La Zona | Transcripción

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[Daniel Alarcón]: Esto es Radio Ambulante, desde NPR. Soy Daniel Alarcón. 

Esta historia comienza con una cerca en la Ciudad de Panamá. Rimsky Sucre la veía todos los días al caminar por la avenida 4 de Julio a su colegio, el Instituto Nacional. A un lado de la calle estaba el colegio y al otro, la cerca. Y detrás de esa cerca, se alcanzaba a ver un verde como no lo había en ninguna otra parte de la ciudad. Jardines extensos, cuidados al mínimo detalle, perfectamente cortados, con todo tipo de árboles. 

[Rimsky Sucre]: Árboles de caoba, y que tenían su período de floración. Anaranjado. Árboles de guayacán. Con flores amarillas y muchas acacias amarillas, naranja. 

[Daniel]: Y entre esos árboles se veían las casas: grandes, espaciosas y lujosas. Igualitas a las que salían en películas y series de televisión gringa. También había edificios de concreto, elegantes y modernos para la época. Ostentosos. Y calles sin un solo hueco… 

[Rimsky]: Era un paraíso terrenal.

[Daniel]: Era tan distinto al otro lado de la cerca, a su lado de la cerca. El lado de las calles con huecos, de pocos parques y pocos árboles, de casas hacinadas de madera y de cemento. 

[Rimsky]: Eran cuartos en donde vivía una familia entera. Un cuarto ponte tú que sea de cinco por cinco metros.

[Daniel]: El lado de la pobreza, de la necesidad. Pero allá, en lo verde… 

[Rimsky]: Tenían todo el dinero del mundo para que todo fuese impecable.

[Daniel]: Impecable. No había otra manera de describir lo que se conoce como la Zona. La zona canalera: los 1432 kilómetros cuadrados que el país cedió a Estados Unidos cuando, en 1903, se firmó el tratado para construir el canal. Un área desde el Pacífico hasta el Atlántico en la que poner un pie era pisar suelo en un territorio estadounidense. En medio del trópico. 

Los campos verdes, los árboles… Cruzar, saltarse la cerca, claro, era una tentación para Rimsky.

[Rimsky]: Yo recuerdo una vez que con una compañerita medio enamorando, caminamos en el atardecer por esas calles pensando que nadie nos veía. Y nos apareció un policía militar norteamericano que nos sorprendió y nos sacó. A la fuerza de allí. Hasta el límite.

[Daniel]: A la frontera. A la avenida 4 de julio. En teoría no era una infracción que un panameño caminara por la zona, pero tampoco era bienvenido. 

A veces, él y sus compañeros trataban de saltar la cerca para recoger mangos. Pero los policías siempre estaban ahí… Listos para devolverlos a lo que legalmente era Panamá. 

Y le daba rabia. Una rabia que se alimentaba en su colegio, donde se buscaba algo en particular: 

[Rimsky]: Que se creara un sentimiento de patria. Y que tuvieran presente el enclave colonial. 

[Daniel]: Que siempre recordaran que esa burbuja estadounidense era un atentado contra la soberanía del país.

Y esa rabia, en parte, acabaría con la Zona.

Hoy contaremos la historia de una sociedad aparentemente perfecta en medio del trópico y las consecuencias de dividir literalmente un país en dos.  

Una pausa y volvemos. 

[Deambulantes]: Hola, soy Juan David Naranjo, líder de comunidades de Radio Ambulante. ¿Escuchas nuestro podcast y sientes que tienes que conversar sobre las historias que contamos y las reflexiones que te suscitan? Hay muchas personas como tu alrededor del mundo y para eso existen los Clubes de Escucha. Para encontrar uno en tu ciudad o crear el tuyo propio ingresa a clubesdeescucha.com

[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. 

Nuestro editor Luis Fernando Vargas nos cuenta la historia. 

Aquí Luis Fernando. 

[Luis Fernando Vargas]: Volveremos a Rimsky en la segunda parte de esta historia. Por ahora, saltemos la cerca…  

[Richard Wainio]: How are you doing, Luis? Are you in Costa Rica? I saw the 506 on the bottom of the email.

[Luis Fernando]: Para entender la vida en la Zona, hablé con él. 

[Richard]: My name is Richard Wainio. I live now in the United States, but I was born and raised in Panama. 

[Luis Fernando]:  Vive en los Estados Unidos, pero nació y creció en Panamá en los años 50 y 60. Específicamente en la zona canalera. Su papá también nació en la Zona. Su abuelo era un finlandés que había emigrado a Estados Unidos y que se fue a Panamá para trabajar en la construcción del Canal en 1910. 

