplieron con el proceso, se les entrega la libreta militar. Si la persona no hace todo este proceso, se considera remiso.
[David]: La condición de remiso es como que tú no tuviste la voluntad o no hiciste el proceso y, por lo tanto, tienes una multa.
[Daniel]: Que va aumentando por cada año que no resuelve su situación militar.
Pero en teoría, y digo en teoría porque no siempre se cumple al pie de la letra, hay varias excepciones de quiénes deben prestar el servicio… por ejemplo: ser hijo único, ser huérfano y tener que cuidar a sus hermanos, ser padre, pertenecer a alguna comunidad étnica o ser víctima del conflicto armado… también quienes tengan una discapacidad física, psíquica o sensorial permanente.
Y quienes quieren ir a la universidad después de salir del colegio pueden aplazar el servicio militar hasta que terminen la carrera pagando casi 30 dólares por una libreta militar provisional. Y cuando cumplen 24 años y ya se supera el límite de edad para prestar el servicio, igual tienen que pagar para que se las den. El precio varía dependiendo de los ingresos de la familia y, según la ley, puede llegar a ser hasta 10 mil dólares.
Hace unos años, esa libreta militar era obligatoria para varios trámites, como graduarse de la universidad. Pero la ley le ha ido quitando cada vez más utilidad. Ahora casi solo sirve para un caso.
[David]: Usualmente ya no es obligatorio tener la libreta militar para trabajar, pero las entidades públicas sí la solicitan, la piden y te insisten y te insisten como que si no tienes la libreta militar, no te podemos hacer el contrato.
[Daniel]: Pero bueno, la historia de David… Para él, el proceso para tener la libreta militar empezó en el 2014, en Fusagasugá, su ciudad natal, a unas tres horas de la capital colombiana. Tenía 17 años y estaba terminando el colegio cuando, un día, un par de soldados visitaron su clase. Les avisaron a todos los estudiantes hombres que debían resolver su situación militar.
[David]: Yo nunca quise prestar el servicio militar y lo tenía muy claro desde que estaba terminando mi colegio, porque yo desde muy joven sabía lo que quería hacer y soñaba con ser periodista.
[Daniel]: Así que decidió sacar la libreta provisional en su último año de colegio. Fue al Distrito Militar que le correspondía y empezó los trámites en el portal web del Ejército. Creó la cuenta, registró sus datos personales, pero como se mudó a Bogotá no siguió con el proceso.
Al año y medio, cuando cumplió la mayoría de edad y cambió de número de identificación, lo tuvo que hacer de nuevo. Cargó algunos documentos, pero no pudo llevar los que necesitaba en físico a su ciudad, porque le quedaba muy lejos y estudiaba todos los días.
David sabía que tenía que finalizar el trámite para no quedar como remiso y cada año, hasta que terminó su carrera, consultó en qué estado aparecía su proceso. No quería tener multas ni problemas. Pero como su estado aparecía como aplazado, entonces tampoco estaba muy apurado por resolverlo.
[David]: Yo me había vuelto muy crítico de este trámite porque me parecía que era muy costoso lo que se tenía que pagar para obtener la libreta militar. Además, en ese momento, el país estaba viviendo un proceso de paz en donde también se hablaba de la posibilidad de quitar el servicio militar obligatorio. Yo estaba esperando a ver qué pasaba sobre ese tema.
[Daniel]: Al terminar la universidad, a los 22 años, David consiguió su primer trabajo en la radio pública colombiana. Ahí, el asunto de la libreta volvió a surgir… Y esta vez con urgencia. Como ya dijimos, ese documento se necesita si a uno lo va a contratar una entidad pública. Así que volvió al distrito militar de Fusagasugá, pero la secretaria que lo atendió, le dijo:
[David]: “Por ser menor de 24 años y por no estar estudiando, usted es apto para irse a prestar, ya mismo, el servicio militar”. Y yo le decía: “No es posible porque tengo un contrato laboral con una entidad estatal”. Y ella decía: “Eso no nos importa. Usted es apto. Si quiere que esto no le suceda, escóndase hasta los 24 años”.
[Daniel]: Esconderse no era precisamente lo que debía recomendarle una funcionaria del Ejército. Pero bueno, finalmente no es que David estuviera huyendo de un delito gravísimo, así que siguió el consejo y trataba siempre de escabullirse de los retenes del Ejército mientras cumplía los 24 años. Fue difícil, pero logró convencer a sus jefes de que le dieran más tiempo para conseguir la libreta. Pero la presión por tener el documento continuó, hasta que tres años después, a sus 25, volvió a ir al Distrito Militar. Ahí le dijeron que tenía que conseguir otros documentos, incluido un CD con unas fotos suyas en fondo azul.
Duró casi un mes consiguiendo todo. Tuvo que ir varias veces al distrito militar de Fusagasugá a llevar más documentos y a corregir otros.
[David]: Preguntaba constantemente sobre cómo podía subir los documentos que estaba recolectando físicamente al sistema, ya que yo lo había intentado y no había podido.
