Transcripción: La concursante
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Daniel Alarcón: Gracias por escuchar Radio Ambulante. Quiero contarles de un nuevo programa de NPR, una nueva manera de estar al tanto de las noticias del día. Se llama “Up First”. En 10 minutos, más o menos, puedes tener una idea de las noticias importantes del día. Esas cosas que realmente tienes que saber. Arranca el día con “Up First”, disponible de lunes a viernes a las 6 de la mañana, en NPR ONE o en cualquier app de podcasts.
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Voz: Thalía desnudará todos sus secretos. Las confesiones de Thalía devastarán a su familia.
Daniel: Esta historia comienza en julio del 2012, con el estreno en Perú de un programa de televisión. Para ese momento ya había estado en casi 100 países, y en Perú inmediatamente se convirtió en un éxito total, líder en los ratings.
Beto Ortiz: 21 preguntas separan hoy a un peruano de ganar 50.000 soles en efectivo. ¿Quedará alguna persona honesta en el Perú? Es el momento de conocer “El valor de la verdad”.
Daniel: Bienvenidos a Radio Ambulante desde NPR. Soy Daniel Alarcón. Hoy volvemos a nuestros archivos con una historia que reportamos inicialmente en el 2013. Es la historia de Ruth Thalía, una joven peruana, y lo que le costó decir la verdad.
Si eres peruano, lo más probable es que reconozcas esta voz.
Beto: Soy Beto Ortiz, tengo 45 años, soy periodista, más exactamente reportero, de vez en cuando escribo, y conduzco algunos programas de televisión.
Daniel: En Perú, la gente lo conoce como Beto, así nomás. Lleva dos décadas trabajando en la televisión, y si bien es una figura que polariza la opinión pública, me consta que la gente lo saluda con cariño. Todo el mundo lo reconoce. Una vez le pregunté qué se sentía ser famoso, y me respondió con una risa. “Es como preguntarme cómo se siente ser gordo”, me dijo Beto. Ya no me acuerdo cómo era ser flaco.
Cuando aceptó ser el presentador de “El valor de la verdad”, ya era considerado el periodista y líder de opinión más poderoso del país. El formato de este programa le gustó de inmediato.
Beto: Me pareció que era una fórmula muy astuta para conseguir lo que normalmente a los periodistas nos cuesta muchísimo conseguir, que nos digan un poco más de verdad de lo usual, ¿no? Entonces, al convertir la entrevista en un show y al convertir el encuentro con el personaje en un juego de concurso, el desafío se planteaba de manera mucho más descarnada y directa.
Daniel: La mejor forma de comprender en qué consiste el concurso es que oigamos la descripción que Beto da en el show mismo.
Beto: Antes de participar en este programa, cada uno de nuestros concursantes ha pasado por una rigurosa prueba del polígrafo o detector de mentiras. Ellos estarán aquí para responder las mismas preguntas que se les hizo ante este dispositivo.
Daniel: Y si responden 21 preguntas con la verdad pueden ganar 50.000 soles. Casi $20.000.
La primera persona que concursó en el Perú se llamaba…
Voz femenina: Ruth Thalía Sayas Sánchez. Operadora de call center. 19 años. Vive con sus padres en Huachipa, Lima.
Daniel: Para los que no son limeños, les cuento: Huachipa es un zona entre rural y urbana, en las afueras de la capital peruana. La carretera central, que te lleva hacia la Sierra, bordea la zona. Hay caminos polvorientos sin asfaltar, campos de cultivo y casas a medio construir. Por todas partes se ven mototaxis, yendo y viniendo. El zumbido de sus motores se escucha día y noche.
En este barrio vivía Ruth Thalía, con sus padres, su hermana Eva y un hermanito de 8 años. Para su familia, Ruth Thalía era atrevida, graciosa, carismática, inteligente. Pero cuando Beto la conoció en el set del Canal 2, la primera impresión que tuvo fue un poco distinta.
Beto: La verdad es que era una chica muy promedio. Una chica que era atractiva pero no era una persona que llamara mucho la atención, una chica más bien perfil bajo, apocada.
Daniel: Pero cuando se prendieron las cámaras, algo cambió.
Ruth Thalía: Buenas noches
Beto: Buenas noches, ¿estás nerviosa Ruth Thalía?
Ruth Thalía: Sí, un poco. Pero, normal.
Beto: ¿Hay algo que quieras revelarle a tu familia y a tus seres queridos hoy?
Ruth Thalía: Hoy, sí.
Beto: Muy bien. ¿Estás dispuesta a decir la verdad frente a tu familia, a ti misma, y a todo el Perú?
Ruth Thalía: Sí, estoy lista.
Beto: Tome asiento por favor.
[Aplausos]
Daniel: Y así comenzó la cosa.
Daniel: Ruth Thalia, según las reglas del programa, debía llevar 3 invitados. Ella escogió a su novio y a sus padres. Esta es su mamá.
Vilma Sánchez: Mi nombre es Vilma Rosario Sánchez Rojas, soy huancavelicana, tengo 42 años. A Lima vine por el futuro de mis hijas.
Daniel: Huancavelica, la provincia donde nació Vilma, queda a unas 14 horas de Lima. Ruth Thalía y su hermana Eva nacieron ahí, en el campo, pero se mudaron a Lima cuando eran muy pequeñas. Junto con su esposo, Leoncio, Vilma tiene un grupo de música folclórica. Ella canta y él toca el harpa. Además son dueños de una vidriería.
El día de la grabación, Vilma acompañó a su hija al canal. Ruth Thalía no le había contado mucho a su mamá sobre el programa. Las preguntas, según lo que entendía Vilma, tendrían que ver con cómo habían llegado a la capital, de dónde venían, ese tipo de cosas…
Vilma: Y entonces yo le dije, “ah, ya pero ¿con esas preguntas van a ganar plata?”, le digo. “Sí, mami, van a ganar plata con eso”. Y entonces yo le dije, “entonces yo le voy a decir toda la verdad”.