Como todo hijo con al menos un padre estadounidense, Richard tiene esa misma nacionalidad, no la panameña. A personas como él se les conocen como zonians. 

Richard entiende bien el español, su esposa es panameña, pero no se siente lo suficientemente cómodo hablándolo como para hacer una entrevista completa. Y es que Richard nunca necesitó el español… vivía en la Zona. Ahí, hasta el periódico era en inglés.

Creció en la zona canalera del Caribe, es decir de la parte atlántica. Para él era un gran parque… Inmaculado. Y una sociedad extremadamente eficiente… 

[Richard]: We used to laugh that if… If anything happened, the wind blew through Balboa and a tree fell down. I mean, literally in the space of minutes, you’d see guys in yellow vests and hard hats out on the street to chop, chop chopping up that tree and moving it.

[Luis Fernando]: Solían reírse de que si algo pasaba y un árbol se caía, literalmente pocos minutos después, aparecían hombres con chalecos amarillos y cascos limpiando los restos y dejando todo en orden de inmediato. 

De niño podía andar solo por todo el canal. En el verano, se levantaba en las mañanas, su mamá le daba 50 centavos de dólar antes de irse a trabajar y él se iba a los gimnasios y a los programas que tenía la compañía del canal para entretener a los más pequeños. 

[Richard]: I played basketball and do things. I’d go to the movie theaters. We’d hang out all day. All the kids. We’d. We’d be running through the jungle and we’d be fishing.

[Luis Fernando]: Jugaba basketball, iba al cine, pasaba todo el día con sus amigos corriendo por la selva tropical y pescando… 

La Zona tenía mini ciudades con su propia policía, sus propias escuelas, sus propios departamentos de bomberos, sus propios hospitales,  restaurantes… Sus propias bases militares. También había tiendas y supermercados subvencionados por la compañía que administraba el canal, con precios más económicos que en Panamá. Y toda esta infraestructura para solo 36 mil residentes estadounidenses. Entre militares y trabajadores del canal y sus respectivas familias. Esto en 1964. En comparación, para ese momento, Panamá tenía poco más de 1.2 millones de habitantes. 

Y todos en el canal tenían algún trabajo… 

Todo lo que necesitabas para vivir bien estaba a pocos kilómetros de distancia… 

[Richard]: It was an incredibly special world to grow up in as a kid. It was safe. It was fun. No place on earth like it. It was in many respects a utopian society with virtually no crime.

[Luis Fernando]: No había ningún lugar en la tierra como ese. Según Richard, era, de muchas formas, una sociedad utópica, donde prácticamente no existía el crimen. 

O bueno, lo era para los blancos estadounidenses. En la Zona había segregación. A los empleados de menos ingresos se les daba residencia en barrios específicos, mucho más modestos que los de los altos mandos. Y estos empleados eran afrodescendientes, muchos descendientes de antillanos que llegaron a construir el canal y que no eran estadounidenses, sino panameños o de otras nacionalidades.  

Y si eras panameño viviendo en Ciudad de Panamá, como dijimos, en teoría podías cruzar a la Zona, solo que no podías comprar nada ni usar ninguna instalación y si te agarraban haciendo algo sospechoso, la policía te podía echar. La única forma de disfrutar de las cosas de ahí era que algún residente te invitara. O si era tu lugar de trabajo, ya que había algunos panameños que eran empleados de la compañía canalera.

Mientras tanto, los zonians se paseaban por todo Panamá. Era común verles en las playas del interior, en las montañas, cazando, comprando cosas y comiendo en restaurantes. También era normal escuchar de zonians que se enamoraban de panameñas y terminaban casados, viviendo en la Zona. 

Era obvio que había una desigualdad de trato. 

[Richard]: So it was, you know, a sore spot.

[Luis Fernando]: … y pues… era algo incómodo para muchos panameños. 

[Richard]: Those that really didn’t like it referred to it as a cancer. 

[Luis Fernando]: Tanto que a los que no les gustaba la situación, se referían a la Zona como un cáncer.

[Richard]: But that said, that cancer. Literally created Panama as a country and helped Panama develop into, arguably, the most advanced area in Latin America at the time.

[Luis Fernando]: Pero según Richard, ese cáncer, literalmente creó Panamá como país, y ayudó a que se desarrollara como uno de los países más avanzados de América Latina en ese momento. 

[Richard]: Basically Panama was, was barely a livable place up until the arrival of the Americans in 1904. 