[Daniel]: Pero nunca le dieron una respuesta clara y nunca habilitaron el sistema, ni siquiera cuando habló con el mayor del Distrito. Lo único que pudo hacer fue entregar una carpeta física con todo lo que le pedían. Ahora solo le quedaba esperar el día en el que se calculaba el costo de su libreta. A los meses le entró una llamada de un número desconocido. Contestó y alguien que se identificó como un soldado del Distrito le dijo:
[David]: “Oiga, Godoy, que usted ¿por qué no subió esa documentación actualizada al sistema?” Y yo me molesté, y yo le digo: “Pero ¿cuántas veces no les pedí que me habilitaran el registro para actualizar mi información y no lo hicieron?” Y el soldado me dice: “Bueno, no importa, ya miramos aquí”, no sé qué… y me dijeron: “Bueno, le vamos a habilitar la plataforma por fin”.
[Daniel]: Pero de nuevo un problema… la plataforma no le cargaba los documentos. Así que le dijeron que los enviara por WhatsApp y ellos se encargarían de subirlos. David, entre harto y desesperado, aceptó.
Y por fin: ese día la libreta quedó lista para ser pagada. Eran unos 342 dólares del momento. Pudo reunir la plata a unas semanas de acabarse el plazo, en marzo del 2023. Sintió que se quitó un peso enorme de encima, entró a la plataforma y decidió descargar la libreta en digital.
[David]: Entonces cuando yo abro este documento, lo primero que veo es una foto muy grande, estirada, alargada y quien salía ahí es Cristiano Ronaldo vestido con el uniforme del Real Madrid haciendo una expresión así rarísima como con la boca hacia abajo. Entonces es una foto como de un meme…
[Daniel]: Tú sentías que esta burocracia se está burlando de mí.
[David]: Yo me sentía burlado, totalmente burlado… como que hacen contigo lo que lo que ellos quieran: con tu tiempo, con tu dinero, con todo lo tuyo hacen lo que quieran y nadie puede hacer nada al respecto.
[Daniel]: Y lo que David sentía como una burla pronto se convertiría en una obsesión… Una que lo llevaría a descubrir historias más graves relacionadas con el reclutamiento y pistas sobre un asunto irregular del que las Fuerzas Militares no se ha pronunciado públicamente en casi una década.
Una pausa y volvemos.
[Daniel]: Estamos de vuelta. David Godoy nos sigue contando.
[David]: Después de ver la foto de Cristiano Ronaldo o, como le dicen, El Bicho, salí a caminar a ver si se me pasaba la frustración. Había cumplido con todo lo que me pedían, había pagado mucha plata y aún así tenía que seguir invirtiendo tiempo y energía en el tema. Al rato, más calmado, volví a casa a buscar respuestas y, lo más importante, soluciones.
Llamé al número celular del que me habían contactado tres meses atrás, cuando el soldado me dijo que yo no había subido los papeles. Me contestó otro soldado. Le conté lo de la foto de Cristiano Ronaldo. Terminó echándome la culpa de lo que había pasado y me dijo que la única solución era volver al distrito militar de Fusagasugá y llevar mis fotos… de nuevo. Le reclamé que ya había entregado las fotos en un CD. Me dijo que no había ningún CD en mi carpeta. La llamada se cortó.
Luego busqué otro número al que me había contactado años atrás y escribí un mensaje. Pero nada. No me contestaron.
Frustrado y con rabia esa tarde escribí un tuit en el que incluí la foto de Cristiano Ronaldo:
“Bien costoso que es tramitar la libreta militar para que me la generen con la foto de Cristiano Ronaldo. Pregunto y me dicen que no saben que hicieron mis fotos, que debo llevarlas presencialmente otra vez. ¿Por qué juegan con el tiempo de la gente?”
Y etiqueté a la cuenta de reclutamiento del Ejército Nacional. Quería ver si me respondían, pero tampoco… nada. A la mañana siguiente volví a escribir al número de WhatsApp esperando a que me contestara el mayor. De nuevo, sin respuesta. También dejé una queja en la página oficial de Reclutamiento del Ejército. Y mientras esto pasaba, el tuit se empezó a hacer viral. La gente no lo podía creer…
[Usuario @upeguiDanielaV]: Noo lo puedo creer jajaja. Este país es un chiste.
[Usuario @Spideydevil]: JAJAJAJAJA NO PUEDE SER. Igual que suerte tener al Bicho en tu libreta militar. Yo no lo cambiaría.
[Usuario @Juavas07]: Imagínate nacer en Portugal y perderte esto. Colombia… ¡te quiero tanto!
[David]: Algunos comentarios me daban gracia, pero luego volvía a mi realidad y ya no me daba risa. Pasó un día, sin respuesta del Ejército, y al ver la reacción de la gente decidí grabar un video de TikTok…
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[David]: Bueno, paso a contar una anécdota que me ha dado mucho mal genio, mucha rabia, pero también mucha risa…
Ahí cuento por todo lo que pasé y termino mostrando la foto de Cristiano Ronaldo. Agregué el video a mi tuit y ahí las cosas se salieron de control… Ya no solo había comentarios chistosos, también escribía gente indignada. Había denuncias.
[Usuario @Elid_salgado]: Hace una semana estaba pensando en subir un tweet de mi terrible experiencia sacando la libreta militar en Montería y justo hoy me sale esto…
[Usuario @EdwardPineda10]: Lo lamento mucho, parce. A mí me pasó algo similar con esa gente… les pagué mi libreta y duré dos años allá para que la entregaran porque refundieron mis papeles…
[Usuario @XYZDiego]: Yo le creo, a mí me hicieron algo similar y eso que hablamos del lejano 2011…
[David]: No mucho después recibí una llamada de un periodista pidiéndome que le contara la historia. Acepté y la publicó en la cuenta de Twitter del medio en el que trabaja. También hizo una nota escrita para la página web. En cuestión de minutos, varios periodistas empezaron a contactarme.
