El día a día de quien estudia las supernovas – Una entrevista con Melina Bersten.

El día a día de quien estudia las supernovas – Una entrevista con Melina Bersten.

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ALERTA DE SPOILER: Esta entrevista contiene detalles importantes del episodio Un punto en el cielo. Si no lo han escuchado, les recomendamos que lo hagan antes de leer esto.

Desde que era niña, Melina Bersten sintió curiosidad por lo que veía en el cielo. Cuando estaba en primaria, un profesor le habló sobre la relatividad del tiempo y del espacio y entonces fue claro a qué se dedicaría: la astronomía.  

Años después, fue ella quien ayudó a Víctor Buso –el personaje principal de Un punto en el cielo– a publicar su descubrimiento en Nature. El interés de Melina por las supernovas surgió principalmente de su pasión por la cosmología, esa parte de la astronomía que estudia las leyes generales del origen y la evolución del universo.

Para saber más sobre su historia, su pasión por la astronomía, y su experiencia siendo mujer en una carrera históricamente dominada por hombres, le hicimos esta pequeña entrevista. Nos contestó desde La Plata, Argentina. 

 

Tú te has dedicado a estudiar las supernovas, cuéntanos un poco de dónde nació ese interés.
Yo me puse a hacer mi tesis de doctorado [en Chile] para simular explosiones de supernovas y con el correr del tiempo me di cuenta de que las supernovas tenían otras cosas bastante interesantes. En general es muy difícil seguir la evolución de los objetos astrofísicos en el tiempo de escala humano porque estamos hablando de tiempos que son inconmensurables con la vida humana. Sin embargo, con las supernovas, viven un par de años entonces tienen la ventaja que uno puede hacer una predicción respecto a un modelo determinado y, en uno o dos años, poder chequear las predicciones que uno hace. Y eso me parece una cosa muy, muy interesante porque es satisfactorio que uno proponga una cierta explicación para algo y que pueda corroborarse en el tiempo de escala humana. 

¿En qué consiste tu trabajo exactamente?
Mi trabajo consiste en básicamente analizar supernovas para poder derivar ciertos parámetros que nos interesan. Lo que hago es comparar observaciones de supernovas: cómo evoluciona la supernova, el brillo que tiene, etc., y hacer modelos de esa evolución. Así derivamos parámetros físicos de las estrellas, como por ejemplo la estrella progenitora que le dio causa a la explosión, su masa, la energía de la explosión, la cantidad de material reactivo que se genera. Eso nos permite entender cómo es que explotan  las supernovas, que es algo que todavía no se conoce del todo.

¿Cómo es tu día a día?
Básicamente me levanto –no soy de levantarme temprano– contesto muchos mails, doy clases –estoy a cargo de un curso de electromagnetismo– y me voy a hacer el trabajo concreto de estudiar algún objeto o a tener discusiones con colegas del extranjero o con mis estudiantes. También intento participar en las cosas que tienen que ver en conjunto con la facultad, seminarios, charlas, discusiones, etc.

 

Publicar en Nature, una de las revistas científicas más prestigiosas del mundo, no es fácil. Y menos si eres un astrónomo aficionado como Víctor. Por eso, el apoyo, la experiencia, y el reconocimiento de Melina en la comunidad internacional fueron claves en la publicación. Hacía unos años, había dado una conferencia de prensa en Japón sobre un descubrimiento controversial que había hecho junto con su equipo, y según ella, fue uno de los sustentos importantes para que su trabajo y el de Víctor fuera aceptado por Nature.

 

Se tardaron un año en lograr publicar con la revista Nature. ¿Qué pasa durante ese año? Cuéntanos más sobre el proceso de publicación en una revista tan prestigiosa.
Yo fui la primera autora, o sea, la líder en el trabajo. Antes de mandarlo, es aconsejable que le escribas al editor, planteando el problema para que él vea si es suficientemente relevante como para que el lo mande a los referatos. Tardaron un tiempo en contestarnos y nos hicieron hacer muchísimas cosas, en especial porque los datos venían de un telescopio que no es conocido, que es casero. Nos pidieron infinita cantidad de tests para saber que los datos eran fidedignos.

Mencionas en el episodio los obstáculos para publicar una investigación en Nature siendo mujer. ¿Te has sentido discriminada en algún otro momento de tu carrera? Cuéntanos más sobre los obstáculos que enfrentas.
En realidad, en este caso no fue por mujer sino por el hecho de que estábamos en un país periférico lo que más hizo difícil la publicación. El tema de mujer yo lo siento mucho más quizás cuando uno da una presentación. Yo volví con mi compañero, los dos trabajamos en ciencia y cuando hablamos sobre un tema veo la respuesta de la audiencia sobre su respuesta en respecto a la mía. Muchas veces yo digo algo, él dice lo mismo que yo y la gente lo escucha a él y no me escucha a mí. Eso es un poco fuerte. Sin hablar de que recientemente en nuestra facultad pusieron unas estatuas de científicos y solo son hombres. Estamos en una institución donde tenemos estatuas que nos rodean todo el edificio del sexo masculino. Cuando uno empieza a visualizar eso se empieza a dar cuenta de un montón de cosas. Son pequeñas cositas pero realmente son bastante molestas.

El año pasado, después de publicar el descubrimiento en la revista Nature, sacaron también esta nota sobre Víctor y su experiencia. Y si les interesa la astronomía y quieren seguir los hallazgos de Víctor, vean su página de Facebook aquí

Créditos

PRODUCCIÓN
Miranda Mazariegos


EDICIÓN
Jorge Caraballo


FOTO
Astro Asa


PAÍS
Argentina


PUBLICADO EN
10/01/2019

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