[Luis Fernando]: Panamá, dice, era apenas un lugar habitable cuando los estadounidenses llegaron a construir el canal en 1904. 

En el siglo XIX, Panamá era, según Richard… 

[Richard]: It was just a swampy, mosquito infested, disease ridden area where there were more indigenous peoples than, than anything else.

[Luis Fernando]: Nada más un pantano, infestado de mosquitos y enfermedades. Donde solo había gente indígena. 

[Luis Fernando]: Ahora bien, los hechos no son exactamente así. 

[Marixa Lasso]: Mi nombre es Maritza Lasso. Soy la directora del Centro Investigaciones Históricas, Antropológicas y Culturales de Panamá, afiliada al Ministerio de Cultura de Panamá.

[Luis Fernando]: Además es escritora. Entre sus libros está Historias Perdidas del Canal de Panamá, un estudio sobre cómo se creó la Zona y las repercusiones que tuvo en la historia del país.  

[Marixa Lasso]: Panamá es un lugar que ha sido un lugar de tráfico y de mercancías desde la conquista española, ¿no? Aquí venían las mercancías de Europa, subía la plata del Perú y un lugar muy importante. 

[Luis Fernando]: La ciudad de Panamá de ese entonces, lo que hoy se conoce como el Casco Viejo, una zona amurallada para evitar el asedio de filibusteros y corsarios ingleses, era uno de los puertos más importantes del Pacífico. Era literalmente un puente entre el norte y el sur del continente. 

Y lo cierto es que, en la parte que se convertiría en la Zona, ya había una red de pueblos panameños que llevaba siglos cuando llegaron los estadounidenses en 1904. 

[Marixa]: Habían pueblos a lo largo de esa ruta que eran la columna vertebral de Panamá.

[Luis Fernando]: Eran municipalidades al estilo colonial. Con iglesias españolas y una población mezclada: un poco española, indígena y mayoritariamente afrodescendiente, primero esclava y después libre, que transportaba mercancías de un océano a otro con barcos y mulas. 

[Marixa]: Siento una gran admiración por esos habitantes del río que cuando llegaban los barcos de vapor con miles de habitantes lograban a punta de remo cruzarlos y llevarlos. Estos panameños construyeron la ruta también a lo largo de siglos.

[Luis Fernando]: En 1850, empujadas por la fiebre del oro que se vivía en California, varias empresas privadas estadounidenses empezaron la construcción del ferrocarril interoceánico de Panamá, el primero del mundo. Era más simple bajar desde el este de Estados Unidos a Panamá en barco y cruzar el istmo, la parte más delgada del continente, que cruzar todo Estados Unidos.

Con esta obra llegó una ola de migrantes a Panamá. Algunos trabajadores en busca de oportunidades y otros esclavizados.

[Marixa]: A esos pueblos le van a llegar ahora inmigrantes de las Antillas inglesas, que se van a mezclar con los afropanameños coloniales, el español, el inglés. Van a llegar inmigrantes de China, entonces van a traer también su cultura.

[Luis Fernando]: Además, en 1881 se inicia el intento de construcción del canal por los franceses, y con ellos llegan nuevos migrantes. 

[Marixa Lasso]: Entonces hay que pensarlas como oleada, oleada que van enriqueciendo la vida de esos pueblos.

[Luis Fernando]: Cuando comienza la construcción del canal estadounidense, justo cuando el canal francés se empezaba a ver como un fracaso, una nueva ola de inmigrantes de todo lado del mundo llegó a Panamá en busca de trabajo. Y lo que se convertiría en la zona canalera empezó a parecerse más a una serie de pueblos cosmopolitas que a un pantano. 

[Marixa]: Entonces, son lugares llenos de vida, de trabajadores de todo el mundo, donde escuchas chino, inglés, español, español con acentos varios, donde hay lugares, iglesias protestantes, iglesias católicas, donde también describen que hay un pueblo, hay un templo chino en uno de ellos con comercio, banca, negocios, ¿no?

[Luis Fernando]: En el censo de 1912, dos años antes de que los estadounidenses terminaran de construir el canal, se dice que en la zona, en esa pequeña franja del país, había alrededor de 62 mil personas. 

[Marixa]: Es decir, era la zona más densamente poblada de Panamá. Para poner en perspectiva el Chiriquí, que es la región más grande de Panamá tenía como 57 mil personas.

[Luis Fernando]: La Zona no siempre se imaginó como el espacio de exclusión en el que se convirtió. El plan inicial de Estados Unidos al firmar el trato de construcción del canal era uno de continuidad. Recibir esa zona densamente poblada, y hacer las construcciones necesarias ahí. Pero esta idea poco a poco empezó a dejar de ser popular entre las autoridades estadounidenses en el canal. 