Daniel: De cómo sobrevivieron esos primeros días en Lima vendiendo sandía, piña, anticuchos. Una historia que por ser común, no deja de ser heroica. Cuando conversé con Vilma, le pregunté si se fue contenta al canal. Me dijo que sí.
Vilma: Feliz yo me fui, voy a decir todo con ese orgullo como provinciana… “Soy huancavelicana con mucho orgullo, señor Beto”.
Daniel: La maquillaron, le pusieron un micrófono, y la sentaron en el escenario junto a su hija.
Leoncio Sayas: Sí, desde el momento que mi hija, cómo se llama, que iba a ir al programa, yo ya estaba destrozado.
Daniel: Este es Leoncio Sayas, el padre de Ruth Thalía. También acompañó a su hija esa tarde. Pero sin el entusiasmo de su esposa.
Leoncio: Yo dije también a ella, “no vayas”, dije, “no vayas”. Mi esposa me dijo, que tú, que cualquiera cosa… no quieres apoyar…. de repente yo decía… o le… si le privo esto de repente le voy a troncar en su camino… Eso. “Ya bueno pues”, dije, “está bien”…
Daniel: En el set del programa, su ansiedad no pasó desapercibida.
Beto: ¿Está preocupado?
Leoncio: Sí.
Beto: ¿Qué le preocupa?
Leoncio: Cosas que puedo enterarme de mi hija.
Beto: Ok. Y usted, señora, ¿cómo está?…
Daniel: El tercer invitado de Ruth Thalía esa tarde a la grabación era un joven llamado Bryan.
Beto: Era casi un niño, ¿no? Era un chiquillo muy joven… este… mototaxista… El típico chico de barrio que se recursea, que sobrevive, que tiene su enamoradita, que se va a juerguear el fin de semana… O sea…
Daniel: Lo presentaron como el novio. Vivía en la misma zona de Huachipa, no tan lejos de la familia de Ruth Thalía. Un chico serio, de pocas palabras, pero pintón. Se le notaba algo incómodo.
Leoncio: Era un muchacho callado y no te miraba a la cara. Medio hablaba agachado, y…
Vilma: No sé por qué, discúlpenme, joven, yo le odiaba a ese chico.
Daniel: Esta es la primera vez que escuchamos a Bryan en el programa.
Beto: Y finalmente…
Bryan Romero: El enamorado.
Beto Ortiz: ¿El enamorado?
Bryan: Bryan Romero Leyva.
Beto: Bryan Romero, un aplauso para Bryan [Aplausos]. Muchas gracias por haber aceptado venir y acompañar a Ruth Thalía en este desafío que ella ha decidido tomar. ¿Cómo estás tú? Veo que tu pierna derecha se mueve incesantemente, ajena a tu voluntad. ¿Nervioso?
Bryan: Sí, preocupado. Me ha sacado la vuelta, ¿no?
Beto: ¿Eso es todo lo que te preocupa?
[Risas]
Daniel: Quizás esta expresión peruana no se entienda. “Me ha sacado la vuelta”. Lo que está diciendo Bryan es que le preocupa enterarse de que Ruth Thalía le haya sido infiel.
Beto: Lo demás no importa, no. Ok. Bueno, relájense, recién estamos comenzando, no se olviden esto es un juego, vamos a tomarlo con calma.
Daniel Alarcón: “El valor de la verdad” se graba en los estudios de Frecuencia Latina, Canal 2, una suerte de búnker casi militar en medio de un barrio residencial limeño. Para entrar, hay que hacer una fila frente a una ventana de vidrio polarizado, y presentar un documento de identidad.
No importa la hora a la que vayas, temprano o tarde, casi siempre hay gente amontonada a la entrada, esperando a que el guardia de seguridad les haga pasar.
Van al canal para denunciar alguna injusticia, o para pedir ayuda para un familiar. Van a ver a sus ídolos, o con sus propios sueños de fama. Ruth Thalía era así. Se había presentado un par de veces a castings de telenovelas. Era una soñadora. Y esto quizás tenía en común con Beto, cuando él tenía su edad. Y con miles de peruanos más. Algo bastante simple. Ruth Thalía quería ser famosa.
Beto: Curiosamente cuando empezamos la grabación fue como que se encendió y sacó gracia y bromas y… y sí, cierto afán de protagonismo, ¿no?
Daniel: Las primeras preguntas fueron simples. Hasta chistosas. Esto es parte del plan del programa, claro.
Beto le preguntó a Ruth Thalía si alguna vez había faltado a clases sin permiso. Si siendo bonita se consigue más que siendo una buena persona. Si había pasado temporadas largas sin ducharse.
Entre risas, Ruth Thalía iba contestando, acumulando dinero, y todos a gusto. Esa tarde en la cabina de producción estaba este hombre.
David Novoa: Yo soy Luis David Novoa Jiménez. [Risa] ¿Tengo que decir lo que hago, toda esa nota?
Daniel: David trabajaba en la producción de “El valor de la verdad”. Era el que había hecho la entrevista preliminar a Ruth Thalía, y conocía bien su historia. La había visitado en Huachipa, y había pasado tiempo con su familia. Sabía, mejor que ninguno, lo que les esperaba a Bryan y a los padres de Ruth Thalía.
David: Pero como yo no tomaba directamente la decisión, yo era un obrero ahí, ¿no?. Yo no presiono el gatillo directamente, ¿no?, donde entra esta gente… Eso iba a ser una sorpresa y quizás un momento incómodo y una vergüenza para ellos.
Daniel: Le pregunté cuáles fueron sus primeras impresiones de Ruth Thalía.
David: La vi mintiendo en realidad, ¿no? En el fondo yo sabía que mentía, ¿no?… Yo sabía que ocultaba cosas.
