La tregua – Transcripción

La tregua – Transcripción

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[Daniel Alarcón]: Una advertencia: en el episodio de hoy hay escenas fuertes que no son aptas para niños. Se recomienda discreción.

 

Bienvenidos a Radio Ambulante, desde NPR. Soy Daniel Alarcón. 

 

Ok. Entonces, estamos en un bar en San Salvador, un viernes por la noche de marzo del 2012. Hay tres amigos periodistas, compartiendo unas cervezas. Uno de ellos…

 

[Sergio Aráuz]: Bueno, yo soy Sergio Aráuz, periodista de El Faro.

 

[Daniel]: El periódico digital de El Salvador. Y sergio recibe una llamada Y bueno, chequea el número, y es una fuente suya. En El Faro, Sergio cubre un poco de todo, pero…

 

[Sergio]: Cubro particularmente política. Diría que tengo dieciocho años de estar en El Faro.

 

[Daniel]: Y durante todo ese tiempo ha acumulado diversas fuentes, sobre todo cuando comenzó a cubrir temas de seguridad. 

 

[Sergio]: Es decir, empecé a hablar con espías y empecé a hablar con policías. Empecé a hablar con jueces, empezamos a hablar con gente bastante rara, por así decirlo. 

 

[Daniel]: Gente que confiaba en él y que solía pasarle información muy delicada. Esta fuente en particular, la persona que lo llamó esa noche, era alguien en la que Sergio confiaba. Y Sergio sabía que no lo llamaría si no fuera por algo serio, así que no dudó en salirse del bar para contestar. 

 

[Sergio]: Me contó una serie de cosas muy inverosímiles a mi juicio. Y me dice: “Mire jefe, está ocurriendo esto”.

 

[Daniel]: Le dijo que el gobierno y las maras, las bandas criminales más violentas y odiadas del país, habían llegado a una suerte de acuerdo de paz. Una tregua.

 

Eso. Así de simple y así de inverosímil. 

 

Así de impensable. 

 

Sergio colgó y quedó en shock. Sonaba menos a noticia, y más a fantasía. Hasta se podría decir que sonaba a ciencia ficción. No tenía sentido. Volvió al bar, y claro, lo primero que hizo fue contárselo a los otros dos amigos periodistas que andaban con él.

 

[Serio]: Y creo que no me creyeron todo lo que les conté. 

 

[Daniel]: Los que dudaban eran dos colegas de El Faro. Los hermanos Martínez. Óscar… 

 

[Óscar Martínez]: Bueno, yo soy Óscar Martínez. Actualmente soy editor de investigaciones especiales del Faro.

 

[Daniel]: Y su hermano mayor, Carlos. 

 

[Carlos Martínez]: Yo soy Carlos Martínez, soy periodista del Faro.

 

[Daniel]: Y desde el 2011 es parte del equipo Sala Negra, cubriendo la violencia en América Central. Bueno, a algunos oyentes quizás les va parecer difícil distinguir a los hermanos. 

 

[Carlos]: Nos pareció ridículo y nos pareció que Sergio tenía que comenzar a cambiar de fuentes.

 

[Daniel]: Ese es Carlos. Y este es Óscar.

 

[Óscar]: Desde el primer momento, te voy a ser honesto, yo no le presté mucha atención a eso.

 

[Daniel]: En cierto sentido estas dudas son normales. El trabajo del periodista es, en esencia, el de dudar. 

 

[Carlos]: Pero bueno, en este asunto, si tu madre te dice que te ama, uno hay que verificarlo. 

 

[Daniel]: Teniendo en cuenta quién era la fuente, Sergio insistió. No podían descartar tan fácilmente lo que le acababan de contar. Así que decidieron hacer el trabajo de periodistas: levantar el teléfono para verificar con sus propias fuentes si lo que le habían dicho era cierto o puro invento.

 

Ok. Vamos a volver a este proceso, al de verificar lo que era en ese momento solo un rumor, algo casi absurdo. Pero, para entender todo lo que viene en esta historia, hay que entender la situación de aquel momento en El Salvador. Y por qué lo que les había soltado esa fuente sonaba tan inverosímil. Para los que no son salvadoreños, para los que observamos el país desde afuera, hay un tema que siempre suena. Un tema que marca casi todos los aspectos de la vida del país: la política, la economía, la cultura ciudadana. Y el tema, claro, es la violencia. O para ser más específicos: las maras y qué hacer con ellas. Para millones de salvadoreños, ese tema es central. Lo viven día a día. Lo han vivido durante años. Óscar me lo explicó así:

 

[Óscar]: De hecho, transitando por San Salvador, es decir, el centro de San Salvador, es un lugar que más de dos millones de salvadoreños cruzan cada día, 250 cuadras, donde hay cerca de seis clicas de dos pandillas. 

 

[Daniel]: Clicas, es decir los grupos pandilleros que controlan barrios y zonas específicas. 

 

[Óscar]: Es imposible no toparse con las pandillas en San Salvador. 

 

[Daniel]: O sea no sé si son dos millones, pero sí, cientos de miles de salvadoreños que tienen que cruzar un campo minado la capital de su propio país a diario. Y es solo un ejemplo. Cruzar las fronteras invisibles entre el dominio de una clica o la otra no es algo que se hace a la ligera. La violencia ha estado ahí desde hace muchos años. 

 

Esto era cierto desde antes del 2012, cuando comienza esta historia, y sigue siendo cierto ahora, en el 2021. 

 

Ha marcado la discusión política nacional por décadas:

 

(SOUNDBITE DE NOTICIEROS)

 

[Presidente Saca]: A los delincuentes les digo que se les acabó la fiesta. 

 

[Periodista]: El Salvador está en guerra. Los enfrentamientos entre la policía y las pandillas se han recrudecido en los últimos meses. 

 

[Periodista 2]: En los primeros días del año la policía nacional civil también registra cincuenta homicidios. Eso significa un incremento en comparación con 2020. 

 

[Daniel]: Y la política internacional…

 

(SOUNDBITE DE NOTICIEROS)

 

[Papa Francisco]: Seguo con muita preocupaccione le notizzie que tkcciungono da El Salvador…

 

[Periodista]: Desde Roma, el papa Francisco dijo que sigue con preocupación las noticias de este país.