[Marixa]: Estamos hablando del principio del siglo 20, donde las ideas sobre higiene, salud y salubridad imperiales, no solo de Estados. Unidos, son que los nativos, los nativos no blancos, son portadores de enfermedad. 

[Luis Fernando]: Y esto contribuye a la segregación por medio de leyes. Por ejemplo, se impone una distancia obligatoria entre los edificios que pertenecen a la Comisión del Canal Ístmico y los edificios de los llamados nativos. Pero, ¿quiénes eran los nativos? Bueno, básicamente cualquier persona no blanca. 

[Marixa]: Un inmigrante chino puede ser descrito como nativo. Cualquiera que no sea parte de eso. Entonces ahí comienza a crearse un espacio urbano que por un lado sí mantiene lo que ya existía, pero comienza a crear esos nuevos espacios de segregación entre lo nativo y lo no nativo. 

[Luis Fernando]: Aunque esto realmente no se hizo a la ligera. Hubo un debate importante en Estados Unidos y hasta una comisión del congreso de ese país visitó Panamá para valorar si se debía despoblar la zona canalera. 

Y después de mucha discusión, la idea de segregar a las poblaciones ganó. 

Unas 40 mil personas, los llamados nativos, fueron desplazadas de la zona…  de lo que fue su hogar y el de sus familias durante décadas. 

Mientras tanto, en la zona canalera, fueron naciendo nuevos pueblos. Ahora solo para los estadounidenses. Y la zona se convierte en un espacio de exhibición de lo que Estados Unidos era capaz de hacer. 

[Marixa]: Un lugar prístino, con poquita gente, casi un espacio de exhibición urbana donde todo funciona. 

[Luis Fernando]: Los jardines, por ejemplo, esas zonas extensas de césped propias de los suburbios estadounidenses  y que una y otra vez me han mencionado cuando me describen la Zona, tienen su razón de ser. 

La Zona se ubica en medio del trópico, y durante la época de construcción del canal, enfermedades como la fiebre amarilla y la malaria eran problemas bastante reales. Pero los mosquitos que las transmiten no se posan en el suelo. Por lo que entre menos árboles y más césped haya, existe menos posibilidad de que los mosquitos tengan lugares para reproducirse.

Todo en la zona se hizo en función del control de enfermedades y la vida en el trópico. 

Y al otro lado de la cerca, como también escuchábamos al principio de esta historia, hacinamiento, precariedad. Una sociedad donde las cosas no funcionaban para nada bien. 

Y este contraste traería repercusiones. 

Una pausa y volvemos. 

[MIDROLL]

[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón. Antes de la pausa escuchábamos cómo fue, durante casi 50 años, la vida en la zona canalera de Panamá: una sociedad en principio ideal, por lo menos para los estadounidenses blancos. Sin crimen, con vivienda cómoda y gratuita, comida barata y trabajo para todos. 

Mientras, en Panamá, la pobreza y el desempleo eran problemas grandes. Una cosa es oír sobre los goces de los países ricos por medio de la radio, la televisión o los periódicos. Otra muy diferente es verlos todos los días, ahí, al otro lado de la calle, detrás de una cerca que puedes saltarte fácilmente.

La pregunta no era si esto iba a estallar, sino cuándo. 

Luis Fernando Vargas nos sigue contando. 

[Luis Fernando]: Los últimos años de la década del 50 marcan el inicio de fuerte tensión entre los panameños y los residentes de la Zona. Una disputa sobre un objeto simbólico: la bandera de Panamá.

En 1958 se da la Operación Soberanía, donde un grupo de estudiantes universitarios entraron a la zona y plantaron banderas panameñas en lugares simbólicos. En esa ocasión no hubo incidentes: la policía de la zona retiró las banderas rápidamente después de que los estudiantes se fueran. Todo fue pacífico.  

Pero un año después se convocó a una marcha patriótica. El objetivo era el mismo: plantar la bandera de Panamá en la zona. Esta vez el llamado fue a la ciudadanía en general. Un primer grupo de manifestantes logró entrar y colocar banderas, pero a los siguientes se les impidió el paso, y los disturbios comenzaron pronto cuando un policía de la zona arrancó una de ellas. Manguerazos, bombas lacrimógenas, armas de fuego. Hubo más de 100 heridos. 

En el colegio de Rimsky, comentaban todo lo que estaba sucediendo, claro. 