Unas horas después recibí un mensaje de WhatsApp. La persona se identificó como el mayor Jesús Andrés Bonilla Yara, y escribió:
“Quiero informarle que la foto la carga el ciudadano en el momento en el que realiza el registro en la página misional Fénix.”
O sea, la plataforma en donde uno sube los documentos. Y continúa:
“… ya que la inscripción se realiza con su correo de uso personal y es el ciudadano quien asigna la clave durante el proceso de inscripción”.
[David]: Discutimos por mensajes de texto. Yo le decía que había entregado todo correctamente. Que, obviamente, nunca había subido una foto de Cristiano Ronaldo… Nunca, ni siquiera se me hubiera ocurrido hacer algo así. Y él, insistiendo que solo yo podía hacerme responsable de lo que había pasado.
Después de varios mensajes de ida y vuelta, le pedí una solución. El mayor me dijo que podía enviar la foto correcta por correo electrónico y que ellos la cambiarían. Pero me dejó claro que por las circunstancias de mi caso y por la inconformidad que manifesté en los medios de comunicación, haría una auditoría interna para saber quién era el responsable y que tomarían acciones correspondientes.
Al día siguiente cambiaron la foto y pusieron la mía. Pero los medios de comunicación no paraban de llamarme, de escribirme y de replicar mi historia.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Gustavo Gómez]: David, ¿Cómo le va?
[David]: Hola, Gustavo, buenos días. Bien, muchas gracias por la invitación.
[Gustavo]: A ver, explíquenos a todos los oyentes, a la mesa…
[Periodista 1]: La siguiente es una de esas historias que solo pasan en nuestro querido y amado país. David Godoy es un joven colombiano…
[Periodista 2]: Un muchacho sacó la libreta militar y se la dieron con la foto de Cristiano Ronaldo…
[David]: Voy a mi casa… descargo el…
[David]: Al día siguiente de hablar con el mayor por WhatsApp, el Ejército emitió un comunicado de prensa. En resumen, decían que en febrero de 2016 se había cargado, con mi usuario y contraseña, siete fotos, pero ninguna mía; que ya se habían comunicado conmigo y que harían una revisión interna para identificar si yo era el único responsable, además podría tener consecuencias penales.
En medio de todo el revuelo, un representante del Ejército dio una entrevista en un programa radial de Bogotá. Se trataba del coronel Leonardo Torres, el comandante de Reclutamiento y Control de Reservas.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Periodista]: Coronel, qué gusto saludarlo. Feliz tarde y bienvenido a Vía Pública, de Todelar.
[Coronel Leonardo Torres]: Carlos, muy buenas tardes…
[David]: Lo entrevistaron después de mí, y me dejaron en línea, escuchando. Es difícil entenderle por la calidad de la llamada, pero primero me pidió disculpas.
[Coronel Torres]: Aprovechando que está David ahí escuchándome, pues gusto en saludarlo, David, de antemano pedir disculpas por la situación que se está presentando ahí con el trámite de su tarjeta militar.
[David]: Pero después siguió diciendo…
[Coronel Torres]: El ciudadano es el responsable de la información que sube. Nadie más.
[David]: Dice que el ciudadano es el responsable de esa información y nadie más. El coronel también dijo que en mi registro digital había tres fotos de Cristiano Ronaldo.
[Coronel Torres]: Tengo en mis manos el reporte, la auditoría que hicimos con ese caso y él tiene tres fotos de Cristiano Ronaldo montadas y le puedo decir la fecha y la hora exacta.
[David]: Y enumera las horas en que se subieron las tres fotos. Esto contradice al comunicado de prensa porque ahí dice que eran siete. Y dice algo que me parece importante que escuchen.
[Coronel Torres]: Nosotros no podemos montar ningún tipo de información.
[David]: Repito: Nosotros no podemos montar ningún tipo de información. Del otro lado de la línea yo estaba oyendo esto y no me lo creía. Primero no entendía por qué había empezado pidiendo disculpas cuando después dice que la responsabilidad era completamente mía. Ahora estaba diciendo que ellos no pueden montar nada en mi registro cuando fueron ellos mismos quienes me corrigieron la foto sin que yo tuviera que entrar al portal y sin tener que darles mi usuario y contraseña. Absurdo.
Finalmente el coronel dijo otra cosa que me llamó mucho la atención: mi caso no era el único.
(SOUNDBITE DE ARCHIVO)
[Coronel Torres]: Nos han montado fotos de pingüinos, nos han montado fotos de payasitos, nos han montado fotos de personas manejando, fotos de modelos.
[David]: Según él, los pingüinos, los payasitos, los modelos son fotos subidas por los mismos ciudadanos, pero eso sí, aceptó que la plataforma tiene fallas.
[Coronel Torres]: Tenemos errores, hay errores del sistema, que todo sistema va a presentar fallas, a veces se nos cae… se nos cae la plataforma.
[David]: Y sí, yo mismo experimenté todas estas fallas y era una queja constante en los comentarios a mi tweet.