 

[Periodista 2]: Ahora que el gobierno de Trump ha intensificado el combate contra la Mara Salvatrucha, en El Salvador han aprobado más mano dura para los pandilleros que sean deportados de Estados Unidos.

 

[Daniel]: No te puedes escapar del tema. El saldo diario de muertos es tan parte de la vida como leer el pronóstico del clima, o los resultados de una fecha de la liga de fútbol.

 

Las cifras son de terror. 

 

Hay dos principales pandillas, o maras, en el país: Barrio 18 y la Mara Salvatrucha, conocida como MS 13. Juntas cuentan con más de sesenta mil miembros en El Salvador. Y miles más en el exterior. Cada año, las maras cobran millones de dólares de extorsión. 

 

Entre el 2014 y el 2019 hubo más de veinticinco mil asesinatos en El Salvador. Para ponerlo en contexto: esa tasa es mayor a la que tuvieron países como Somalia y Ucrania, que estaban en guerra durante la misma época. Y la gran mayoría de esas muertes se atribuían a estas organizaciones criminales. Y, según la fuente de Sergio, ¿el gobierno quería negociar con ellos? 

 

No tenía mucho sentido.

 

Ya. La fecha y la coyuntura también son importantes para entender esta historia. Dijimos que era marzo, marzo del 2012. El presidente en ese entonces era él, Mauricio Funes.

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA)

 

[Mauricio Funes]: El hecho de que haya aumentado el número de homicidios no significa que estén fracasando los planes de seguridad pública si no se dimensiona…

 

[Daniel]: Era el primer presidente de izquierda desde que se acabó la guerra civil en 1990. Y Carlos Martínez me explicó que antes de Funes…

 

[Carlos]: Veníamos de gobiernos de derecha que habían reaccionado al fenómeno como normalmente se supone que hagan los gobiernos de derecha. 

 

[Daniel]: Como el de Francisco Flores, un presidente que a mediados del 2003 propuso el plan Mano Dura. 

 

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

 

[Francisco Flores]: Quiero decirle claramente a los ciudadanos, que yo no estoy preocupado del bienestar de los criminales. 

 

[Daniel]: Su sucesor, Elías Antonio Saca, un poco más creativo, propuso el plan Súper Mano Dura. 

 

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

 

[Elías Antonio Saca]: Esta noche lanzamos el Plan Súper Mano Dura…

 

[Daniel]: Tal cual, no me estoy inventado esos nombres. Como se pueden imaginar, el plan Súper Mano Dura era más de lo mismo.

 

[Carlos]: Haciendo gestos agresivos, es decir, saliendo mucho en la tele, dándole muchas palizas a muchos pandilleros sin que eso resolviera el problema. Por el contrario, lo incrementó. 

 

[Daniel]: Y no es que subió un poquito. No. Entre el 2003 y 2006, durante el plan Mano Dura y Súper Mano Dura, la tasa de homicidios en El Salvador incrementó en un cincuenta por ciento.

 

Entonces al principio de su mandato, en el 2009, este nuevo presidente de izquierda, Mauricio Funes, siguió la misma receta de derecha en su lucha contra las pandillas. Si bien no le puso ningún nombre exagerado a su estrategia como Mano Súper Extra Dura, o algo por el estilo, la idea tampoco se alejaba tanto de eso. 

 

Sacó unos seis mil soldados a patrullar las calles y las prisiones junto a la policía. Luego reemplazó a su Ministro de Seguridad con un militar que ya había sido su Ministro de Defensa antes, el general David Munguía Payés. Y bueno, como es lógico, si pones de jefe de seguridad a un militar, ya sabes qué hay que esperar. 

 

[Carlos]: Había dicho que la policía no daba abasto. Que el Ejército debería hacerse cargo del fenómeno de pandillas. 

 

[Daniel]: Este es Munguía Payés.

 

(SOUNDBITE DE ARCHIVO)

 

[Munguía Payés]: El gobierno de El Salvador no ha renunciado en ningún momento a la represión ni al control del delito…

 

[Daniel]: Payés había dicho que las organizaciones de derechos humanos eran una especie de estorbo para solucionar el conflicto…

 

[Carlos]: Y había dicho que, a su juicio, había que suspender las garantías constitucionales en los barrios asediados por pandillas para poder registrar casas sin permiso, para poder arrestar gente sin permiso de un juez, para poder, para que el ejército además pudiera hacer estas cosas.

 

[Daniel]: O sea más de lo mismo.

 

[Carlos]: Entonces te imaginas, ¿qué esperábamos que este tipo hiciera? Pues lo que había prometido.

 

[Daniel]: Mano súper extra mega dura. 

 

Cabe decir que en un país apabullado por la violencia, un discurso como este es el que más vende. Es el discurso que la gente entiende y quiere a un nivel visceral. 

 

Una vez entrevisté a una mujer joven, cristiana, muy agradable, que cuando le pregunté qué creía que se debería hacer con las pandillas, se transformó.

 

[Mujer]: Que los quemen a todos. Ya. O sea… Como salvadoreños no son mis hermanos. Yo fui criada bajo el evangelio, bajo el cristianismo. Nunca los voy a ver como hermanos. Así que si los pueden envolver en una sola hoguera como holocausto, que les den. Que les den fuego. 

 

[Daniel]: Le pregunté a Carlos si entendía este punto de vista. Porque claro, más allá de su labor como periodista, es ciudadano salvadoreño. Los riesgos que sus compatriotas sufren día a día no le es algo ajeno. Me dijo que sí, que por supuesto. 

 

[Carlos]: Desde luego lo último que sentís por los… por los perpetradores, es empatía. 

 

[Daniel]: Entonces. Tres gobiernos seguidos, de derecha y de izquierda, aplicando diferentes versiones de mano dura. Una población harta de matanzas, de extorsiones, harta de vivir como rehenes en su propio país…

 

Dado todo esto, lo que la fuente de Sergio le contó esa noche no tenía sentido, para nada. ¿El gobierno de Funes había negociado una tregua con la mara? 

 

Era una tregua con el diablo. 