[Rimsky]: Profesores de historia. De profesores de geografía. Pero además de muchos profesores que no eran de esas materias, de matemáticas, de español, de física, de química, el tema nacionalista siempre estuvo presente fuera del curriculum en el Instituto Nacional.

[Luis Fernando]: Para esos momentos era menos común ver a zonians cruzando a Panamá. Había más recelo. Y después de 4 años de negociaciones, en 1963, se firmó un tratado en que se indicaba que las banderas de Estados Unidos y Panamá debían izarse en la Zona. Pero para el primero de enero de 1964, el día en que entraba a regir el tratado, Estados Unidos incumplió. 

Ocho días después, a mediodía, Rimsky, que estaba a punto de graduarse del colegio, estaba almorzando en su casa con un amigo. 

[Rimsky]:  Y estuvimos conversando de que ya era hora de izar la bandera. Tenemos que ir a la Zona, ya llegó, ya esto no se permite más las violaciones y la intolerancia de los zonians, ya no se podía aceptar más.

[Luis Fernando]: Regresaron caminando al Instituto Nacional por la avenida 4 de julio, la del límite de la Zona y la ciudad de Panamá. 

[Rimsky]: Y vimos que del otro lado de la cerca. Había muchachos, jóvenes como lo que le llamaban teenagers. Vestido con jacket tipo James Dean. Y que estaban quemando banderitas de Panamá. 

[Luis Fernando]: No era la primera vez que los veían. Habían estado haciendo vigilias en donde exhibían la bandera de Estados Unidos de la Escuela de Balboa, una de las escuelas más importantes de la Zona.  

[Rimsky]: Ya tenían varias noches en eso. O sea que había una provocación.

[Luis Fernando]: Al llegar al colegio comentaron lo que vieron con sus compañeros y después del recreo de las 2 de la tarde pidieron la palabra en la clase. 

[Rimsky]: Explicamos la situación, la analizamos y dijimos Profesor, es la hora de ir a la zona del canal, a la escuela de Balboa y elevar la bandera. 

[Luis Fernando]: La idea era que los alumnos con mejores notas la llevaran. 

[Rimsky]:Yo recuerdo haber ido a dos salones de sextos años. Y eso fue en estampida. Los muchachos. todos los mejores, en estampida hacia la rectoría a pedir la bandera.

[Luis Fernando]:  Rimsky no fue a más salones, dejó que sus compañeros se encargaran de eso. Él se fue a hacer letreros. Un profesor de artes plásticas les dio materiales y encontraron otros en la asociación de estudiantes. 

[Rimsky]: Nos dio algo de pintura de aceite, tenía ahí sobrantes, cartones y el papel manila creo que se sacó de por allá de algún salón, se sacó el papel manila en rollo.

[Luis Fernando]: Empezaron a trabajar. La mayoría de los carteles decía “Panamá es soberana en la zona del canal”.

[Rimsky]: Había algunos que de repente decían: “Yankee go home, yankee, asesino”, no sé qué.

[Luis Fernando]: Pero eran la minoría, unos cuantos. Un grupo de estudiantes recogió la bandera de la rectoría y salieron por frente del edificio del Instituto Nacional. 

[Rimsky]: Entonces, los que estábamos con los letreros salimos por la puerta trasera y nos encontramos allá en la avenida que va desde la 4 de julio prácticamente hasta la Casa del administrador.

[Luis Fernando]: El administrador del canal. La máxima autoridad de la zona, por decirlo de alguna forma. Eran unos 180 estudiantes. Cruzaron la portería de la zona, eran una masa que no se podía detener, y en la casa del administrador cantaron el himno nacional de Panamá. 

Siguieron hasta el edificio de la administración. A la izquierda, había una colina, y abajo, el colegio Balboa. Rimsky y sus compañeros se detuvieron y, desde ahí, vieron que abajo, al frente del colegio, estaba la policía, armada. Y no solo policías.

[Rimsky]: Y el asta de la bandera de la Escuela de Balboa, rodeada por los estudiantes y por los padres de familia y por gente. Entonces pensamos vamos o no vamos. Eso no duró ni cinco minutos y se decidió bajar. 

[Luis Fernando]: Bajaron por las escaleras y el césped. En las afueras de la Escuela de Balboa hablaron con la policía y autoridades de la escuela. Les dijeron lo que querían. 

[Rimsky]: Que queríamos ir pues, a izar la bandera, cantar el himno y regresar pacíficamente. 