Ante lo que decía el coronel Torres, yo le reiteré ahí en vivo que nunca había subido la foto, y le reclamé por las constantes irregularidades que viví en mi proceso. Al final de la entrevista el comandante me hizo una invitación.
[Coronel Torres]: Y a David pues lógicamente aquí, en el Comando de Reclutamiento, aquí en la 106 con novena, lo estamos esperando para mostrarle toda la información y que quede claro todo el proceso que desarrollamos nosotros.
[David]: Le acepté la invitación.
A los pocos días fui al Distrito militar número 1 en Bogotá y me encontré con el coronel Torres, con un abogado y un militar que no recuerdo su rango. El trato fue amable, yo defendí mis argumentos y me entregaron unas fotocopias de los supuestos registros de la subida de las fotos.
Pero al final de la reunión, el coronel me dijo: “Usted nos hizo quedar como una institución de garaje y por esa razón tuvimos que poner el caso en la Fiscalía”. No me dio más información y tampoco insistí. Me sentía abrumado e intimidado frente a los militares. Tal vez debí haber ido con alguien.
Volví a mi casa preocupado, pero en ese momento no podía hacer más. Al rato me acordé de un mensaje privado que alguien me había enviado en Twitter, uno que había visto, pero que, en medio de tanta entrevista y ajetreo, se me había olvidado responder.
En el mensaje un hombre me pedía ayuda porque tenía el mismo problema de la foto. Ese mismo día le escribí. Tenía curiosidad y también la intuición de que esto solo era la punta de un iceberg. No tardó mucho en responderme. Quise encontrarme con él, pero vivimos en ciudades diferentes, entonces nos reunimos virtualmente.
[Mauricio Molina]: Mi nombre es Mauricio Molina, vivo en la ciudad de Cali, tengo 26 años y en el momento me dedico a estudiar una maestría en Ingeniería Ambiental.
[David]: Quería saber cuál era su historia. Me contó que su papá creía que prestar el servicio militar formaba disciplina y carácter, y por eso pensó que era buena idea que Mauricio se inscribiera. Pero él no quería prestar el servicio sino estudiar y así se lo hizo saber a su papá. Decidió que para resolver rápido el trámite de la libreta iba a ir directamente al distrito militar donde vivía: en el municipio de Cartago, en el Valle del Cauca.
Era el 2015 y tenía 18 años. Mauricio hizo fila por horas, con otros jóvenes para que le dieran información de cómo sacar la libreta. En un momento perdió la paciencia…
[Mauricio]: Le reclamé a un capitán y le dije que si era posible como tener un poquito de celeridad ante estas cosas, lo cual me respondió: “No, tú ya te quedas aquí, entonces, ¿qué afán te gastas?”
[David]: Mauricio no entendía. Le dijo:
[Mauricio]: ¿Cómo así que yo me quedo aquí? No, yo no me quiero quedar. Y yo vine, fue a resolver mi situación militar, yo no vine a prestar el servicio militar. “No, tú te quedas”.
[David]: Esa fue su respuesta. Tú te quedas.
[Mauricio]: Sentí mucha resignación y mucha rabia, ya que no era algo que estaba en mi mente, no era algo que deseaba ni quería para mí ni para mi vida.
[David]: De inmediato llamó a sus papás y les contó que se tenía que quedar. Ellos estaban igual de sorprendidos y se preocuparon muchísimo, pero no sabían qué hacer. Estuvo dos días en el Distrito Militar de Cartago, luego fue enviado a Cali y ese mismo día lo trasladaron a la base militar de Tolemaida, en otro departamento y mucho más lejos de ahí. Según Mauricio, fue reclutado de manera irregular por el Ejército.
[Mauricio]: Aquí hay algo que hay que resaltar y es que sin hacerme todos los exámenes que te hacen el de psicología, el médico, pues me habían dejado recluido, ¿no? Prácticamente te están reteniendo contra tu voluntad, ¿no? Y lo peor de esto es que es una fuerza del Estado.
[David]: Desde el primer momento Mauricio puso resistencia. No recibió el uniforme ni obedecía las órdenes de hacer los trabajos que les imponían a los demás reclutados, como limpiar las instalaciones y recibir entrenamiento militar básico.
[Mauricio]: Sentí como mucha ira al ver de qué, pues, me estaban obligando a algo, lo cual yo no quería entonces… mi comportamiento cambió. Fue un poco más agresivo, no al punto de irse como a golpes, no, pero sí, de pronto las palabras eran más fuertes, como con cierto odio.
[David]: Los militares le respondían con gritos. Se acuerda bien de las palabras del capitán del batallón…
[Mauricio]: “¡Te vas a quedar, te vas a quedar y aquí vas a estar!” Y siempre me decía que me veía: “De aquí no te vas, porque yo soy el que doy la orden y no te vas, no te vas, no te vas, no te vas”.
[David]: Le pedían constantemente su cédula de ciudadanía y firmar unos papeles.
[Mauricio]: Con los cuales ellos prácticamente dicen: “No, tú ya firmaste, tú ya estás aquí y te tienes que quedar”. Yo nunca quise firmar absolutamente nada.
[David]: Sin saber muy bien qué hacer con él, decidieron mandarlo a una oficina a llenar formularios. Ahí medio hacía lo que le pedían, pero seguía indignado por lo que le estaba pasando, así que tomó una decisión, drástica… una huelga de hambre por una semana.