Daniel: Y esos secretos, el drama de su situación, hacían que Ruth Thalía fuera una perfecta concursante para “El valor de la verdad”. El día de la grabación, David se encargó de que esos secretos salieran al aire. Detalles pesados. Hasta incómodos.
Beto: ¿Cuando te ves al espejo qué ves, ves una chinita, ves una cholita, ves una mestiza?
Ruth Thalía: Bueno, me veo un poco… un poco oscurita, ¿no?
Beto: ¿Te gustaría ser blanca?
Ruth Thalía: Sí.
Beto: ¡Ok!
[Aplausos]
Daniel: Beto le preguntó sobre la relación con Bryan, y Ruth Thalía parecía poco interesada en los sentimientos de su novio. Se burlaba de él, y el público se reía.
Beto: ¿Te parece Bryan un chico guapo?
Ruth Thalía: Eh… Sí… [Risas]
Beto: No sonó muy convincente, eso. ¿Es Bryan un chico inteligente?
Ruth Thalía: [Risas] Más o menos.
Daniel Alarcón: Con la pregunta 12, Ruth Thalía reveló que solo estaba con él hasta que apareciera alguien mejor. A Bryan se le veía pálido. Aquí, David Novoa.
David: Yo vi que este chico estaba aturdido, era como un zombie, ¿no?
Beto: Bryan, ¿estás enamorado de Thalía?
Bryan: Sí.
Beto: Se te nota.
Bryan: Sí, estoy enamorado.
Beto: ¿Cómo te sientes con esta respuesta tan dura?
Bryan: No sé qué decir. No sé qué decir.
Beto: Evidentemente te ha dolido la respuesta, no.
Bryan: Sí.
Beto: Thalía, esa fue una respuesta cruel.
Ruth Thalía: No es que le quiera hacer sentir mal, tampoco quiero excusarme pero… creo que…
Daniel: Pero había más. Ruth Thalía reveló que se avergonzaba de los modales de su familia, que en tres ocasiones había tomado la pastilla del día siguiente, que a veces tenía fantasías sexuales con mujeres.
Con la pregunta 17, Ruth Thalía reconoció que realmente no trabajaba en un call center, como creían sus padres. La verdad era que bailaba en un nightclub.
Beto: Bryan, ¿qué quieres decirle a Thalía? ¿Retírate o sigue adelante?
Bryan: Ya no quiero escuchar más yo.
Beto: No quieres escuchar más…
Bryan: No.
Daniel: Pero Ruth Thalía decidió seguir, pues con la pregunta 18, tenía la oportunidad de ganarse 15.000 soles, alrededor de $5.000…
Beto: Pregunta 18: ¿Alguna vez has aceptado dinero a cambio de tener relaciones sexuales?
Daniel: Este silencio largo, lleno de tensión, es una de las innovaciones de la versión peruana de “El valor de la verdad”.
Ruth Thalía: Sí.
Voz: La respuesta es… Verdad.
Ruth Thalía: Dos veces, solo dos veces, y de ahí no ha vuelto a pasar, ni volverá a pasar. Creo que fue por cuestiones económicas, o sea, que estábamos en una situación económica muy crítica y…
Daniel: Beto le preguntó a Ruth Thalía si quería retirarse, o seguir en busca de los 50.000. Ruth Thalía pensó un rato, y antes de responder, se dirigió a sus padres.
Ruth Thalía: Bueno, yo vine con un objetivo de decir esa verdad que fue muy difícil hablarlo con ellos. Me arrepiento bastante, mi papá, mi mamá y mis hermanos son lo más lindo que tengo en la vida, los amo con todo mi corazón… y Bryan, discúlpame, perdóname por haberte hecho pasar por esto, y…
Daniel: Y después de este breve discurso…
Ruth Thalía: Me retiro.
Beto: ¿Se retira?
Ruth Thalía: Me retiro.
[Aplausos]
Beto: Pero antes de terminar este programa yo quiero irme a casa con la certeza de que la verdad siempre es luminosa, la verdad nunca hace daño aunque duela.
Vilma: Entonces con una cólera salí afuerita. A mi hija le pregunté: “¿Hija, qué te pasó?”. Y como siempre ella coqueta, sonriente como siempre, andaba ella, ¿no? “Olvídate. Son cosas que le he dicho, pero, mami, tú sabes en tu conciencia, ¿sí o no, mamita?” Me da un beso, me da palmitas en mi cara, “me voy a la universidad”.
Daniel: Esa noche Vilma no volvió a hablar del tema con Ruth Thalía. Pero al día siguiente le preguntó:
Vilma: “Hija, ¿qué pasó?”, le digo, “¿por qué lo has hecho esto?”. “No, mami, porque, ahí se ganaban platita y ya pues”. “¿Y la gente qué va a decir, nuestras familias? A nivel nacional habrán visto”. “Qué me importa, me resbala”.
Daniel: El programa salió al aire el sábado 7 de julio del 2012, y fue un éxito arrollador. Quedó de primero en los ratings, por encima de una leyenda de la televisión peruana, Gisela Valcarcel. Esa noche, en Frecuencia Latina, el equipo de producción celebró.
David: O sea éxito, pues, ¿no? En la oficina… todo fue festejo, le habíamos ganado a Gisela. Eso es lo que interesa ahí, ¡el rating!
Daniel : Esa semana Ruth Thalía salió en la prensa, fotografiada con un gerente del canal 2, entre ambos sosteniendo uno de esos cheques gigantes. Los dos sonreían. 15.000 soles, poco más de $5.000.
Salió en varios programas, y decía sentirse liberada después de haber salido en el concurso. Le pedía mil disculpas a Bryan por el mal momento que pasó, y reveló que ya no eran novios, que habían terminado. Aquí está con Beto, en su programa de la mañana, “Abre los ojos”:
Beto: Ahora, todos se han preguntado, ¿qué pasó con Bryan?