[Luis Fernando]: Permitieron que seis personas pasaran. Rimsky vio cómo ellos se acercaban con la bandera panameña, y alrededor de ellos, se formó un grupo grande de zonians… 

[Rimsky]: Las arengas de la multitud que estaba allí los fue rodeando y gritándole insultos de toda clase.

[Luis Fernando]: Empezaron los empujones. 

[Rimsky]: En eso nadie los protegió. Fueron rodeados inclusive por los policías militares que estaban allá abajo con casco de guerra. No el sombrero de su uniforme.

[Luis Fernando]: De pronto vio cómo la policía golpeaba a garrotazos a los seis panameños. Y en el forcejeo, tratando de defenderse…

[Rimsky]: Se rompe con un tolete la bandera.

[Luis Fernando]: El tolete, es decir el garrote que usan los policías. 

[Rimsky]: Se rasga la bandera. Accidentalmente, no sabemos, pero es el tolete de un policía.

[Luis Fernando]: Se armó un tumulto y la bandera se rasgó más. Los seis panameños se devolvieron corriendo hasta donde estaba el resto de los estudiantes. 

[Rimsky]: Y al encuentro con nosotros que estábamos en la acera de enfrente, bueno, cuentan, le rompieron la bandera llorando. Era un llanto de dolor y de odio también momentáneo. De rabia.

[Luis Fernando]: Y ahí mismo lo decidieron. 

[Rimsky]: Vámonos hacia Panamá. Vámonos hacia el Instituto Nacional a contarle al rector que prestó la bandera y a los profesores lo que está sucediendo y lo que ha sucedido. 

[Luis Fernando]: De camino, llenos de rabia, rompieron unos vidrios y tiraron botes de basura a la calle, para impedir el paso de  la policía en caso de que los estuvieran  persiguiendo  en auto.

[Rimsky]: Y llegamos a la ciudad y comenzamos a contar ahí en la avenida 4 de Julio, lo que había sucedido. Nos rompieron la bandera, nos desgarraron la bandera y el pueblo se fue enardeciendo. Y los que entraron a la rectoría comunicaron a los medios de comunicación, comunicaron a los estudiantes universitarios. 

[Luis Fernando]: Con todo este revuelo, decenas de panameños se fueron acercando a la cerca que dividía a la ciudad de la Zona tratando de entrar. Y unas horas después, esas docenas se convirtieron en centenas. La respuesta de los estadounidenses fue abrir fuego desde la zona canalera.

[Rimsky]: Y entonces la ciudad se incendió y se incendió toda la República.

[Luis Fernando]: Se incendió literalmente. Serían tres días de disturbios a nivel nacional. Los negocios de algunos estadounidenses en la ciudad de Panamá fueron incendiados. Y se escucharon disparos toda la primera noche.

[Rimsky]: Ellos estaban preparados para una guerra contra un pueblo que tenía piedras.

[Rimsky]: El Instituto Nacional quedó acribillado de balas de alto poder. Al que tu podías meter el dedo índice y parte de los demás dedos en el cono del impacto de bala. El edificio de la Asamblea Nacional. El edificio de la Biblioteca Nacional.

[Luis Fernando]:  Entrada la noche, Rimsky llegó a la Plaza 5 de mayo, no muy lejos de su colegio. Era una de las plazas principales de la ciudad de Panamá. Y algo que vio ahí lo conmovió.

[Rimsky]: Yo decía banderas. Banderas ¡Cuántas banderas! La gente se abocó a cruzar a implantar la bandera.

[Luis Fernando]: A implantarlas en la Zona.

La segunda noche de disturbios, el presidente Roberto Francisco Chiari decidió romper relaciones diplomáticas con Estados Unidos hasta que se firmara un nuevo tratado que devolviera el canal a Panamá. 

Oficialmente, 21 panameños y 4 estadounidenses murieron en esos tres días. Ahí, se podría decir, comenzó el final de la Zona. 

Estados Unidos y Panamá retomaron las relaciones cuatro meses después. Y los siguientes años fueron de negociaciones tensas entre ambos países. Hasta 1977, 13 años después de los hechos del 9 de enero, fue que se llegó a un acuerdo con el tratado Torrijos-Carter, que reformulaba los términos del tratado original de 1903. 

En este nuevo documento se establecía que el Canal comenzaría a pasar a manos panameñas a partir de 1979 y el proceso duraría 20 años. Y con el traspaso la Zona desaparecería. La condición es que, si Estados Unidos siente que el canal está bajo peligro –el tratado deja vago lo que significa peligro–, el país norteamericano puede intervenir militarmente en Panamá y tomar posesión de la obra. 