[Mauricio]: Fue una semana difícil… pues obviamente yo mantenía como mareado, como sin ánimo, sin fuerzas y constantemente como que me mandaban a alguien a decir no, que tenía que comer o que firmara los papeles para que me atendieran en el servicio médico, entonces como que de esa manera intentaban persuadirme para que firmara esos papeles, que obviamente era que, bueno, ya no podía salir de allá.
[David]: Después de una semana solo tomando agua, le enviaron una psicóloga. Le preguntó por qué no quería estar ahí, por qué no comía…
[Mauricio]: Y yo le dije: “No, o sea, si no como es porque no quiero estar aquí, es porque no me apetece y no quiero estar aquí porque es que, o sea, me parece mal que te quieran obligar a algo que tú no quieres hacer, por muy el Estado que sea, pues, yo no me sentiría orgulloso de representar a mi país de esta manera”, le contesté a la psicóloga.
[David]: Fue una conversación larga. Pero al final la psicóloga le dijo:
[Mauricio]: “Bueno, si tú no quieres estar aquí, pues no vas a estar más”. Y me dio una carta de salida por cuestiones psicológicas.
[David]: Mauricio estuvo reclutado 25 días. Pero cuando salió de las instalaciones no le dieron nada: ni una boleta de salida ni cualquier papel que le hubiera facilitado sacar la libreta militar.
Unas dos semanas después, mientras Mauricio iba por la calle, un grupo de soldados lo detuvo y le pidió la libreta. Como Mauricio aún no la tenía, fue llevado nuevamente al distrito militar.
A este tipo de retenciones se les llama ‘batidas’: el detener y llevar a los remisos a cuarteles o distritos militares para incorporarlos al servicio militar. Las batidas fueron comunes durante muchos años en el país, pero para esa época, en el 2015, ya no estaban permitidas. La Corte las había declarado inconstitucionales.
En esta segunda retención, el encargado del Distrito reconoció a Mauricio y dejó que se fuera.
Después de eso, quería rápidamente su libreta militar porque sentía que no podía moverse libremente por las calles. Y además, estaba estudiando en la universidad. Pero tan solo para saber qué documentos tenía que entregar, tuvo que poner un derecho de petición, una tutela y un desacato que el Ejército se demoró en responder o simplemente no lo hizo.
Luego de infinidad de trámites y tres meses después, logró finalmente sacar la libreta provisional. Ahí dio por terminado el asunto.
Pero al poco tiempo, perdió el documento físico. Pensó que podía descargarlo sin problema. Todo solucionado, pero no realmente.
[Mauricio]: Y ahí es cuando me doy cuenta de que la persona que aparece en la foto no soy yo.
[David]: Desesperado, se comunicó con la línea Nacional del Ejército. Cuando les explicó su caso, le dijeron, como a mí, que eso era un error suyo.
[Mauricio]: Le seguí insistiendo como en el problema y buscando una solución y su respuesta fue: “No, para mí, ese eres tú, porque yo no te estoy viendo, yo te estoy recepcionado una llamada telefónica, pues para mí eres tú”.
[David]: No podía creerlo. Colgó muerto de ira. Y volvió a llamar para que otra persona le ayudara con su caso, pero, nuevamente, le dijeron lo mismo. La única solución que le dieron fue acercarse al distrito militar, pero con el trauma de que lo habían reclutado a la fuerza, Mauricio no se atrevió a ir.
Pasaron cuatro años desde ese momento hasta mi conversación con él. Ahí, mientras hablábamos, se le ocurrió descargar la libreta militar para mostrármela. Se llevó otra sorpresa: había otra foto… distinta a la anterior y tampoco era él. La habían cambiado sin que él hubiera tenido acceso a su registro. Le pedí que me describiera la nueva foto. En la primera libreta digital había una persona de pelo rubio, diferente al casi negro de Mauricio. Tenía una contextura más delgada que él. Totalmente diferente a como se ve. La de la segunda foto…
[Mauricio]: Tiene un poco de parecido con la primera. Lo único diferente es que pues ya tiene un poco más de años. Y tiene barba.
[David]: Es extraño, porque cuando el Ejército tramitó su libreta provisional, el procedimiento se hizo físicamente en el distrito. De hecho, Mauricio no tiene acceso a la actualización de los datos del primer registro. Entonces, ¿quién ha estado subiendo fotos diferentes a su cuenta?
Decidimos hacer una llamada.
[Contestadora automática]: Bienvenido a la línea telefónica del Comando de Reclutamiento y Control Reservas del Ejército Nacional. Aquí podrá aclarar sus dudas acerca del procedimiento de la situación militar…
[David]: Después de un par de minutos en línea, contestaron…
[Soldado]: Aló, buenos días, Comando de Reclutamiento y Control de Reservas, ¿en qué le puedo colaborar?
[Mauricio]: Buenos días, hablas con Mauricio Molina. Lo que pasa es que…
[David]: Le explicó su tema de la foto. El soldado le pidió algunos datos personales y después de unos minutos le dijo que tenía que ir al distrito 30. Mauricio le dijo que él sabía que ahí estaba inscrito, pero no quería tener que ir hasta allá…
[Soldado]: No, caballero, le toca eso en el distrito, porque le toca descargar una foto y llevar una foto nueva suya para subirla a la plataforma.