Ruth Thalía: Bueno, la verdad que ni nos hablamos, creo, porque cuando lo llamo no me contesta.
Daniel: Se le nota débil, cansada. Unos días después, dió una entrevista a otro programa del Canal 2 y ahí se refirió una vez más a su exnovio, y a su familia. Pero con otro tono.
Ruth Thalía: Yo también lo estoy pasando mal, y él debería entenderlo. No tengo solo yo la culpa. Él también la tiene y lo sabe muy bien pero… prefiero dejarlo ahí nada más. No quiero tener más problemas con él, ni con su familia.
Daniel: Y es que para este momento, los problemas ya comenzaban.
Leoncio: Acá pues, el barrio que vivimos, pues, es un infierno pues de chismes, ¿no?
Daniel: Lo que Ruth Thalía le había dicho a su madre, de que todo le resbalaba, no era tan cierto. Andaba mal. Sentía que sus vecinos hablaban mal de ella. Que no la veían igual que antes.
Eva Sayas: Después de que salió del programa estaba mal, o sea, mal, mal, no quería ni salir a la calle, estaba fatal…
Daniel: Esta es Eva, la hermana de Ruth Thalía. A diferencia de sus padres, Eva sí sabía algunos de los secretos que se revelaron esa noche en “El valor de la verdad”. Por ejemplo que trabajaba en un nightclub. Eva, entonces, era la que trataba de tranquilizarlos a todos…
Eva: O sea, en mi caso yo le hablaba tranquila, ¿no? “Ya pasó”, y todo lo demás, pero sí estaba deprimida, de que, “qué he hecho o qué he dicho o ahora papá y mamá están en el ojo de la tormenta”, como le dicen, ¿no?
Daniel: Un día Ruth Thalía le confesó a su mamá que había pensado en suicidarse.
Vilma: Ella me dijo: “Mami, ayer yo quise matarme”. Así me dijo. “No sé qué he hecho”. Entonces de ahí constante ya le cuidaba porque tal vez se va a matar, tal vez se va a matar.
Daniel: Si Ruth Thalía tenía sus dudas de haber participado en el programa, no era la única. Bryan estaba igual. En el barrio lo maltrataban. “Cachudo”. “Huevón”. La gente lo reconocía, y se burlaba de él. También dio varias entrevistas en esos días, siempre parco, monosilábico, tratando de explicarse a su manera.
Periodista: ¿Cómo te sientes?
Bryan: Avergonzado. Avergonzado con mi familia, con mis amigos. No, pues, todo lo que me ha hecho, me he enterado. ¿Cómo puedo estar? Usted siendo varón, ¿cómo estaría?
Periodista: Sí, yo me imagino, y trato de ponerme en tu lugar. Pero dicen que cuando uno quiere a veces perdona, ¿no?
Bryan: Sí, pero también depende, ¿no?, depende qué te han hecho. Las cosas que ha hablado ese día, eso no puedo perdonar.
Daniel: Según Bryan, él había sido víctima de una emboscada. Reveló que cuando grabaron el programa, él y Ruth Thalía se habían puesto de acuerdo para fingir que eran novios, pero que la verdad era que habían terminado varios meses antes. Nunca supo a lo que se metía, y por hacerle este favor a su exnovia, Ruth Thalía le había prometido plata. Y no había cumplido.
Pero había más: Bryan acusó al Canal 2 de ser cómplices en este montaje, algo que la gerencia del canal y Beto mismo, negaron. Pero la historia ya estaba en todos los periódicos y noticieros.
La figura de Beto, siempre controversial, también tiene algo que ver aquí. A lo largo de una carrera llena de éxitos y escándalos, es justo decir que Beto ha acumulado tantos enemigos como admiradores. Y esos enemigos hicieron fiesta con el escandaloso programa “El valor de la verdad”, criticándolo como el peor ejemplo de la llamada “telebasura”.
Y sin embargo, “El valor de la verdad” seguía número uno en el rating, y con todos sus problemas, Ruth Thalía se había acercado a su sueño. Era casi, casi famosa.
Mientras tanto, en Huachipa, los problemas entre Bryan y Ruth Thalía empeoraban. Un día alguien entró a la casa de Ruth Thalía, y se llevó una laptop. El sospechoso del robo era Bryan, pero no se pudo comprobar nada. Los Sayas Sánchez se sentían asediados por el exnovio de Ruth Thalía. Aquí, Eva.
Eva: Después del programa, empezó a pedir dinero. Como que 500, después fue subiendo a 1.000, después a 2.000.
Daniel: Una tarde, Eva se encontró con Bryan en la puerta de la casa. Estaba borracho.
Eva: Me dice: “¿Sabes qué, Eva? tu hermana me ha dicho que me va a dar 2.000. Pero hasta ahorita no me da”, me dice. “Ya”, yo le digo, “¿sabes qué?, estás mareado. ¿Te parece si hablamos mañana? Y yo te voy a dar el dinero”.
Daniel: Según Eva, Bryan le gritó: “La venganza es dulce”.
Una Pausa y volvemos.
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Daniel: La noche del 11 de septiembre del 2012, 8 semanas después de que “El valor de la verdad” hubiera salido al aire, Leoncio y Vilma se acostaron viendo un partido de fútbol. Cuando Leoncio se despertó al día siguiente…
Leoncio: En eso vi a mi esposa diciendo, “oye Thalía no ha llegado” me dice. “¿Cómo no va a llegar Thalía?”. “No, no ha llegado”. Desesperado.
Daniel: Lograron comunicarse con un amigo de su hija que había estado con ella la noche anterior. La había visto a la salida de la universidad. Les contó que mientras estaban juntos, Ruth Thalía había recibido una llamada de Bryan.
Leoncio: “Entonces Bryan debe saber”. Entonces de ese momento, a las 9, por allá será pues, cómo se llama, sabíamos que Bryan sabía algo, ¿no?, de Thalía.