Richard Wainio, al que oímos antes, vivió de cerca el periodo de transición, ese donde el canal pasó de manos estadounidenses a panameñas. Es más, de adulto se convirtió en uno de los líderes del proceso. Su posición era director de Planeamiento Ejecutivo.

El proceso de transición fue lento. Y es que había trabas muy concretas. Por ejemplo, en ese momento TODOS los pilotos de los barcos para transitar el canal eran estadounidenses. Unos 230. 

[Richard]: And it takes literally. 10 to 15 years to be trained to become a full pilot at the Panama Canal. And you have to have the right background before you can even get a job to enter those training.

[Luis Fernando]: Richard me explicó que toma unos 10 o 15 años entrenar a un piloto para que pueda navegar el canal, pero que además se necesitan otros estudios antes de empezar el entrenamiento. Y pasaba algo parecido con los cerca de cuatro mil puestos especializados para la operación del canal. Había que entrenar gente. Y eso tomaba tiempo.

La Zona empezó a transformarse a medida de que los estadounidenses se empezaron a ir  del país, la mayoría pensionados. Si tenían 48 años o más o si llevaban 18 años trabajando para el canal, se podían ir de inmediato. Y  si llevaban 23 años de servicio, podían optar por jubilarse . No importaba la edad. Y así podían “volver” –entre comillas– a Estados Unidos, un país en el que muchísimos zonians nunca habían vivido. Un país ajeno, conocido solo por vacaciones y por lo que veían en la tele. 

Para los que quedaron hubo cambios drásticos. Por ejemplo, el sistema legal estadounidense desapareció. De pronto, legalmente, ellos eran estadounidenses en suelo panameño.  

[Richard]: You look out your window and there was a Panamanian cop standing in front of your, your house instead of an American cop.

[Luis Fernando]: Mirabas por la ventana, dice Richard, y había un policía panameño frente a tu casa en lugar de uno estadounidense. Se empezaban a sentir en el extranjero. 

Y todo esto sucedía en medio de una dictadura militar. La de Manuel Noriega. Fue una década convulsa para Panamá, la de los años 80. Una fuerte crisis económica y tensión social. 

Noriega, por su parte, tenía un discurso antiestadounidense alimentado por los entonces 70 años de presencia en Panamá. Esto a pesar de que Noriega era informante de la CIA en cuestiones de narcotráfico. Era un doble agente, que también vendía información de Estados Unidos a naciones rivales y carteles de droga. 

[Richard]: And so for that decade, that first decade was a very traumatic decade for Americans that were still living there.

[Luis Fernando]: Una década muy traumática para ellos, para los estadounidenses que todavía vivían en Panamá. 

Esto que dice Richard viene desde el privilegio, claro. Es decir, si fue traumático para los zonians, fue aún más traumático para los panameños. Vivían en un país en crisis, bajo una dictadura. 

Sin embargo, creo que puedo entender el miedo que sentían los zonians. Familias que vivían en una burbuja de perfección y comodidad. Que en ningún momento sufrieron la inclemente realidad de América Latina. Personas que iban perdiendo poco a poco todo aquello que conocían… Debió ser como estar expuesto ante el mundo por primera vez. Y quién no querría cerrar los ojos ante el panorama, sinceramente.

La tensión entre Estados Unidos y Panamá terminó el 20 de diciembre de 1989, el día en que 27 mil soldados estadounidenses invadieron para derrocar a Noriega. Entre las justificaciones dadas por los Estados Unidos, estaba la seguridad de los ciudadanos estadounidenses en el país y la del canal. 

Para Richard, la invasión era necesaria para la transición del canal a manos panameñas. 

[Richard]: The one thing I know for sure is that, as long as Panama had dictators, as long as Noriega was there, the U.S. was not going to move forward and turn that canal over to him. So he had to be removed in 1990.

[Luis Fernando]: Y gracias a eso Panamá pudo prosperar económicamente durante los 2000, dice.

Richard dejó su puesto en 1998, un año antes de que el canal pasara totalmente a manos de Panamá. Se quedó un tiempo en el país, y luego decidió irse a Estados Unidos, pero visita Panamá constantemente.

Rimsky, por su lado, nunca estuvo contento con el tratado Torrijos-Carter en el que el canal pasaba a manos panameñas. 

[Rimsky]: Quedamos nosotros. Bajo el paraguas del Pentágono, como lo llamó el mismo general Torrijos. Quedamos cediendo nuestra soberanía. Que ahora inclusive se interpreta que no es solamente en la faja Canalera. Sino en todo el territorio nacional. En caso de que Estados Unidos unánimemente considere que hay una situación de peligro en el tránsito interoceánico aquí en el Istmo.