[Mauricio]: ¿Pero por qué pasa este tipo de cosas si yo tuve una libreta…?
[Soldado]: Errores de la plataforma.
[Mauricio]: Pero escúcheme, por favor, un segundo. ¿Por qué pasa este tipo de cosas si yo tuve una libreta militar física con mi foto correcta y ahora que voy a tramitar…?
[Soldado]: Por eso, son errores que pasan en la plataforma.
[David]: Y después nos dijo algo que nos pareció clave:
[Soldado]: Y como eso va cambiando de soldado, si fuera un solo soldado de toda la vida, uno dice bueno, error. Pero uno necesita saber cuál de tantos, el que cometió el error o subió su foto o cambió la foto o cometió el error de, de cuando estaba en su proceso subió la foto.
[David]: Dice que pueden ser varios soldados los que suben las fotos a la plataforma y puede ser que se equivoquen. Aunque subir una foto como la de Cristiano Ronaldo, por ejemplo, no me parece una equivocación.
Finalmente, la persona de atención al cliente le compartió un número de alguien que trabaja en el Distrito de Cartago para ver si Mauricio se podía comunicar directamente.
[Buzón de voz]: Sistema correo de voz…
[David]: No puedo creerlo.
Hasta el momento, la libreta de Mauricio sigue teniendo la foto de otra persona.
[David]: Además de hablar con él, conversé con otros seis jóvenes que también habían tenido muchas dificultades, de diferentes tipos, con la libreta militar. Empecé a identificar dos factores muy recurrentes. El primero es que varios de ellos tuvieron que acudir a recursos jurídicos para terminar su trámite, y el segundo es que muchos se quejaban de las constantes fallas del portal cuando se trataba de cumplir con el proceso.
Ya no me sentía solo con este tema. Ahora confirmaba que el problema trascendía a mi historia, que éramos muchos pasando por situaciones complejas, pero cada uno batallando solo. La zozobra fue transformándose en indignación y luego en la motivación para buscar cuál era la falla estructural del Ejército que estaba afectando a cientos o miles de ciudadanos en la tramitación de su libreta militar.
[Daniel]: Una pausa y volvemos.
[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón. Antes de la pausa escuchábamos el caso de David Godoy y Mauricio Molina, dos jóvenes colombianos cuyas fotos de la libreta militar correspondían a otras personas. David empezó a investigar y dio con muchas quejas de la plataforma. Al parecer, los errores eran constantes.
David Godoy nos sigue contando.
[David]: Después de hablar con tantas personas que me contaban una historia más absurda que la anterior, todas llenas de errores, burocracias, vueltas infructuosas… empecé a preguntarme: ¿qué hay detrás de ese sistema tan obsoleto y poco confiable?
[David]: Volví a Twitter y revisé mi publicación y los cientos de comentarios. Eso me llevó a encontrar un reportaje que había hecho el periódico El Espectador, en noviembre de 2022. Se titulaba “El millonario caso de corrupción detrás del trámite web de la libreta militar”. El artículo no estaba firmado, pero logré contactar a su autor.
[Felipe Morales]: Mi nombre es Felipe Morales. Soy periodista, colombiano, y trabajé en la sección judicial del diario El Espectador durante cinco años.
[David]: Para entender cómo llegó Felipe al tema de las libretas militares, primero hay que explicar que entre junio y julio de 2022, un grupo de hacktivistas llamado Guacamaya vulneró el sistema de la Fiscalía General de Colombia y de las Fuerzas Militares. Se presentan como una organización de hackers latinoamericanas que han venido hackeando plataformas de las instituciones judiciales, policiales y militares de diferentes países de la región.
[Felipe]: México, Chile, Colombia. Y nosotros llegamos a él a través de otra organización que se llama Distributive Denial of Secrets, que es como un repositorio de hackers donde suben un montón de bases de datos e información.
[David]: En este caso fue extraída ilegalmente, pero a los periodistas nos protege ante la ley el hecho de que sea información de interés público. Felipe tuvo acceso a todos los datos en agosto de ese mismo año y revisó cientos de miles de correos.
[Felipe]: Y yo soñaba con correos, o sea, me soñaba abriendo correos. Fue muy, muy abrumador, y, pues, entre las personas cuyos correos fue vulnerado, pues sí estaba la fiscal Angélica Monsalve.
[David]: La fiscal Angélica Monsalve. Es reconocida por llevar casos de delitos financieros y corrupción de poderosos políticos, empresarios y militares. Por eso, cuando Felipe vio una carpeta de correos con su nombre, le llamó mucho la atención y empezó a leer uno por uno.
Para resumir: Felipe encontró en esos emails ocho documentos en la carpeta de la Fiscal que se refieren al tema de las libretas militares. Entre ellos hay un acta de acusación, es decir, cuando un fiscal pide formalmente que se empiece un juicio contra alguien por uno o varios delitos. En este caso se trataba de tres coroneles involucrados con el área de reclutamiento, activos entre 2013 y 2016: Carlos Fernando Moreno Jerez, Javier Hernando Rojas Manosalva y Luis Francisco Lara Salamanca.
[Felipe]: Y luego, en otro correo más adelante, vi que ella pues cruzaba comunicaciones con sus investigadores de policía judicial en los que hablaba del caso Fénix, así lo llamaban.