 

Pero la fuente de Sergio tenía detalles del asunto. Por ejemplo, que a cambio de trasladar algunos líderes a cárceles de menor seguridad, la directiva de las principales maras del país había aceptado bajar las armas.

 

Y ese tipo de detalle si unos líderes pandilleros habían sido trasladados a una cárcel o no eso sí se podría verificar.

 

Sucedían cosas raras en El Salvador en esos días. O mejor lo explico así: las cosas que normalmente suceden en El Salvador no sucedían. Y eso era lo raro. 

 

El día después de la llamada, el sábado, por ejemplo.

 

[Omar]: Ese sábado diez hubo diez homicidios, cuando la tendencia del trimestre eran catorce al día.

 

[Daniel]: Y el domingo solo hubo seis. Un número bastante fuera de lo normal. Pero quizás había una explicación, algo que no tenía nada que ver con la supuesta tregua. 

(SOUNDBITE DE NOTICIERO)

 

[Periodista]: El Salvador decide este domingo once de marzo una nueva batalla electoral por el parlamento y las alcaldías de ese país.

 

[Daniel]: Había elecciones municipales….

 

[Óscar]: Entonces, el despliegue policial, toda la policía está en emergencia y tiene que trabajar.

 

[Daniel]: Por lo que tal vez, ese número tan bajito de muertos quizás se explicaba por la presencia policial en las calles. 

 

[Óscar]: Pero el lunes hubo dos, pero el despliegue policial de las elecciones todavía continuaba. Pero el martes ya no había despliegue policial y hubo tres. Entonces ya no entendíamos nada.

 

[Daniel]: Hay que decirlo de manera muy directa: en El Salvador, si un día hay tan poquitos muertos, es como si amaneciera sin sol. No tiene sentido. No cabe en la cabeza. Así que Óscar y Carlos empezaron a hacer llamadas, querían averiguar qué estaba pasando. 

 

[Óscar]: Empezamos ya a llamar al general Payés, empezamos a llamar a la oficina de otros funcionarios y nos negaron siquiera pasarnos el teléfono.

 

[Daniel]: Pero siguieron insistiendo.

 

Pasaron varios días corroborando la información, reuniéndose con agentes de inteligencia y verificando documentos confidenciales. Y finalmente concluyeron que sí, que era cierto.

 

Resulta que el gobierno había seleccionado cerca de treinta líderes encarcelados, unos de Barrio 18 y otros de MS 13. Los subieron a buses de madrugada, y los llevaron de penales de máxima seguridad a penales de menor rigor.

 

Había una tregua. 

 

Este es Carlos.

 

[Carlos]: Donde fueron recibidos los pandilleros como héroes. En aplauso y fanfarria del resto de la población penitenciaria, llegaron a esos penales y tomaron el control de la pandilla, del penal y de la calle. En cuestión de un día, desde ese traslado, los homicidios se desplomaron.

 

[Daniel]: Lo que se veía en las calles, esa desconcertante ausencia de cadáveres, tenía una explicación. Los ajustes de cuentas ya programados quedaron en pausa. Hubo gente que tenía sentencia de muerte de las maras, gente a la que, según la ley de la calle, les tocaba una bala… una bala que simplemente no llegó. Entonces:

 

[Carlos]: Cuando por fin pudimos probarle a nuestros editores que no estábamos persiguiendo un disparate y una locura. Publicamos un artículo que titulamos de una manera muy circunspecta y muy fría: “Gobierno negoció con pandillas reducción de homicidios”.

 

[Daniel]: Y ese artículo de El Faro, con su titular tan plano, fue una bomba. Dos días después el general David Munguía Payés decidió ofrecer una conferencia de prensa.

 

[Carlos]: Y en la conferencia de prensa él dijo lo siguiente: “Miren, me voy a referir a la publicación que ha hecho El Faro, y en principio quiero decir…”.

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Munguía Payés]: Número uno, el gobierno de la república en ningún momento está negociando con ninguna pandilla. Y mucho menos ofreciendo dinero para que paren los asesinatos aquí en nuestro país.

 

[Daniel]: El ministro de defensa concedió que sí, que los líderes de las principales pandillas del país habían sido trasladados de una cárcel a otra, pero según él, no tenía nada que ver con una supuesta tregua.

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Munguía Payés]: ¿La motivación principal?, precisamente razones de seguridad. En días anteriores tuvimos informaciones que habían ingresado al país 24 cohetes LAW. 

 

[Daniel]: Los lanzacohetes LAW están diseñados para destruir tanques de guerra. 

 

[Óscar]: Y Munguía Payés empieza a dar unas explicaciones que se salían del estadio. 

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Munguía Payés]: Y la información que tenía apuntaba a que podríamos tener nosotros algún intento de fuga en el penal de máxima seguri… de máxima seguridad. 

 

[Daniel]: O sea que las maras iban a volarse de la cárcel con bazukas. De una prisión que es subterránea.

 

[Óscar]: Para que, como en un episodio de Los Simpson, los reos salieran corriendo por ese boquete. Era absurdo porque hay un muro perimetral para empezar. La cárcel está bajo tierra. 

 

[Daniel]: Y por otro lado resultaba curioso, por no decir ridículo, que para prevenir la fuga de pandilleros de una cárcel de máxima seguridad era buena idea sacarlos y repartirlos en varias cárceles de menor seguridad. 

 

Con o sin la existencia de cohetes anti-guerra, por donde lo miraras, no tenía sentido.

 

[Óscar]: Nos quedó claro que no tenían ninguna estrategia. 


[Carlos]: Todos salimos ahí con la idea… Desde luego, nosotros profundamente convencidos de lo que habíamos publicado y el resto de colegas con la sensación de que habían escuchado un disparate, un enorme disparate.

 

[Daniel]: Pero entonces, ¿qué estaba pasando?, ¿por qué se habían reducido los homicidios de esta manera tan drástica? Para eso, no había explicación oficial. 

 

Pasaron unos días sin ningún otro pronunciamiento del gobierno, hasta que se dio una conferencia de prensa en la Nunciatura, la embajada de El Vaticano en El Salvador.