[Luis Fernando]: Y para él, la invasión fue la primera muestra que Panamá cedió su soberanía con el tratado.

[Rimsky]: Hubo un sinnúmero de muertos que no se sabe ni cuántos ¿Pero, que pasó? Panamá no puede reclamar ni siquiera indemnizaciones por los muertos.

[Luis Fernando]: Por esto, Rimsky piensa que falta mucho para que Panamá sea completamente de los panameños. 

Al pasar por la avenida 4 de julio, ahora llamada la avenida de Los Mártires, en conmemoración a los eventos que iniciaron el 9 de enero de 1964, Rimsky ya no ve la cerca que dividía la Zona y la Ciudad de Panamá… 

Lo que ve son dos ciudades que parecieran opuestas, cada una a un lado de la calle. A un extremo sigue el verde de los espacios amplios y de los edificios ostentosos; al otro, el concreto, brutal y deteriorado. Una ciudad nacida de las posibilidades infinitas y otra de las necesidades apremiantes. 

Hoy ya no hay fronteras. Gran parte de las estructuras de la zona están ocupadas por empresas o personas panameñas. Ahora se les llama áreas revertidas. 

Una de estas zonas es la llamada Ciudad del Saber, la antigua base militar principal de Fort Clayton, ahora conocida nada más como Clayton.  

Es difícil describir la Ciudad del Saber. Aquí unos hechos: ahí vive gente, hay tiendas, empresas tecnológicas, centros académicos, áreas verdes, lugares para comer. Todo en un espacio bastante reducido. No parece un barrio, parece un experimento de una ciudad dentro de otra ciudad. 

Una base militar retomada por los panameños y convertida en este experimento de pequeña ciudad ideal para la vida. Simbólico. Una especie de mini zona para la gente que durante décadas no tuvo derecho a su propia tierra. 

Pero Rimsky todavía siente los límites entre Panamá y lo que era la Zona. 

[Rimsky]: De aquí para allá se maneja más despacio. De aquí para allá se cometen menos infracciones voluntarias. De aquí para allá se contamina menos el ambiente. De aquí para allá estamos procurando mantener el concepto de Ciudad Jardín.

[Luis Fernando]: Y en cierta forma tiene razón. La Ciudad del Saber no es de los panameños, por lo menos no de todos. No se puede llegar en autobús, la gente que vive ahí es clase media alta. Sigue siendo un lugar para unos pocos privilegiados. 

La historia suele repetirse con las estructuras de la zona canalera: centros Comerciales, barrios de clase media. No son para todos los panameños, mucho menos para aquellos descendientes de los desplazados, que formaron más que nada comunidades pobres. 

En cierta forma, la Zona sigue siendo la zona.

Y la cicatriz que dejó es grande. 

[Daniel]: Además de Historias Perdidas del Canal de Panamá, Marixa Lasso publicó otro libro que recomendamos: Mitos de Armonía Racial. 

Luis Fernando Vargas es editor en Radio Ambulante. Vive en San José, Costa Rica. Esta historia fue editada por Camila Segura, Natalia Sánchez-Loayza y por mí. Bruno Scelza hizo el fact-checking. El diseño de sonido es de Andrés Azpiri, con música de Rémy Lozano. 

Gracias a Gabriela Noriega por guiar a Luis Fernando en todo lo referente a Panamá. 

El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Paola Alean, Nicolás Alonso, Pablo Argüelles, Aneris Casassus, Diego Corzo, José Díaz, Emilia Erbetta, Camilo Jiménez Santofimio, Juan David Naranjo, Selene Mazón, Ana Pais, Laura Rojas Aponte, Barbara Sawhill, David Trujillo, Ana Tuirán y Elsa Liliana Ulloa

Carolina Guerrero es la CEO.

Radio Ambulante es un podcast de Radio Ambulante Estudios, se produce y se mezcla en el programa de Hindenburg PRO.

Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.

 

Créditos

PRODUCCIÓN
Luis Fernando Vargas


EDICIÓN
Camila Segura, Natalia Sánchez Loayza y Daniel Alarcón


VERIFICACIÓN DE DATOS
Bruno Scelza


DISEÑO DE SONIDO
Andrés Azpiri 


MÚSICA
Rémy Lozano


ILUSTRACIÓN
Laura Carrasco


PAÍS
Panamá


TEMPORADA 12
Episodio 18


PUBLICADO EL
02/07/2023

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