Daniel: Vilma se fue de frente a la casa de Bryan, ya bastante angustiada.
Vilma: Llorando, gritando. Toda la calle seguro los vecinos me han visto. Estaba arrodillado como a un Dios. “Bryan, entrégame a Thalía, tú la tienes, papá”, le dije. Y el chico, “no”, se botaba su cara, “no, yo no, yo no sé nada de tu hija, hace tiempo yo no me comunico”. Y se volteo y se metió a su cuarto.
Daniel: En el Perú, si no tienes dinero, ni nombre, si vienes de un lugar como Huachipa, y te pasa algo terrible, no tienes muchas opciones. ¿Qué puedes hacer? Probablemente harías lo que hizo Leoncio, el padre de Ruth Thalía, el 12 de septiembre del 2012. Pones tu denuncia en la policía sin mucha esperanza. A lo mejor te tratan con respeto, pero seamos honestos… No siempre. Y luego vas a donde tu miseria sí puede servir de algo. Vas a la televisión.
Leoncio: Porque, acá en la ciudad, la única manera es mediante de los medios. Sino otra cosa, ¿a dónde puedes ir?, ¿qué puedes hacer para buscar a tus familiares? No puedes hacer nada.
Daniel: En los estudios de Frecuencia Latina, Leoncio logró conversar con una productora de “Abre los ojos”.
Leoncio: Me dijo: “Mañana en la mañana vas a venir para que salgas tú mismo en el aire en ‘Abre los ojos’. Ya en eso te vamos a ayudar. No te preocupes”, me dijo…
Daniel: Y así quedaron. De ahí Leoncio se fue a otro canal, donde no lo atendieron, y finalmente a una emisora de radio. Se pasó todo el día buscando a alguien que divulgará la noticia, y cuando llegó a casa, encontró a su esposa en muy mal estado.
Hizo lo que pudo para calmarla, y le contó que al día siguiente estarían en “Abre los ojos”, para denunciar la desaparición de Ruth Thalía. Lanzaron teorías de dónde podría estar su hija.
Leoncio: De repente por ahí se habrá ido, con eso estábamos; de repente por ahí lo han tenido, o lo han emborrachado, pero seguro lo van a soltar, diciendo… Prácticamente esa noche no hemos dormido pues…
Daniel: A las 5 de la mañana se levantaron, y se alistaron para salir. En esas sonó el teléfono. Era la productora de “Abre los ojos”.
Leoncio: Me dice: “Señor Sayas, mire, nos vas a disculpar: no se va a poder hoy día. Mañana o pasado mañana, pero de todas maneras te vamos a llamar”, me dijo.
Daniel: Cuando conversé con Beto, le pregunté si se acordaba cuándo se enteró de la noticia de que Ruth Thalía había desaparecido.
Beto: Sí, sí, claro que me acuerdo.
Daniel: ¿Cómo fue?
Beto: Bueno, la noticia había aparecido en unos diarios y a nosotros nos llamaron a decirnos eso.
Daniel: A ver: lo que está diciendo Beto es que no se enteró el día que Leoncio fue al canal. Que tampoco se enteró al día siguiente, cuando supuestamente Leoncio y Vilma iban a aparecer en Abre Los Ojos. No. Se enteró después, cuando la noticia ya se había difundido en otros medios.
Bueno, y más allá de este detalle —de cuándo se enteraron— tampoco es que lo hayan tomado muy en serio cuando lo supieron. ¿Por qué? Según Beto, porque no era la primera vez que Ruth Thalía y Bryan les causaban problemas.
Beto: Nosotros estábamos un poco acostumbrados a que nos llamaran a decir, “pasó esto”, “le robó”, “le ha quitado plata”, “le ha quitado unas fotos”, no sé qué, entonces que nos dijeran, “oye, no ha llegado a su casa”, era como… Ya, no ha llegado a su casa. No organizamos una cruzada a nivel nacional ni nada por el estilo.
Daniel: Para el tercer día, Frecuencia Latina no había vuelto a llamar a Leoncio y a Vilma. Sin atención mediática, la policía no investigaba. Los padres de Ruth Thalía salían todas las mañanas a recorrer la ciudad en busca de ayuda.
Vilma: Me fui a canal 5, a canal 7, a canal 4… Ya, en canal 7, el señor, el guachimán era medio frío. Me respondió, “Señora, ¿qué quieres? Ya, deja tu denuncia y vete”.
Daniel: Y aquí hay un detalle importante. Esos primeros días, Leoncio y Vilma se presentaron en los canales de televisión sin mencionar “El valor de la verdad”. Sin mencionar a Beto Ortíz. En Frecuencia Latina, sí, claro, pero en los otros canales, la historia que contaban era simple: “Somos padres preocupados, gente humilde. Nuestra hija no ha llegado a casa”. Una historia, dicho sea de paso, que se escucha diariamente en las puertas de todos los canales de televisión del Perú.
Pero al tercer día, en la puerta del canal 9, Vilma soltó este detalle clave, el detalle que haría que su hija volviera a ser portada de periódico en todo el país.
Vilma: Al señor le explico: “Señor, mi hija, era chica de ‘El valor de la verdad”, le digo. Ahí recién se puso saltón el camarógrafo, saltón: “¿Qué? ¿Chica de ‘El valor de la verdad’, señora?”.
Daniel: Esa misma noche, el 14 de setiembre del 2012, 3 días después de la desaparición de Ruth Thalía, la primera nota sobre el caso salió en ATV, el canal 9. Vilma la vio mientras estaba en la sede principal de la policía, en el centro de Lima.
Vilma: Ahí estaba sentada y en la televisión. Caso de Ruth Thalía sale, ay Diosito lindo, ya salió, seguro ahora mi hija voy a encontrar con ese pensamiento yo, ¿no?