 

[Carlos]: Y cuando llegamos nos encontramos con monseñor Fabio Colindres. Que todos lo conocíamos nada más porque él aparecía en la televisión como host de un programa que se llamaba El minuto de María

 

(SOUNDBITE DEL MINUTO DE MARÍA)

 

[Fabio Colindres]: Es difícil lograr entender qué es un sacerdote. Pero sí podemos decir que el más extraordinario don que Dios ha hecho al mundo…

 

[Daniel]: Además de su microprograma en la televisión salvadoreña, Colindres también era el capellán oficial de la Fuerza Armada. Aparentemente, no tenía nada que ver con las pandillas, ni con las prisiones, pero igual decidió pronunciarse…

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Colindres]: He decidido dar esta conferencia de prensa en respuesta a la polémica suscitada hace algunos días.

 

[Carlos]: Esa conferencia fue súper rara. Resulta que Monseñor Colindres nos explicó que él tenía ratos , sin que nosotros lo supiéramos, ingresando al penal de máxima seguridad…

 

[Daniel]: …y que le había llevado esta petición de traslado al General Munguía Payés:

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Colindres]: Suplico al señor ministro el gesto humanitario de movilizar en el nombre de Dios un mecanismo que vaya constatando, en la medida de lo posible, la situación de salud de los ciudadanos privados de libertad en nuestro sistema penitenciario, a fin de que si la ley lo permite, puedan ser trasladados.

 

[Daniel]: En otras palabras, la idea de trasladar a los presos había sido suya. Pero decía que se trataba de un gesto humanitario con los presos que estaban enfermos, no para los líderes de las pandillas.

 

Y fue muy enfático en este punto. No hablaba de una “tregua”. 

 

[Óscar]: Le llamaban un proceso. Esa es la palabra que ocupaban. Esto es un proceso entre la Iglesia católica, unos mediadores… esa otra palabra tan anodina se puso ahí. 

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Colindres]: No estábamos hablando de una negociación entre gobierno y pandillas. Nunca. El objetivo primordial era lograr con la mediación pastoral de la iglesia y de la sociedad civil un entendimiento entre pandillas.

 

[Óscar]: O sea, mediadores entre quién y quién preguntábamos… Mediadores, decían. Simplemente mediadores.

 

[Daniel]: Monseñor Colindres no era el único mediador. A su lado, en la conferencia de prensa estaba Raúl Mijango… 

 

[Carlos]: Que había sido un político importante hacía una década, más o menos. Y no lo habíamos vuelto a ver hasta que lo encontramos en esa conferencia de prensa. 

 

[Daniel]: Mijango era un ex guerrillero, una persona muy involucrada con los movimientos políticos de izquierda en el país. Su trayectoria y hasta su estilo campechano y directo creaban un contraste muy grande con Colindres. Pero ambos coincidían en una cosa.

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

[Raúl Mijango]: Esto es un milagro que yo lo he calificado como un milagro progresivo. ¿Qué significa esto? Que día tras día esa cuenta de personas que se están salvando sigue aumentando.

 

[Daniel]: O sea la reducción en homicidios no tiene causa terrenal, sino es producto de intervención divina. Un milagro. Carlos y los demás colegas no podían creerlo. 

 

[Carlos]: Desde luego era toda una andanada de patrañas. Y nos preguntábamos: ¿acabo de escuchar la palabra milagro? (risa). Es decir, ¿acabo de escuchar como explicación la palabra milagro?

 

[Daniel]: Una semana después el presidente Mauricio Funes finalmente habló del tema. Dijo que su gobierno…

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Funes]: …no ha negociado, ni negocia, ni va a negociar con ninguna de las pandillas existentes en el país. El gobierno solo acompañó el esfuerzo de la iglesia católica para alcanzar un entendimiento entre los los líderes de las pandillas. 

 

[Daniel]: A un mes del artículo de El Faro, la tendencia se mantenía: de catorce asesinatos diarios, ahora había un promedio de seis. Lo cual suena a una excelente noticia, solo que nadie explicaba bien cómo, ni por qué. Y el presidente tampoco se adueñaba de este proceso de paz. 

 

Lo que había reportado El Faro, de una tregua clandestina entre el gobierno y las pandillas, era controversial desde donde lo miraras. Algunos cuestionaban si algo así fuera legal. 

 

Pero más allá de lo estrictamente legal… Pedirle a la gente que aceptara negociaciones con los verdugos de un país, con los que extorsionaban, aterrorizaban, asesinaban a diario, y que lo habían hecho por años, era demasiado. Ningún político se atrevía a arriesgarse de esa manera.

 

Desde el punto de vista del presidente Funes…

 

[Carlos]: Que lo que estaba intentando hacer era: hoy que se descubrió el experimento, pues si salía mal no tenía nada que ver. Que los platos rotos los pague la iglesia católica. Pero si esto sigue saliendo bien, pues que me aplaudan a mí (risa).

 

[Daniel]: La pregunta es: ¿le saldría bien? 

 

Ya volvemos.

 

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[Daniel]: Estamos de vuelta en Radio Ambulante. Soy Daniel Alarcón. 

 

Proceso, acuerdo, negociación, tregua. A pesar de que no tenía un nombre oficial, era innegable que algo histórico estaba sucediendo en El Salvador. Algo nunca visto en el país. La tasa de homicidios había caído a la mitad. Y si bien el gobierno no aceptaba que había negociado con las maras, parecía que sí estaba dispuesto a aceptar el crédito por la disminución de la violencia. 

 

Mientras tanto los pandilleros comenzaban a salir en televisión y a publicar comunicados en los periódicos. 

 

[Carlos]: Esto comenzó a ser una especie de festival de gestos. De pronto los pandilleros lanzaban comunicados firmados Mara Salvatrucha y Barrio 18. 

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Viejo Lin]: Los voceros nacionales de la mara MS 13 y el Barrio 18…

 

[Daniel]: Este es uno de los líderes históricos del Barrio 18, El Viejo Lin.

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Viejo Lin]: Al pueblo salvadoreño hacemos saber, que nos mantenemos firmes en la decisión de contribuir al proceso de pacificación que desde el nueve de marzo está en desarrollo en nuestro país.

 

[Daniel]: Y ese gesto, hacer un anuncio junto a sus enemigos mortales de la MS 13, era algo impensable hasta ese momento.