[David]: Fénix es el nombre del software de la plataforma insoportable que nos ha afectado a cientos de ciudadanos a la hora de tramitar la libreta militar.
Y es que en el 2012 el gobierno nacional decretó que el Ministerio de Defensa debía crear una plataforma que facilitara el trámite.
[Felipe]: Hasta ese momento todos los trámites de la libreta militar eran súper arcaicos, es decir, cada guarnición militar lo llevaba a cabo pues en sus oficinas y no había una forma de centralizar la información, que eso, aunque no lo crean, ocurre lo mismo en todos los trámites que tengan que ver con los militares.
[David]: Unos meses después, en julio de 2013, el subdirector de reclutamiento Javier Hernando Rojas Manosalva, firmó un contrato entre la Dirección de Reclutamiento del Ejército Nacional y una unión temporal de dos empresas: NEC Colombia e Intelecto, que se encargaría de crear el software Fénix.
Pero, según la información que encontró Felipe en los correos de la fiscal y que luego me compartió, en esas contrataciones hubo tres irregularidades: la primera era que Rojas Manosalva no sometió la propuesta de software a consideración de un comité especializado. En vez de eso, y ahí está la segunda irregularidad, le encargó al coronel Lara Salamanca esa tarea y este, a su vez, puso a un soldado inexperto a hacer unos estudios previos del software que resultaron insuficientes.
La tercera irregularidad tenía que ver con el tipo de contratación. A NEC Colombia e Intelecto la escogieron directamente para prestar el servicio, o como se dice en Colombia, a dedo. No fue a través de un proceso de licitación entre varios participantes que cumplieran con ciertos requisitos y que cualquier ciudadano pueda consultar.
La excusa para haberlo hecho de esa forma es que esta contratación se trataba de un gasto reservado que no puede ser de conocimiento público. Eso se hace, por ejemplo, cuando el Ejército compra armamento.
[Felipe]: Es un gasto reservado, porque, pues, no queremos que los enemigos del Estado colombiano, entre comillas, sepan qué tipo de armas tenemos, cuáles, cuándo las compramos, cuándo llegan, porque eso es, digamos, pone en peligro la seguridad nacional. Pero ¿por qué pone en peligro la seguridad nacional qué tipo de sistema web compramos para que los colombianos podamos tramitar la libreta militar?
[David]: Y, según la investigación de la fiscal Monsalve, una abogada de la institución le había advertido al coronel Lara Salamanca que el contrato no podía hacerse así, que la ley no lo permitía. Aquí lo dice la fiscal durante la audiencia de imputación de cargos que fue en enero de 2022…
[Fiscal Monsalve]: Y sin embargo, el coronel Lara hizo caso omiso de esa recomendación e inmediatamente procedió a estructurar el estudio previo respectivo. Y usted, como…
[David]: El consorcio entregó tarde el software Fénix, fuera de las fechas de contrato. Y por si fuera poco, Rojas Manosalva, el subdirector de Reclutamiento de la época, hizo otro contrato con ellos para que capacitaran a su equipo a nivel nacional en el uso del software y les pagaron casi 100 mil dólares más por algo que ya tenían que ya habían tenido que hacer según el primer contrato.
Pero las fallas de Fénix se presentaron desde el comienzo. Esta es de nuevo la fiscal Monsalve durante la audiencia…
[Fiscal]: Fallas relacionadas con la inscripción, fallas de validación de la información, fallas de liquidación, fallas de interconexión con el Banco de Occidente y fallas relacionadas con la impresión de la libreta militar.
[David]: A pesar de esto, el coronel Lara Salamanca firmó un acta que aseguraba que todo funcionaba bien y que se había entregado a tiempo. Aún así, eran tan evidentes las fallas que en el 2015 el director de la Dirección de Reclutamiento, Moreno Jerez, no le quedó de otra que cancelar el contrato. Esto implicaba que el consorcio debía pagar una multa de más de 72 mil dólares, pero nunca lo hizo. Y como si fuera poco, el mismo Moreno Jerez celebró un nuevo contrato con el mismo consorcio para que subsanara las fallas… fallas que se mantienen hasta el día de hoy.
En total, el consorcio firmó tres contratos con el Ejército y recibió más de 800 mil dólares por un pésimo trabajo.
[David]: La Fiscalía imputó a los tres coroneles por –y cito– “Peculado por Apropiación Agravado y Contrato sin Cumplimiento de Requisitos Legales”. En pocas palabras, irían a juicio por hacer contratos irregulares con toda la intención de favorecer económicamente a un tercero, o sea, corrupción.
Al final de esa audiencia, a los tres les preguntaron si aceptaban los cargos de los delitos.
[Juez]: Señor Javier Rojas, ¿acepta cargos por ese delito?
[Javier Rojas]: No acepto cargos, su Señoría.
[Juez]: ¿El señor Lara Salamanca?
[Lara Salamanca]: No acepto cargos, su Señoría.
[Juez]: ¿El señor Carlos Fernando Moreno?
[Carlos Fernando Moreno]: No acepto cargos, su Señoría.
[David]: Entre las labores de Felipe estaba enterarse de muchos procesos judiciales que están pasando en el país, sobre todo los relacionados con funcionarios del Estado. Por eso, le llamó la atención no haber escuchado nada sobre un caso de interés nacional que estaba tan avanzado.