Daniel: Pero no la presentaron como la chica de “El valor de la verdad”, sino como…
Vilma: La prostituta de “El valor de la verdad”, la mujer o la chica que se prostituía. Me mató en el alma.
Daniel: Pero por lo menos la noticia estaba suelta. Ahora sí.
Noticiero: Ruth Thalía Sayas Sánchez, la primera concursante de “El valor de la verdad” ha desaparecido.
Daniel: Y el principal sospechoso —de Vilma y de Leoncio, de la policía, y de los medios—, por supuesto, era Bryan.
Noticiero: El mismo que la acompañó en el programa y fue humillado públicamente. El padre de Ruth sospecha de su expareja y vive una verdadera pesadilla preocupado por su hija.
Daniel: De aquí en adelante, la historia cambia.
Ya no estamos hablando solamente de la desaparición de una joven de un barrio lejano de la gran ciudad. No. Se convierte en la historia de una familia atrapada dentro de una tormenta mediática.
Todos querían la noticia. Todos querían la exclusiva. Y los canales se peleaban por tener acceso a la familia de Ruth Thalía, la chica de “El valor de la verdad”.
Maribel Toledo: Si no llega el caso a los medios de comunicación, más a la televisión, las autoridades nunca hacen caso. Nunca.
Daniel Alarcón: Esta es…
Maribel: Soy Maribel Toledo Ocampo. Soy periodista. Desde hace 15 años de ejerzo el periodismo de televisión.
Daniel: En esa época Maribel trabajaba en el canal 9, conduciendo un noticiero llamado “Día D”. Su canal, como todos los medios del Perú, estaba detrás de la historia de Ruth Thalía, y en especial detrás de su familia. Y lo que dice es cierto: cuando el caso se hizo mediático, ahí sí la policía comenzó a reaccionar, y su canal se hizo cargo de los Sayas Sánchez.
Maribel: Es una costumbre que se tiene acá en el periodismo peruano, que no está bien, me parece, pero… Por tener exclusivas, los reporteros, los canales, los productores, agarran a la gente y la casi secuestran, no sé, pues, 3 días…
Leoncio: Y al sexto día, ya ATV todos los días ya venía. Incluso ya dormían acá. Ya no nos dejaba ya.
Daniel: Leoncio y Vilma iban, de puerta en puerta, pidiendo ayuda. Iban, muchas veces, en un transporte del mismo canal. Al ministerio de la mujer. A la policía central. A los hospitales. A la morgue. Para una familia con pocos recursos económicos, tanto ir y venir hubiese sido imposible sin el apoyo de un canal de televisión.
Leoncio: En realidad en este… en este…. el medio de comunicación juega un papel muy importante, ¿verdad?, muy importante. Cuando realmente toman así, en serio, muy importante es. Entonces nosotros ya, ¿qué nos quedaba? No teníamos quién, ni familia, nada, nada. Confiar en ellos, ¿no?
Daniel: Mientras tanto, Leoncio no comía. Vilma no podía dormir. Recibían todo tipo de llamadas. Intentos de extorsión, pistas falsas. Vivían este infierno siempre vigilados por los medios. Un día, Leoncio, que quería ir solo a una cita con la policía, le tocó escaparse de su propia casa pues los productores de ATV querían acompañarlo a todas partes.
Otro día…
Leoncio: Estábamos acá con la familia, todo y un mototaxista llega: “¿Sabes qué? He encontrado a tu hija”.
Daniel: El mototaxista le dijo que su hija estaba en un hotel, secuestrada, pero que solo lo llevaría si le daba algo de plata. Negociaron y quedaron en 2.000 soles. Pero cuando llegaron, no era Ruth Thalía, sino otra jovencita, parecida, que se había escapado de su casa.
Leoncio: “Anda regresa a tu casa”, así le dije pues, ¿no? Entonces la chica empezó a llorar. No me dijo nada, empezó a llorar y, “gracias señor”, me dijo. Eran días… desesperantes, ¿no? No sé, parece que estaría ahí flotando en el aire. Sí, no, no podía, pues ¿si estaría vivo o muerto o estar despierto o soñando o flotando? No sé.
Noticiero: Ya el día de hoy se cumple una semana desde que esta joven de 19 años está desaparecida, y no se sabe absolutamente nada de su paradero.
Daniel: La policía y los medios ya sabían que Bryan había sido el último en llamarla la noche que desapareció, pero él alegaba que no llegó a verla. Sin embargo, había otros detalles comprometedores, o por lo menos sospechosos. Días después de que Ruth Thalía desapareciera, Bryan había vendido su mototaxi, y se había mudado del cuarto que alquilaba.
Y los investigadores habían encontrado a un testigo, un menor de edad del barrio cuyo testimonio sería clave: dijo que la noche que Ruth Thalía desapareció, la había visto con Bryan.
Es más, según este testigo, Bryan le había pagado 50 soles para que le avisara cuando viera a Ruth Thalía bajarse del bus. Dijo que vio a Bryan y a otro hombre meterla a la fuerza a su mototaxi.
En público, y a la policía, Bryan seguía negando todo. Pero ya nadie le creía.
Y así fue, hasta la tarde del 22 de septiembre, 10 días después de la desaparición de Ruth Thalía, cuando Leoncio recibió una llamada de la gente del canal 9.
Leoncio: “Señor Sayasno te preocupes”, cómo se llama…. “Tranquilízate”, me dice. “Han encontrado un cadáver”, me dice.
Daniel: El cadáver era de una mujer joven, la habían encontrado en un terreno a las afueras de Lima que le pertenecía a un tío de Bryan. Todo quedaba lejos, en una zona de cerros secos, arenosos, amarillentos. Pura piedra y polvo. El cuerpo estaba enterrado en un pozo, cubierto por rocas y cemento. Se suponía que era Ruth Thalía, ahora sí, pero alguien tenía que reconocer el cadáver. Leoncio fue.