 

[Carlos]: Luego comenzaron, por ejemplo, a abrir las prisiones para que los medios de comunicación pudiéramos asistir a eventos al interior de las prisiones, donde los líderes pandilleros daban discursos a la nación.

 

(SOUNDBITE DE MISA EN LA CÁRCEL)

 

[Sacerdote]: La paz esté con todos ustedes…

 

[Carlos]: Ojo con eso. Entonces entrabas al penal, había una misa y tomaba la palabra un miembro de la pandilla MS 13 y decía.

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Pandillero]: Nadie a nosotros nos ha querido escuchar en todo este tiempo atrás. Siempre han dicho que nosotros hemos sido la escoria y lo peor del mundo. La verdad es de que… que no es que nosotros no tengamos valores. Lo que pasa es que cuando nosotros crecimos en una época de conflicto fue cuando logramos tapar nuestros valores con cosas negativas. Ay disculpen, soy poco de palabras, pero o sea lo que quiero expresar es de que estamos dispuestos a seguir adelante y que el principal beneficiario en esto sea el pueblo. No nosotros, no que el pueblo. 

 

[Daniel]: Antes de la tregua, perdón, antes del proceso lo que se veía de los mareros en la televisión era siempre lo mismo. Tipos rudos, con tatuajes en las caras y casi siempre, las manos esposadas. Por lo general los mostraban después de que habían caído en redadas de la policía, y se los veía tras las rejas en algún penal violento y hacinado.

 

Pero parte del llamado proceso era cambiar esa imagen. Ahora tenían voceros, escribían discursos, se les veía en eventos de muy alto nivel. Eran figuras públicas. Para muchos salvadoreños, desorientaba verlos así. 

 

[Carlos]: Hasta que ocurrió lo que ya era el cénit de la locura. El secretario general de la Organización de Estados Americanos.

 

[Daniel]: José Miguel Insulza, de Chile.

 

[Carlos]: Anunció que llegaría a El Salvador para poner a disposición la Organización de Estados Americanos como garante y observador del proceso en El Salvador. Ojo con esto, de un proceso que el Estado salvadoreño no reconocía como propio. 

 

[Daniel]: La OEA llegó en un momento clave. Los mediadores buscaban algún tipo de legitimidad. De cualquier lado. Que alguien avale y se adueñe de la tregua.

 

[Óscar]: El mediador Raúl Mijango y el creador de la tregua, Munguía Payés, empezaba a colar un mensaje en el Gobierno: “Necesitamos apoyo, cabrones”. 

 

[Daniel]: El doce de julio del 2012, los representantes de la MS 13 y Barrio 18 comenzaron un diálogo con Insulza. Carlos me describió la escena.

 

[Carlos]: Están sentados en un solo salón los liderazgos de las grandes estructuras criminales del país, como si fueran diplomáticos de toda la vida. 

 

[Daniel]: Insulza comenzó diciendo que lo que estaba pasando en El Salvador podría ser importante no solo en el país…

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[ José Miguel Insulza]: Sino que a otros países de América que tienen un problema similar. Así que ojalá que la lección que ustedes están dando pueda ser recogida en muchas partes…

 

[Daniel]: Luego le tocó a los representantes de las pandillas… y ellos siguieron el rebuscado protocolo diplomático al pie de la letra.

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Viejo Lin]: Los voceros nacionales de la MS 13 y Barrio 18, al pueblo salvadoreño, a la comunidad internacional y a los países miembros de la OEA hacemos saber, primero, que saludamos efusivamente la llegada a nuestro país del excelentísimo secretario general de la OEA, señor José Miguel Insulza. 

 

[Daniel]: Y aprovecharon su visita para hacer un gesto de buena voluntad. 

 

(SOUNDBITE DE CONFERENCIA DE PRENSA)

 

[Viejo Lin]: Nuestro gesto consiste en un simbólico desarme parcial de nuestras estructuras. Las armas depuestas le serán entregadas al señor secretario general de la OEA para su posterior destrucción. 

 

[Daniel]: El desarme se hizo al día siguiente. Un grupo de pandilleros encapuchados llegaron a una plaza en el centro histórico de San Salvador. 

 

[Carlos]: De un carro de verduras bajaron una enorme cantidad de costales de armas, donde iban fusiles, pistolas, carabinas, escopetas, hasta una mina Claymore antipersona.

 

[Daniel]: Y los pusieron frente al Secretario de la OEA y a un grupo que había sido invitado al evento. Obviamente se hicieron discursos.

 

[Carlos]: Pidiendo que esas armas se derritieran y que se hiciera un concurso público para convocar a escultores nacionales y hacer con ellas una escultura dedicada a la paz. 

 

[Daniel]: Hubo un elemento más que le daba un tono surreal a la ceremonia.

 

[Carlos]: A todo esto, este evento estaba ambientado en loop con la canción Chiquitita de Abba. O sea, si ese día hubieran llovido ranas, hubiera sido lo más normal.

 

[Daniel]: Carlos no es un tipo que se deja llevar fácilmente por el optimismo. Ni su personalidad, ni su vocación se lo permite. Todo lo contrario. Llevaba mucho tiempo reportando sobre las pandillas. Años detallando un acto sangriento tras otro. No es gratuito que su equipo en El Faro se llame Sala Negra. Pero la tregua le estaba mostrando un lado de las pandillas que no había visto antes. Y por primera vez empezó a creer.

 

[Carlos]: El yo salvadoreño se moría por creer de que estaba cambiando todo. Que estábamos atestiguando verdaderos gestos de paz, que ningún niño iba a verse sometido a la obligación atroz de asesinar para pertenecer a una familia, a una familia criminal. Y que probablemente la explicación era tan sencilla como haber tocado las puertas al diálogo. 

 

Desde luego fui un ingenuo. Desde luego me equivoqué.

 

[Daniel]: Las pandillas llevaban más de quince años matando a personas inocentes. Ya lo hemos escuchado, los salvadoreños estaban hartos de vivir con el terror de las maras. 