[Felipe]: Y mis colegas, ni mi colega que cubre Fuerza Pública, ni mi editora, que lleva mucho más tiempo que nosotros en el periódico, sabía algo de este caso.
[David]: Valía la pena publicar la primicia. El Ejército no se pronunció.
Cuando conversé con Felipe, ya habían pasado cinco meses desde que salió este artículo en El Espectador y más de un año desde las audiencias de imputación de cargos. Así que aprovechamos para revisar la plataforma de la página de la rama judicial para ver en qué iba el proceso.
[Felipe]: 24 de enero de 2022… es este. El Juzgado 17 Penal Municipal de Control de Garantías. Es este. Ah mira, esto fue lo último que pasó: lo remitieron a la Justicia Penal Militar para que avoque conocimiento…
[David]: O sea, pasó a la Justicia Penal Militar, que es la que investiga y juzga los delitos cometidos por miembros activos de la Fuerza Pública que estén relacionados con su servicio.
[Felipe]: … “competencia de este proceso, se propone el conflicto negativo de jurisdicción”… Ush, terrible.
[David]: Le pregunté a Felipe por qué le parecía terrible…
[Felipe]: Porque en la Justicia Penal Militar es poco probable que un proceso por corrupción avance o un proceso en general avance. Si la justicia penal ordinaria es lenta, la Justicia Penal Militar reina la dilación, y los jueces y los fiscales se demoran mucho tiempo en tomar cualquier tipo de decisión. Al punto que cuando la toman, los procesos ya han prescrito, ya se vence el tiempo y ya los responsables nunca son condenados.
[David]: Una fuente cercana a la Fiscalía, que no puedo revelar, me dijo que el caso pasó de la fiscal Monsalve a otro. Ahí fue cuando fue trasladado a la Justicia Penal Militar. También me dijo que es extraño que un delito de corrupción, que es ordinario, no de índole militar, termine ahí. Y más aún cuando fue el mismo Ejército el que llevó el caso a la Fiscalía cuando empezaron las investigaciones. Es decir, que el mismo Ejército, en un principio, había considerado que quien se debía encargar del caso era la justicia ordinaria.
Lo que se sabe hasta el momento, y que Felipe publicó unas semanas después de que conversamos, es que el proceso empezó casi desde cero en la nueva jurisdicción. Están otra vez recogiendo pruebas del delito, investigando, armando todo, cuando se suponía que estos militares ya iban a juicio. Según me dio a entender Felipe, el riesgo de impunidad es tremendamente alto. Algo que, supongo, no debería sorprenderme.
He pensado bastante en qué tiene que ver este caso Fénix con mi libreta militar, con la foto de Cristiano Ronaldo. Y no sé. Es como si la negligencia a nivel institucional se manifestara en mi documento. Al ejército parece importarle más quedar bien que resolver el problema.
En mi caso, el problema que me ha dejado esta libreta, aparte del documento en sí, es la investigación que me abrió el ejército, ¿se acuerdan? Por hacerlos quedar mal.
Volví a hablar con el coronel Leonardo Torres, a quien entrevistaron en la radio. Le pregunté si al menos sabía en qué despacho estaba esa denuncia, porque ellos no me habían dado mayor información. Me dijo que no tenía idea.
Decidí enviar un derecho de petición a la Fiscalía General de la Nación para saber más. Días después me llegó la respuesta: sí, estoy vinculado en un proceso penal. El documento dice que estoy siendo investigado por injuria y calumnia.
Le pregunté a un abogado si debo preocuparme por esto y cómo puedo enfrentarlo, pero me dijo que la denuncia ni siquiera está en etapa de indagación, o sea, todavía no hay nada. Es posible que el fiscal que reciba el caso no encuentre razones para averiguar más y lo archive. O, por el contrario, decida avanzar y empezar una investigación.
Si la denuncia contra mí es pura intimidación, está por verse. Pero si no, tendré que prepararme para enfrentar a una de las instituciones más poderosas del país por culpa de un meme de Cristiano Ronaldo.
[Daniel]: Mientras David espera novedades de la Fiscalía, sigue hablando con varios ciudadanos desorientados o agotados por el trámite de la libreta militar. Y Mauricio Molina, a quien el Ejército nunca le contestó, todavía sigue teniendo la foto de otra persona en su libreta provisional.
David Godoy es periodista y vive en Bogotá. Coprodujo esta historia con David Trujillo, nuestro productor senior. La edición fue de Camila Segura y Luis Fernando Vargas. Bruno Scelza hizo el factchecking. El diseño de sonido es de Andrés Azpiri, con música de Rémy Lozano. Un agradecimiento especial a Ana María Méndez, María Paula Botero, Felipe Correa, Martín Elías Polo, Mateo Morales y Carlos Bernal por prestarnos sus voces.
El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Paola Alean, Lisette Arévalo, Pablo Argüelles, Aneris Casassus, Diego Corzo, Emilia Erbetta, Nancy Martínez-Calhoun, Selene Mazón, Juan David Naranjo, Ana Pais, Melisa Rabanales, Natalia Ramírez, Natalia Sánchez Loayza, Barbara Sawhill, Ana Tuirán y Elsa Liliana Ulloa.
Carolina Guerrero es la CEO.
Radio Ambulante es un podcast de Radio Ambulante Estudios, se produce y se mezcla en el programa de Hindenburg PRO.
Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.