Y ahí se encontró con toda la prensa de Lima. El rumor ya había corrido por toda la ciudad. Lo estaban esperando.
Leoncio: Toda la gente que estaba ahí quería ver… novedad, algo así. La prensa desesperada, la radio desesperada, yo me desesperaba. Así cómo era la desesperación. Yo por encontrar viva a mi hija, y la prensa me imagino por su rating, ¿no?
Daniel: No toda la prensa se fue tras el cuerpo. Este es Maribel Toledo.
Maribel: Yo estoy en mi casa, en realidad, y me llama mi productor, y me dice: “Han encontrado a Ruth Thalía”. Me afirma: “Han encontrado a Ruth Thalía. Anda vuela a la casa de la familia”. Recuerdo, vagamente, que era tierra, como un terral, me parece que no era asfaltada, y estaba la mamá, con los vecinos, con unos carteles, y unas velas, pidiendo por Ruth Thalía.
Daniel: Era una escena sombría. Inquietante. A diferencia de lo que vivía Leoncio, en Huachipa, Maribel y su camarógrafo eran los únicos periodistas presentes. Maribel se acercó a Vilma.
Maribel: Creo que le doy el pésame, y le pregunto, porque… O sea, asumiendo que su hija ya está muerta. Y me doy cuenta que ella no sabe. No solo no me entiende, sino no sabe. Porque su respuesta es: “Sigue sin aparecer y no sé qué.” Y me doy cuenta, ok, esta señora está en otras.
Daniel: Estas son las situaciones incómodas a las que te enfrentas si trabajas como periodista en la televisión peruana. Te encuentras de repente con una madre que no sabe o que, en su dolor, no entiende, que su hija desaparecida ya no está desaparecida. Está muerta.
Maribel: Y yo le dije a la señora, lo único que me atreví a decirle cara a cara fue: “Señora, han encontrado a una chica”.
Daniel: Vilma subió a su cuarto, y se encerró. Poco después se confirmó lo que los productores del Canal 9 y los periodistas de Lima ya sabían. Bryan había confesado. El cadáver era de Ruth Thalía.
Maribel: Entonces ese es el instante en el que yo… decido, digamos, hacer, creo, lo más incómodo y quizá lo más morboso de ese momento y esa situación, que es subir a ver a la señora. Y justo cuando subo y voy a tocar la puerta, escucho este llanto desgarrador, que dice: “No, no puede ser ella”, o algo así. El perro ladraba, el llanto de fondo de la señora, y yo parada con mi micro en la mano sin saber qué hacer.
Daniel: Esa noche, los televidentes peruanos fueron testigos del infinito dolor de una familia quebrada. Vieron al joven asesino confeso, Bryan Romero Leyva, esposado; escucharon los gritos de Eva y Vilma, vieron la cara estoica de Leoncio.
La muerte de Ruth Thalía fue la primicia de todos los canales, menos de Frecuencia Latina.
Era sábado, y siguieron con la programación normal.
“El valor de la verdad”.
Bryan: Me llamo Bryan Romero Leyva. Mi edad es 20 años. Vivo en Calle 8, Nivería… En Huachipa. El día 11, a las 11 de la noche aproximadamente a esa hora, yo le llamo a Thalía.
Daniel: Este es el audio del testimonio de Bryan a la policía. Y a partir de este momento, la corte ha declarado que casi todo lo que confiesa es falso.
Bryan: Y la esperé en el puente. Y llegó a la moto. Y yo le dije, “vamos a tomar un vino”, y ella me dijo ya.
Daniel: No hay mención de ningún cómplice, ni del forcejeo para meter a Ruth Thalía al mototaxi. Su versión del homicidio es banal. Ella lo acompaña, sin dudarlo. Compran un vino barato y van hacia la casa de Bryan. Ahí tienen relaciones sexuales, y luego discuten. Ruth Thalía lo insulta.
Bryan: Me cambié, se cambió, seguimos tomando, y ahí fue que ella me comienza a insultar. Me dice, “pobre mototaxista”, me mete una cachetada. Me dice, no sé qué hago hablando con un pobre mototaxista, un pobre huevón. Y ahí fue que yo la agarro del cuello. Del cuello la agarro.
Daniel Alarcón: Y la ahorca.
Bryan Romero Leyva: Yo pensé que estaba desmayada en ese momento. Le agarré en su corazón. No había ningún latido. Agarré su corazón, le chanqué con fuerza a ver si reacciona. Y nada.
Daniel: Se asustó, dice Bryan. No sabía qué pensar. Pelearon, y la mató. No lo planificó. Simplemente así salieron las cosas.
De su confesión, lo único que la corte sí aceptó como verdadero era lo siguiente: después de matar a Ruth Thalía, Bryan dejó el cuerpo de su ex novia en el piso del baño, cerró la puerta de su cuarto alquilado, y se fue a seguir tomando en el cumpleaños de su mamá.
La diferencia entre un crimen de pasión y un homicidio planeado es la diferencia entre pasar una década en la cárcel, o toda una vida. El juez, en el caso de la muerte de Ruth Thalía, después desmentiría casi todo el testimonio de Bryan. Concluiría que el homicidio no fue casual, que sí fue planeado, y que el motivo fue robo. Que Bryan y su cómplice, su tío Redy, intentaron sacarle a Ruth Thalía la clave de su cuenta bancaria. Querían quitarle el dinero que se había ganado en “El Valor de la Verdad”.
Los medios limeños cubrieron la muerte de Ruth Thalía con su habitual delicadeza, metiéndose en todos los rincones de las vidas de la víctima y su asesino. Los enemigos de Beto hicieron gala de esta oportunidad.
Los peruanos van a reconocer esta voz, es Magaly Medina, famosísima periodista de farándula, una mujer controvertida por sus reportajes a veces sórdidos. Y hasta ella se atreve a criticar a Beto.