 

[Óscar]: La gente de alguna manera quería algo que está entre la justicia y la venganza. La idea de un pandillero en un buen lugar, en un penal de menor seguridad, pudiendo abrazar a su mujer y a sus hijos, era muy disruptiva en la mente de las personas. 

 

[Daniel]: Óscar me contó que cuando los pandilleros empezaron a aparecer como embajadores de la paz, lo que se comentaba en la calle era… 

 

[Óscar]: “Estos son unas ratas, muéranse… ese maldito gobierno”. Las reacciones eran muy catastróficas a la idea de la tregua. Es decir, la… la ciudadanía comentaba esto como un pacto criminal, sin perdón alguno.

 

[Daniel]: En septiembre del 2013, el presidente Funes se dirigió a las Naciones Unidas. Sobre un proceso que sus mediadores habían tildado como un milagro, se limitó a decir esto:

 

(SOUNDBITE DE DISCURSO DE FUNES EN NACIONES UNIDAS)

 

[Funes]: Un pacto de no agresión entre las dos principales pandillas juveniles del país, del cual el gobierno solo ha sido facilitador, ha creado las condiciones mínimas para reducir los niveles de violencia pandilleril en los lugares más afectados por este fenómeno.

 

[Daniel]: Lo voy a repetir, para que quede claro. Año y medio después de haber iniciado esta tregua, un tregua que nunca reconoció plenamente, el presidente del país insistía en que su gobierno era solo un facilitador. Nada más. No había un respaldo oficial al proceso de paz y eso lo dejaba huérfano.

 

[Carlos]: Los pandilleros tardaron en darse cuenta en la trampa en la que habían caído, porque al intentar mantener en secreto el acuerdo, le estaban facilitando al gobierno encabezado por Mauricio Funes desentenderse de la paternidad del acuerdo. Y las estaban dejando básicamente solos, con una enorme papa caliente en las manos.

 

[Daniel]: Entonces, pasaron cuatro meses y llegamos al 2014, un año de elecciones. Y la tregua se convirtió en un tema central de las campañas. La oposición la usó para atacar al presidente Funes con anuncios como este:

 

(SOUNDBITE DE ANUNCIO)

 

[Narrador]: Funes confesó, ante las Naciones Unidas, que el gobierno del FMLN facilitó el pacto entre las pandillas. ¡Pero la realidad es que ese pacto solo benefició para que los pandilleros crecieran.

 

[Daniel]: Y luego salen varios ciudadanos comunes y corrientes quejándose del pacto:

 

(SOUNDBITE DE ANUNCIO)

 

[Señora]: Ahora está peor la delincuencia.

 

[Señor]: Pues aquí como que no hay ley, pues los delincuentes mandan más aquí que el gobierno.

 

[Señora 2]: Ya uno sale con miedo a las calles. Ya uno no sabe si va a regresar con vida a la casa.

 

[Señor 3]: MS, 18, Mijango y el presidente, ellos hacen su envoltorio y al pueblo no lo toman en cuenta. 

 

[Daniel]: Óscar me contó que ante la presión política, el presidente y su partido comenzaron una campaña de negación absoluta de la tregua.

 

[Óscar]: Ya habían desplegado operativos, ya habían devuelto a algunos de los líderes de la ranfla a máxima seguridad y ya era evidente que la estrategia era llegar a las elecciones habiéndose deshecho de ese saco lleno de pandilleros.

 

[Daniel]: Había una cosa más. Algo muy importante que explica por qué para el pueblo salvadoreño la baja en la tasa de homicidios no era suficiente para convencerlos de que las pandillas habían cambiado. De que merecían este proceso. 

 

Pero para entenderlo tenemos que volver a la cárcel. A una reunión que tuvo Carlos y su equipo de Sala Negra con los líderes de la MS 13 en septiembre del 2012, en la primera etapa de la tregua. 

 

Los líderes de la MS 13, los que habían sido trasladados a un penal de mínima seguridad, concedieron entrevistas a él y a un equipo de El Faro dentro de la nueva cárcel del grupo. 

 

[Carlos]: Llegamos al centro penal de Ciudad Barrios y estaba cayendo una lluvia torrencial, para hablar con la ranfla.

 

[Daniel]: La cúpula de la pandilla-

 

[Carlos]: Encabezada por Borromeo Enrique Henríquez, el diablito de Hollywood. 

 

[Daniel]: El diablito de Hollywood era un personaje legendario. 

 

[Óscar]: Era una figura a la que todo pandillero que hubiera pasado por un penal conocía. O sea este tipo era, no sé, era el ADN de la pandilla.

 

[Daniel]: A principios de los años noventa el diablito de Hollywood había sido parte de las primeras pandillas salvadoreñas en las calles de Los Ángeles, en California. Su familia había llegado a Estados Unidos huyendo de la violencia de la guerra civil. Luego fue deportado de vuelta a El Salvador, y fue de los que introdujo las pandillas al país. 

 

Oscar me contó que a principios de los años dos mil, el diablito creó lo que se conoce como la ranfla, la rueda de cabecillas que dirige a MS 13 desde adentro de los penales del país.

 

[Óscar]: Entonces, es un tipo que hizo la arquitectura de lo que conocemos como ranfla y por eso la llegó a gobernar. 

 

[Daniel]: En el penal donde ahora se hacía la entrevista, la pandilla controlaba todo, mantenía orden. Y los ranfleros no estaban contentos con El Faro, y en específico con la noticia que habían publicado sobre la negociación. 

 

[Carlos]: Habían conseguido imprimir nuestro reportaje. Y lo tenían… eh… Lo había hecho un rollo, un tipo muy musculoso al que se conoce como Crook y lo había hecho puño adentro de su mano. Y ese tipo se sentó al lado mío (risa).

 

[Daniel]: No fue una conversación sencilla. Y es que, en realidad, Carlos y su equipo por un lado, y la ranfla, por el otro, tenían objetivos muy diferentes. Los pandilleros veían la entrevista como una oportunidad para tener un cubrimiento más positivo sobre ellos. Mientras que Carlos quería presionarlos.

 

Habían bajado la tasa de homicidios. Ya. Bien. Pero, ¿qué más? Carlos quería saber a qué más se comprometía la MS 13, además de la tregua, para que los salvadoreños confiaran en que verdaderamente vendría un cambio. Y para eso Carlos y su equipo tendrían que tocar temas complicados.

 

Carlos empezó sugiriendo a los pandilleros que no se vieran a sí mismos como víctimas del Estado, tratando de sacarlos de ese recurrente discurso, sino como una organización violenta que había hecho mucho daño. Y con ese cambio de perspectiva poder hacer sus preguntas. 

 

La primera que les hizo fue: 

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA A LA RLANFLA)

 

[Carlos]: ¿Existe dentro de los planes, dentro de la carretera a largo plazo de Mara Salvatrucha, algo parecido a un instrumento de compensación a las víctimas? 

 

[Borromeo Enríquez]: ¿Esa es la pregunta? 

 

[Carlos]: Sí.

 

[Daniel]: Esa es la pregunta. Al grano.

 

Borromeo contestó explicando que conocían muy bien la dimensión del daño que habían generado en las familias de su país. Sabía que habría quienes nunca los podrían perdonar. 

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA A LA RLANFLA)

 

[Borromeo]: Hay personas que indiscutiblemente no vamos a poder remediar el daño. 

 

[Daniel]: A pesar de lo directo que fue la pregunta de Carlos, las respuestas, al comienzo, sonaban muy pensadas, hasta relajadas. Y así fluyó la entrevista hasta que pasaron al tema más complicado. Las extorsiones, la principal fuente de ingreso de las maras. Les seguían cobrando una renta ilegal a pequeños negocios, a dueños de panaderías, o a choferes de transporte público. De eso vivían. 

 

Era difícil imaginarse que el pueblo realmente apoyara la tregua, que tuviera éxito, sin que las pandillas se comprometieran a reformarse por completo. Estas extorsiones venían a ser un impuesto ilegal a la vida cotidiana de miles y miles de salvadoreños. Un impuesto en un país pobre. Un impuesto que se cobraba a la fuerza. 

 

Menos muertos está bien. Muy bien. Pero no es que las maras hubieran dejado de ser un problema. 

 

En ese momento, septiembre del 2012, con el país asombrado con la baja en la tasa de homicidios, y los aliados al gobierno llamándolo un milagro sin explicación terrenal. Nadie sabía si había voluntad para frenar las extorsiones.

 

Esa era la gran pregunta que Carlos le quería hacer a los pandilleros.

 

[Carlos]: La cosa se comenzó a trabar cuando le preguntamos: “Lo que no es posible es que ustedes estén hablando tan civilizadamente, mientras nos están robando. Es decir, ustedes han frenado los homicidios, pero han anunciado que no están en capacidad de frenar las extorsiones”. 

 

[Daniel]: Se dirigió directamente a Borromeo Henríquez, el Diablito de Hollywood.

 

[Carlos]: Y finalmente, para presionarlo le dijimos: bueno, si estás de acuerdo, titulamos esta entrevista: “Prohíbo a la Mara Salvatrucha extorsionar, dos puntos, Borromeo Enrique Enríquez”. 

 

[Daniel]: Borromeo lo pensó.

 

[Carlos]: Y busca la aprobación del resto con la mirada hasta que aparece un veterano que había sido MS Stoner en Los Angeles. Es decir, fundador de la MS 13 y le dice: “Diablo, no creo que podamos hacer esto así de golpe. No podemos hacer esto. Y Borromeo dice:

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA A LA RLANFLA)

 

[Borromeo]: Puta, se tienen que hacer una consulta general para saber si lo que están preguntando sería lo más viable o no.

 

[Daniel]: Dice: “Algo así no se puede decidir sin hacer una consulta general”.

 

Carlos siguió insistiendo, hasta que hizo la pregunta más importante de la entrevista.

 

[Carlos]: ¿Ustedes estarían dispuestos a desarticular la Mara Salvatrucha?

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA A LA RLANFLA)

 

[Carlos]: Caminando en ese sentido, ¿uno de los puntos es desarticular la organización Mara Salvatrucha 13?

 

[Daniel]: El que responde es Chino, un ranflero que hasta ese entonces, había estado callado, observando. Pero con esa pregunta se hartó.

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA A LA RLANFLA)

 

[Chino]: Ustedes quieren meterse mucho adentro de la pandilla. Nosotros estamos tratando de darles a ustedes algo de conocimiento de lo bueno que nosotros estamos haciendo. Pero ustedes vienen y se están metiendo hasta adentro, pues. ¿Qué tanto quieren escarbar? 

 

[Carlos]: Se echó para adelante en la silla y…

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA A LA RLANFLA)

 

[Chino]: ¿Sabes qué? Con todo respeto, ustedes tienen un hasta aquí. Tú aquí nos haces muchas preguntas comprometedoras. Bien comprometedoras. Y esa onda no va. Vos querés tu trabajo, yo quiero mi pandilla. Así es que, ¿sabes qué? Respetá y nosotros te vamos a respetar. 

 

[Daniel]: Fue una reacción intensa. Visceral. Porque, claro, una tregua permanente una que incluyera no solo frenar los homicidios sino también las extorsiones, significaría el fin de la pandilla. Los ranfleros lo sabían, y no estaban listos para dar ese paso. 

 

Otros pandilleros que estaban fuera de la celda comenzaron a entrar.

 

[Carlos]: Viene uno, dos, tres. Entonces en la celda comenzábamos a estar tres periodistas y un fotógrafo y doce, quince, veinte, veinticinco pandilleros.

 

[Daniel]: Y Chino, el pandillero que había detenido la entrevista, le preguntó a Carlos…

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA A LA RLANFLA)

 

[Chino]: ¿Cuántos años tienes tú? Tenías tres años cuando yo comencé caminar en la pandilla. y crees que me va a gustar, que tu vengas a decirme a mí que si nos vamos a deshacer, que si nosotros vamos a deshacer una pandilla, sabes qué yo creo que ese derecho no lo tienes. 

 

[Carlos]: Ok

 

[Daniel]: En un intento por defender su pregunta y relajar el ambiente Carlos respondió:

 

(SOUNDBITE DE ENTREVISTA A LA RLANFLA)

 

[Carlos]: A ver, me parece que se han tensado las cosas. Nosotros no intentamos ofender a nadie ni faltar. Es… vamos a hacer una serie de preguntas porque creemos que en la calle la gente tiene esas dudas. 