Magaly Medina: Si todos nos ponemos a pensar, programas como “El Valor de la Verdad”, ya llegan a un punto de sacar miserias, ¡que realmente se le pone a uno la piel de gallina! Porque un día que venga una mujer a decir que es prostituta, O sea, “¡WOW! ¡Ya qué estamos haciendo de la televisión!”.
Daniel: Cualquiera que haya visto alguna vez al programa de Magaly entiende lo cínico e hipócrita que es este comentario. Beto se defendió con todo. Declaró una cruzada contra la violencia hacia la mujer, utilizando su noticiero para descartar cualquier responsabilidad por el asesinato de Ruth Thalía.
Beto: En los últimos días hemos visto como se ha intentando quitarle la culpa al asesino, y endilgársela a un programa de televisión. Esto por supuesto no resiste el menor análisis. El asesino de Ruth Thalía Sayas Sánchez se llama Bryan Romero Leyva.
Daniel: Y en términos legales, por supuesto, tiene razón. Pero quizás no es tan simple. Quizás la pregunta es esta, la que le hice a David Novoa, el que fue parte del equipo de producción de “El valor de la verdad”.
Daniel: Oye, una última pregunta: ¿Tú crees que Ruth Thalía estaría viva si no fuera por el programa?
David: Por supuesto ¿no? O sea, no sé si estuviera viva, de repente hubiera muerto por otra cosa.
Jueza: Determinación judicial de la pena. Habiéndose determinado la culpabilidad de Bryan Baroni Romero Leyva y Redy Leyva Cerrón, como autores de los delitos de patrimonio robado agravado con subsecuente muerte en agravio de Ruth Thalía Sayas Sánchez…
Daniel: El 27 de febrero del 2014, la corte declaró a Bryan Romero Leyva culpable por el asesinato de Ruth Thalía. Dictaminó que su cómplice en este crimen, fue Redy Leyva, su tío. Ambos fueron sentenciados a cadena perpetua.
Vilma, Leoncio, y Eva estuvieron en la lectura de la sentencia, claro. Después, en medio del alboroto, los 3 dieron declaraciones a la prensa, y dijeron que se había hecho justicia. Pero para Vilma:
Vilma: El dolor nadie me entiende. El dolor era inmenso, y es inmenso. Cuando ya yo me muera en la tumba, dejaré de llorar. Dejaré de sufrir.
Daniel: Y es que no hay sentencia que cierre esa herida. En total Frecuencia Latina produjo 4 temporadas de “El valor de la verdad”. El último episodio salió en octubre del año pasado. Ahora Beto Ortiz tiene un nuevo programa se llama “Beto A Saber”, en ATV, el canal 9.
Cuando decidimos sacar esta historia otra vez, quisimos volver a contactar a la familia de Ruth Thalía, a ver cómo seguían. Entonces, nuestro colaborador, Eduardo Garcia Peña, fue a visitarlos en Huachipa. Encontró la calle totalmente inundada a raíz de las lluvias fuertes de Abril, las mismas que causaron tanto daño en la costa peruana.
Leoncio nos contó que casi pierden todo pero que lucharon contra el río y lograron protegerse y subir muchas de sus cosas al segundo piso. No han sido años fáciles para la familia, en particular para Vilma. Después de la muerte de Ruth Thalía dejó de cantar por mucho tiempo hasta que su hija, Eva, le animó.
Vilma: Eva me dijo: “Pués, mamá, la Thalía estará llorando en el cielo, mi mama, por mi culpa ha dejado”, diciendo, “mejor vuelve al escenario”. Entonces…
Daniel: Y tenía mucho miedo de hacerlo, pensaba en qué iba a decir la gente. Pero al final, Vilma no canta para ella misma.
Vilma: Es una terapia más que nada, para mí ha sido una terapia salir con mis músicos.
Daniel: Y por supuesto nunca se olvida de su hija.
Vilma: Con la Thalía yo estoy día y noche. Aquí tengo y allá en los libros tengo, enfrente de mi dormitorio. Estoy durmiendo, mirando. Me levanto “Buenos días, mamá”, para salir “mamá, cuida a tus hermanos”, “mamá, estoy yendo”, “mamá, estoy mal, curame”, “mamá, tu abuelita está mal”. O sea, todo, todo, todo le estoy avisando. Por eso me siento bien. Por eso yo misma me doy cuenta que no estoy aceptando su muerte, ajá. O sea, para mí está viva a mi lado, si no que… “¿Por qué no hablas?”, a veces digo. “¿Porque no hablas? ¡Tienes que hablar!”. Así le digo, ¿no?, pero ella en una foto está pues ahí y ahí no me contesta.
Daniel: Si se anima…
Vilma: Ya pero así ronco no más lo haré porque en el escenario la voz es otro…
Daniel: Por supuesto
Vilma: [Cantando] Esta noche quiero bailar, quiero bailar contigo. Esta noche quiero bailar, quiero bailar contigo. Quiero que me digas todo lo que sientes si es verdad…
Daniel: Esta historia fue escrita por mi y editada por Camila Segura con el apoyo de Silvia Viñas y Luis Trelles. Gracias a Annie Murphy, Monica Campbell y en especial a Eduardo García Peña en Lima. Andrés Azpiri ayudó con el diseño de sonido.
Agradecemos también el apoyo del Programa de Periodismo Investigativo de la Universidad de California, en Berkeley. Esta canción de fondo es de Vilma Sánchez, la mamá de Ruth Thalía. Se llama “Basta Carajo.”
El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Desiree Bayonet, Andrea Betanzos, Melissa Montalvo, Caro Rolando, Barbara Sawhill, Ryan Sweikert, David Trujillo, Elsa Liliana Ulloa y Luis Fernando Vargas. Maytik Avirama es nuestra pasante editorial, y Carolina Guerrero es la CEO.
Radio Ambulante se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO.
Conoce más sobre Radio Ambulante y sobre esta historia en nuestra página web: radioambulante.org. Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.