 

[Daniel]: Incluso ofreció detener la entrevista, pero siguieron conversando un poco más, no sin antes dejar claro que…

 

[Carlos]: La Mara Salvatrucha no se va a deshacer y ya no puedes seguir preguntando de eso. Y aquella celda se quedó toda rumorosa, tensa… 

 

[Daniel]: Esa fue la última palabra. No se habló más sobre el futuro de la pandilla.

 

Y bueno, eso es. Si una tregua no contempla la desarticulación de una organización criminal que tanto daño le hace a la población, entonces de poco sirve. 

 

Hablando con Carlos y Óscar, se me hizo claro que nunca hubo una estrategia coherente para hacer la paz con las maras. Esta entrevista del 2012 lo comprueba. Es como si nadie les hubiera preguntado sobre las extorsiones antes. Negociaron los homicidios. Y nada más.

 

El único logro de la tregua había sido disminuir los asesinatos, pero para mediados del 2013, la cifra de homicidios comenzó a subir, y ya no volvió a bajar a los niveles que se vieron al principio de la tregua. 

 

Pasaron las elecciones y ganó el candidato del FMLN, el mismo partido de Funes, pero a ras. 

 

En el 2015 se rompieron récords de asesinatos, 105 homicidios por cada 100 mil habitantes, una cifra que no se veía desde los tiempos de la Guerra Civil.

 

Y claro, con el alza en la violencia, vino el éxodo. La emigración, que ya era altísima, se disparó a niveles realmente alarmantes. Las caravanas que tanto se comentan y los miles de menores de edad que llegaban a la frontera de Estados Unidos sin sus padres. 

 

Todo muy chocante visto desde acá, desde el norte, pero pocos entendían qué había detrás de esa migración. Una violencia desenfrenada, y un intento improvisado y mal hecho de pararla. Un intento que finalmente fracasó.

 

Y lo que les esperaba al otro lado: separaciones de familias en Estados Unidos y ahora los campamentos para refugiados en la frontera entre México y Guatemala. 

 

Los salvadoreños le huyen como pueden a la pobreza, pero también a las maras y a la inseguridad. No tenía que ser así. Durante unos dos años, una ventana se abrió en El Salvador. 

 

Por un instante hubo una oportunidad de seguir un camino distinto. Fue tenue, efímera. Pero estaba ahí, todos los salvadoreños lo vieron. Quizá no lo recuerden a estas alturas, con tanta sangre derramada, quizá no recuerden que hubo un día en que el país amaneció casi sin muertos.

 

Quizás el legado más duradero de la tregua fue hacer de lo impensable algo normal, un elemento más de la vida política salvadoreña. Negociar con las maras es algo que todos hacen, siempre en secreto, para poder negarlo si son descubiertos. Ya no solo para bajar la violencia, sino a veces para algún beneficio electoral. Es normal. 

 

El más reciente ejemplo es el actual presidente, Nayib Bukele, que aunque públicamente se pronuncia duramente contra los pandilleros, también negoció con ellos a través de algunos funcionarios suyos, funcionarios que ahora son candidatos en las elecciones legislativas de este año. Esto también lo destapó El Faro.

 

En otras palabras, la tregua murió, pero su herencia sigue viva.

 

Updates del presidente Funes y los mediadores: Munguía Payés, Mijango y los procesos legales que han enfrentado por la tregua.

 

El expresidente Mauricio Funes vive como refugiado político en Nicaragua desde 2016. Un juzgado de El Salvador ordenó su arresto el año pasado. Esta es la sexta orden de detención en su contra, por varios delitos relacionados a la tregua entre pandillas del 2012. También tiene abiertos otros cinco procesos penales en El Salvador por posible corrupción durante su gobierno. En todos ellos se ha declarado inocente.

 

Un juzgado antimafia ordenó a David Munguía Payés prisión domiciliaria desde el julio pasado por supuesto favorecimiento a las pandillas durante la misma tregua del 2012.

 

En 2018, Raúl Mijango fue condenado a trece años de prisión por el delito de extorsión agravada en calidad de cómplice con cabecillas de la MS13 y Barrio 18.

 

Y en enero de este año, catorce líderes de la Mara Salvatrucha fueron acusados con cargos por narcoterrorismo y terrorismo en Estados Unidos, entre ellos Borromeo Henríquez. 

 

Esta historia es una co-producción entre Radio Ambulante y El Faro. Fue producida y escrita por Luis Trelles, Fernanda Guzmán, y por mí, basándonos en el reporteo de Sergio Araúz, Carlos Martínez y Óscar Martínez. La edición es de Camila Segura. El diseño de sonido es de Andrés Azpiri y Rémy Lozano con música de Rémy. El fact-checking es de Andrea López Cruzado y Desirée Yépez. Gracias a Álvaro Céspedes.

 

El resto del equipo de Radio Ambulante incluye a Paola Alean, Nicolás Alonso, Lisette Arévalo, Jorge Caraballo, Aneris Casassus, Victoria Estrada, Xochitl Fabián,Miranda Mazariegos, Hans-Gernot Schenk, Barbara Sawhill, Elsa Liliana Ulloa, y David Trujillo.

 

Carolina Guerrero es la CEO. 


Radio Ambulante es un podcast de Radio Ambulante Estudios, se produce y se mezcla en el programa Hindenburg PRO. 

 

Radio Ambulante cuenta las historias de América Latina. Soy Daniel Alarcón. Gracias por escuchar.

Créditos

REPORTERÍA
Sergio Aráuz, Carlos Martínez y Óscar Martínez


PRODUCCIÓN 
Luis Trelles, Fernanda Guzmán y Daniel Alarcón


EDICIÓN
Camila Segura


VERIFICACIÓN DE DATOS
Andrea López-Cruzado y Desirée Yépez


DISEÑO DE SONIDO/MEZCLA
Andrés Azpiri y Rémy Lozano


MÚSICA
Rémy Lozano


ILUSTRACIÓN
Cristian Guzmán


PAÍS
El Salvador


PUBLICADO EN
04/06/2021

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